Se conoce con el nombre de Rastrojero a una serie de utilitarios fabricados y desarrollados en Argentina, primeramente por Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (IAME), luego por la Dirección Nacional de Fabricaciones e Investigaciones Aeronáuticas (DINFIA) y finalmente por Industrias Mecánicas del Estado (IME). Se trató de una serie de vehículos diseñados y desarrollados para ser utilizados como utilitarios de carga, siendo años más tarde desarrolladas versiones para transporte de pasajeros. El primer diseño y desarrollo del Rastrojero, fue obra de los ingenieros Raúl Gómez, Rubí Luterau y Félix Santiago Sanguinetti, a pedido del entonces Presidente Juan Domingo Perón.
Su nombre hace alusión a la acción del vehículo de marchar sobre el residuo de la cosecha, conocido como «rastrojo», siendo a su vez el objetivo principal para el que fuera diseñado, ya que su desarrollo estuvo destinado a la movilización de la producción agrícola argentina de manera eficiente, a la vez de ser un vehículo pensado para su adquisición por parte de las clases más bajas de la sociedad, debido a su relativo bajo costo de mantenimiento.
La primera generación del Rastrojero fue desarrollada a partir de los resabios que quedaron de una adquisición realizada por el Estado Argentino a la empresa americana Empire Tractor Corp, consistente en 2500 tractores. Tales máquinas terminaron siendo desechadas por el Estado, debido a que no estaban desarrolladas para realizar tareas agrícolas, sino más bien para acarrear armamento pesado. Finalmente, sus elementos mecánicos tales como el motor naftero Willys de 4 cilindros y la caja de cambios de estos tractores, fueron utilizados para la motorización de las primeras unidades del Rastrojero.
Al finalizar el stock de 2500 motores Willys nafteros procedentes de los tractores Empire, en 1954 el Gobierno llama a un concurso para empresas, con el fin de sellar un acuerdo de provisión impulsores para continuar con la producción del Rastrojero. Si bien cuatro fueron las empresas que respondieron al llamado (Jenbach, Perkins, Fiat y Borgward), la elegida resultó la alemana Borgward, que presentó y desarrolló un impulsor diésel que permitió alargar la producción del Rastrojero, a la vez de permitir una reducción considerable en sus costos. A partir de ese momento, el público comenzó a denominar y popularizar a este vehículo como Rastrojero Diesel, término que acuñó el utilitario hasta el final de su producción.
Fue producido desde 1952 hasta 1956 por Industrias Aeronauticas y Mecánicas del Estado (IAME). Tras la redenominación de esta última como Dirección Nacional de Fabricaciones e Investigaciones Aeronáuticas (DINFIA), su producción siguió desde 1956 a 1967. Finalmente y tras la separación de DINFIA entre la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) e Industrias Mecánicas del Estado (IME), esta última continuó su producción desde 1967 hasta su desaparición definitiva en 1980.
En la actualidad, el Rastrojero es considerado como el más característico símbolo del ingenio y la producción metalmecánica argentina, ya que su desarrollo y producción fueron la piedra fundacional de la primera industria metalmecánica del Estado Argentino, habiendo también coincidido el final de su producción con la decisión del desmantelamiento de Industrias Mecánicas del Estado, llevado adelante por el Gobierno de Facto que gobernaba en Argentina en el año 1980.
El Rastrojero nació como un proyecto impulsado por la empresa estatal IME (Industrias Mecánicas del Estado), durante la época de estímulo a la explotación de la mano de obra local y fomento a la industria nacional, durante la presidencia del General Juan Domingo Perón. Para la producción de este vehículo, se utilizó una partida de tractores Empire, que habían sido adquiridos por el Gobierno Nacional en Estados Unidos, unos años después de finalizada la Segunda Guerra Mundial. Estos tractores tenían un problema en su diseño que no permitía que este fuera utilizado, por lo que terminaron archivados en un galpón. Finalmente, estos tractores fueron reconvertidos por un grupo de técnicos e ingenieros que trabajaron en el armado de un nuevo vehículo.
El primer Rastrojero en ver la luz se estrenó en el año 1952. El mismo estaba equipado con el motor que utilizaran estos tractores, un Willys Overland naftero de 2.2 litros, y estaba montado a un chasis similar a los antiguos Ford '37. Su carrocería constaba de una pequeña caja de madera con capacidad para media tonelada de carga, y una cabina que rememoraba a las antiguas coupés norteamericanas. Su aspecto era demasiado rústico, pero resultaba fiable a la hora de trabajar en el campo.
Luego de dos años de producción, la demanda de Rastrojeros creció a pasos agigantados, por lo que se evaluó la posibilidad de realizar un cambio de motor, ante el inmininente fin del stock de los motores Willys. Fue así que en 1954, comenzó a fabricarse la versión más popular: El Rastrojero Diésel. Este utilitario venía equipado con un motor diésel Borgward D4M de 1758 cm³, el cual ofrecía 42 CV de potencia. Fue el modelo de Rastrojero más fabricado y vendido sobrepasando las 26 mil unidades. Finalmente, en 1968 la producción de este modelo fue reemplazada por un modelo de Rastrojero más moderno. Los diferentes modelos vendidos fueron el Rastrojero Willys, el Rastrojero Diésel NP62 (con caja de madera), el Rastrojero Diésel NP66 (con caja metálica) y el Rastrojero Diésel NP66 Doble cabina.
Finalmente, en el año 1968 el Rastrojero sufrió un rediseño total en su carrocería. El nuevo modelo ahora tomaba el aspecto de un vehículo más duro que el anterior. Su diseño presentaba una carrocería fabricada totalmente en acero, en la cual la cabina y la caja estaban unidas en un solo cuerpo. Sin embargo, también hubo modelos que presentaron cajas de madera estructurada. Además de su estética, en lo que a su mecánica se refería también había novedades. El nuevo modelo venía equipado con un motor Indenor XD 4.88 gasolero de origen Peugeot, equipado a una caja de cambios de 4 velocidades. A pesar de este cambio de motor, Borgward siguió proveyendo cajas de cambio.
Sin embargo, a pesar de varios intentos por parte del Ministerio de Aeronáutica y luego del de Defensa por detener su producción, el Rastrojero continuó en su línea de montaje. Los ingenieros, técnicos y empleados de la fábrica no premitieron que eso suceda, garantizando su producción hasta 1979. Durante este tiempo, la evolución del modelo estuvo muy frenada a causa de estos intentos de cortar su producción, aunque a pesar de ello, fue significativa la evolución de su planta de poder, comenzando por aquel motor naftero de 65 CV, pasando por el Diésel Borgward de 42 CV y terminando con el Diésel Indenor de 60 CV.
También, la fábrica en ese entonces había sacado a la venta diferentes modelos diseñados sobre la base del Rastrojero, entre los que se destaca un camión frontal similar a un modelo IKA, un furgón basado en este camión, y el Rastrojero Conosur, un automóvil diseñado a partir de la segunda generación del Rastrojero y que fue destinado exclusivamente para ser empleado en las flotas de taxis.
Hacia 1978, los directivos de IME avanzaban en un acuerdo con Peugeot para desarrollar en forma conjunta una nueva versión del Rastrojero. Incluso, ya se ensayaba con un prototipo de pruebas en la planta francesa de Mulhausen. Al parecer, sólo faltaba solucionar problemas con el sistema de frenos, antes de que la nueva pick up nacional comenzara a rodar por caminos de otros continentes. No obstante lo cual, por disposición del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional que imperaba en Argentina, la producción del Rastrojero y de todos sus derivados fue suspendida el 22 de mayo de 1979.
En 1979, durante dictadura cívico-militar de Jorge Rafael Videla, y con la presencia en el ministerio de economía de José Alfredo Martínez de Hoz se liquida a la empresa estatal IME, terminando así con la producción de los conocidos Rastrojeros. El gobierno nacional a través del Ministerio de Defensa llamó a licitación para la venta del patrimonio, y la empresa Lo Giudice-Pace gana la licitación, adquiriendo todo el herramental y el stock remanente, trasladándolo a la ciudad de Villa Gobernador Gálvez. Al momento de cerrarse su fabricación este vehículo representaba más del 70% del mercado de las camionetas diésel del país. Llegó a liderar el mercado nacional en su segmento, con dos generaciones y varias versiones que incluso se exportaron a Cuba, Chile, Perú, Uruguay y Bolivia.
Con el objetivo de reiniciar la producción de los populares utilitarios, la empresa realiza gestiones ante la Secretaría de Industrias de la Nación el 6 de agosto de 1982. Sin embargo, los trámites se demoraron más de tres años, y recién en 1985 se acepta la solicitud. Durante ese lapso, se produjeron unas 400 unidades de los modelos pick up y «frontalito», a un ritmo de unas 15 unidades mensuales.
La producción estuvo a cargo de un grupo de concesionarios, que sin línea de montaje y empleando a unos 30 operarios, realizaban el armado de los Rastrojeros empleando el stock remanente y recurriendo también a proveedores externos que aún fabricaban muchas de las autopartes. Para la motorización también se recurrió al stock de algunos propulsores Indenor más algunos que se trajeron de Borgward Uruguay. De acuerdo a la legislación vigente, estas unidades eran consideradas como «armadas fuera de fábrica.» La realidad indicaba que no se trataba de una verdadera producción en serie y poco tiempo después se concluyó la actividad. Sin embargo, el Rastrojero tenía los días contados. La empresa sanjuanina Imetal S.A., perteneciente al grupo Massey Ferguson, presentó en 1989 a los conocidos utilitarios, esta vez rebautizados con el autóctono nombre de Ranquel, pero ya fabricados en provincia de San Juan. Poco tiempo después se abandonó la producción definitivamente.
En el 2014 el empresario argentino Carlos Ptaschne acepta el desafío de crear una nueva versión del Rastrojero, esta vez eléctrico. Actualmente el proyecto esta en pleno progreso.
Desde 2011 Ptaschne esta tramitando el registro de la marca, pese a que se encontraba registrada por el estado. pero quedando luego abandonada desde hace años. Gracias a una serie de trámites legales necesarios Se informó que el vehículo será eléctrico, tendrá batería de litio y contará con una autonomía de 300 kilómetros. Podrá cargar hasta una tonelada y las barandas de la zona de carga serán rebatibles para adoptar forma de mesa y banquetas. Se estima que podrán fabricar entre 30 y 35 unidades diarias. El proyecto contempla instalar la fábrica en algún punto de avenida Circunvalación de Rosario aprovechando toda la industria automotriz instalada allí. En marzo de ese mismo año se anunciaron nuevos detalles como una autonomía aumentada a 400 kilómetros, palanca de cambios al volante y su velocidad no superará los 115 km/h. En tanto la producción se estima en el año 2025. Se informó que están finalizados todos los estudios previos tanto técnicos como de mercado, y se encuentra concluyendo la conceptualización del chasis.
En 1969 se rediseña totalmente la carrocería, ofreciéndose varias versiones: caja de madera; caja metálica; chasis con cabina, furgón, ambulancia, rural y doble cabina con 2 o cuatro puertas, las primeras versiones con motor Borgward y luego con motor Indenor. En 1973 se le efectúan cambios menores en la carrocería (rediseño de frente y posterior).
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