x
1

Receptor acoplado a proteínas G



Los receptores acoplados a proteínas G o RAPG (en inglés, GPCR: G protein-coupled receptors), también conocidos como receptores transmembrana de siete dominios, receptores 7TM, receptores heptahelicoidales, receptor serpentina, y receptores ligados a proteínas G, comprenden una gran familia de proteínas de receptores transmembrana que responden a una variedad de estímulos extracelulares que van desde fotones y pequeñas moléculas hasta péptidos y proteínas, tales como hormonas, neurotransmisores y agentes paracrinos los cuales activan las vías de transducción de señales y, finalmente, dan origen a las respuestas celulares específicas. En el ser humano existen más de 800 RAPG diferentes, ubicados en distintos sistemas, que participan en funciones tan variadas como la visión, el olfato, el gusto; funciones neurológicas, cardiovasculares, endocrinas y reproductivas. Esta ubicuidad convierte a los RAPGs en un objetivo principal del desarrollo farmacológico siendo el blanco de aproximadamente el 40% de todos los fármacos modernos.[1][2][3][4][5][6]

Los receptores acoplados a proteínas G solo se encuentran en eukaryotas, incluyendo la levadura, choanomonadas y animales.[7]

Hay dos vías de transducción de señales principales que involucran a los receptores acoplados a proteínas G: la vía de señal cAMP y la vía de señal fosfatidilinositol.[8]​ Cuando un ligando se liga al RAPG, este provoca un cambio conformacional en el RAPG, lo que le permite actuar como un factor intercambiador de nucleótido de guanina (GEF). El RAPG puede entonces activar una proteína G asociada mediante el intercambio de su GDP enlazado por un GTP.

Los receptores acoplados a proteínas G son una superfamilia que incluye las siguientes familias:[2][4][9][10]

Todos los receptores acoplados a proteínas G tienen siete hélices alfa transmembrana, un N-terminal y tres bucles extra celulares, un C-terminal y tres bucles intracelulares. No son estructuras rígidas que alternen sólo dos estados: una conformación activada (unido al ligando) y otra desactivada (sin el ligando); por el contrario, pueden adoptar una serie de conformaciones fugaces que son determinadas por el ligando, otros receptores, proteínas reguladoras y señales, modificaciones translacionales y condiciones ambientales. Estas innumerables conformaciones pueden agruparse en «estados conformacionales».[1][3][4][10]

También son conocidos como receptores 7TM (transmembrana) o "en serpentina", debido a la región incluida en la membrana, que asoma siete veces.

A esta clase de receptores pertenecen los receptores adrenérgicos, que se dividen en receptores α y receptores β.

El receptor acoplado a proteínas G es activado por una señal externa en forma de un ligando u otro mediador de señal. Esto crea un cambio conformacional en el receptor, que a nivel intracelular se acompaña de la unión o aclopamiento de una proteína G. El efecto intracelular depende del tipo de proteína G.[1]

La subunidad α de la proteína G, junto con el GTP enlazado, puede entonces disociarse de las subunidades β y γ para afectar aún más las proteínas de señalización intracelular o dirigirse directamente a las proteínas funcionales dependiendo del tipo de subunidad α (Gαs, Gαi/o, Gαq/11, Gα12/13).[12]

En primer lugar, el ligando se une al receptor en su región N-terminal. Luego, el receptor se une a proteínas G en las regiones internas (la región C-terminal desempeña un papel en el reconocimiento de esta proteína G). Así, se activa el mecanismo efector y se varían los niveles de segundo mensajero.

La enzima efectora activa al segundo mensajero, el AMPc, que a su vez activa a la protein quinasa A, la cual fosforila proteínas con aminoácidos con grupos hidroxilo, Serina, Treonina y Tirosina. Esto provoca un cambio en la célula y a su vez la respuesta.

Los RAPG incluyen receptores de mediadores de señales sensoriales (por ejemplo, moléculas estimuladoras de luz y olfativas); adenosina, bombesina, bradicinina, endotelina, ácido γ-aminobutírico (GABA), factor de crecimiento de hepatocitos (HGF), melanocortinas, neuropéptido Y, péptidos opioides, opsinas, somatostatina, GH, kisspeptinas, taquicininas, miembros de la familia péptido vasoactivo intestinal, y vasopresina; aminas biogénicas (por ejemplo, dopamina, epinefrina, norepinefrina, histamina, glutamato (efecto metabotrópico), glucagón, acetilcolina (efecto muscarínico), y serotonina); quimiocinas; mediadores lipídicos de inflamación (por ejemplo, prostaglandinas, prostanoides, factor activador de plaquetas, y leucotrienos); y hormonas peptídicas (por ejemplo, calcitonina, C5a anafilatoxina, hormona foliculoestimulante (FSH), hormona liberadora de gonadotropina (GnRH), neuroquinina, hormona liberadora de tirotropina (TRH), cannabinoides, y oxitocina). Los RAPGs que actúan como receptores para estímulos que aún no han sido identificados se conocen como receptores huérfano.

Considerando que, en otros tipos de receptores que han sido estudiados, en donde los ligandos se unen externamente a la membrana, los ligandos de los RAPGs típicamente se unen dentro del dominio transmembranal. Sin embargo, los receptores activados por proteasa son activados por escisión de una parte de sus dominios extracelulares.[14]

La transducción de la señal a través de la membrana por el receptor no se conoce completamente. Se sabe que la proteína G inactiva está enlazada al receptor en su estado inactivo. Una vez que el ligando es reconocido, el receptor cambia de conformación, y así activa mecánicamente a la proteína G, que se separa del receptor. El receptor ahora puede activar otra proteína G o volver a su estado inactivo. El proceso real es mucho más complejo, pero esta descripción permite comprenderlo someramente.

Se cree que una molécula de receptor existe en un equilibrio entre los estados conformacionales biofísicos activos e inactivos.[15]​ La unión de un ligando en un receptor podría desplazar el equilibrio hacia los estados activos del receptor.[16]​ Existen tres tipos de ligandos:

Aún no se sabe exactamente cómo los estados activos e inactivos difieren entre sí.

Cuando el receptor está inactivo, el dominio GEF podría estar enlazado a una también inactiva subunidad α de una proteína G heterotrimérica. Estas "proteínas G" son un trímero de subunidades α, β, y γ (conocidas como Gα, Gβ, y Gγ respectivamente) que se vuelven inactivas cuando se enlazan reversiblemente a un guanosín difosfato (GDP) (o alternativamente, a ningún nucleótidos de guanina) pero se vuelven activas cuando se unen a un guanosín trifosfato (GTP). Tras la activación del receptor, el dominio GEF, a su vez, activa alostéricamente la proteína G al facilitar el intercambio de una molécula de GDP por una de GTP en la subunidad α de la proteína G. La célula mantiene una relación 10:1 de GTP:GDP cíclico, así el intercambio por un GTP está asegurado. En este punto, las subunidades de laproteína G se disocian del receptor, así como entre ellos, para producir un monómero Gα-GTP y un dímero Gβγ, que ahora son libres para modular la actividad de otras proteínas intracelulares. El grado en que puede difundirse, sin embargo, es limitado debido a la palmitoilación del Gα y la presencia de una molécula de glicophosfatidilinositol (GPI) que ha sido covalentemente añadido al terminal C del Gγ. La mitad fosfatidilinositol del enlace GPI contiene dos grupos acilo hidrófobos que anclan cualquier proteína enlazada con GPI (por ejemplo, Gβγ) con la membrana plasmática, y también, en cierta medida, a las balsas lipídicas locales (compare esto con el efecto de palmitoilación en la localización del RAPG discutida anteriormente).

Debido a la lenta capacidad de hidrólisis GTP→GDP del Gα, la forma inactiva de la subunidad α (Gα-GDP) es eventualmente regenerada, permitiendo la reasociación con el dímero Gβγ para formar una proteína G "inactiva", que a su vez puede nuevamente unirse a un RAPG y esperar la activación. La velocidad de hidrólisis de GTP es generalmente muy rápida. Esto es debido a la acción de otra familia de proteínas moduladoras alostéricas llamadas reguladoras de la señalización de la proteína G, o proteínas RGS. Estas proteínas RGS que son un tipo de proteínas activadoras de GTPasa, con un dominio GAP que tiene la capacidad de acelerar la hidrólisis del GTP. De hecho, muchas de las principales proteínas efectoras (por ejemplo adenilil ciclasa) que se activan/desactivan ante la interacción con Gα-GTP también tienen actividad GAP. Así, incluso en esta etapa temprana del proceso, la señalización iniciada por RAPG tiene la capacidad de auto-terminación.



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Receptor acoplado a proteínas G (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!