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Relaciones Alemania-España



Las relaciones hispano-alemanas comprenden un amplio e intenso espectro de intercambios, tratados, pactos y conflictos, tanto políticos, diplomáticos, económicos como culturales, entre los dos Estados, el Reino de España y la República Federal de Alemania. Estados miembros de la Unión Europea (UE), ambos forman parte del espacio Schengen y de la eurozona. Son también miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Aunque las relaciones entre ambos pueblos se puedan datar desde los orígenes del Sacro Imperio Romano Germánico, no es sino hasta 1871, con la unificación alemana a cargo de Bismarck y la consiguiente implantación del Imperio alemán, que se ven oficialmente establecidas.

Solo una semana después del golpe de Estado que dio comienzo a la guerra civil española, Adolf Hitler decidió responder positivamente a la solicitud de apoyo emitida por los rebeldes; el apoyo de la Alemania nazi al bando sublevado, siempre canalizado a través de Hermann Göring, empezó a materializarse en forma del suministro de importante material militar y no tardó en acabar constituyendo un contingente militar, fundamentalmente aéreo, conocido como la Legión Cóndor con una importancia crucial en el devenir del conflicto. La guerra civil sirvió a la Luftwaffe de entrenamiento.[1]

Durante la Guerra Fría, se mantuvieron relaciones bilaterales con las dos Alemanias: con la República Federal de Alemania desde 1948 y con la República Democrática Alemana desde 1973, estas últimas de mucha menor intensidad que las primeras. A partir del 3 de octubre de 1990, fecha de la reunificación alemana, se mantienen las actuales relaciones entre ambos países.

Para entender mejor las relaciones entre Alemania y España se expone a continuación un resumen cronológico de la historia de ambos países desde 1871 (se muestran los periodos históricos más importantes; en el caso de jefes de Estado y/o de Gobierno, en los intervalos de tiempo en los que la historia de cada país ha sido estable).

De acuerdo con el embajador alemán, Wolfgang Dold, "Alemania y España mantienen una larga amistad que abarca todos los ámbitos de la vida política, económica y social. Juntos defendemos los valores de la UE y como socios europeos nos enfrentamos, hombro con hombro, a los desafíos internacionales."[2]​ España y Alemania comparten buenas percepciones mutuas, tanto de sus opiniones públicas como a nivel oficial. Pero ambos socios piden más del otro. Berlín quiere que España sea más proactiva en la presentación de propuestas e incluso que se atreva a liderar algunos temas de la agenda de la UE. Madrid, en cambio, anhela un mayor liderazgo prointegracionista desde Berlín para avanzar en una Unión cada vez más estrecha, sobre todo en la eurozona.[3]

a - Encargado de negocios

Alemania es uno de los socios comerciales más importantes de España. Actualmente, Alemania es el país del que más productos importa España y el segundo mercado más importante para los productos españoles, siendo superado por Francia. El comercio exterior de España con Alemania se ha caracterizado por un importante saldo negativo en la balanza comercial del país ibérico como se ve en la tabla siguiente:[4]

En 2007 se registraron 812.036 viajeros españoles en Alemania (lugar número 11 del total de turistas internacionales), que hacen un 3,3 % del total de turistas internacionales. En realizaron 1.833.003 pernoctaciones en algún hotel, hostal o camping, dando una estancia promedio de 2,3 días por viaje.[6]​ El mismo año el número de turistas alemanes en territorio español fue de 10.047.397 (tan solo superado por los turistas del Reino Unido), que hacen un 17 % del total de viajeros.[7]

Entre ambos países existe una larga historia de movimientos migratorios. Si bien al principio del periodo de entreguerras se dio un marco relativamente estable para las migraciones en ambos sentidos, con el ascenso de Hitler al poder se vieron estas prácticamente interrumpidas. En los años sesenta se inician nuevamente los movimientos migratorios, en este caso de españoles que emigran a las ciudades industriales de la RFA motivados por la oferta alemana para trabajadores extranjeros (Gastarbeiter), escapando así de la pobreza que reinaba en la dictadura franquista. A partir de los años ochenta, en plena Transición española, el flujo de alemanes que establecen su residencia en España aumenta considerablemente, siendo actualmente el número de residentes alemanes en España mayor que el de españoles en Alemania.

En España se encontraban viviendo 159.922 alemanes mayores de 16 años en 2007[8]​ –en total, 164.405–,[9]​ conformando así la séptima nacionalidad con mayor número de inmigrantes en territorio español (superados por los inmigrantes de Rumania, Marruecos, Ecuador, el Reino Unido, Colombia y Bolivia). Cerca de la mitad de estos tienen una edad que oscila entre los 30 y 44 años; 18 % son jubilados, mayores de 65 años, que viven de sus rentas y han fijado su residencia en la costa mediterránea, en las islas Canarias y en las islas Baleares, principalmente en Mallorca. Las comunidades autónomas con mayor número de residentes alemanes son Andalucía, las islas Canarias y la Comunidad Valenciana.[10]

En Alemania hay 178.010 residentes españoles (datos de 2017),[11]​ ocupando el lugar número 17 en el total de inmigrantes. El mayor número de residentes se encuentra en los estados federados de Renania del Norte-Westfalia, Baden-Wurtemberg y Hesse [12]​(2014)

España mantiene cinco sedes del Instituto Cervantes en Alemania y esta cuatro del Instituto Goethe en España:



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