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Saltos del Duero



Saltos del Duero o Sistema Duero es el nombre que recibe el proyecto hidroeléctrico construido en la zona fronteriza de la cuenca hidrográfica del Duero, entre España y Portugal.[1]

Se ubica dentro de los parques naturales conocidos como Arribes del Duero, en el lado español, y Douro Internacional, en el lado portugués. Estos se caracterizan por la existencia de arribes o profundas depresiones geográficas en los cursos del río Duero y sus afluentes Águeda, Esla, Huebra, Tormes y Uces. Algunos sectores presentan desniveles de hasta 400 m.[2]​ La fuerte incisión existente en el terreno junto con el alto caudal que supone la confluencia de todos estos ríos, convierten a esta zona en una de las de mayor potencial hidroeléctrico de toda la península ibérica.

Cuenta exclusivamente con las presas españolas de Aldeadávila, Almendra, Castro, Ricobayo, Saucelle y Villalcampo[3]​ pues la denominación «Saltos del Duero» solo se utiliza para denominar estas presas,[3]​ aunque hay que destacar que, en la misma zona y con similares características, se sitúan las presas portuguesas de Bemposta, Miranda y Picote.[1]

La suma de la potencia total instalada en todas las centrales de los «Saltos del Duero» hace un total de 3161 megavatios.

Saltos del Duero fue la empresa encargada de construir el aprovechamiento hidroeléctrico del río Duero y en la actualidad da nombre al conjunto instalado en su tramo fronterizo. Se constituyó en Bilbao el 3 de julio de 1918.

Tras observar el inmenso potencial energético de la zona, el gobierno español aprueba la concesión global para el aprovechamiento hidroeléctrico del río Duero y sus afluentes Esla, Tormes y Huebra, el 23 de agosto de 1926. Ante la negativa del gobierno portugués a negociar el aprovechamiento hidroeléctrico del Duero, el gobierno español llega a planificar un macroproyecto para desviar el río Duero a su llegada al tramo internacional, con el fin de presionar a las autoridades portuguesas para sentarse a negociar. El macroproyecto contemplaba desviar el curso unos kilómetros antes de llegar al tramo fronterizo hacia el oeste de las provincias de Zamora y Salamanca, donde su enorme caudal sería aprovechado para el regadío de estas zonas.

Sin embargo, debido al elevado coste del proyecto y a los problemas diplomáticos y medioambientales que podría causar, este proyecto nunca se llevó a cabo. Para desbloquear la situación, se firmó un nuevo tratado hispano-luso en Lisboa el 11 de agosto de 1927 del acuerdo hispano-luso, con el que reguló el aprovechamiento hidroeléctrico del tramo internacional del río Duero. En este caso, y para evitar la principal causa de conflicto e inoperancia del tratado de 1912, se procedió a la atribución expresa de diferentes sectores del tramo internacional del Duero a cada país para su aprovechamiento energético exclusivo. En este sentido, se reserva a Portugal la utilización de todo el desnivel del río, en la zona comprendida entre el origen de dicho tramo (internacional) y el punto de confluencia del Tormes con el Duero.[5]

El tramo asignado a España fue el situado entre la desembocadura del río Tormes y la presa de Saucelle, con una longitud de 54 km y un desnivel aprovechable de 201 m mientras que a Portugal se le asigna el tramo comprendido entre el lugar donde el Duero comienza a ser frontera entre ambos países y la desembocadura del río Tormes, con una longitud de 52 km y un desnivel aprovechable de 195 m, así como también otro tramo aguas abajo de la presa de Saucelle.

El primer proyecto comienza a realizarse en mayo de 1929 cuando comienzan las obras del Salto de Ricobayo que regulará el caudal del río Esla y suministrará electricidad al norte de España. Se puso en funcionamiento en enero de 1935 con una potencia instalada de 100 MW que en 1947 aumentará hasta 133 MW.

A mediados de 1942, se inician las obras del Salto de Villalcampo, que será la primera presa construida en el cauce del río Duero. La presa empezó a funcionar regularmente en 1949 con 96 MW. El 16 de septiembre de 1944, se acuerda la fusión de Saltos del Duero con Hidroeléctrica Ibérica, creándose Iberduero. Con el aumento de la demanda energética producida en esa época, Iberduero comienza la construcción del Salto de Castro en 1946 que empezará a producir energía en 1952, con una potencia instalada de 80 MW.[6]

En 1950 comienzan las obras del Salto de Saucelle que constituirá la última presa del río Duero en territorio español. Se puso en funcionamiento en 1956 con una potencia de 240 MW.

En 1956 se inicia la construcción del Salto de Aldeadávila que será la central hidroeléctrica de mayor potencia de Europa Occidental. Comienza a funcionar regularmente en 1963 con 718,2 MW lo que supuso doblar la capacidad de producción de Iberduero y en 1986 se incrementa su potencia en 421 MW más, lo que la convierten todavía hoy en la más importante del panorama hidroeléctrico español con sus 1139 MW. En 1970 se inaugura el Salto de Villarino.

Finalmente, en 1991, el Consejo de Administración de Iberduero decide su integración con Hidroeléctrica Española mediante un proceso jurídico de fusión por absorción, en el que Iberduero absorbía, de igual a igual, a Hidroeléctrica Española. El 12 de diciembre de 1992, se firma la escritura de constitución de Iberdrola.

Iberduero construyó una serie de poblados al lado de las presas para albergar a los obreros que trabajaron en ellas. Estos son:

También se construyeron el poblado de La Rachita y el poblado de Santa Catalina en Villarino de los Aires y el poblado del Esla en Muelas del Pan.



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