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Santa Cruz de Paniagua



Término municipal en la provincia de Cáceres.

Santa Cruz de Paniagua es un municipio español, en la provincia de Cáceres, Comunidad Autónoma de Extremadura. Pertenece a la mancomunidad de Trasierra-Tierras de Granadilla.

Tiene un área de 83,31 km² con una población de 330 habitantes (INE 2017) y una densidad de 3,96 hab/km².

El término municipal de Santa Cruz de Paniagua limita con:

El término está bordeado en su parte noroeste por las sierras del Gorrero y los Ángeles, donde comienzan las estribaciones de la Sierra de Gata; tiene una altitud media de unos 450 metros y su punto más elevado es El Castillejo, a 673 m.

La Rivera del Bronco, afluente del río Alagón es su río más importante. Otro arroyo de menor importancia es el Arroyo de Santa Cruz.

En su climatología destaca la moderación térmica en el verano con relativa abundancia de precipitaciones en invierno y primavera, que permite a su rivera mantener algo de agua en dicha época estival.

Su variada flora es la propia del bosque mediterráneo: predominan encinas, alcornoques, jaras, brezos, pinos, etc., y su fauna es la característica de la región.

En el municipio vivió San Pedro de Alcántara durante dos años.

A la caída del Antiguo Régimen la localidad de constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura, Partido Judicial de Granadilla[1]​que en el censo de 1842 contaba con 80 hogares y 438 vecinos.[2]

A finales del siglo XIX[3]​ crece el término del municipio porque incorpora a El Bronco.

Evolución demográfica del municipio (INE[4][5]​):

Según el nomenclátor, en el término municipal de Santa Cruz de Paniagua hay dos núcleos de población reconocidos como tal: Santa Cruz de Paniagua y El Bronco, estando la población del municipio distribuida de la siguiente forma:[6]

Santa Cruz de Paniagua cuenta en 2014 con una pirámide de población envejecida. De los 341 habitantes del municipio, 234 son mayores de 45 años y solamente hay cinco habitantes menores de 10 años.[7]

El principal cultivo es el olivo, unas 360 Ha., del cual deriva un aceite de exquisita calidad (está incluido en la denominación de origen Gata-Hurdes), si bien, las aceitunas suelen ser recogidas de verdeo por ser más rentable. También destaca el viñedo (unas 38 Ha.), que produce un excelente vino de características similares al de Cilleros y Sierra de Gata, de bien ganada fama.

Su regadío, a pesar de contar con abundante agua, es escaso, lo constituyen pequeños huertos para consumo familiar, en terrenos de calidad que producen sabrosas hortalizas, leguminosas, etc., y es apropiado para la mayoría de frutales.

Con unas 500 ha. de pastos comunales, en su cabaña ganadera predomina el ovino, seguido del vacuno y cerdos, quedando pocas cabezas de cabrío, antes abundantes en la población.

No existen industrias, por lo cual se puede decir que la población es exclusivamente agrícola y ganadera.

Sus monumentos religiosos más importantes son:

Las fiestas más importantes son:

Durante las fiestas es tradición que la procesión por las calles del pueblo, sea acompañada con los acordes de la música legendaria del "tamborilero", quien con singular maestría con la mano izquierda manejaba la flauta y con la derecha el tambor que colgaba del cuello. Este acompañamiento musical tiende a perderse con la desaparición de estos populares "tamborileros", que tanto arraigo tenían en la parte norte de la provincia.

También es costumbre "echar la bandera" en honor de Santa María Magdalena en El Bronco.

Las Bodas eran celebradas hasta bien entrados los años 1960 con gran intensidad, su duración no era menor a dos días recorriendo los novios e invitados las calles con música tradicional de flauta, tamboril y acordeonista, principalmente las piezas tocadas eran jotas norteñas.

Menú típico de una boda popular el día del casorio:

En las vísperas se cenaba judías blancas, y buñuelos con miel.

El día después del casorio se desayunaba con los invitados, después de la música se celebraba otra gran comida, acabado el baile se realizaba la última cena con los invitados que daría punto final a la boda cebollera.

Todos las comidas con música recorriendo las calles del pueblo.

El Caso Santa Cruz de Paniagua es un presunto caso de corrupción política destapado en esta localidad en 2014, tras una auditoría interna realizada en el propio Ayuntamiento. Se refiere a los años 2003 a 2011 en los que el exalcalde Ángel Cervigón Mota estuvo al frente del Consistorio como primer edil por el Partido Socialista Obrero Español. El Ministerio Fiscal, en funciones de Anticorrupción, inicia una profunda investigación en la que halla "indicios de importantes irregularidades", así como "discrecionalidad absoluta en nombramientos y ausencia de expedientes de contratación".[8]

Por esta razón, el Juzgado de Instrucción Nº 3 de Plasencia, a petición de la Fiscalía, le imputa presuntos delitos de prevaricación, malversación y tráfico de influencias, así como a varios funcionarios del Ayuntamiento, como María Lola López o Antonio Jesús Santibáñez.

En junio de 2019, se dicta por la Audiencia Provincial de Cáceres sentencia absolutoria con todos los pronunciamientos favorables para los funcionarios del Ayuntamiento Dª. María Lola López Morán y D. Antonio Jesús Santibáñez Fernández se condenó al Sr. Cervigón por delito de prevaricación a pena de inhabilitación para empleo o cargo público. Este último ha recurrido la sentencia al Tribunal Supremo exclusivamente en cuanto a su condena. La Fiscalía no ha recurrido por lo que la sentencia respecto de los funcionarios es firme.



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