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Santa Cruz de la Mar Pequeña



Santa Cruz de la Mar Pequeña fue un asentamiento castellano fundado hacia 1478 en la costa atlántica norteafricana frente a Canarias. Era una torre fortificada que fue abandonada en torno a 1527. Sus restos están localizados en el parque nacional Khenifiss de Marruecos.

La costa africana —llamada Berbería— era reclamada desde el siglo XIV por los reyes de Castilla, arguyendo la pertenencia de la antigua Mauritania Tingitana a Hispania. En 1463 Enrique IV concedió las tierras entre el cabo de Aguer y el cabo Bojador a Diego García de Herrera, señor de las islas Canarias.[1]

Los colonos establecidos en Canarias comenzaron a organizar periódicamente (desde aproximadamente 1467) incursiones de saqueo en la región de la Mar Pequeña, llamadas «cabalgadas». Estas incursiones tenían por objeto capturar esclavos y ganado para su venta. Muchas de ellas fueron encabezadas por el propio Herrera.[1][2]

Santa Cruz de la Mar Pequeña fue construida por Diego García de Herrera en 1478, a poca distancia de las Canarias, como asentamiento permanente en la costa continental. Se trataba de una torre fortificada que servía como base para las expediciones de saqueo y como establecimiento comercial y pesquero. Alonso de Cabrera y Jofre Tenorio, hombres de confianza de Herrera, fueron sus dos alcaides. Después de la muerte de Herrera en 1485 la torre fue abandonada.[1][3]

El 29 de marzo de 1496 los Reyes Católicos ordenaron a Alonso Fajardo, gobernador de Gran Canaria, levantar una nueva torre en la Mar Pequeña. La nueva torre mantenía una pequeña guarnición fija y servía como factoría comercial. Para favorecer el comercio con las tribus bereberes locales Fajardo solicitó a los reyes la prohibición de la organización de cabalgadas en el territorio adyacente a la torre. Los Reyes Católicos aceptaron la petición, emitiendo cartas de seguro amparando el comercio de los moros con el asentamiento.[4]

A Fajardo le sucedió Lope Sánchez de Valenzuela como gobernador de Gran Canaria, quien en 1499 consiguió la sumisión de las tribus que formaban el Reino de Bu-Tata, al norte de Santa Cruz de la Mar Pequeña.[5]

En noviembre de 1505 el Consejo Real volvió a permitir las cabalgadas. Castilla reconoce en 1509, mediante la Capitulación de Cintra, la soberanía de Portugal en los territorios norteafricanos de la costa atlántica exceptuando el de la Mar Pequeña.[5]

En julio de 1517 se produce un ataque contra el asentamiento por parte de las tribus bereberes. La torre termina siendo tomada y parcialmente incendiada a principios de agosto de ese mismo año. Días después, Hernán Darias de Saavedra, señor de Lanzarote, recupera la fortaleza y prepara su reconstrucción.[6]

Con la llegada de Carlos I, la torre se entrega a Francisco de Vargas y a Luis Zapata, dos cortesanos del rey que a su vez la traspasan a sus hijos, Diego de Vargas y Juan de Chaves.[7]

En 1524 las tribus locales se unieron de nuevo para atacar la torre. Como la vez anterior fue tomada y se envió un expedición para recuperarla y reconstruirla. Quedó como alcaide Luis de Aday, que pocos meses después volvería a perder la torre en otro ataque de los bereberes.[8]

Después de este último ataque, la torre no volvió a ser reconstruida y el lugar quedó paulatinamente abandonado. Su jurisdicción pasó de nuevo a los gobernadores de Gran Canaria, hasta 1527, cuando se dejan de tener registros del asentamiento.[9]

En 1764 el británico George Glas fundó una factoría pesquera en Mar Pequeña, llamando al lugar Port Hillsborough en reconocimiento al vizconde de Hillsborough por el apoyo recibido a su proyecto. El establecimiento británico duro poco, ya que Glas fue detenido ese mismo año por las autoridades españolas amparándose en los derechos históricos españoles sobre el territorio.[10][11]

En el Tratado de Wad-Ras, firmado en 1860 entre los reinos de España y Marruecos, se concedía a España un territorio para el establecimiento de una pesquería en la ubicación del antiguo asentamiento:[12]

Para entonces las referencias de la localización exacta del enclave se habían perdido. La antigua Mar Pequeña, entonces llamada Puerto Cansado, se identificó con Ifni, más al norte. En 1883 Marruecos y España establecen Ifni como ubicación del antiguo asentamiento. En el Tratado de Fez entre España y Francia de 1912 se confirma la localización de Santa Cruz de la Mar Pequeña en Ifni.[12]

Las ruinas de Santa Cruz de la Mar Pequeña se han localizado en la provincia de Tarfaya, en el parque nacional Khenifiss, al suroeste de la población de Akhfenir. Los restos de la torre, conocidos localmente como «Agouitir», se encuentran en la orilla oriental de la laguna de Naila, un cuerpo de agua que recibe agua salada a través de una apertura al océano. La laguna de Naila era conocida en los siglos XV y XVI como Mar Pequeña.[14][15]

En 2011 se realizaron trabajos para desenterrar la torre, descubriendo una estructura cuadrada de 8,3 metros de lado. Posteriormente la arena del desierto volvió a cubrir los restos de la torre.[16]



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