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Seguridad vial en Chile



La seguridad vial en Chile se refiere a las regulaciones, acciones gubernamentales y de la sociedad civil que tienen como objetivo proteger la salud de las personas que usan la vía pública en ese país, ya sean automovilistas, peatones, ciclistas o motociclistas y evitar siniestros de tránsito. Entre las acciones previstas están las campañas de prevención, la evolución de la reglas de tránsito, su aplicación y cumplimiento.

Como la seguridad vial es un elemento de salud pública, una estadística importante es el número de fallecidos por siniestros de tránsito.

En Chile, el número de fallecidos es registrado históricamente por Carabineros de Chile quienes deben presentarse en el mismo lugar del siniestro en cuanto son informados del hecho. Los datos de Carabineros registran fallecidos dentro de las primeras 24 horas de ocurrido el siniestro. Para comparar el estándar internacional, que es de registrar los fallecidos dentro de las primeros 30 días después del siniestro, se debe multiplicar esta cifra por un factor 1,3.

Por otro lado, el Ministerio de Salud entrega una cifra de víctimas fatales de accidentes de tránsito, serie disponible desde el año 2000. Estas cifras surgen del cruce de diferentes bases de datos: Carabineros, Egresos Hospitalarios, Medicina Legal, Protocolos de autopsia y de Accidentes laborales fatales. Los datos del Ministerio de Salud registran todas las muertes ocurridas independientemente del lapso transcurrido entre el siniestro de tránsito y el momento del deceso de la víctima. Estos datos suelen estar disponibles con un desfase de dos años.[1]

Durante el año 2018, según las informaciones de Carabineros de Chile se registraron en el país 89.311 siniestros de tránsito, dejando como consecuencia, dentro de las primeras 24 horas, a 1.507 fallecidos (1.960 fallecidos estimados dentro de los primeros 30 días) y 57.939 lesionados de distintas consideraciones.[2]

(24H)

Según los últimos datos del Ministerio de Salud, en 2015 hubo 1 958 fallecidos.[3]

En 2015, Chile fue el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que tenía la peor tasa de mortalidad con 12.4 fallecidos por cada 100 000 habitantes.[4]

El principal problema de riesgo vial en Chile son las fatalidades de usuarios vulnerables. Estos corresponden a peatones, ciclistas y motociclistas fundamentalmente, ya que no están protegidos por algún tipo de carrocería o estructura. Los usuarios vulnerables representan más de 50% de los fallecidos en 2015.[5][6]

Los automovilistas (pasajeros y conductores) representan 38% de los fallecidos en siniestros de tránsitos.[7]

dentro de las primeras 24 horas[8]·[9]

En 2016, según la información de Carabineros de Chile, dentro de las primeras 24 horas, la “velocidad imprudente y pérdida de control del vehículo” fue la primera causa de muertes en siniestros de tránsito (536 fallecidos), al igual que en los últimos 10 años (4.440 fallecidos). De 2007 a 2016, la imprudencia del conductor es la segunda causa con 3651 fallecidos, seguida por la imprudencia del peatón (3619 fallecidos) y el consumo de alcohol al manejar (1823 fallecidos).[10]​ El consumo de drogas no es controlado en ruta ni post siniestro.[11]

de las primeras 24 horas

Las instituciones encargadas de regular la seguridad vial en Chile son:

El año 1993 fue creada la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (CONASET) con el objetivo central de prevenir siniestros de tránsito y sus consecuencias, coordinando las labores en materia de seguridad vial de los siguientes diez ministerios: Interior y Seguridad Pública, Educación, Justicia y Derechos Humanos, Obras Públicas, Salud, Vivienda y Urbanismo, Transportes y Telecomunicaciones, Trabajo y Previsión Social, Secretaría General de Gobierno, Secretaría General de la Presidencia; además de Carabineros de Chile.

De acuerdo al Decreto Supremo 223 del 27 de diciembre de 1993, a CONASET le corresponde asesorar al Presidente de la República en materias referidas a disminuir la elevada tasa de siniestros de tránsito que ocurren en el país. Para ello el ámbito de competencia abarca todas aquellas materias asociadas a la seguridad de tránsito.[12]

La Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT) es una unidad especializada de Carabineros de Chile cuyo objetivo es investigar las causas y dinámicas relacionadas con los siniestros de tránsito.

El Departamento de Seguridad Vial promueve el tratamiento integral de los riesgos viales, y asesora a la Dirección de Vialidad en dichas materias.[13]​ También establece las normas de las infraestructuras de seguridad vial contenidos en el volumen 6 del Manual de Carreteras Chileno.

Las normas de las infraestructuras de seguridad vial contenidos en el volumen 6 del Manual de Carreteras Chileno.[14]​ En este Volumen se presentan distintos aspectos de Seguridad Vial que deben ser considerados durante el Ciclo de Vida de un Proyecto. Se incluyen temas tales como: Marco Legal e Institucionalidad de la Seguridad Vial, Señalización Vertical, Señalización Horizontal (demarcaciones), Elementos de Apoyo, Sistemas de Contención, Velocidades, Peatones, Ciclistas, Iluminación, Publicidad, Accidentes, Gestión Vial.[15]

La velocidad es un factor clave en la frecuencia de los siniestros de tránsito pero también en sus consecuencias. Por lo tanto, tener un límite de velocidad responsable es un elemento importante de la seguridad vial.

El 7 de agosto de 2002, la velocidad en zonas urbanas aumentó de 50 a 60 km/h.[16]​ Esta medida aumentó el número de muertos en siniestros de tránsito.[17]​ De acuerdo a las estadísticas, el año siguiente (2003) los siniestros de tránsito en zonas urbanas, cuya causa puede ser atribuible a velocidad excesiva aumentaron en un 29%; del mismo modo, los fallecidos aumentaron en un 25%.[18]

En agosto de 2015 el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones ingresó al Congreso un proyecto de Ley que propone reducir el límite de velocidad urbano de 60 a 50 km/h. Estudios demuestran que estableciendo límites de velocidad más bajos, se logra reducir el número de accidentes, lesionados y fallecidos.

El 4 de agosto de 2018, la reducción fue publicada como ley en Chile.[19]

El exceso de velocidad sigue siendo la primera causa de fallecidos en siniestros de tránsito en Chile. La lucha contra el exceso de velocidad es una prioridad y una tarea permanente. Actualmente en Chile, la fiscalización de la velocidad se realiza exclusivamente con capital humano, Carabineros de Chile e Inspectores Fiscales. Así se logra detectar solo tres de 10 mil infracciones de tránsito relacionadas con el exceso de velocidad.[21]

Según un estudio hecho en 2014-2015, 50% de los conductores manejan a exceso de velocidad de manera permanente en zonas rurales y 40% en zonas urbanas.[1]​ Algunas de los proyectos para bajar este cifra son:

El control de velocidad con el uso de tecnología es una medida muy eficiente para reducir el exceso de velocidad.[22]

En 1998 se dio inicio al sistema con una experiencia piloto liderada por la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (CONASET) y la Municipalidad de Santiago. En esta primera fase se situaron fotorradares en tres intersecciones de la zona céntrica de Santiago que tenían una alta tasa de accidentes. A los pocos días de su puesta en marcha, se calculó un promedio de 1.000 infracciones diarias. Posteriormente, esta medida fue adoptada por otros municipios.

Las distintas comunas comenzaron a operar con fotorradares a través de un sistema de concesión: la municipalidad que deseaba implementar este sistema llamaba a una licitación, para que una empresa lo administrara. Este mecanismo también fue objeto de crítica. A medida que los reproches empezaron a extenderse se generó un debate. Los principales grupos de interés involucrados en esta discusión fueron: los automovilistas, las autoridades encargadas de la prevención de siniestros (CONASET), los concesionarios de fotorradares (empresarios) y las municipalidades.[23]

Los debates fueron tan animados que la ley suspendió el uso de fotorradares el 6 de febrero de 2002[24]​ y se prohibió su uso por parte de los municipios el 7 de agosto de 2002.[25]

Los estudios muestran que los fotorradares fueron efectivos en Chile al nivel de la seguridad vial.[26]

El 23 de noviembre de 2013, el Ministerio de Transporte presentó un proyecto para crear el Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones (CATI), este proyecto permitiría implementar un sistema moderno que identifique y multe a los vehículos que transiten a exceso de velocidad por las zonas más peligrosas de la ciudad. En dichos puntos estarían instaladas cámaras de seguridad que permitirían identificar a quienes incurran en dichas faltas.

El proyecto tiene como objetivo evitar las multas y prevenir los accidentes por exceso de velocidad. Este organismo sería un servicio descentralizado, de carácter fiscalizador, el cual sería dependiente del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones. Este proyecto quiere ser una mejor implementacíon del control de velocidad con uso de tecnología. Hoy esta en trámite en la Cámara de Diputados de Chile.[27][28]

Los sanciones del exceso de velocidad en Chile son las siguientes:

En caso de siniestros de tránsito a exceso de velocidad con resultados de muertes o heridos, la ley Chilena lo contempla como un Cuasidelito.[30]

El 10 de marzo de 2020, se aprobó en la comisión de Transportes de la Cámara de diputados de Chile, un proyecto que crea un delito de "exceso de velocidad temerario", cuando una persona sea sorprendidas conduciendo a una velocidad que sobrepase en 60 km/hora, la máxima legal permitida.[31]​ El 3 de junio de 2020, la sala la Cámara de Diputadas y Diputados, aprobó el proyecto por la por 150 votos a favor y dos abstenciones, y lo despachó al Senado.[32][33]

Desde el 3 de octubre de 2020, todos los nuevos modelos de vehículos deben contar con un Sistema Antibloqueo de Freno (ABS).[34]

El 3 de octubre de 2021, todos los nuevos modelos de vehículos van a tener un Control de estabilidad.[34]

La Ley “Tolerancia Cero” entró en vigencia en marzo de 2012 como modificación de la Ley de Tránsito. La iniciativa legal bajó los grados de alcohol permitidos en la sangre para conducir, estableciendo el “estado de ebriedad” en 0,8 gramos por litro en sangre y “bajo la influencia del alcohol” en 0,3 gramos por litro en sangre.[35]

La normativa legal nació de una petición ciudadana y lleva el nombre de Emilia por la menor fallecida, Emilia Silva Figueroa. Representa a muchas familias y amigos que han perdido un ser querido a causa de un conductor irresponsable bajo los efectos del alcohol.

Con la Ley Emilia, que se encuentra vigente desde el 16 de septiembre de 2014, se sanciona con cárcel efectiva de al menos un año a los conductores en estado de ebriedad o bajo la influencia de estupefacientes que generen lesiones graves, gravísimas o la muerte. Además, con esta reforma se establece como delito fugarse del lugar del accidente y negarse a realizar el alcohotest o la alcoholemia.[36]

Dentro de la Ley Emilia se penaliza manejar bajo la influencia de estupefacientes, y desde el 16 de abril de 2019, Carabineros de Chile tiene herramientas para probar el consumo, el narcotest.[37]

En 2005, se catalogó como falta grave el uso de teléfono móvil mientras conduce.[38]

En enero de 2015, un proyecto de ley fue ingresado a la Cámara de Diputados con el objetivo reformular la legislación e incorporar de manera explícita en la normativa los distintos usos de teléfonos o equipos móviles que distraen a los conductores. En la iniciativa se elevó la sanción actual de grave a gravísima para los casos en que las personas utilicen una o ambas manos en los aparatos, quitando la atención visual a las condiciones de tránsito del momento .[39]​ La moción lleva “durmiendo” en el Congreso cerca de cuatro años.[40]

Regulación de la convivencia vial entre los distintos modos de transporte. El objetivo de la ley es hacer convivir de manera armoniosa todos los modos de transporte. La idea es que tengan una posición de igualdad y ninguno esté por sobre otro.[41]

Fue aprobada el 10 de mayo de 2018 y empezó a aplicarse el 11 de noviembre de 2018.[42][43]

Muchas campañas de concientización existen en Chile, creados por fundaciones de seguridad vial, mutuales de seguros y la CONASET. Aquí está un listado de algunas:

La educación vial no es una asignatura obligatoria en la educación pública en Chile pero muchas fundaciones y organizaciones hacen campañas de concientización en los colegios.[51]​ También la CONASET apoya colegios para enseñar la educación vial.[52]

En 2011 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, proclamó el “Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2011-2020”. Se trata de un plan cuyo objetivo principal es, primero, estabilizar las cifras de víctimas mortales en siniestros viales y luego reducirlas, aumentando las acciones en los planos nacional, regional y mundial.

Chile se sumó en 2011 al Plan por el Decenio de la Seguridad Vial. En la ocasión, el ministro de transportes de la época, Pedro Pablo Errázuriz, explicó que los siniestros viales son una “epidemia silenciosa” que significa la pérdida de 1.600 vidas al año.[53]

El número de víctimas fatales muestra una tendencia oscilante en el tiempo, pero estable. Las bajas pronunciadas de víctimas coinciden con los años de recesión económica. Esto pareciera ser el principal factor que impulsa el ciclo descendente de las fatalidades, poniendo de manifiesto la incapacidad de las políticas públicas en la materia por más de cuarenta años.

El año 2017 presenta un descenso de la mortalidad en accidentes viales, fenómeno sobre el que no hay una explicación confirmada todavía.


Fuente Bureau of Infrastructure, Transport and Regional Economics (BITRE)[54]·.[55]

según los

Carabineros

De Chile

(24 horas)

según los

Carabineros

de Chile

(estimados

a 30 días,

con factor 1,3)

según el

Ministerio

de salud

relativa (%)

Primeros fotorradares instalados

7 de agosto: Aumento de la Velocidad Urbana

11 de noviembre: Ley de Convivencia Vial

El riesgo vial es más importante en comunas más pobres en Chile. El riesgo de fallecimiento de un peatón es 3 veces más alto en las comunas 10% más pobres que en las comunas 10% más ricas.[59]

El costo económico de los siniestros de tránsito estimado es de 2.53% del PIB de Chile en 2017.[60]​ Si disminuyeran los resultados de muerte en el tránsito a cero, el Estado se ahorraría $4.940 millones de dólares que podrían invertirse en otros proyectos sociales tales como 15 veces la educación superior gratuita, 125 teletones, entre otros.

Con cerca de 2.000 muertes, 60.000 heridos y miles de familias impactadas al año en Chile, los siniestros de tránsito tienen un impacto muy grande sobre la sociedad chilena.

Son la primera causa de muerte externa en niños de 1-14 años[61]​ y la primera causa de muerte en jóvenes entre 5-34 años.[57]​ Por cada persona muerta producto de la delincuencia, mueren seis en siniestros de tránsito.[62]

Según la IRTAD, Chile es el país de la OECD que menos ha heho por reducir el número de fallecidos en el tránsito entre 1990 y 2016, de 15,7 por cada 100 000 personas en 1990 a 12 en 2016.[63]​ Por ejemplo, en España la tasa bajó de 23,3 cada 100 000 personas en 1990 a 3,9 en 2016, y el número total de fallecidos bajó de 9.344 (año 1989) a 1.810 (año 2016).

Este es un listado de algunos cambios de seguridad vial implantados en otros países

- España : 60 km/h sobre la velocidad máxima en zonas urbanas y 80 km/h sobre la velocidad máxima en zonas urbanas

- Luxemburgo: 50% sobre la velocidad máxima con reincidencia

- 80 km/h: Francia, Albania, Dinamarca, Finlandia, Holanda, Noruega, Corea, Suiza - 90 km/h: España, Uruguay, Bélgica, Italia, Luxemburgo, Portugal[69]

Algunas organizaciones de seguridad vial en Chile:



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