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Semana Santa en Salamanca



Bandera de Salamanca.svg Salamanca,

Flag of Castile and León.svg Castilla y León,

La Semana Santa en Salamanca es una de las celebraciones más arraigadas de la ciudad, constituyendo el principal acontecimiento religioso de la capital charra, con sus consecuentes connotaciones culturales y turísticas.

Cuenta con 18 Cofradías, Congregaciones y Hermandades, agrupadas en la Junta de Semana Santa de Salamanca,[1]​ que organizan 24 procesiones y actos, siendo los más antiguos el Acto del Descendimiento, la Procesión del Santo Entierro, iniciados en 1615,[2]​ y la Procesión del Encuentro, iniciada en 1616.[3]

El carácter universitario de la ciudad tiene también su reflejo en las celebraciones de la Semana Santa. La Universidad tiene desde antiguo el privilegio de que sus miembros puedan cumplir con la obligación cristiana de la Pascua dentro del edificio universitario con la solemne liturgia del Jueves y Viernes Santo en la Capilla de San Jerónimo, a las que acuden los profesores revestidos de toga y muceta. La Universidad también participa en las procesiones el Martes Santo, asistiendo un representante a la promesa de silencio de la Hermandad Universitaria y acompañando al paso varios doctores revestidos.[4]

La Semana Santa de Salamanca fue declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional en 2003.[5]

La más antigua de las Hermandades es la Ilustre Cofradía de la Santa Cruz del Redentor y de la Purísima Concepción, su Madre, Vera Cruz, cuya fundación data de 1506 aunque tiene sus orígenes anteriores en torno a 1240, cuando los hermanos de la penitencia de Cristo fundaron el Hospital de la Santa Cruz en el Campo de San Francisco.[6]​ Desde muy antiguo organizaba esta cofradía la Procesión de Disciplina en la tarde del Jueves Santo.[7]

En el Período barroco la Vera Cruz instauró y organizó con toda solemnidad las celebraciones del Viernes Santo: el Acto del Descendimiento con su sermón y la Procesión del Santo Entierro a continuación del anterior, actos que se mantienen desde su instauración en 1615 hasta nuestros días.[2]​ El Acto del Descendimiento, punto álgido de la Pasión Charra, consiste en el desclavamiento de Cristo de la Cruz por dos hermanos de la Vera Cruz ante los ojos del pueblo, para ser introducido en el Sepulcro y dar comienzo la Procesión del Santo Entierro. Las Congregaciones de Jesús Rescatado, Jesús Nazareno y la Hermandad de Ntra. Sra. de la Soledad surgieron también durante el barroco, aunque no se incorporaron a las procesiones hasta el siglo XVIII (Jesús Nazareno) y el siglo XIX (Jesús Rescatado y La Soledad). Debido a una especial Provisión Real del rey Felipe II la Vera Cruz tenía el privilegio de organizar todos los desfiles de Miércoles, Jueves, Viernes Santo y Domingo de Pascua.[8]​ Este privilegio, por el que las demás cofradías se fueron incorporando a los desfiles organizados por la Vera Cruz, en ocasiones mediando pleitos, se ejerció hasta principios del siglo XX.[9]

En 1806 el obispo Tavira, según lo acordado por el Consejo de Castilla y siguiendo las luces de la Ilustración, redujo las procesiones salmantinas a dos, la Procesión del Santo Entierro, el Viernes Santo, con la participación de todos los pasos que salían repartidos hasta esa fecha entre miércoles, jueves y Viernes Santo, y la Procesión del Encuentro, el Domingo de Resurrección. Estas dos procesiones se siguen celebrando en la actualidad.[10]

La Congregación de Jesús Rescatado se unió a los desfiles penitenciales a principios de la segunda mitad del siglo, siendo la referencia más antigua que existe un oficio enviado por la Vera Cruz el 5 de abril de 1968 por el que se les autorizaba la túnica morada con la que asistirían a la procesión del Viernes Santo. [11]​ La Hermandad de Ntra. Sra. de la Soledad se incorporó a los desfiles penitenciales el Viernes Santo de 1890. [12]​ La reducción de desfiles decretada en 1806 y el privilegio de la Vera Cruz para organizarlos hizo que las dos cofradías se integrasen en la Procesión del Santo Entierro.[10]

En el siglo XX perdieron su vigencia la Provisión de Felipe II de España y el decreto del obispo Tavira, lo que favoreció la fundación de nuevas hermandades y el aumento del número de desfiles. La Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad fue la primera en desfilar sin la tutela de la Vera Cruz, saliendo del Santo Entierro en 1905 y procesionando en solitario la noche de Viernes Santo, como hace actualmente.[13]​ En 1926 se fundó la Seráfica Hermandad, notable hermandad de gran importancia histórica en el desarrollo de la Semana Santa Salmantina, que desfila el Jueves Santo.[14]

En la posguerra se fundó el grueso de la nómina de hermandades charras, entre 1944 y 1952: la Hermandad Dominicana del Stmo. Cristo de la Buena Muerte, la Hermandad de Jesús Amigo de los Niños, la Hermandad de N. P. Jesús del Perdón, la Hermandad Universitaria, la Hermandad de Jesús Flagelado (que tenía orígenes como filial de la Vera Cruz en 1913) y la Cofradía de la Oración en el Huerto (Filial de la Vera Cruz). También se fundaron en este periodo las cofradías desaparecidas de Excombatientes, Jesús de la Promesa y Cristo del Amparo.[15]​ Previamente se había fundado, en 1942, la Junta Permanente de Semana Santa, que tiene encomendada la coordinación de algunos actos procesionales y la difusión de los mismos. Actualmente se denomina Junta de Semana Santa de Salamanca.[16]

El fin del Franquismo supuso una dura crisis para la Semana Santa en Salamanca. Varias hermandades dejaron de desfilar. Aunque algunas se recuperaron posteriormente, las hermandades de Jesús de la Promesa, Excombatientes y Cristo del Amparo desaparecieron definitivamente.[17]​ En 1971, sin embargo, se fundó la Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz, con aires renovadores y espíritu postconciliar, que movilizó la Semana Santa Salmantina y contribuyó a sacarla de su profunda crisis.[18]

Los años 80 y 90 fueron de un espectacular incremento por el interés de esta celebración. Se fundaron tres nuevas cofradías: la Real Cofradía Penitencial del Cristo Yacente de la Misericordia y de la Agonía Redentora, la Hermandad del Silencio y la Hermandad del Vía Crucis, y se creó la Sección del Cristo de la Liberación dentro de la Hermandad del Amor y de la Paz.[19]​ Se produjo un incremento en el número de cofrades en las cofradías ya existentes, en parte debido a la incorporación de la mujer en todas las hermandades. Se crearon nuevos pasos, se comenzaron a restaurar los existentes y se recuperaron algunos que habían dejado de desfilar años atrás, con la salida a hombros de la práctica totalidad de los mismos. En 1990 se fundó la Tertulia Cofrade Pasión, pionera en Castilla y León, con el objetivo de estudiar y difundir en sus distintos ámbitos la religiosidad popular durante la Semana Santa y que aparte de sus reuniones quincenales para el debate, realiza publicaciones literarias y realiza tres actividades anuales: la entrega del galardón Francisco Rodríguez Pascual a personas o instituciones que hayan destacado por su labor en pro de la religiosidad popular y la Semana Santa; la edición del cartel anunciador de la Semana Santa de la Tertulia, que desde 2002 se encarga a un pintor; y la publicación de la revista cultural “Pasión en Salamanca”, que aborda desde el pensamiento, el arte y la literatura la Semana Santa en sus distintas dimensiones.[20]​ Este resurgir de la Semana Santa produjo un aumento de las investigaciones, publicaciones y guías de todo tipo de la historia de la Semana Santa salmantina.

En 1995 fue declarada Fiesta de Interés Turístico Regional de Castilla y León, y en 1998 recibió el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Nacional.[21]​ El auge experimentado el estos años por las distintas cofradías llevó en 1992 al Ayuntamiento a proponer la creación de un Museo de Semana Santa, a imagen de los existentes en ciudades como Zamora. El emplazamiento elegido fue la iglesia de Santa María de la Vega.[22]​ El hecho de que la iglesia se encontrase relativamente alejada del centro de la ciudad, y la reticencia de iglesias y hermandades a retirar sus imágenes del culto para exponerse hicieron que la idea se fuese enfriando. No obstante en febrero de 1997 se realizó en la capilla del Colegio de los Irlandeses una exposición con imágenes, enseres y hábitos de las distintas cofradías, que daba una idea de lo que podría ser el futuro museo.[23]

En 2002, año en que Salamanca ostentó el título de Ciudad Europea de la Cultura, se celebró en la ciudad el IV Congreso Nacional de Cofradías de Semana Santa.[24]​ En 2003 la Semana Santa de Salamanca fue declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional.[5]​ En 2006 el Ayuntamiento retomó la idea de fundar un Museo de Semana Santa y Arte Sacro, esta vez en la iglesia nueva del Arrabal. Esta ubicación presentaba los inconvenientes de la anterior, también está alejada del circuito turístico de la ciudad y se mantenía la negativa a ceder las imágenes procesionales, e incluso a realizar copias, a las que se añadía el mal estado del edificio que requería una importante intervención. A pesar de realizarse mejoras en el templo, el Ayuntamiento abandonó el proyecto.[25]

En 2008 se fundó la Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras y María Santísima de la Caridad y del Consuelo, destacando por la labor social que viene realizando desde que se constituyera como pro-hermandad en 2007.[26]

En 2013 la Junta de Cofradías tomó la iniciativa para reestructurar las procesiones de los días centrales de la Semana Santa. En primer lugar acordó salir de la organización del Acto del Descendimiento y la Procesión del Resucitado, que pasaron a ser nuevamente competencia exclusiva de la Cofradía de la Vera Cruz. Debido a los problemas de su organización, también decidió disolver la Procesión General del Santo Entierro, que estaba integrada por los cortejos intercalados de cuatro cofradías. En su lugar se celebrarían cuatro desfiles independientes en la tarde del Viernes Santo, que compartirían el tradicional recorrido común desde la Plaza de las Agustinas hasta la Plaza Mayor, pasando por Compañía y la Rúa. La aparición de la lluvia obligó a suspender desfiles y acortar recorridos, por lo que su celebración se vio deslucida.[27]​ Para 2014 y años sucesivos la Junta realizó una propuesta a las cofradías que integraban la Procesión General, con los objetivos de agilizar la tarde del Viernes Santo y adecuar la salida de los desfiles a un guion más litúrgico, y con la idea de que una vez implantados los cambios se pudiesen estudiar modificaciones similares en los desfiles de las hermandades del resto de las jornadas, para lograr una reordenación completa de la Semana Santa. Así propuso que la Cofradía de la Oración en el Huerto desfilase la noche del Jueves Santo cerrando la jornada; la Congregación de Jesús Nazareno desfilaría la mañana del Viernes Santo; la Vera Cruz celebraría el Acto del Descendimiento en la tarde del Viernes Santo, que tendría su continuación en la Procesión del Santo Entierro con los siete pasos de la cofradía; para la Congregación del Rescatado se proponía mantener la salida en la tarde del Viernes Santo, con un itinerario totalmente distinto al de la Vera Cruz. Estas propuestas se estudiaron por las cofradías afectadas, al ser sus órganos de gobierno quienes tenían potestad para modificar los horarios e itinerarios de sus desfiles.[28]​ La Cofradía de la Vera Cruz fue la primera en tratar los cambios propuestos por la Junta de Cofradías y el 26 de octubre de 2013 aprobó el traslado de la celebración del Acto del Descendimiento a la tarde del Viernes Santo para continuarse con la Procesión del Santo Entierro, recuperando la estructura que tenían estos actos en su fundación en 1615. Por su parte la junta general de la Congregación de Jesús Rescatado acordó un cambio de recorrido para la tarde del Viernes Santo incluyendo como novedad realizar estación de penitencia en la Catedral Nueva. El rechazo del Huerto y Nazareno a cambiar sus salidas procesionales obligó a continuar con las negociaciones.[29]​ Finalmente las cofradías acordaron mantener los cuatro desfiles independientes y el Descendimiento en la jornada de tarde, contando con el visto bueno del Obispado.[30]

El 14 de octubre de 2016 se erigió la Hermandad Franciscana del Santísimo Cristo de la Humildad, con sede en el monasterio de la Purísima Concepción, cuya primera salida penitencial se realizó el Sábado de Pasión de 2018 desde la iglesia de San Martín.[31]

El 16 de junio de 2019 el obispo Carlos López aprobó el Decreto de erección canónica de la rama penitencial de la Real y Pontificia Archicofradía Sacramental de María Santísima Madre de Dios del Rosario, nazarenos de Ntro. Padre Jesús de la Redención en la Institución de la Sagrada Eucaristía, María Stma. del Dulce Nombre, San Juan Evangelista y San Pío V, hermandad de gloria con orígenes en el siglo XVI reorganizada en 2009, con sede en el Convento de San Esteban.[32]​ Realizará estación de penitencia en la Catedral Nueva con dos pasos: la Santa Cena y una Dolorosa con San Juan bajo palio.[33]

En 2020 se cancelaron los actos programados y las procesiones debido a la pandemia por coronavirus en España, situación que no se producía desde 1936. La decisión se tomó de forma conjunta por todas las Juntas de Cofradías de Castilla y León.[34]

Salamanca destaca por su valiosa imaginería. Las hermandades atesoran, dan culto y procesionan imágenes talladas en madera y policromadas que, procedentes de las gubias de insignes imagineros, abarcan más de cinco siglos de historia.

La talla más antigua que desfila en Salamanca se encuadra entre estos dos estilos. Se trata del Cristo de la Agonía Redentora, que está atribuido a Juan de Balmaseda (siglo XVI).[35]​ La reciente atribución del Cristo del Amor y de la Paz a Juan de Montejo (siglo XVI), permite incluir esta talla en el periodo renacentista.[36]

Las tallas barrocas de las cofradías de Salamanca son las de mayor valor artístico y estético. Se deben a escultores de gran categoría y reconocimiento. En el siglo XVII, Gregorio Fernández talló la Inmaculada Concepción titular de la Vera Cruz.[37]Antonio de Paz realizó los ladrones del grupo del Descendimiento y Pedro Hernández talló el Cristo Nuestro Bien, también del grupo del Descendimiento y la imagen de Santa Elena, y se le atribuyen además las imágenes de San Juan y la Virgen, así como las tres Marías que salen en el paso del Sepulcro, todas ellas encargadas por la Vera Cruz.[38]

En el siglo XVIII, la Vera Cruz encargó un gran número de obras. Alejandro Carnicero realizó La Flagelación del Salvador y el Cristo Resucitado.[39]​ Recientemente se han atribuido los pasos de La Caña y el Nazareno Chico a Juan Alonso de Villabrille y Ron, que tradicionalmente se habían atribuido a Carnicero.[40]Felipe del Corral talló la impresionante Dolorosa y Juan Tenán Coll el grupo de la Oración en el Huerto.[41]José de Larra Domínguez realizó para la Congregación de Nazarenos su paso titular y se le atribuye también la hechura de Ntra. Sra. de las Angustias, de la Congregación de Jesús Rescatado.[42]​ La imagen de Jesús Rescatado, de principios del siglo XVIII es de autor anónimo.[43]

Otras obras, realizadas para conventos e iglesias en este periodo, se incorporaron a las procesiones en el siglo XX, con la creación de nuevas cofradías penitenciales. Bernardo Pérez de Robles talló notables crucificados como el de la Agonía, el del Perdón o el del Amparo,[44]Esteban de Rueda realizó el soberbio Cristo de la Luz de la Clerecía[45]​ y Luis Salvador Carmona esculpió para Salamanca obras cumbre como Jesús Flagelado, con los ángeles pasionarios que lo acompañan, y la Piedad de la Catedral.[46]​ De la Virgen Madre de la Sabiduría (siglo XVII), de las imágenes secundarias del grupo de la Caída (siglo XVIII) y del Cristo de los Doctrinos (siglo XVIII) se desconoce la autoría.[47]

En el siglo XX se desarrolló la denominada Escuela de Imaginería de Salamanca, que realizó pasos para toda España entre 1940 y 1960. Inocencio Soriano Montagut talló en 1939 la Dolorosa de la Seráfica Hermandad. Damián Villar realizó cuatro pasos: dos para la Hermandad Dominicana (Jesús de la Pasión y la Virgen de la Esperanza) y dos para la Seráfica Hermandad (El Prendimiento y el Cristo de la Agonía).[48]Francisco González Macías esculpió el grupo de Jesús ante Pilato para la Seráfica Hermandad, el Santo Entierro para la Congregación de Jesús Nazareno, la primera imagen de la Virgen de la Esperanza para la Hermandad Dominicana y reformó del grupo de la Caída para la Vera Cruz.[15]

Dicha escuela tuvo continuidad a finales de siglo con la incorporación de obras de Enrique Orejudo, autor de la Virgen del Silencio y el Cristo Yacente.[15]​ Hay otras valiosas aportaciones de fuera de Salamanca como la imagen de la Virgen de la Soledad de Mariano Benlliure.[49]

En el pasado siglo también se adquirieron grupos e imágenes procedentes de los talleres de imaginería de Olot. Actualmente estas imágenes ya no desfilan en la ciudad: algunas por ser devueltas a las cofradías foráneas que las habían cedido, caso de la Coronación de Espinas que desfiló con la Hermandad del Amor y de la Paz,[50]​ y otras por haber sido sustituidas por nuevas imágenes en los últimos años, como la Borriquilla y el Vía Crucis.[51]

Las imágenes que se han incorporado en el siglo XXI se deben a las gubias de distintos autores, destacando la incorporación de imaginemos andaluces junto a las de artistas locales.

En cuanto a las aportaciones realizadas por escultores vinculados a Salamanca, Antonio Malmierca realizó la actual imagen de Jesús del Vía-Crucis, bendecida en 2007.[52]​ En diciembre de 2017 se bendijo la imagen del Cristo de la Humildad, de Fernando Mayoral para la Hermandad Franciscana.[53]​ En febrero de 2020 la Cofradía de la Vera Cruz recibió la donación de la imagen del Ángel anunciador de la Resurrección. Se trata de una talla realizada por Víctor de los Dolores Pablos, destinada a completar el paso de Las tres Marías ante el Sepulcro Vacío.[54]

En cuanto a las aportaciones andaluzas, Carlos Guerra realizó entre 2008 y 2010 el grupo de la Entrada en Jerusalén, que quedó incompleto debido al reiterado incumplimiento en los plazos por el escultor.[55]Francisco Romero Zafra es el autor de las imágenes de Jesús Despojado y de María Santísima de la Caridad y del Consuelo, bendecidas el 11 de febrero de 2012 y el 28 de septiembre de 2013 respectivamente.[56]​ Manuel Madroñal Isorna es el artífice de las imágenes secundarias del grupo del Despojado, incorporadas entre 2015 y 2019.[57]​ Durante los trámites de aprobación de la rama penitencial de la Archicofradía del Rosario, en la cuaresma de 2011 se recibió la obra Nuestro Padre Jesús de la Redención, titular del grupo de la Sagrada Cena, realizada por Luis Sergio Torres Romero, que no llegó a bendecirse.[58]​ Posteriormente la Archicofradia anunció el encargo de una nueva talla cristifera para la Santa Cena al imaginero José Antonio Navarro Arteaga, que fue bendecida el 13 de junio de 2015 en el Convento de San Esteban, y que se completará con el apostolado proyectado por el mismo autor.[59]

Existen proyectos de realización de imágenes nuevas para la Archicofradía del Rosario, que ha confiado en Navarro Arteaga para la realización del grupo de la Santa Cena y las dos imágenes que conformarán el paso de palio, san Juan Evangelista y María Santísima del Dulce Nombre.[60]

Varios proyectos presentados por las cofradías no llegaron a materializarse. La Hermandad de la Borriquilla presentó en 2002 el proyecto de un nuevo paso de la Entrada Triunfa a cargo de Fernando Mayoral que no llegó a realizarse.[61]​ La Cofradía de la Oración en el Huerto dio a conocer en 2011 la maqueta del proyecto encargado en 2007 a Fernando Mayoral para incorporar el paso de la Santa Cena. La propuesta del artista difería del paso con la misma temática que había realizado para la Cofradía de la Vera Cruz de Zamora. Inspirado en la pintura de la Última Cena de Goya del Oratorio de la Santa Cueva de Cádiz, presentaba a los apóstoles sentados en el suelo con Cristo de pie frente a ellos y Judas de espaldas al resto de imágenes. La situación de crisis económica general vivida en aquellos años hizo que el proyecto no llegase a realizarse.[62]​ En el caso de la Hermandad del Vía Crucis, que presentó en enero de 2011 el boceto de la imagen mariana, obra de Antonio Malmierca Zúñiga, para incorporarla a su desfile una vez que la situación económica de la Hermandad lo permitiese, no se han producido nuevos avances.[63]

Las imágenes más veneradas son Jesús Rescatado (Anónimo, siglo XVII)[64]​ y la Virgen de la Soledad (Mariano Benlliure, 1941-1943),[65]​ si bien las de mayor valor artístico son la Piedad y Jesús Flagelado de Luis Salvador Carmona, así como la Dolorosa de Felipe del Corral, el grupo escultórico de "Jesús en la Calle de la Amargura" de José de Larra Domínguez, y los grupos de Alejandro Carnicero para la Vera Cruz, todas obras del siglo XVIII. Podría decirse que el siglo XVIII constituyó el momento de mayor esplendor en la imaginería procesional salmantina, tanto por la cantidad de obras como por su calidad artística.[66]

Los pasos salen en procesión a hombros de hermanos, cuyo número varía en función del tamaño y peso del mismo, pero también de su número de devotos, pudiendo ser la carga interior, exterior o mixta. Una minoría de pasos, generalmente grupos escultóricos, son portados en carrozas de ruedas empujadas por hermanos.[67]​ Con la incorporación de la Hermandad del Despojado a los desfiles penitenciales, en 2012, salió a la calle el primer paso portado a costal de la Semana Santa salmantina, aunque este sistema de carga ya había sido empleado anteriormente en Salamanca en las procesiones de gloria de la Virgen del Rosario, tanto con la Hermandad Dominicana (2003-2008) como con su propia archicofradía (desde 2009), y en la procesión extraordinaria de Ntra. Sra. de la Peña de Francia en 2005.[68]​ Los pasos de la Santa Cena y la Virgen del Dulce Nombre de la Archicofradía del Rosario también serán portados a costal con un caminar sobrio, acorde al estilo solemne con el que se quiere caracterizar el desfile.[69]

Las andas son denominadas en Salamanca "carrozas", talladas elegantemente en madera de nogal muchas de ellas con motivos platerescos, también las hay doradas, plateadas y policromadas, así como de forja y orfebrería. Hasta principios del siglo XX las imágenes desfilaban sobre sencillos tableros o parihuelas alumbrados por faroles y sin decoración floral, ninguna de estas estructuras se han conservado. Las andas más antiguas conservadas son las de la Virgen de las Angustias, 1923, la Dolorosa de la Vera Cruz, 1926, y la Dolorosa de Montagut, 1926. La mayoría de las carrozas encargadas por las cofradías a partir de los años 30 se realizaron en los Talleres Merchán de Salamanca. Con la recuperación de la Semana Santa en los años 80 y 90 se realizaron nuevos encargos a distintos escultores y tallistas locales como Agustín Cruz, Enrique Orejudo o Vicente Cid.[67]

Tres son los pasos de palio que desfilan en la Semana Santa salmantina. Realizados en metal repujado, acusan distintas influencias andaluzas: El paso de Ntra. Sra. de la Soledad sigue el modelo de los tronos malagueños, con varales externos con cabeceras ricamente talladas y arbotantes (faroles de varios brazos con guardabrisas) en las cuatro esquinas del paso. El palio de Ntra. Sra. de la Esperanza sigue patrones sevillanos con la variante de ser cargado a hombros.[70]​ El último en incorporarse a las procesiones ha sido el de María Santísima de la Caridad y del Consuelo, de la Hermandad del Despojado, que bajo diseño de Alejandro Escobar sigue el modelo estructural de los palios sevillanos, con inspiración churrigueresca en los detalles ornamentales. Está siendo realizado por fases en los talleres de Orfebrería Sanlucar.[71]

Los desfiles que estaban previstos para la Semana Santa de 2020 eran los siguientes.[72]

Salamanca destaca por su Universidad y su Semana Santa por su marcado carácter Universitario. Gala de ello hace el Martes Santo la Hermandad Universitaria, referente absoluto de las procesiones del Tormes, los Oficios Universitarios, y el antiguo tránsito de los pasos por el claustro universitario hasta 1969. El Viernes Santo de 2015, año en que se cumplían 400 años de la institución de la procesión del Santo Entierro, la Vera Cruz volvió a hacer estación en la capilla universitaria, aunque solo con el paso del Santo Sepulcro.[73]

El entorno monumental, barroco y plateresco, por el que discurren las procesiones le confiere una fuerte personalidad. Como ya destacara Unamuno: [74]

Sus hermandades reflejan distintas estéticas fruto de la condición cosmopolita de la ciudad, centro de estudiantes de todo el país, si bien prima la austeridad. Hay que destacar el carácter andaluz que preside la procesión de la Hermandad Dominicana en la mañana del Viernes Santo, perceptible en la decoración de las carrozas, la forma de llevar los pasos, la música, los caballos y los tres colores distintos en los capirotes dependiendo de la sección a que pertenezcan.[75]

Algunos pasos destacan por su costumbrismo y popularidad entre pequeños y mayores, siendo conocidos por sobrenombres como Bocarratonera en alusión a la ruin dentadura del sayón que increpa a Cristo en el paso "Ecce Homo", Culocolorao para el paso de "Los Azotes" por los calzones rojos que viste el sayón de la delantera del paso, o La Ramona, "La Dolorosa" de Inocencio Soriano Montagut, recordando el nombre de la modelo que posó para el insigne escultor catalán, Romana Serra. La imagen de Nuestro Padre Jesús Flagelado es conocida también como "el torero" por la postura que tiene el Cristo de Carmona al recoger sus vestiduras, similar a tener un capote entre las manos.[76]

En varias procesiones participan hermanos ataviados con el típico traje charro. Así en la procesión de la Hermandad Dominicana un grupo de charros y charras enlutados preceden al paso de Ntra. Sra. de la Esperanza. Las mujeres que desfilan en la procesión del Cristo de la Liberación visten el traje de ventioseno, empleado antiguamente en el Campo Charro para el luto. En la Procesión del Resucitado participan charros y charras bailando delante del paso.[77]

Las cofradías realizan múltiples actos religiosos y culturales a lo largo del año.

A pesar de poder no coincidir con la cuaresma, el inicio de las celebraciones cofrades tiene lugar el primer viernes de marzo con el besapiés a la imagen de Jesús Rescatado, atrayendo a numerosos salmantinos y habitantes de la provincia.[64]

Es en cuaresma cuando más actos se celebran. Comienza el Miércoles de Ceniza con la festividad y procesión claustral del Cristo de la Buena Muerte de la Hermandad Dominicana.[78]​ A lo largo de este periodo se celebran cultos a los titulares de la mayoría de las hermandades, incluyendo besamananos como los de N. P. Jesús en su Prendimiento, N. P. Jesús de la Pasión o la Virgen de la Soledad.[79]​ Muchas cofradías realizan también vía crucis con sus imágenes titulares, entre los que se pueden mencionar el de la Hermandad de Jesús Despojado, el de Jesús Flagelado por el claustro de la Universidad Pontificia, el celebrado por la Hermandad Dominicana con la imagen de Jesús de la Pasión por los alrededores del Convento de San Esteban, el Vía Crucis de las Dueñas celebrado por la Hermandad del Amor y de la Paz, o el que realizan los hermanos adultos de Jesús Amigo de los Niños en la madrugada del Domingo de Pasión con el Cristo de la Paz.[80]​ La Real Cofradía del Yacente celebra el acto "Poeta ante la Cruz" en el coro de la Catedral Nueva.[81]​ La bisagra entre los actos cuaresmales y los que se celebran en Semana Santa es la procesión del Vía Matris de la Vera Cruz, con la que culmina la novena a la Dolorosa el Viernes de Dolores.[82]

En los días de Semana Santa destaca la celebración de las "Las Siete Palabras de Cristo en la Cruz" de la Hermandad del Amor y de la Paz y la celebración de las Cinco Llagas de la Hermandad Dominicana, ambas el Lunes Santo.[83]​ Las cofradías celebran los Oficios en los templos en que están asentadas. Las celebraciones de los Oficios más destacables por su importancia social e histórica no están vinculadas a las cofradías, se trata de las de la Catedral Vieja (en Rito mozárabe) y las de la Universidad de Salamanca.[84]

En Pascua la Cofradía de la Vera Cruz celebra el Via Lucis con la imagen del Resucitado.[85]​ En la Octava del Corpus celebran Fiesta Sacramental la Vera Cruz y la Archicofradía del Rosario.[86]​ En septiembre coincidiendo con las festividades de la Exaltación de la Santa Cruz y Ntra. Sra. de los Dolores la Vera Cruz celebra un triduo a la Santa Cruz, y las hermandades Dominicana, Seráfica y del Flagelado celebran cultos a sus titulares marianas (Piedad, Dolorosa y Lágrimas, respectivamente).[87]​ En noviembre la Hermandad del Amor y de la Paz rinde culto al Stmo. Cristo de la Liberación en la Capilla del Cementerio con un besapiés los días 1 y 2, y distintas hermandades celebran misas de réquiem por los hermanos fallecidos.[88]​ El 8 de diciembre la Cofradía de la Vera Cruz celebra la Festividad de su titular, la Inmaculada Concepción de María y también se celebra el besamanos de la Virgen de la Caridad de la Hermandad del Despojado.[89]​ La Hermandad Dominicana celebra el besamanos a Ntra. Sra. de la Esperanza en torno al 18 de diciembre.[90]

Los actos más importantes organizados por la Junta de Semana Santa son el Pregón de Semana Santa, que se celebra desde 1965 y ha contado con importantes pregoneros como el Reverendo Padre Ramón Cué S. J., José Ledesma Criado, Francisco Rodríguez Pascual, o Gonzalo Torrente Ballester,[91]​ la celebración del día del Cofrade, con Misa y Comida de Confraternidad, la convocatoria del Concurso Fotográfico y edición del Cartel Anunciador de la Semana Santa (en colaboración con el Ayuntamiento de Salamanca), la publicación de la Revista Christus (Oficial de la Semana Santa) y la representación del Miserere de Doyagüe en el Teatro Liceo, recuperada en 2013.[92]

Entre las costumbres gastronómicas de la Semana Santa en Salamanca está "comer los limones", guiso típico de Jueves y Viernes Santo, que viene a ser una fuerte ensalada a base de verduras, huevo cocido, limón, naranja, vinagre y pescado en escabeche, cuyo origen son los desayunos entre hermanos vinculados al paso de la Oración en el Huerto, tradicionalmente hortelanos. De ahí que los productos que componen el plato sean de la huerta. Muchas hermandades y la Universidad suelen agasajar a sus hermanos o invitados tras la procesión, oficios, etc. con desayunos o convites a base de chocolate con churros. Otra costumbre es que los niños comen barquillos, obleas y "pirulís" de caramelo mientras se espera el paso de la procesión, habitualmente precedida por el barquillero. Como en muchas otras partes son típicas de estas fiestas las torrijas y los pestiños, a base de harina, huevo miel y canela.[93]

Junta de Semana Santa de Salamanca

Portal de información de la Semana Santa de Salamanca

Portal informativo sobre la Semana Santa de Salamanca

Página de Alfonso Barco, fotógrafo

Salamanca Cofrade, Oscar García, fotógrafo

Asociación Cultural Salamanca Cofrade



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