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Siddha



En el marco de la religión hinduista, un siddha es ‘alguien que lo ha logrado’. Se refiere a los maestros que han alcanzado un alto grado de perfección física y también la iluminación espiritual. Un siddha también puede referirse a alguien que ha conseguido desarrollar un siddhi (una capacidad paranormal).

Los siddhas pueden ser tapasvin (ascetas), sadhus (peregrinos espirituales), yoguis (practicantes de posiciones asanas) o nathas (‘amos’ de sus sentidos):[1]​ todos practican un sadhana (estricta práctica de rituales y austeridades).[2]

El primer uso del término siddha se encuentra en el capítulo «Adhya III» del Maitreia-upanishad, donde el escritor declara: «Yo soy un siddha».

Sanasiddha es el nombre de un upasaka (monje laico en el budismo).[3]

En el Suetasuatara-upanishad (2.12) presupone la existencia de un «cuerpo siddha».[4]

En el estado Tamil Nadu (en el sur de la India), un siddhar es un ser que ha alcanzado un alto grado de perfección física y espiritual. Los siddhas supuestamente alcanzaron la inmortalidad física. Así un siddhar es una persona que ha realizado la meta de un tipo de práctica espiritual y se ha convertido en un ser perfecto. En Tamil Nadu todavía se practica la tradición siddha, y hay personas que son reconocidas como siddhar (o chittars).[5]

Se dice que para alcanzar la perfección tomaron rasaianas secretos especiales que les permitió perfeccionar sus cuerpos, con el fin de ser capaz de sostener la meditación prolongada junto con un tipo de pranaiama que reduce considerablemente el número de respiraciones. El siddha puede tener uno de los ocho poderes especiales, los attamasiddhigal (entre ellos la capacidad de volar).

Los 18 siddhars se enumeran a continuación:[6]

En las doctrinas hinduistas shivaístas de Cachemira, un siddha es un gurú que puede ―mediante el shaktipat― iniciar discípulos en el yoga. Un siddha es un maestro perfeccionado que ha trascendido el ahamkara (‘yo hago’, la sensación de ser el hacedor), ha vencido a su mente y la pone al servicio de su conciencia, y ha transformado su cuerpo ―que está compuesto principalmente de rayo-guna (modo de pasión creativa) y tamo-guna (modo de inacción) en un tipo diferente de cuerpo donde es predominante el sattwa-guna (modo de bondad). Esto generalmente se logra solo mediante la meditación persistente.

Los siddhas son almas liberadas que nunca nacerán de nuevo, que han pasado por encima del ciclo de vidas y muertes y van a la cima del universo, a un sitio llamado Moksha, que está encima de Siddha-shila después de ser liberados de sus cuerpos y permanecen allí durante eones. El siddha es un alma que está por encima de la categoría arijant (que son las personas que poseen kevala Jnana).

En la cosmología hinduista, Siddhaloka es un mundo (loka: ‘local’, ‘localidad’) sutil donde nacen siddhas (seres perfeccionados). Desde su nacimiento están dotados de los ocho siddhis principales.

En la mitología hinduista, Siddhashrama es una tierra secreta oculta en las profundidades de los Himalayas, donde viven grandes yoguis, sadhus y sabios que han alcanzado la categoría de siddhas. Este sitio es similar a la mística tierra tibetana de Shambhala.

El nombre Siddhashram aparece por primera vez en el Majabhárata y en el Ramaiana (textos epicorreligiosos del siglo III a. C.). En el Ramaiana (1.28.1-20) se afirma que Visuamitra tenía su ermita en Siddharshrama, donde se encontraba la antigua ermita de Visnú cuando apareció como el avatar Vámana. Visuamitra llevó al príncipe Rama y a su hermano Laksman hasta Siddhashram para exterminar a los monstruosos rakshasas que estaban perturbando sus sacrificios religiosos.[7][8]

El siddha sampradaia es la cadena de maestros y discípulos siddhas. En los textos hinduistas se menciona un total de 84 siddhas (o mahasiddhas) y 9 nathas. Los tres términos ―siddha (‘perfecto’), majasiddha (‘gran perfecto’) y natha (‘amo’)― se utilizan indistintamente.

Se mencionan 84 siddhas en el manuscrito n.º 48/34 del Varna-ratnakara, una obra medieval maithili que se encuentra en poder de la Sociedad Asiática de Bengala, que está fechada en el lakshmana samvat 388 (año 1506) y fue escrita por Kavi-shékara Yiotiríswara Thákur ―quien era el poeta de la corte del rey Jari-Simja-Deva de Mithila, quien reinó entre 1300 y 1321―.[9]​ Una característica interesante de esta lista es que los nombres de los más venerados nathas del sur de la India se mezclan con los siddha-acharias budistas. [9][10]

En los versos 5 a 6 del primer upadeśa (‘capítulo’) del Hatha-yoga-pradípika ―un texto del siglo XV escrito por Suami Suatmarama, discípulo de Suami Gorakhnath― se encuentra una lista de yoguis que se describen como majasiddhas. Esta lista tiene un número de nombres en común con los nombres que se encuentran en la lista del Varna-ratnakara:[9][11]

Según la religión jaina, los siddhas son almas liberadas que han destruido todas las ataduras del karma. Un siddha ya no tienen ningún tipo de cuerpo, es un alma en su forma más pura. Los siddhas residen en Siddha-shila, un lugar que está situado en la parte superior del universo.

Desde los años noventa existen sitios web que comercializan elíxires de la juventud[2]​ (nava paashanam: ‘nueve venenos’) supuestamente basados en los rasaianas que tomaban los siddhis para desarrollar sus poderes psíquicos, que se promocionan como panacea para todas las enfermedades.[12]



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