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Spinetta y los Socios del Desierto



Spinetta y los Socios del Desierto fue un power trío de rock nacional de Argentina, activo entre 1994 y 1999, integrado por Luis Alberto Spinetta en guitarra y voz, Marcelo Torres en el bajo y Daniel Wirzt en batería.

La banda lanzó cuatro álbumes: Spinetta y los Socios del Desierto, Estrelicia MTV Unplugged, San Cristóforo y Los ojos. Algunos de sus temas emblemáticos fueron «Cheques», «Jazmín», «Nasty People», «Jardín de gente», «La luz te fue», «Bosnia», «Paraíso» y «Estás acá».[1]

La banda realizó su última actuación en el estadio Chateau Carreras de Córdoba, el 26 de noviembre de 1999.[2][3]

El año 1994 fue el año del Atentado a la AMIA y el Efecto Tequila, la primera de una serie de crisis internacionales de se irían sucediendo durante el proceso conocido como globalización, iniciado en 1989 con la victoria de los Estados Unidos en la Guerra Fría. Para Argentina, embarcada de lleno en las "reformas estructurales" que impulsaba el presidente Carlos Menem, fue un año bisagra del gran cambio que estaba dejando atrás la sociedad considerablemente homogénea e igualitaria que se había establecido desde varias décadas atrás, y que tenía entre otras características distintivas una numerosa clase media y bajos índices de marginalidad, desocupación y criminalidad, que diferenciaba al país del promedio latinoamericano. Impactada por el "Efecto Tequila", en pocos meses apareció la desocupación de masas, luego de más de medio siglo sin conocer el fenómeno,[4]​ se disparó la criminalidad casi inexistente hasta ese momento,[5]​ aparecieron los cortes de calles y rutas, las puebladas de protesta y el movimiento piquetero. En el curso de esa década desaparecería la famosa clase media argentina y aparecería una sociedad fracturada, con un enorme sector precario y marginado.[6]

En ese contexto aparecen quienes serían en los años siguientes sus "socios del desierto". La expresión es obra de Spinetta, quien le dice a Daniel Wirtz:

Desde sus inicios cuando era adolescente, Spinetta había formado bandas que fueron emblemáticas del rock nacional: Almendra, Pescado Rabioso, Invisible y Spinetta Jade, esta última disuelta en 1985.

En 1994 Spinetta también estaba atravesando un momento de crisis y cambio, tanto musical como personal. Musicalmente había perdido al tecladista Mono Fontana -decisivo en su música desde 1987- y personalmente, luego de algunos años de refugiarse en la intimidad de su familia, sus veinte años de pareja con Patricia Salazar estaban llegando a su fin, que se formalizaría con el divorcio a fines de 1995.[8]

En ese "desierto", Spinetta decidió volver a la simpleza y el idioma directo de su formación clásica preferida, formando un power trío, Spinetta y los Socios del Desierto, junto a Daniel Tuerto Wirtz (batería) y Marcelo Torres (bajo). "Al conformar la banda, Spinetta, tenía en claro el concepto de regresar al inicio".[7]​ En un sentido similar, el periodista Daniel Amiano decía luego de escuchar el primer álbum de la banda que "Los Socios del Desierto se dan el gusto de escuchar a Pescado y reinventarlo para los noventa".[9]

La banda se mantendría unida durante seis años y sería la formación integrada por Spinetta durante mayor cantidad de tiempo.

Wirtz, que contaba entonces con 36 años, había surgido a comienzos de la década de 1980 con la Trova rosarina, con Juan Carlos Baglietto y Fito Páez, y luego en La Sonora de Bruno Alberto. Había participado en el álbum doble La la la, que Spinetta realizó con Fito Páez en 1986.

Torres tenía 34 años, venía de Tantor, de tocar con el Mono Fontana y luego durante seis años con Lito Vitale.

La banda comenzó a reunirse para ensayar, aun sin nombre, en abril de 1994.[10]​ El 25 de mayo de ese año Spinetta les ofreció a Torres y Wirtz formar el grupo oficialmente, con el nombre de Los Socios del Desierto.[10]​ Luego de ensayar seis meses, Spinetta y los Socios del Desierto debutaron en el Velódromo de Buenos Aires el 18 de noviembre.[11]​ Hacía más de dos años que Spinetta no se presentaba en vivo. Al comenzar el recital dijo:

Esa voluntad de volver al inicio, se expresó en la decisión de iniciar el recital con "Despiértate nena", un clásico de Pescado Rabioso. Todos los demás temas, salvo "Los libros de la buena memoria" -emblemático de Invisible-, fueron nuevos: "Tony", "Espejo en una sombra", "Cuenta en el sol", "La orilla infinita", "Bosnia", "Las olas", "Se convirtió en la noche", "La luz te fue", "Cheques" y "Mi Chevy y mis franciscanas", este último del primer disco de Illya Kuryaki and the Valderramas, interpretado junto al dúo. Todos los temas nuevos, menos "Mi Chevy y mis franciscanas", serían grabados en el álbum doble de 1997.

Dos años después, cuando la banda presentó su primer álbum, Spinetta bromeó sobre el estilo crudo y directo de la banda y lo comparó con su reciente acercamiento al sushi:

El estilo directo y físico de la banda, remitía directamente a Pescado Rabioso, el legendario trío roquero que Spinetta lideró a mediados de los años '70. Pese a ello, el sonido de la banda incorporó también la experiencia musical y artística que Spinetta había acumulado en veinte años, así como las nuevas tendencias expresivas. "Ahora es ahora; no está Invisible, no está Pescado, estoy yo ¿quieren o no?", le decía Spinetta al público en el recital que la banda realizara en Mar del Plata el 11 de noviembre de 1995.

Gabriel Lisi describe del siguiente modo el estilo de la banda:

En 1995 realizaron una minigira nacional (Bariloche, Córdoba y Mar del Plata), tocaron en Santiago de Chile -con transmisión por televisión y radio- y dieron cinco recitales en el teatro Opera de Buenos Aires,[15]​ que fue considerado el Mejor Show del Año, según las encuestas. "La crítica cayó a sus pies y los fans quedaron extasiados ante una propuesta que les recordaba momentos de Pescado Rabioso e Invisible".[16]​ Pese a ello Spinetta no logró que las empresas discográficas aceptaran sacar un disco de la banda, con el argumento de que no había "mercado" para esa música. Simultáneamente, Spinetta tuvo otro choque con el Establishment, cuando fue perseguido por las revistas sobre la farándula, debido a que había comenzado a salir con la modelo Carolina Peleritti y en una de esas cacerías apareció con un cartel que decía "Leer basura daña la salud; lea libros".[17]

En 1996 Los Socios realizaron dos multitudinarios recitales abiertos en Buenos Aires: el 9 de marzo convocaron a 100 mil personas en Palermo (Figueroa Alcorta y Dorrego) y el 22 de septiembre reunieron 50 mil personas en el Parque Chacabuco, para el cierre de la II Bienal Joven, donando su caché al plan de alfabetización de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) y dedicando el concierto a la defensa de la educación pública.[18][15][19]

Ya a fines de 1995,[15]​ la banda había grabado su primer disco, un álbum doble, en los estudios La Diosa Salvaje, del propio Spinetta, pero las principales empresas discográficas se negaban a editarlo, argumentando razones artísticas -se negaban a lanzar un álbum doble y a aceptar el arte de tapa-,[15]​ y de mercado. Luego de casi un año de negociaciones infructuosas, Spinetta dio a conocer un comunicado titulado "El disco y el tiempo", en el que criticaba duramente a los sellos discográficos, por su falta de consideración a su trayectoria y al valor artístico de su obra, así como algunos medios gráficos que habían intervenido en el conflicto difundiendo cifras de dinero falsas, a los que definió como "seudópodos del poder de ciertas discográficas".[15][20]​ En ese comunicado Spinetta afirmaba, entre otras cosas:

Guido Nisenson, uno de los técnicos de La Diosa Salvaje que realizaron el álbum, recordaba aquel momento:

En 1997 la banda realizó dos nuevos recitales multitudinarios en la Plaza de las Naciones Unidas en Buenos Aires y el Estadio Monumental de Chile.

Luego de varios años y peleas con las compañías discográficas, Spinetta y los Socios del Desierto finalmente lanzaron su primer disco, un álbum doble editado por Sony Music, titulado simplemente Spinetta y los Socios del Desierto, con los temas que ya habían presentado en vivo. Fue grabado en el estudio La Diosa Salvaje. Con una gráfica excepcional, este CD alcanzó rápidamente el tope de los charts y fue considerado el mejor álbum del año.

Se presentó oficialmente en el Hard Rock Café de Buenos Aires, donde la banda tocó algunos temas y dio una conferencia de prensa. Allí Spinetta recapituló cuánto le había costado el conseguir que le editaran el disco. Muchos vieron el disco como "a una batalla ganada por un músico a los reyes del negocio discográfico."[22]

El álbum consta de dos discos con un total de 33 temas. Grabado prácticamente en vivo, Spinetta definió el álbum como "un acústico de electricidad violenta, pero acústico al fin".[24]​ Es una expresión de las pasiones y preocupaciones personales y sociales que atravesaban a Spinetta a mediados de la década de 1990, sintetizados en la idea de "desierto". Contiene varios temas en los que expresa su rechazo al consumismo, la frivolidad, la corrupción, o la contaminación ambiental que se acentuaron en aquella década neoliberal, como "Cheques", "Bosnia", "Nasty People", "Espejo en una sombra", y "La luz te fue". En "Cuenta en el sol" se pregunta cómo cambiar "este mundo de locos y fascistas" y en "Jardín de gente" se entristece con "el collage de la depredación humana".

También tiene varias canciones de amor, influidas por su divorcio y el inicio de la relación sentimental con Carolina Peleritti, como "Diana", "Cuentas de un collar", "Oh! Magnolia", "Mi sueño de hoy", "Jazmín" y "Collar". Contiene también tres temas con letras de otros autores: "Los duendes" y "Holanda", con letra de Roberto Mouro, y "2 de enero", con letra del tenista Modesto "Tito" Vázquez.

A todo lo largo del álbum Spinetta se desempeña como primera guitarra, con gran cantidad de solos y riffs, algo que no sucedía desde la época de Invisible (1973-1977). En la conferencia de prensa de presentación del álbum el músico se refirió a este aspecto diciendo: "Quería volver con una música que, cuantos menos elementos tuviera, mejor, y me obligó a volver a tocar la guitarra después de tocar con unos monstruos terribles".[25]

En 1996 Spinetta fue invitado a actuar en los clásicos conciertos acústicos que había comenzado a producir en 1989 el programa MTV Unplugged. El músico decidió realizar la mayor parte del mismo con Los Socios del Desierto, acompañados en esta ocasión por el Mono Fontana y Nico Cota, y en dos temas por Daniel Rawsi y Eduardo "Dylan" Martí. En total, Spinetta y los Socios del Desierto realizaron catorce de los diecinueve temas interpretados.

El unplugged de Spinetta tuvo la peculiaridad de no incluir los hits clásicos del músico argentino y durar una hora y media, en lugar de la hora de duración del programa estándar.[26]​ Fue transmitido el 29 de octubre de 1997 en la versión estándar de una hora y el fin de semana siguiente el canal puso al aire un programa especial para emitir la versión extendida del concierto.[26]

Parte del concierto fue grabado en un CD titulado Estrelicia (MTV Unplugged), en el que Spinetta incluyó trece de los dieciocho temas de la transmisión extendida del recital y un tema de cierre, "Garopaba", compuesto junto a Dylan Martí que también se sumó a la banda en la interpretación y que el canal había excluido de la transmisión televisiva.

De los catorce temas del recital seleccionados para el álbum, Spinetta y los Socios del Desierto realizaron nueve temas: "Durazno sangrando", "La montaña", "Mi sueño de hoy" y "Yo quiero ver un tren", y cinco de los seis temas estrenados: "Tu nombre sobre mi nombre", "Tú vendrás a juntar mis días", "Fuji", "Tía Amanda" y "Garopaba".[27]

El álbum fue presentado en cuatro recitales realizados en el teatro Gran Rex de Buenos Aires los días 7, 8, 14 y 15 de noviembre de 1997, en los que si bien en una primera parte se mantuvo el clima acústico del concierto en MTV, con la participación de los músicos invitados, en una segunda parte la banda se presentó sola, retomando el estilo power frontal que la caracterizaba.[28]

La discografía se completa en 1998 con la edición de San Cristóforo.

En 1999 la banda graba el álbum Los ojos, con el que Spinetta vuelve a despegarse del rock pesado de su álbum debut, para enfocarse en un pop electrónico y experimental.

A fines de 1999, coincidiendo con el fin de las dos presidencias de Carlos Menem, Spinetta decidió dar por concluida la experiencia de los Socios del Desierto, que realizó su última actuación en el estadio Chateau Carreras de Córdoba, el 26 de noviembre de 1999.[2][3]



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