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Susana Sanz



Susana Sanz (n. San Rafael; 1939)[1]​ es una abogada, política, feminista y profesora universitaria argentina.[2]

Es hija de Carmen y Juan Sanz, ambos de la localidad de Rabanera del Pinar (España), republicanos que abandonaron su patria debido a la Guerra civil española.[1]

A principios de los años sesenta vivió y estudió Derecho en La Plata. Allí se casó con un estudiante de ingeniería civil mendocino de apellido Llorente, con quien tuvo a su hija Bernarda Llorente.[3]

Entre 1970 y 1973, Susana Sanz se asoció en Mendoza con el comunista Guillermo Bernardo Romano,[4]​ que había participado en el Cordobazo contra la dictadura de Lanusse. Trabajaron juntos como abogados de la CGT (Confederación General del Trabajo)[4]​ con los doctores Simón y Héctor Chaves (actual querellante en la causa Tripiana), y comenzaron a defender los derechos de los trabajadores y a militar en la Juventud Peronista. En esos años se estaban construyendo los diques de Agua del Toro y Valle Grande, donde no se cumplían con leyes laborales en vigencia, a los trabajadores no se les pagaba el fondo de desempleo y algunos gremios se dejaban sobornar por los empresarios.[5]

Desde 1973 ―recién instalada en San Rafael― fue vecina y amiga de la educadora Ángeles Gutiérrez de Moyano (n. c. 1918 - asesinada en 1977), que poseía la florería Le Petit Garden, en avenida España y San Lorenzo (en San Rafael).[6]

Sanz se vinculó cada vez más con la izquierda peronista, especialmente con Montoneros, y los «muchachos» la consideraban jefa en San Rafael.

Susana Sanz fue una de las dirigentes de la Agrupación Evita (AE), el frente político que Montoneros creó para desarrollar su trabajo político con las mujeres. La agrupación no duró mucho tiempo (desde mediados de 1973 hasta septiembre de 1974), pero su trabajo fue fructífero.

El 16 de noviembre de 1975 iba a participar como secretaria general en el Primer Congreso del Partido Peronista Auténtico, pero un atentado con dinamita dejó en ruinas la sede del Centro de Industriales Panaderos ―en el barrio obrero de Talleres―. Finalmente el congreso se realizó en la Asociación de Residentes Checoslovacos.[8]​ Sanz realizó una encendida defensa de la participación de las mujeres, cuestionando duramente a la presidenta de la República, Isabel Martínez de Perón, por haber vetado un proyecto de equiparación de la mujer con el hombre en cuanto a los derechos de la patria potestad.[8]

Susana Sanz de Llorente, José Guillermo Berón y un muchacho de apellido Villarreal se dedicaban a hacer pintadas y pegar carteles con símbolos del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), acciones que la dictadura interpretaba como actividades subversivas.[4]

El sanjuanino Raúl Pedro Rossini, responsable montonero de Mendoza, le salvó la vida a Susana Sanz:

En los años setenta, Rodolfo Pelloni tenía una empresa constructora. Mientras hacía viviendas en Monte Comán, el comisario y torturador Raúl Alberto Ruiz Soppe le pidió que hiciera una comisaría en el camino La Horqueta (la ruta hacia la provincia de San Luis). Pelloni la hizo y se la donó a la Policía. El ingeniero a cargo de esa obra era Llorente, el esposo de Susana Sanz.[11]

Un familiar de Susana Sanz, Armando Dauverné, actualmente director del hospital de San Rafael, declaró en los juicios que se llevaron a cabo en 2010 contra varios terroristas de Estado:

Susana Sanz por esos días era intensamente buscada por las fuerzas combinadas del Ejército y la policía, por ser una de las más conspicuas dirigentes de la Juventud Peronista y con contactos a nivel nacional de la organización. Pocos días después del golpe de estado, en San Rafael los militares realizaron una intensa pegatina de afiches en lugares públicos ―como en la terminal de ómnibus, la estación ferroviaria y el centro de la ciudad―, donde aparecía una fotografía de Sanz al lado de las imágenes de Norma Arrostito, Mario Firmenich, Fernando Vaca Narvaja y otros dirigentes de la Tendencia Juvenil del peronismo a nivel nacional.

En 1976, la abogada fue víctima de atentados con bomba en su domicilio y perseguida por los militares por su presunta vinculación con la organización Montoneros. A tal punto fue encarnizada la búsqueda, que familiares suyos como los Dauverné, sufrieron detenciones y torturas para obtener el paradero de Sanz.[15]

Salvó su vida escapando a España.[16]

Después vivió en la ciudad de México, con su hija.[17]

Después del final de la dictadura de Videla, Susana Sanz regresó con su hija Bernarda a Argentina. Bernarda estudió la carrera de Ciencias Políticas en la Universidad de Buenos Aires.[17]

En 1998, Susana Sanz trabajó en el Consejo Nacional de la Mujer, donde realizó acciones en materia de violencia de género. En mayo de 1999 colaboró en la Campaña Interagencial contra la Violencia hacia las Mujeres y las Niñas.[18]

Durante el gobierno de Néstor Kirchner, fue nombrada directora nacional de asistencia técnica del Consejo Nacional de la Mujer.[19][20]​ En 2010 era coordinadora de la Comisión Asesora para la Reglamentación de la Ley 26.485 (responsable del seguimiento del cumplimiento de la Ley de Cupo),[21]​ dentro del mismo Consejo de la Mujer.[22]

Es profesora universitaria en el Centro Internacional de Estudios Políticos de la Universidad de San Martín.[23]

Su hija, Bernarda Llorente (que nació en La Plata y pasó su infancia en San Rafael), es esposa de Jorge Taiana ―exmilitante montonero en los años setenta, y actual canciller de la Argentina―,[24]​ y es la subdirectora artística del canal Telefé (Buenos Aires), cuyo director artístico es Claudio Villaruel.[24]​ El 25 de noviembre de 2008 ambos recibieron en Nueva York un premio Emmy por la serie Televisión por la identidad.[24]



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