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San Rafael (Mendoza)



San Rafael es la cabecera y capital del departamento San Rafael, provincia de Mendoza, en Argentina. Según se prevé para el próximo censo, en el departamento residen más de 210 mil personas. Está ubicada pocos kilómetros al norte del río Atuel, y sobre el río Diamante.

Su economía se sustenta en el turismo, la agricultura y la industria.

Posee gran importancia en la provincia como en el país. La llegada de nuevos comercios de Buenos Aires marcan definitivamente la supremacía del sector comercial en la ciudad, dejando de lado al sector agrícola-industrial que le dio origen a la misma, forjada por la colectividad francesa, de la cual ya no quedan casi vestigios de sus fundadores. La ciudad de San Rafael en la actualidad se posiciona como la segunda ciudad más importante de la provincia de Mendoza y es el principal centro turístico de todo Cuyo, albergando a más de 100 000 visitantes cada año.[cita requerida]

Desde Chile, en 1551, comenzaría la fundación e instalación española en el valle de Guentota o de Cuyo (Mendoza), en el de Caria (San Juan) y luego el de San Luis. Los españoles encontrarían que todos estos valles, estaban poblados de dóciles agricultores que ocupaban los valles fértiles con riego. De esta forma aprovecharon las condiciones especiales de esos predios para fundar sus ciudades. La mano de obra indígena hacía sentir su falta en Chile central, sobre todo en Santiago y sus alrededores. La "conquista" en el otro lado de los Andes había diezmado a los nativos.

Esta dificultad constituyó una desgracia para sus pueblos, especialmente los huarpes, quienes por poseer un temperamento especial, habían sido primero fácilmente doblegados por los Incas y posteriormente por los hispanos. Estos pueblos, comenzarían a ser repartidos en encomiendas para ser enviados a Chile.

En el año 1551, el primer contingente hispánico que visitó Cuyo fue al mando del capitán Francisco de Villagra, en su regreso desde Perú a Chile pasó por territorio actualmente argentino, llegando hasta el río Diamante en sus exploraciones. Al sur de este río el territorio estaba habitado por los Puelches. Una importante prueba de las civilizaciones que ocuparon el suelo sanrafaelino antes de los españoles se encuentra en la Gruta del Indio y en las Pinturas Rupestres de Las Tinajas de aproximadamente mil años.

Villagra tomaría conocimiento de la región y por lo cual le posibilitó realizar un censo indígena. Esto permitiría planificar la conquista de Cuyo.

De esta manera, el 2 de marzo de 1561, para fortalecer su presencia en la región, las fuerzas españolas comandados por Pedro del Castillo fundarían Mendoza en el valle de Güentota, el principal asentamiento en Cuyo. Desde entonces, la presencia española se fue expandiendo hacia el sur.

Hacia el año 1650, se produciría un fenómeno de gran trascendencia e importancia étnica. Desde el centro-sur de la Capitanía General de Chile los mapuches boroanos comenzarían lentamente a cruzar hacia la vertiente oriental de la cordillera de los Andes.

Con los siglos venideros se formaría un proceso llamado araucanización que consistía en una transformación étnica de los pueblos nativos de esta región, los cuales pasarían a mezclarse racial y culturalmente.

Este fenómeno de expansión cultural indígena dio lugar a que en el nuevo Virreinato del Río de La Plata fundado a finales de 1776, se planteara situar estratégicamente una línea defensiva de fuertes y fortines. Consecuentemente en 1784 y al asumir el marqués Rafael de Sobremonte como primer gobernador de la nueva Intendencia de Córdoba del Tucumán, ordenaría la construcción de los mismos.

En este período medio, los grupos araucanizados de las pampas consolidarían su posición, manteniendo a las poblaciones de frontera en una permanente inestabilidad. Para detenerlos, se habían erigido el «Fuerte de San Carlos» en 1770 y al oeste la villa homónima el 3 de octubre de 1772, el «Fuerte San Juan Nepomuceno» el 16 de marzo de 1774 y a 40 km al sur de la anterior villa, el «Fuerte Aguanda» fundado el 11 de junio de 1789.[2]​ A pesar de esto, el esfuerzo para contenerlos se frustraría bastante.

En el año 1804, el virrey Rafael de Sobremonte recibiría a los caciques pehuenches María Josefa Roco, Caripán y Juan Neculante, quienes habían contribuido a la pacificación de las tribus del sur de Mendoza.

Como consecuencia de las negociaciones con los caciques antes citados, terminaron por ofrecer el predio para un fuerte, situado en las juntas de los ríos Diamante y Atuel, y contribuir a la construcción de un paso cordillerano a la Capitanía General de Chile.

En enero de 1805, el virrey Sobremonte designaría al portugués Miguel Téllez y Meneses para instalar el fuerte, y le ordenó a fray Francisco Inalicán evangelizar a los pueblos originarios, sirviendo al mismo tiempo de intérprete, en virtud de su origen mapuche. El sitio adecuado para levantar el fuerte fue la margen norte del río Diamante. Este fortín constituiría una gran obra de colonización y una de las últimas fundaciones españolas en América.

El día 2 de abril de 1805, se procedió a la construcción del «Fuerte San Rafael del Diamante», en homenaje al virrey citado, en la actual Villa 25 de mayo que fuera la primera villa cabecera del departamento que lleva el nombre de San Rafael.[3]​ Este fuerte cumpliría una trascendental labor defensiva y generaría el desarrollo de un poblado pionero, el que atrajo contingentes de europeos con una economía de pastoreo, sumado a la agricultura de viñedos y frutales.

El arqueólogo sanrafaelino Humberto A. Lagiglia encaró un temprano rescate arqueológico, con la colaboración de pobladores y la comunidad educativa, de elementos de las ruinas del Fuerte. También logró que la colección del historiador Sosa Morales retornara de Córdoba e integrara las colecciones del Museo Municipal de Historia Natural de San Rafael. Estas colecciones, actualmente, han sido incorporadas al museo del lugar de origen, la Villa 25 de mayo.

Las ruinas del Fuerte han sido declaradas Monumento Histórico Nacional.

Después de 1852, con la organización institucional, el país comenzaba a abrir sus fronteras al mundo, iniciándose así un fuerte flujo inmigratorio. De esta forma, hacia el año 1870, arribaba al departamento el ingeniero francés Julio Gerónimo Balloffet, a quien el pueblo de San Rafael debe gran parte de su desarrollo económico y urbanístico, singular por su estilo arquitectónico distintivo.

Balloffet se había instalado en el año 1871 en tierras de propiedad de su mujer Aurora Suárez, construyendo una estancia fortificada llamada en su honor como «Fortín Aurora»,[4]​ en donde levantaría el primer observatorio astronómico del sur del país.[5]

Este inmigrante francés fue promotor de la llegada de su compatriota Rodolfo Iselin quien fuera fundador de una colonia francesa, con el apoyo de Balloffet y su mujer.[6]​ A través de la apertura de canales de riego y nivelación de campos se promovió la actividad ganadera y la agrícola. El desarrollo de esta última actividad, hizo que este visionario francés trajera técnicos especializados que organizaron un campo de experimentación agrícola y de aclimatación de árboles y frutales.

En poco tiempo, la colonia vio incrementada su afluencia de nuevos vecinos, lo que motivó el trazado de nuevas calles, loteos y la ejecución edilicia como la de la Policía, el Registro Civil, la escuela 25 de Mayo, la plaza, la catedral y el hospital.

La inmigración italiana y a la par, la española, complementaron en forma sustancial a la primera población, constituyendo también otras colonias agrícolas pero una de cada nacionalidad y ambas cercanas al «Fuerte de San Rafael del Diamante» ya convertido en pueblo y centro administrativo (actual Villa 25 de Mayo).[7]​ Este flujo inmigratorio contribuyó a que la Legislatura provincial, dispusiera, a través de la ley 262 del 2 de octubre de 1903, el traslado de la villa cabecera a la colonia gala que quedaba a 15 km al este-sudeste, denominándola «Nueva Villa de San Rafael».

Poco tiempo después y en el mismo año citado, el 8 de noviembre llegaría el FF.CC. a la villa de San Rafael y con su arribo, la agroindustria comenzaría a progresar. Los productos de la tierra ganaron los mercados de las ciudades del país. En 1930, se ejecutan importantes obras edilicias y viales que cambiaron la fisonomía de la ciudad.

La Colonia Francesa o de Balloffet, luego Villa de San Rafael, fue declarada Ciudad por la Ley 794 el 7 de octubre de 1922. La catedral de San Rafael comenzaría a levantarse en el año 1935, culminando las obras recién en 1952.

La ciudad de San Rafael es cuna de prestigiosos profesionales, investigadores y artistas, reconocidos en el exterior:

REDATAM página del INDEC registró que la ciudad de San Rafael en el censo 2010 tuvo 118.850 habitantes.

Uno de los atractivos turísticos con que cuenta naturalmente, ya que es un accidente geográfico único en Sudamérica, es el cañón del Atuel. Al mismo se accede por un extremo desde el dique Valle Grande. El río Atuel es un potencial hidroeléctrico que cuenta con dos diques: Aisol y Tierras Blancas. Desde la Ciudad de San Rafael, se accede a este circuito turístico, avanzando por la Avenida Ingeniero Ballofett con dirección Sur, pasando sobre ambos brazos del Río Diamante (el cual también opera como frontera de la Ciudad) transitando un kilómetro por ruta n.° 143 con dirección Este y retomando hacia el sur por Calle distrital Cubillos para transitar finalmente unos 20 kilómetros hasta encontrar el Río Atuel, y luego de "bordearlo" cinco kilómetros, el camino a Valle Grande se adentra por dentro mismo del "Cañón del Atuel"

El complejo hidroeléctrico «Los Nihuiles» con sus 4 centrales generan una potencia de 220 MW. El embalse El Nihuil (uno de los más grandes de Cuyo) con su central "Nihuil 1" se encuentra junto a la villa turística que lleva su mismo nombre, y es otro de los destinos elegidos por turistas y sanrafaelinos, tanto por su belleza natural y sus playas de arena clara, como por su intensa actividad deportiva (pesca, náutica, etc.). Dista a 69 kilómetros de San rafael por ruta n.° 144 y a 83 km por dentro del camino del cañón del atuel. Para dirigirse a dicha Villa Turística, se debe tomar hacia el Sur, por la misma Avenida Ballofett, y luego de cruzado los brazos del río Diamante, enfilar hacia el NorOeste por ruta n.° 144, transitar 50 kilómetros atravesando la "Cuesta Los Terneros" y finalmente, doblar por el "Desvío" hacia el Este para ingresar al Embalse "El Nihuil".

Desde Buenos Aires se accede tomando el Acceso Oeste, la Ruta Nacional n.° 7, hasta la ciudad de Junín (km 267). En dicha ciudad se encuentra el cruce con la Ruta Nacional 188 en condiciones excelentes de conservación y mantenimiento a lo largo de todo el tramo, la cual atraviesa las ciudades de Lincoln (km 218) y General Villegas (km 361). Una vez en el interior del norte de la provincia de La Pampa, en el km 417 se pasa por Bernardo Larroudé, en el km 425 por Sarah, en el km 446 Hilario Lagos, en el 477 por Realicó, en el km 495 por Damián Maisonnave, en el km 508 por Quetrequén, y Rancul en el km 519.

Luego se atraviesa el límite provincial y se ingresa en el sur de la provincia de San Luis, pasando por los pueblos de Nueva Galia (km 570), Fortuna (km 583) y Unión (km 633). Luego se entra en la provincia de Mendoza en el departamento de General Alvear, allí se encuentra la localidad de Canalejas, más adelante Bowen (km 787), Colonia Alvear Oste (km 801) y General Alvear (km 803), esta última capital del departamento que lleva su nombre.

En esta ciudad finaliza la Ruta Nacional 188 y se encuentra el empalme con la Ruta Nacional 143 por la cual se accede a la ciudad de San Rafael.

Desde Mendoza se accede por la Ruta Nacional 40 en dirección al sur de la Provincia.

Desde la Ciudad de Mendoza, el camino más propicio es por ruta 40 en dirección sur, pasando por las ciudades de Luján de Cuyo, Tunuyán, San Carlos y Pareditas hasta llegar a San Rafael. El recorrido en ómnibus a la ciudad de Mendoza capital tiene una duración aproximada de 3 a 3 horas y media dependiendo de las condiciones del tráfico, clima y otras anexas.

La sismicidad del área de Cuyo (centro oeste de Argentina) es frecuente y de intensidad media-baja con un período de retorno cada 20 años aproximadamente.[14]

Chivitos y costillares a las brasas, aunque lo más importante de la gastronomía en la región de Mendoza son sus vinos. En los últimos tiempos, para enriquecer las visitas turísticas a sus renombradas bodegas, se instaló en varias de ellas no solo la venta de sus varietales y de variadas conservas y dulces, sino que también se pueden disfrutar de exquisitos platos gourmet. En el área de frutales, además de la vid, son de gran calidad las ciruelas, duraznos y nueces. Los olivos que se ven en grandes extensiones —aun en veredas de la ciudad— dan origen al excelente aceite de oliva mendocino.

Dependiente de la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria (FCAI) de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), este centro ha sido concebido para promover la relación Universidad-Empresa, incentivar y propiciar la innovación y facilitar la transferencia de conocimiento y tecnología desde la Universidad al sector productivo. El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) ha firmado un acuerdo dentro de su plan de federalización de la industria para la creación y puesta en funcionamiento del Laboratorio de Combustibles Líquidos en el Parque Científico-Tecnológico de San Rafael. Este "será el laboratorio estatal más importante del centro y norte del país, destinado al análisis de combustibles (naftas y gas oil)" .[18]



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