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Tejeda



Ubicación del municipio de Tejeda en Gran Canaria.

Tejeda es un municipio español perteneciente a la provincia de Las Palmas, en la isla de Gran CanariaCanarias, España—.[1]

El término municipal abarca la denominada caldera de Tejeda, una formación de origen volcánico surcada por abruptos barrancos en la que se erigen dos roques que son los símbolos geológicos de la isla: el Roque Nublo y el Roque Bentayga.

Es el primer municipio de Canarias en pertenecer a la asociación de Los pueblos más bonitos de España.[2]

Situado en el centro de la isla de Gran Canaria, a 43.7 kilómetros de la capital insular,[3]​ limita con los municipios de La Aldea de San Nicolás, Artenara, Valleseco, Vega de San Mateo, San Bartolomé de Tirajana y Mogán.

Con una superficie de 103.3 km², es el cuarto municipio en extensión de la isla.[3]

La cabecera municipal, el casco urbano de Tejeda, se localiza a 1 050 msnm, siendo la segunda capital municipal a mayor altitud de Gran Canaria.[3]​ La cota máxima del término se encuentra a 1 947.08 msnm en las proximidades del Pico de las Nieves, estando su altitud mínima a 117 msnm en el cauce del barranco de los Juncos.[4]

El pueblo se ubica en el interior de una caldera volcánica. Se trata de una caldera de hundimiento, de formación geológica muy similar a la caldera de Taburiente, en la isla de La Palma. Ésta se origina al desplomarse la bóveda de una bolsa magmática hacia el interior.

El 100 % de la superficie de Tejeda se encuentra incluida en la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos. Posee íntegramente el Monumento Natural de Roque Nublo, compartiendo con los municipios limítrofes el parque rural homónimo y la Reserva Natural Integral de Inagua.[5]

Gran parte de estos espacios se encuentran a su vez dentro de la Red Natura 2000 como Zonas Especiales de Conservación —ZEC—, siendo Inagua además Zona de Especial Protección para las Aves —ZEPA—.[6]

Tejeda cuenta además con los montes de utilidad pública de Inagua y Pajonales.[4]

En el actual municipio se desarrolló una agrupación indígena con centro en el roque Bentayga, granero-fortaleza desde la que se controlaba la caldera de Tejeda al completo. Este lugar fue uno de los últimos focos de resistencia durante las batallas que se libraron para la conquista de la isla, soportando un asedio de varias semanas.

El municipio tuvo salida al mar hasta el año 1815, cuando la parte sur se escinde administrativamente de Tejeda, pasando a formar un municipio independiente con la denominación de Mogán.

La escasez del agua para el regadío ha sido una dificultad para el crecimiento económico, y el desarrollo de una actividad agrícola que permitiera el establecimiento de un núcleo de población aún mayor. La forma geológica del valle permite que el agua recogida durante el invierno vierta rápidamente en dirección oeste, hacia el municipio de La Aldea de San Nicolás pero la cota en la que se encuentra el pueblo no permite un mejor aprovechamiento del agua para los cultivos locales.

La visita de San Antonio al pueblo de Tejeda a finales del siglo XIX dejó una profunda huella cultural y religiosa en la memoria histórica de quienes lo conocieron y oyeron hablar de él. Tejeda ha sido históricamente un pueblo cuyos habitantes se han caracterizado por una gran devoción religiosa, y puede ser explicada en parte por la labor evangelizadora de San Antonio María Claret.

El 30 de noviembre de 1946 Tejeda sufrió un temporal de gran magnitud, que se desbordó sobre la Casa de la Huerta y convirtió los barrancos en caudales de agua. En la ciudad de Las Palmas el gobernador interino organizó una expedición de socorro acompañado por el médico de la beneficencia, Armando Torrent, varios practicantes, una sección del Cuerpo de Bomberos de Las Palmas, víveres y un grupo de monjas de la caridad, todos estos acompañados por el sargento Angulo y el arquitecto municipal, Cardona Aragón.[7]

El gobernador civil, José María Olazábal envió un telegrama con sus condolencias:[7]

La expedición resultó una tarea complicada, ya que la tormenta provocó el corte de carreteras. Los bomberos tuvieron que despejar la vía de piedras y tierra que había arrastrado el agua. Varías casas resultaron inundadas y fue necesario volar con dinamita un muro de la carretera vieja para drenar el torrente.[7]

Durante esta tormenta fallecieron Rosario García Lorenzo y sus hijos, Antonio, Juan, Eloy, Miguel y José Manuel Marrero García. El 9 de marzo de 2014, el Ayuntamiento de Tejeda erigió un monumento en memoria de las víctimas de este temporal desde el cual se puede observar el Roque Bentayga.[7]

Roque Bentayga desde el monumento a las víctimas del temporal de 1946.

Placa en memoria de las víctimas del temporal.

El municipio cuenta a 1 de enero de 2017 con 1950 habitantes y una densidad de población de 18,88 hab./km².[8]

Tejeda es el segundo municipio con menos población de la isla de Gran Canaria, y el tercero de la provincia de Las Palmas.[8]

     Población de derecho (1900-1991) o población residente (2001) según los censos de población del ISTAC.[9]

Administrativamente, el término municipal se divide en los siguientes barrios:[8]

La almendra destinada a la alimentación y la almendra amarga, destinada a la fabricación de cosméticos, tuvieron una época de enorme producción en el municipio, generando decenas de puestos de trabajo a principios del siglo XX.

Históricamente, la actividad económica del municipio ha estado centrada en su actividad agrícola y ganadera. Desde la década de los años 1960 con el desarrollo económico de los municipios más poblados de la isla y la llegada del turismo, el municipio de Tejeda ha sufrido un paulatino retroceso en el número de habitantes.

Hoy en día la actividad agrícola y ganadera no tiene posibilidades de competir en el mercado europeo, y los productos son destinados a un consumo local. La agricultura y, en general, el sector primario, tiene escasa mano de obra que se dedique exclusivamente a este sector. En el sector industrial destaca una empresa dedicada la carpintería de madera, que fabrica ataúdes para todo el archipiélago Canario. Una industria dedicada a la elaboración de dulces, con productos que son identificados casi de forma inequívoca con el municipio de Tejeda, el mazapán de almendras y el bienmesabe.

El sector industrial ha visto surgir una empresa destinada a la confección y la alta costura, con productos dirigidos a clientes con alto poder adquisitivo. La Pasarela Cibeles de Madrid y otras pasarelas internacionales de moda, han sido escenario de los productos textiles elaborados en el municipio. Esta actividad ha despertado el interés de quienes han observado cómo una actividad artesanal, con escasas posibilidades de generar puestos de trabajo, ha abierto posibilidades de empleo en una zona que da un gran valor a sus tradiciones.

El sector servicios, ha encontrado un hueco en la actividad comercial que generan los visitantes del municipio, ofreciendo a los turistas lugares de descanso para pernoctar, comer y comprar. Existe una gran variedad de alojamiento en el municipio. En la Cruz de Tejeda existe el Parador Nacional[10]​ de dicho nombre, un pequeño hotel rural.[11]

Vista desde el sur.

Fachada principal.

Interior.

Lado izquierdo del altar.

Lado derecho del altar.

Virgen del Socorro.

Los vecinos de Tejeda celebran una fiesta tradicional desde 1969 (este primer año se las llamó "fiestas de invierno" fruto de la ilusión de los jóvenes del pueblo que en aquellos años se juntaron formando el "Club Juvenil Tejeda" organizando los primeros concursos fotográficos del pueblo, así como otras actividades relacionadas con la forma de vida tradicional del municipio: la labor de la tierra y el ganado, en honor a la floración de los almendros. Esta fiesta se celebra en el mes de febrero, mes del año en el que tiene su floración este árbol frutal.

En Tejeda se celebra la Fiesta del Almendro en Flor. Se celebra el primer domingo de febrero.

Canarias, año tras año, ha ido consolidando una de sus fiestas más populares, el Carnaval. En este pueblo cumbrero también se celebra dicha fiesta aunque con estilo propio. Antaño, los tejedenses celebraban el Carnaval disfrazándose de "mascaritas" y se echaban a la calle pidiendo casa por casa un huevo de gallina. Además era costumbre por ese tiempo hacer tortillas de harina o de carnaval para conmemorar señalada fecha. Se entrelazaba la profunda creencia religiosa del entonces y la devoción a la Virgen del Socorro con lo pagano, el Carnaval. En la actualidad ya no es costumbre pedir huevos casa por casa y sólo algunos mayores se acuerdan de hacer las famosas tortillas. Esta tradición ha dado paso a otra que parece que año tras año capta a más adeptos y enamorados de la fiesta nocturna. Dos sábados seguidos en el calendario para conmemorar, eso sí, ya bien entrado el mes de marzo, la llegada de Don Carnal. En el primer sábado se celebra "La verbena de máscaras" dónde se reparten diversos premios y el sábado siguiente ya no se le llora a la sardina ya muerta, si no que se baila tras ella al son de la música y con el polvo de talco en mano lanzándolo al aire quedando todos "empolvados". Popularmente esta fiesta es conocida como la fiesta de La Polvajera. Una cabalgata que recorre las diversas calles del pueblo, a continuación se quema la sardina y los fuegos artificiales y posteriormente la verbena.

La gran devoción a la Virgen del Socorro ha dado lugar a esta celebración que tiene lugar todos los domingos del mes. Cada barrio del pueblo se dirige a la Iglesia de Nuestra Señora del Socorro, Patrona del pueblo, a cubrir el templo de flores que se colocan todos los viernes del mes, para que pueda ser vista la alfombra de flores desde los pies de la Virgen hasta el propio altar.

La festividad de la Virgen del Socorro, el domingo siguiente al 8 de septiembre de cada año. Es una fiesta de larga tradición religiosa. En esas fechas el pueblo cobra una vida inusual en otras épocas del año, porque quienes han vivido allí a lo largo de su infancia y su juventud, regresan a su pueblo para reencontrarse con sus familiares.

El día de las ofrendas es el domingo siguiente al domingo de la festividad de la Virgen. En el pueblo se organiza una romería en la que ofrecen a la Virgen lo mejor de sus cosechas. El dinero recaudado y alimentos son entregados a las instituciones benéficas de la isla. Es una fiesta para el color y la música típica canaria, los vecinos acuden vestidos con trajes típicos de la isla y llevan en sus carretas, los productos artesanos de la comarca, queso, almendras, miel, ciruelas, tunos, mazapán, bienmesabe, etc.

El primer día de noviembre se celebra el Día de los Difuntos. La noche anterior, el último día de octubre, las familias se reúnen en torno a la mesa para recordar a sus familiares difuntos. Se organiza una cena familiar, conocida como de los finados (difuntos), en la que no suelen faltar ingredientes tales como piñas de maíz asadas, higos secos, almendras, castañas asadas, pan, queso, y el mazapán de Tejeda.

El pinar de los Llanos de la Pez no existía hace apenas sesenta años, pues todo este bosque es una iniciativa de repoblación del Cabildo Insular de Gran Canaria. Aun así, el topónimo debe su nombre a la pez, un tipo de brea vegetal con la que calafateaban los barcos que atravesaban el Atlántico o faenaban en las pesquerías de la costa canario-sahariana. También existen en la zona grandes extensiones de terreno cultivado, principalmente de manzanos, plantados por el cabildo a modo experimental. Los Llanos de la Pez constituyen hoy día el centro de ocio y recreo en la naturaleza más importante de Gran Canaria. Aquí podemos encontrar varias zonas de acampada, con tiendas de campaña y en cabañas, un campamento, restaurantes y mesones, fogones y área de barbacoas, refugio de montaña y varios lugares de esparcimiento bastante concurridos los fines de semana.

El parador de Cruz de Tejeda, construido en 1937 y recientemente reformado, se levanta justo en la linde, cuya pared norte entra en el municipio de San Mateo y su pared sur en el de Tejeda, al que pertenece, como su propio nombre indica. El parador se encuentra ubicado a 7 kilómetros del pueblo de Tejeda a una altitud 1560 metros en un paraje montañoso de gran belleza, entre almendros y huertos.

Al estar en un entorno de naturaleza, destaca por las magníficas vistas sobre la isla y por una gran cruz de piedra, la Cruz de Tejeda, que preside su entrada y cuya funcionalidad era servir de orientación a los vecinos del siglo XVII.

Cruz de Tejeda es el epicentro geográfico de la isla de Gran Canaria y el punto de encuentro de la mayoría de los antiguos caminos reales que siguen siendo utilizados cada día por numerosos senderistas.

El Parador Cruz de Tejeda era una antigua Hostería que fue reformado respetando el estilo de construcción de los edificios típicos canarios. Hoy en día es un hotel rural de 4 estrellas con 43 habitaciones perteneciente a la cadena hotelera Paradores.

Antaño encrucijada de caminos y lugar de paso por su situación en el centro geográfico de la isla, hoy es un lugar muy frecuentado por turistas que llegan a través de modernas carreteras que confluyen en este punto con los viejos senderos, recuperados para el disfrute de los caminantes.

El lugar recibe el nombre por la cruz labrada en piedra verde que viene a señalar el epicentro de la isla. Alrededor de ella encontramos el Parador de Turismo, un hotel rural, varios restaurantes y diversos puestos de venta de productos locales entre los que destacan las traperas, el bienmesabe y el mazapán de Tejeda.

La tempestad petrificada que bautizó Miguel de Unamuno, surge de la depresión que forma la Caldera de Tejeda, labrada por las aguas e inundada por lavas volcánicas. En este impresionante paisaje, destacan los roques que vinieron a taponar los cráteres, entre los destacan el Roque Nublo (1803 msnm), símbolo de Gran Canaria, el Fraile o el Bentayga.

El Roque Nublo está catalogado como un monumento natural, dentro del Parque Rural con el mismo nombre. Muy cerca de él se encuentra el Roque de El Fraile, un monolito de piedra cuya silueta recuerda un fraile con sus hábitos y las manos en posición de oración.

El Roque Bentayga es un monolito de piedra basáltica situado a una cota de 1.404 metros de altura. En sus inmediaciones podemos encontrar un lugar de culto aborigen: almogarén. Este espacio es un yacimiento de enorme valor arqueológico e interpretado como un lugar para la observación de las estrellas y la Luna. Aficionados a la arqueología y a la astronomía entienden que puede tener relación con rituales realizados en los equinoccios de verano, en la salida del Sol.[12]

El Museo de las Tradiciones de Tejeda se localiza en uno de los edificios más singulares del municipio. Rehabilitado por una escuela taller de cantería, conserva los elementos estructurales decorativos propios de una Casa Tradicional Canaria. Por todo ello es el lugar ideal elegido por los tejedenses para mostrar su historia y su modo de vida. A través de sus diferentes módulos podrá acercarse a la prehistoria, el proceso de la conquista, los oficios rurales tradicionales e incluso reconocer la extraordinaria calidad de los productos agrarios de la zona. En el museo puede contemplar varias curiosidades como una habitación con techo de Tilla de Pino de Tea. Además podrá disfrutar de una recreación de una antigua tienda de Aceite y Vinagre, o de la remodelación del antiguo pajero de la casa reconvertido en Sala de Audiovisuales, donde visionar un documental con la historia de este singular y bello pueblo.[13]

El pueblo de Tejeda establece una relación muy estrecha entre sus habitantes y el medio donde vive, por lo que se convierte en el tema de inspiración de cantantes, pintores, escultores, etc.

Tejeda es así cuna de artistas importantes como Abraham Cárdenes, que nació en el municipio y cuyas obras tienen repercusión mucho más allá de nuestras fronteras. Abraham Cárdenes fue un escultor prestigioso en su época, con esculturas llenas de fuerza que transmiten sobre todo el profundo arraigo a su condición de canario y tejedense.

Este museo cumple una triple función. Por un lado posee una exposición fija de la obra del escultor. Por otro lado, cuenta con una sala de exposiciones itinerantes en las que se recogen las exposiciones del circuito de artes plásticas del Cabildo de Gran Canaria, entre otras. Asimismo en el museo se encuentra el Punto de Información Turística del municipio donde podrá encontrar toda la información relativa a Tejeda y a la isla de Gran Canaria.

El Centro de Plantas Medicinales de Tejeda es un espacio con 5000 metros cuadrados destinados a recuperar y divulgar la estrecha relación entre el hombre y la naturaleza a través del uso medicinal de las plantas, los remedios y sus creencias. En su diseño han colaborado muchas personas, desde botánicos hasta pastores pasando por antropólogos, geógrafos, médicos, historiadores, químicos, etc, lo que lo convierte en un centro que despierta curiosidad, interés y fomenta la interrelación con el visitante.

En su Sala Expositiva podemos conocer los diferentes remedios naturales medicinales: las plantas, su origen, su función en la sociedad, la aportación de la mujer en la medicina tradicional, etc. A su vez podemos valorar algunos productos propios de Tejeda que tienen efectos muy beneficiosos para nuestra salud, como el Aceite de Almendras Amargas o la Miel de la Cumbre. En la Sala Polivalente podrá realizar diferentes actividades: consultar bibliografía sobre flora medicinal y profundizar en su conocimiento navegando desde el Punto de Acceso Público a Internet habilitado para tal fin, así como disfrutar de una infusión en la pequeña cafetería del centro. En el exterior, podrá visitar el Jardín Interpretativo, concebido como un lugar de descanso en cuyos bancos y mesas podrá contemplar las plantas al natural, agrupadas en parterres según usos y propiedades.

La situación estratégica del municipio de Tejeda, en el corazón de la isla de Gran Canaria, le otorga características idóneas para protagonizar aventuras inolvidables en enclaves naturales de gran belleza.

Tejeda dispone de una red de senderos que nació para la comunicación y transporte entre las distintas poblaciones. Actualmente los senderos han sido rehabilitados para el uso de caminantes en busca de ocio y naturaleza.

Le proponemos transitar senderos que, recorriendo caminos reales, le mostrará las diversas visiones paisajísticas que configuran la Cuenca de Tejeda. Un impresionante lugar cuyo aspecto actual, relata un pasado lleno de asombrosos procesos geológicos que proyectaron su construcción.

Entre las rutas más populares se encuentra el camino desde el pueblo de Tejeda hasta el Roque Nublo, pasando por La Culata. El ascenso final se ve sobradamente recompensado con la impresionante vista que se divisa desde la base del Roque Nublo. Es fácil descubrir un sinfín de especies autóctonas durante el transcurso de los caminos. La importancia y utilidad de la flora autóctona ha sido recogida en el “Centro de Plantas Medicinales” ubicado en el casco histórico de Tejeda donde se puede disfrutar de una muestra de las especies más representativas y su uso medicinal.[14]

Cada vía tiene su historia, sufridas por unos pocos que quisieron trazar sus deseos en la pared y disfrutadas por muchos más que recorren sus pasos, así se crean las grandes vías... en Ayacata hay muchas de esas. El nombre de Ayacata es reconocido mundialmente en el entorno de la escalada clásica gracias a la calidad de la roca, la altura de las paredes y roques, el clima y belleza del entorno.

Hoy en día existen centenares de vías de diversas dificultades y alturas abiertas por escaladores en los años 50 del siglo pasado.

Esta variedad de vías proporcionan un mundo de aventura vertical a escaladores clásicos, deportivos y mixtos de todos los niveles, desde el escalador novel al de competición, que disfrute tanto del grado como de la naturaleza.

Los escarpados riscos de Tejeda hacen que cazar se convierta en un reto entre cazador y naturaleza. Los tejedenses son grandes aficionados a la caza, que se practica cuando se abre la veda, en los meses entre verano y otoño. La perdiz y el conejo son las presas más habituales del cazador seguidas de la tórtola y la codorniz. Compañero fiel e imprescindible es el perro podenco canario. Además desde el año 1973 Tejeda también cuenta con un campo de tiro. El club de tiro Bentayga organiza tiradas en varias épocas del año.

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