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Templo de Manti



El Templo de Manti, Utah es uno de los templos construidos y operados por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el quinto templo construido por la iglesia y el tercero en el estado, ubicado en la autopista 89, en la entrada de la ciudad de Manti en el estado estadounidense de Utah.[3]​ Con anterioridad al templo de Manti, solo se habían dedicado el templo de St. George y el templo de Logan, en Utah, y el templo de Nauvoo y el templo de Kirtland, al este del río Misisipi. El templo domina la arquitectura del Condado de Sanpete y puede ser divisado desde diversas autopistas de la región en un radio de varios kilómetros. Al igual que en el resto de los templos de la iglesia SUD, solo los miembros considerados dignos pueden entrar al templo de Manti.

El templo combina estilos arquitectónicos del renacimiento gótico, renacimiento francés incluyendo elementos del segundo imperio francés y ciertos estilos de arquitectura colonial.[1]

La decisión de construir un templo SUD en Manti se anunció el 25 de junio de 1875 por Brigham Young. El templo de Salt Lake City se había anunciado varios años antes, en 1847, pero la construcción aún estaba en proceso y no se terminó sino hasta 1893. El templo de Manti se construyó, así como con el templo de St. George y el templo de Logan, para cubrir las necesidades inmediatas que proveen estas edificaciones para los fieles de la región, la mayoría constituida en ese entonces por pioneros mormones originarios de Escandinavia.[4]

El terreno del templo de Manti era una cantera constituida por una colina de cierto tamaño en el extremo norte del pueblo. Los colonos del área, todos ellos mormones, habían relatado desde su llegada a la región que durante la exploración del lugar Heber C. Kimball, miembro de la Primera Presidencia, había predicho que la colina sería destinada a la construcción de un templo.[4]​ Durante la primera reunión dominical en la región, el apóstol mormón George A. Smith habló de varios temas, incluyendo la futura construcción del templo en el árido lugar. Es por ello que, incluso antes de los anuncios oficiales, el cerro recibió el nombre de «colina del templo».[1]​ Efectivamente, cuando Brigham Young anunció la construcción de un templo en Manti, también dijo que en ese terreno de 11 hectáreas, sería el lugar donde se erigiría el templo. El apóstol SUD Orson F. Whitney escribió que Young se dirigió a la cantera con Warren S. Snow (quien era obispo de la región) la madrugada del 25 de abril de 1877 informándole mientras se encontraban en la esquina sureste del terreno que Moroni, uno de los personajes del Libro de Mormón, habría estado en ese mismo punto y dedicaría ese pedazo de tierra para la construcción de un templo.[5][6]

El templo de Manti se construyó sobre una colina al norte de la ciudad. Anteriormente fungía como cantera de donde se extraía una piedra sedimentaria conocida como oolito u ooides (por su aspecto parecido a un huevo). Esa misma piedra, de esa misma cantera, fue la usada para la decoración exterior del templo de Manti.

En vista de que la colina sobre la cual debía estar el templo era roca sólida, se tardó dos años en preparar el terreno para la fundación del templo. Los obreros hundieron la roca entre seis y nueve metros en la colina y cavaron luego alas de tres metros a un extremo de la primera trinchera, formando una T. Luego depositaron varios cientos de libras de pólvora en el túnel, causando una explosión que desalojó unas dos mil toneladas de roca, escombro, y árboles que tuvieron que ser removidos. Parte de la roca que voló de la cantera todavía se encuentra en Manti en el presente, porque muchos de los colonos la utilizaron para construir sus casas. Este proceso de "explosión en un túnel" se repitió numerosas veces. La parte más lenta del procedimiento fue la eliminación de todos los escombros. Una vez quitada la roca, se pusieron las piedras angulares y el fundamento de una piedra caliza blanquecina, extraída a menos de dos kilómetros al sur de Manti.[7]

El edificio es de cinco pisos con dos escaleras de caracol gemelas, autoportantes y de eje abierto, que llevan a cada una de las dos torres octogonales del lado oeste del Templo. Las impresionantes escaleras son consideradas una maravilla en la ingeniería de los pioneros mormones, habiendo solo tres en su tipo en los Estados Unidos, dos en el templo de Manti y la tercera en el octágono de Washington DC. Otras dos se ubican en el edificio de la Corte Suprema de Estados Unidos, con la diferencia de que esas son elípticas.

Las escaleras suben 151 peldaños y cuentan con pasamanos, husos y paneles únicos en su estilo. Las uniones en los pasamanos de nogal negro se han suavizado, desde su construcción original, a tal punto de detalle que resultan imposibles de sentir. Más de quinientos balaustres que soportan las barandas fueron giradas en el mismo torno de la escalera, cada balaustre compuesto por cuatro medallones estampados de nogal y pegados al balaustre.[8]​ Los paneles de diseños ornamentales a lo largo de la baranda también debieron ser doblados de la manera correcta para alinearse con el contorno de la escalera. La distancia entre cada piso no es la misma, por lo que se mantiene una inclinación diferente. A su vez ello requiere el uso de un nuevo molde para cada piso de la escalera para acomodar las curvas del contorno.

El Templo de Manti Utah es uno de siete templos SUD en el mundo donde los usuarios progresan a través de cuatro salas de ordenanzas antes de pasar al salón Celestial. Los otros seis templos son el Templo de Salt Lake City, el Templo de Laie en Hawái, el Templo de Cardston en Canadá, el Templo de Idaho Falls, el Templo de Los Angeles en California y el Templo de Nauvoo. El Templo de Manti presenta murales pintados a mano en las paredes de sus salones que permiten que las sesiones de investidura ocurran en orden progresivo: primero la Sala de la Creación, luego el salón representativo del Jardín de Edén, el salón representando el mundo actual, luego el representativo del mundo Terrestre (sin murales) y el salón Celestial (sin murales). Al igual que el Templo de Salt Lake City, las sesiones de investidura se presentan por actuaciones en vivo.[1]

En el pasado existía un gran túnel arqueado que pasaba por debajo de la torre del este del templo, que permitía a los vehículos pasar de un lado del templo al otro.

En 1928 un rayo cayó sobre la torre este del Templo de Manti, lo que ocasionó un incendio que ardió durante tres horas antes de que pudiera ser extinguido.

El templo de Manti ha sido sujeto a varias remodelaciones y renovaciones. La construcción de la escalera de rocas que conduce a las puertas del ala este del templo comenzó en 1907.[1]​ Luego, en 1935, el templo se capacitó para iluminación nocturna por primera vez. En 1940, se removieron las escaleras de piedra para embellecer los alrededores del templo. Entre 1944 y 1945 se añadieron una capilla anexa, así como una cocina, un cuarto para jardines y se remodelaron ciertas secciones del interior. En los años 1960 se cerró un túnel que existía en un costado de la torre este, el cual era empleado para conducir vagones y otros vehículos.

En 1981, los oficiales de la iglesia consideraron que el interior del templo requería remodelaciones extensas. La renovación duró cerca de cuatro años, durante los cuales se restauraron murales y otros mobiliarios originales. Las oficinas dentro del templo se ampliaron y se añadió una puerta adicional para el bautisterio. Se instalaron ascensores, se repararon daños de la inclemencia del clima, se actualizaron los sistemas auxiliares, se añadieron tres salones de sellamientos, una sala para vestuarios, entre otros proyectos.

El templo de Manti se completó en 1888 y una dedicación privada tuvo lugar el 17 de mayo de ese año. La oración dedicatoria fue ofrecida por el apóstol mormón Wilford Woodruff. Seguidamente tres dedicatorias públicas se ofrecieron del 21 al 23 de mayo, dirigidas por Lorenzo Snow. Fue el único templo dedicado por Snow, quien fuese luego el 5.º presidente de la Iglesia SUD. No fue sino hasta la dedicación del templo de Helifax en 1999 que un apóstol SUD que no fuese miembro de la Primera Presidencia dedicara un templo.

En junio de 1985, Gordon B. Hinckley dedicó el templo concluidas las remodelaciones. Con anterioridad a ello se permitió un recorrido público de las instalaciones al que asistieron unas 40.300 personas.



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