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Thomas Bernhard



¿Qué día cumple años Thomas Bernhard?

Thomas Bernhard cumple los años el 9 de febrero.


¿Qué día nació Thomas Bernhard?

Thomas Bernhard nació el día 9 de febrero de 1931.


¿Cuántos años tiene Thomas Bernhard?

La edad actual es 93 años. Thomas Bernhard cumplió 93 años el 9 de febrero de este año.


¿De qué signo es Thomas Bernhard?

Thomas Bernhard es del signo de Acuario.


¿Dónde nació Thomas Bernhard?

Thomas Bernhard nació en Heerlen.


Nicolaas Thomas Bernhard (Heerlen, 9 de febrero de 1931 - Gmunden, 12 de febrero de 1989) fue un novelista, dramaturgo y poeta austriaco.

Thomas Bernhard nació en Heerlen (Países Bajos), el 9 o el 10 de febrero (no se sabe con certeza) de 1931 como hijo ilegítimo o natural de Herta Bernhard (1904-1950) y el carpintero Alois Zuckerstätter (1905-1940); quedó marcado por una infancia de grandes carencias económicas, afectivas y problemas de salud (fue un enfermo crónico durante casi toda su vida). Murió el 12 de febrero de 1989, en Austria, dejando tras de sí una obra considerable que incluye 19 novelas, 17 obras teatrales y otros tantos libros breves o autobiográficos. En su calidad de testigo de la historia reciente y de su país, Austria, al que le unía una relación de amor-odio amarga y descarnada, su saga autobiográfica --Die Ursache (El origen), Der Keller (El sótano), Der Atem (El aliento), Die Kälte (El frío) y Ein Kind (Un niño)-- aproxima a la realidad del ser humano doliente y hermético que analiza sin piedad el mundo que le ha tocado vivir. Ello lo convierte en un autor intenso, insoslayable, que hay que leer minuciosamente.

Bernhard pasó gran parte de su infancia con sus abuelos maternos en Viena y Seekirchen, Salzburgo (estado). El matrimonio de su madre (1936) con Emil Fabjan lo llevó a Traunstein, Alta Baviera. Tuvo un hermano que fue médico y le suministró material para su novela Verstörung (Trastorno) y su pieza teatral Der Ignorant und der Wahnsinnige (El ignorante y el demente).

El abuelo de Bernhard, el autor Johannes Freumbichler, fue fundamental en la formación del joven: lo encaminó hacia una educación artística, incluyendo una enseñanza musical que le marcó profundamente. Bernhard fue a la escuela elemental en Seekirchen y más tarde asistió al internado Nacional Socialista (1942-1945) / Católico (después de 1945) Johanneum, que abandonó asqueado en 1947 para trabajar de aprendiz con un comerciante.

Debido a una intratable enfermedad pulmonar, Bernhard estuvo recluido desde 1949 a 1951 en el sanatorio Grafenhof. Esa experiencia lo reconcilió con la vida:

Se preparó como músico y actor en el Mozarteum de Salzburgo (1955-1957). Después de eso comenzó su carrera como escritor. En 1970 recibió el Premio Georg Büchner de la Academia Alemana de Lengua y Literatura; en 1988 recibió también el Médicis. Al año siguiente, en 1989, falleció de paro cardiaco en su piso de Gmunden, Alta Austria, al cual se había trasladado en 1965. Su casa de Ohlsdorf es actualmente un museo; en él es curioso observar la presencia de cientos de pares de zapatos italianos de Bernhard, único rasgo de dandismo que se permitió. En su última voluntad, Bernhard prohibió cualquier nueva puesta en escena de sus obras y la publicación de su obra inédita en Austria: siempre fue un antinacionalista furibundo, y entre todos detestó especialmente el nacionalismo austriaco. Su muerte fue anunciada sólo después del funeral. Está enterrado en el cementerio de Grinzing, en Viena.

De su obra narrativa, en la que los narradores suelen ser laterales, segundas y terceras personas siempre observadoras distantes de los protagonistas, cabe destacar Frost (Helada) (1964); Trastorno (1967), donde un médico y su hijo visitan a los enfermos de los pueblos de un valle descubriendo en sus enfermedades no sólo las físicas, sino también las morales y sociales; Das Kalkwerk (La calera) (1970), en la que un marido obsesionado por el estudio del oído humano asesina a su esposa paralítica, con la que vive aislado en un caserón perdido; Korrektur (Corrección) (1975) probablemente la más celebrada, que indaga sobre los motivos del suicidio de un arquitecto atacado por un incurable perfeccionismo y autor de una estructura en forma de cono aislada en la mitad de un bosque; Der Untergeher (El malogrado) (1983), centrada en el fracaso de un estudiante de piano en contacto con un genio, todo un estudio sobre las limitaciones humanas, y Alte Meister (Maestros antiguos) (1985). Ha escrito también una autobiografía (ya citada más arriba)con elementos ficticios, considerada por algunos como su obra más intensa e importante, constituida por cinco tomos. Sus obras de teatro más conocidas son El ignorante y el demente (1972), donde se atormentan un pedante médico que agrede con la descripción pormenorizada de una autopsia clínica, un alcohólico que ha fabricado una soprano de coloratura a costa de sacrificar todo lo demás y su consagrada diva, víctima de haber representado doscientas veces seguidas el papel de la Reina de la Noche en La flauta mágica de Mozart; otras son Die Jagdgesellschaft (La partida de caza) (1974), Die Macht der Gewohnheit (La fuerza de la costumbre) (1974) y Der Weltverbesserer (El reformador del mundo) (1979). En todas explora el tema del absurdo en la vida y los sentimientos humanos. En el teatro son característicos sus irónicos monólogos que han terminado por crear un estilo que se conoce con el nombre de Teatro de la Nueva Subjetividad (Theater der neuen Subjektivität), al que también pertenece Peter Handke. Posee una gran teatralidad y un idioma propio. Bernhard, además de pesimista ("Lo que pensamos ha sido ya pensado, lo que sentimos es caótico, lo que somos es oscuro") y un moralista asqueado por el fango ético de Austria y por extensión del mundo, es también un gran humorista, algo que en su primera narrativa no era fácil detectar; el teatro de Bernhard, en cambio, muestra desde el primer momento su vena satírica, su humor negro, que surge casi de la colisión entre lo profundo y lo trivial. Es una suerte de esperpento centroeuropeo que recoge el expresionismo alemán de entre guerras y, pasando por el nihilismo existencialista de Beckett y las muecas del absurdo de Ionesco, regresa a la elocuencia de una palabra concebida a la vez para hacerse cuerpo y música en un escenario.

El estilo de Bernhard abunda en frases reiterativas y encadenadas, se detiene en el detalle con minuciosidad obsesiva, avanza un paso y retrocede para volver sobre lo mismo Fuente, y abomina de los puntos y aparte. Su temática se muestra dolorosamente crítica con lo deleznable que el ser humano puede llegar a ser, sobre todo cuando actúa de manera gregaria. Sus temas recurrentes son el trabajo intelectual como un absurdo que acaba por conducir a la locura, la ignorancia como origen de la maldad y la violencia del hombre; la soledad del ser humano y su imposibilidad de comunicarse con quienes le rodean; la obsesión que deriva en locura, la tenacidad que aboca al hombre al desastre y la incapacidad humana para sustraerse a sus propias obcecaciones y limitaciones Fuente.

Miguel Sáenz ha traducido casi la totalidad de su obra al español, a excepción de: una versión de Ritter, Dene, Voss que fue publicada bajo el título de Almuerzo en la casa de Ludwig W. (Adriana Hidalgo, Buenos Aires, 1999) y Los comebarato traducida por Carlos Fortea (Cátedra, Madrid, 2012).



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