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Un mundo feliz



Un mundo feliz (en inglés Brave New World) es la novela más famosa del escritor británico Aldous Huxley, publicada por primera vez en 1932. La novela es una distopía que anticipa el desarrollo en tecnología reproductiva, cultivos humanos e hipnopedia, manejo de las emociones por medio de drogas (soma) que, combinadas, cambian radicalmente la sociedad. El mundo aquí descrito podría ser una utopía, aunque irónica y ambigua: la humanidad es ordenada en castas donde cada uno sabe y acepta su lugar en el engranaje social, saludable, avanzada tecnológicamente y libre sexualmente. La guerra y la pobreza han sido erradicadas, y todos son permanentemente felices. Sin embargo, la paradoja es que todas estas cosas se han alcanzado tras eliminar muchas otras: la familia, la diversidad cultural, el arte, el avance de la ciencia, la literatura, la religión, la filosofía y el amor. El título tiene origen en una obra del autor William Shakespeare, La tempestad, en el acto V, cuando Miranda pronuncia su discurso.

La importancia del libro en la vida de Huxley lo lleva a escribir más adelante (1958) un libro de ensayos y consideraciones relativas bautizado como Nueva visita a un mundo feliz (Brave New World Revisited), donde aborda detalladamente los diferentes problemas socioeconómicos que dieron impulso a la creación de su novela futurista. Un mundo feliz ocupa el quinto puesto en la lista de las 100 mejores novelas de la Modern Library del siglo XX.

La novela comienza con un grupo de estudiantes que visitan la central de condicionamiento de Londres, donde un científico les muestra la técnica de la reproducción artificial. Por medio de ella comprenden que la organización de la sociedad es determinada desde el nacimiento. El estado mundial manipula la reproducción para garantizar personas perfectamente adaptadas a su posición social, designados con letras del alfabeto griego desde los Alfa, destinados a la dirigencia, hasta los Épsilon, diseñados para las tareas más peligrosas y repetitivas. Esta planificación de tipo genética se complementa mediante el condicionamiento por medio de la hipnopedia, la enseñanza durante el sueño, que inculca consignas y la educación.

Más adelante aparecen los protagonistas, entre ellos Bernard Marx y Lenina Crowne.

Los dos personajes (cuyos nombres, Lenina Crowne y Bernard Marx, hacen alusión al líder de la revolución socialista soviética, Lenin, y al padre del materialismo histórico, Karl Marx) presentan puntos de vista opuestos de esta sociedad. Lenina es la perfecta ciudadana, feliz y «neumática», conforme con su comportamiento, cumpliendo su función en la sociedad, que se relaciona con cuantos hombres le sea posible, pero bastante incapaz de ejercer su libertad de pensamiento; ella no reconoce su amor por el «Salvaje» como un conflicto emocional con su acondicionamiento.

Por oposición, Bernard Marx tiene algo del forastero, intelectualmente más listo que los demás (alfa-más) —su inteligencia hace que no responda al condicionamiento—; pero físicamente es más pequeño que el Alfa medio, se enfrenta (o al menos cree enfrentarse) a problemas sociales incluyendo el rechazo social por parte de las mujeres de su casta y falta de respeto por parte de las castas inferiores. Como resultado, se ha convertido en un inadaptado social, avergonzado cuando trata de conseguir citas con mujeres, desinteresado por los deportes, prefiere ser infeliz a tomar soma y a menudo expresa opiniones de inconformismo. El comportamiento inaceptable de Bernard lo mete en problemas con su jefe, el director del Laboratorio de incubación y Acondicionamiento. Sin embargo, Bernard obtiene permiso para visitar la Reserva Salvaje, donde lleva a Lenina.

La segunda mitad de la novela comienza con la visita a la reserva. Es aquí donde se presenta el otro protagonista de la novela. John el Salvaje es el hijo de dos ciudadanos del mundo civilizado (es el resultado de un error accidental en el método anticonceptivo). Pronto se verá que su padre no es otro que el jefe de Bernard; este estaba de visita en la reserva cuando su madre se perdió; quedándose allí sola, dio a luz a John. Él creció con el estilo de vida de la tribu de los zuñi (indios pueblo, poblaciones sedentarias que habitan en el sudoeste de los Estados Unidos), y su religión, que es una mezcla entre creencias zuñi y cristianas. Sin embargo, también recibe la influencia de la educación que le da su madre (que le enseñó a leer) y del descubrimiento de las obras de William Shakespeare.

El choque cultural que resulta cuando el «salvaje» es llevado a la sociedad del «Mundo Feliz», como lo llama inicialmente, provee un conducto para que Huxley compare los valores de la sociedad con los nuestros y señala los mayores defectos de la sociedad del Mundo Feliz.

El punto clave de carácter moral del libro gira alrededor de dos problemas diametralmente opuestos. El primero, y el más obvio, es que para asegurar una felicidad continua y universal, la sociedad debe ser manipulada, la libertad de elección y expresión se debe reducir, y se ha de inhibir el ejercicio intelectual y la expresión emocional. Los ciudadanos son felices, pero John el Salvaje considera que esta felicidad es artificial y «sin alma». En una escena crucial discute con otro personaje, el Interventor Mundial de Europa Occidental Mustafá Mond, sobre el hecho de que el dolor y la angustia son parte tan necesaria de la vida como la alegría, y que sin ellos, poniéndolo en perspectiva, la alegría pierde todo significado.

El segundo problema presentado en la novela es que la libertad de elección, la inhibición de la expresión emocional y la búsqueda de ideas intelectuales resultan en la ausencia de la felicidad. Este problema se muestra en principio a través del personaje de Bernard, pero también a través del comportamiento de John en las fases finales de la novela. Incapaz de suprimir por completo su deseo hacia Lenina, que considera inmoral, y preso del remordimiento por ser incapaz de expresar su dolor ante la muerte de su madre, busca aislarse de la sociedad.

En el último capítulo, Bernard Marx y su amigo Helmholtz Watson van al exilio en las islas de Falklands, pero no se le permite al Salvaje ir con ellos. En cambio, encuentra un viejo faro en la zona rural de Inglaterra y se establece allí. Intenta iniciar una nueva vida como un ermitaño, incluyendo un régimen de mortificación de la carne y autoflagelación por acordarse de Lenina. Desafortunadamente, al ser ahora una celebridad, es acosado constantemente por los reporteros curiosos. Finalmente, después de un vídeo de él autoflagelándose, los visitantes llegan en mayores cantidades, entre ellos Lenina, y sucumbe a una orgía de sexo y soma tras atacar a Lenina. A la mañana siguiente, presionado por el dolor, el remordimiento y la desesperación, se suicida haciendo así valer en vano el experimento de Mustapha mond.

En otros temas, el libro ataca la producción del ensamblaje en línea como humillante, la liberación de la moral sexual calificándola como una afrenta contra el amor y la familia, el uso de eslóganes, el concepto de un gobierno centralizado, y el uso de la ciencia para controlar los pensamientos y acciones de la gente. Huxley ataca a la sociedad consumista y capitalista: en la novela, el fundador legendario de la sociedad fue Henry Ford, el fabricante de coches y creador del sistema de la cadena de montaje, de hecho Ford es el dios de esta sociedad. La letra T (una referencia al Modelo T de Ford) ha reemplazado la Cruz cristiana como un símbolo casi religioso.

El título del libro es una cita de Miranda en el acto V de la obra La Tempestad de Shakespeare, cuando ella conoce por primera vez otra gente diferente a su padre. John el Salvaje es un fuerte fanático de Shakespeare, lo que lo ubica en un rango superior a la mayoría de la distópica humanidad de Huxley. Al igual que la mayoría del pasado artístico y logros culturales, las obras de Shakespeare son archivadas y desconocidas en esta sociedad, excepto por los controladores mundiales.

Estos son personajes contemporáneos a la novela, a los que se hace referencia como fundamentales para el desarrollo de la sociedad descrita

El calendario del estado mundial tiene el año 1908 como inicio, al ser este el año en que se fabricó el primer Ford modelo T. Sus fechas son denominadas como a. F. (antes de Ford) y d. F. (después de Ford). La Guerra de los Nueve Años que cita la novela aconteció en el año 141 de su calendario, que corresponde con el año 2049 de la Era Cristiana. Supuestamente, fue una guerra que afectó a la mayor parte del planeta, surgiría en Europa y causó grandes daños, provocados por las armas químicas usadas en ella.

La guerra provocó un colapso en la economía mundial, y los líderes mundiales decidieron hacer frente a las catástrofes imponiendo las nuevas tecnologías en todos los territorios del planeta. Esta decisión provocó una gran resistencia, por lo que decidieron un cambio de política, iniciando una campaña pacífica, creando el Estado Mundial, en la que se censuraba todo lo que no le convenía al estado: museos cerrados, literatura eliminada, destrucción de monumentos…

En la época en que se ubica la historia, el Estado Mundial está completamente establecido y casi todos los ciudadanos de la Tierra están bajo su control absoluto.

Todo el planeta está unificado como un único estado mundial, gobernado por 10 controladores mundiales, establecidos en varias ciudades clave. Han quedado pocas áreas aisladas como «reservas salvajes», incluyendo partes de Nuevo México, América del Sur, Samoa, y un grupo de islas en la costa de Nueva Guinea. Una conversación entre John y el interventor mundial de Europa Occidental, Mustafá Mond, revela detalles posteriores de la geografía política del Estado Mundial.

Mond explica que áreas que tienen muy pocos recursos o languidecen en climas muy austeros no son «civilizados» por el gobierno, y de bajo recurso económico. Como consecuencia estas áreas quedan como reservas y la vida local continúa. Algunas islas como Islandia y las Malvinas, han sido reservadas para los ciudadanos del estado mundial que no encajan en la vida social normal.

Los dos mil millones de habitantes del estado mundial están divididos rígidamente en cinco clases o castas. La sociedad es controlada por los alfas y sus subordinados, betas. Abajo, en orden descendente a nivel mental y de inteligencia están los gammas, deltas y epsilones. Cada casta es posteriormente dividida en «más» y «menos». En el pináculo de la sociedad están los alfa-doble-más, destinados a ser los futuros científicos y administradores del mundo. Las personas de diferentes castas están condicionadas para ser felices a su manera y no se resienten con las demás castas. Sin embargo, al mismo tiempo, todos los miembros de la sociedad son instruidos de forma repetitiva con la idea de que todos son igualmente importantes en la sociedad. Los ciudadanos del estado mundial disfrutan de la armonía racial a lo largo de todo el planeta. Aunque Inglaterra está poblada en su mayoría por caucásicos, la población también contiene proporciones étnicas sustanciales. Cuando visita la fábrica de productos eléctricos en Londres, John ve blancos y negros trabajando juntos. El único «amorío» (especie de película de máxima definición) descrito es protagonizado por un actor negro y una actriz blanca. El director de los cultivos describe cómo los bebés son cultivados sin importar el grupo étnico, así blancos y negros son producidos en el criadero central de Londres.

La vida en el estado mundial está dominada por una tecnología bastante avanzada, que influye en todos los aspectos de la vida. El deporte, un pilar del estado mundial consiste en varios juegos desarrollados usando artefactos de alta tecnología, para mantener ocupadas a las fábricas. Juegos como tenis superficial, y golf electromagnético son las mayores distracciones para todos los niveles de la sociedad. Está prohibido crear un nuevo juego que no posea al menos el mismo número de artefactos que el juego que más artefactos tenga de los ya creados, ya que es necesario para fomentar el consumo.

Otro aspecto clave de entretenimiento son los «amoríos» una versión de alta tecnología de las películas. Los usuarios del cine (llamado cine sensible) colocan sus manos en los pomos de metal en los bordes de los brazos de la silla, permitiéndoles sentir las sensaciones físicas de los actores en pantalla. Otros artefactos de entretenimiento de alta tecnología aparecen de modo contundente en el libro, incluyendo cajas de música sintética, órganos de esencias (instrumentos musicales que combinan la música con aromas agradables), órganos de color (combinan música con una luz brillante) y televisión.

La tecnología de transporte también está altamente avanzada. La forma principal de transporte urbano es el helicóptero, con variaciones que incluyen «taxicópteros» y «deporticópteros» costosos y de gran categoría. Para las castas inferiores, se utiliza el monorrail de alta velocidad para ir a la zona rural. A nivel, se utilizan aviones cohete, cuyo color indica su destino.

En los criaderos y centros de condicionamiento, la tecnología avanzada se utiliza en la creación de nuevos embriones. Además del equipo de laboratorio de alta tecnología, los criaderos tienen máquinas para condicionar los embriones envasados al calor, movimientos repentinos y enfermedades, permitiéndoles cumplir sus labores predestinadas en climas específicos. Los niños ya nacidos son expuestos en los centros de condicionamiento a una variedad de aparatos avanzados que ayudan a moldearlos en sus roles predeterminados. En los primeros capítulos, los niños Delta son entrenados para odiar el campo y los libros en un proceso que utiliza bocinas y electrocución. La hipnopedia se realiza utilizando altavoces instalados en las camas.

Otros aspectos de la vida reciben una gran influencia de la tecnología avanzada. La mayoría de la ropa se hace de materiales finos y sintéticos tales como acetato y viscosa. Los hombres se afeitan mediante maquinillas electrolíticas y consumen chicle con hormonas sexuales. Los ciudadanos pueden relajarse usando máquinas de masajes y el omnipresente «soma» (la novela revela que aunque este es ingerido en forma de tableta, puede también ser vaporizada para formar una nube anestésica, como sucede cuando John tira las tabletas por la ventana).

Soma es una droga consumida en el mundo cada vez que las personas se encuentran deprimidas, con el fin de curar las penas.

Esta droga se basa en la droga soma, que utilizaban los bráhmanas en la época védica en la India, hace mucho mucho tiempo. Más tarde se perdió el conocimiento acerca de esta planta, y actualmente no se sabe exactamente a cuál se refiere.

En la novela se dice que un gramo de soma cura diez sentimientos melancólicos y que tiene todas las ventajas del cristianismo y del alcohol, sin ninguno de sus efectos secundarios.

En la obra se puede leer: «Si por desgracia se abriera alguna rendija de tiempo en la sólida sustancia de sus distracciones, siempre queda el soma: medio gramo para una de asueto, un gramo para fin de semana, dos gramos para viaje al bello Oriente, tres para una oscura eternidad en la Luna».

La droga parece poder ser destilada en casi cualquier alimento, así pues los personajes consumen helados de soma, agua con soma, solución de cafeína (café) con soma…

En la obra literaria la gente toma a menudo vacaciones de soma para encontrarse mejor anímicamente.

A su vez, el Estado se encarga del reparto de esta sustancia a fin de controlar las emociones sentidas por los miembros de la comunidad con el fin de mantenerlos contentos, factor necesario para no poner en peligro la estabilidad de la Metrópolis (nombre de la ciudad de la novela).

Cuando el autor publicó la novela, dijo que muchas de sus imaginadas truculencias de Un mundo feliz (1931) se convertían en penosas realidades con una rapidez que no había podido soñar.

Ha sido afirmado por varios críticos literarios, y respaldado por el propio Aldous Huxley, que el libro, además de satirizar el desarrollo de la sociedad contemporánea, marca una perspectiva suicida acerca del futuro de la misma. En la novela, la Reserva (la cual es asociada con el pasado, y todo lo que esta contiene como miseria y enfermedades) y la sociedad mundial (la cual representa el futuro) se unen en el protagonista: John el Salvaje. En un sentido metafórico, esta unión podría representar el presente, en la medida que John no es parte ni del pasado ni del futuro de las sociedades pasadas ni venideras.

Parece tener simbolismos filosóficos muy claros en la lucha entre la verdad, y la ficción en la que cada uno puede vivir, o se supone que vivimos la mayoría de todos nosotros. Es claro el paralelismo con el mito de la caverna de Platón, en la que la gente es feliz, aunque es esclava, sin libertad en la prisión de su propia mente. La trilogía cinematográfica Matrix utilizó varias ideas de Un mundo feliz, donde se vive en un mundo completamente irreal. También se trata este tema, aunque en menor medida, en la película The Thirteenth Floor. Ante estos datos cabe resaltar que Huxley se consideraba a sí mismo un anarquista, lo que explicaría parte de su visión de la vida sobre todo en el ámbito político, aunque a ojos del movimiento libertario de ese tiempo uno heterodoxo o si se quiere, contradictorio.

Como un modo de subrayar similitudes en esta distopía ficticia y su propia cultura contemporánea, Huxley incorpora varias referencias satíricas astutas dirigidas a entidades tales como la Iglesia de Inglaterra (a la que se refiere como un canto de comunidad), la BBC o el tabloide británico The Daily Mirror («The Delta Mirror»), el «The Christian Science Monitor» («El Monitor Fordiano de Ciencia»), Henry Ford, George Bernard Shaw y Sigmund Freud. El centro de propaganda del Londres de Un Mundo Feliz está en la calle Fleet, la cuna tradicional de la prensa británica, y el portavoz de la comunidad pseudo-religiosa está en Canterbury, donde está el clérigo líder de la Iglesia anglicana actual.

Los personajes de Huxley reciben nombres tomados de individuos importantes en el pasado del Estado Mundial. Por ejemplo, Bernard Marx se refiere a Bernard Shaw (uno de los pocos escritores sin censura de la antigüedad) y Karl Marx. Debido a que el Estado Mundial representa valores procedentes de ideologías opuestas dentro del espectro político, algunos de estos nombres combinan el capitalismo y el comunismo, indicando que, para Huxley, 'los extremos se tocan'. Así, se menciona personajes femeninos llamados Polly Trotsky y Morgana Rothschild.

Dos personajes son nombrados a partir de fascistas e industrialistas contemporáneos:

Además, hay referencias a los autores del Manifiesto comunista:

Otros personajes menores que toman su nombre de científicos, líderes políticos e industriales:

En la vida cotidiana presentada en la obra, la palabra «Ford» es usada en lugar de la palabra «Señor», como alusión a Dios, (en inglés Lord), así, en lugar de «¡Oh, Dios mío!» (Oh, my Lord!), los personajes repiten: «¡Oh, Ford mío!» («Oh, my Ford!»). Por otra parte el método anticonceptivo que se usa en la novela es llamado «ejercicios maltusianos», que hace obvia alusión al llamado padre de la demografía: Thomas Robert Malthus.

Una de las mayores influencias contemporáneas de Aldous Huxley puede rastrearse en el pensamiento del intelectual transhumanista, novelista y ensayista Michel Houellebecq, particularmente en su obra más importante, Las partículas elementales, en la que dedica a aquel y a su hermano mayor, Julian Huxley, un capítulo entero: «Julian y Aldous»; a lo largo del mismo los personajes debaten y canalizan los pensamientos del autor, resaltando la importancia de la distopía de los Huxley para poder comprender la sociedad contemporánea y el ideario inalcanzable que estaría implicando su actual y casi completa secularización:

Otras obras posteriores a Un mundo feliz han tomado nombres e ideas de la novela:

Existen diferentes elementos en común entre La isla y Un mundo feliz, usados con diferentes connotaciones en cada una:

Muchas personas han encontrado en la obra una premonición de lo que ha terminado siendo el mundo. Este parecido se basa, entre otros motivos, en la aceptación que la sociedad hace de su esclavitud gracias a los medios de comunicación, la tecnología… (lo que en el mundo descrito por Huxley sería el soma). Además, también se han encontrado en el libro referencias a la fecundación in vitro (los niños se fabrican en serie) y la realidad virtual.[2]

Por otra parte, la sociedad que se describe en Un mundo feliz está dominada por los avances científicos y tecnológicos y las drogas, que anulan las emociones básicas del ser humano.[3]

También podemos encontrar lo que podría ser una referencia al turismo en zonas subdesarrolladas (cuando Lenina y Bernard viajan a Malpaís) y de la imagen de superioridad de los países de “civilizados” frente a los que no lo son.

El libro muestra una sociedad en la que todo el mundo realiza su trabajo felizmente, aunque sean desagradables, con una tendencia al conformismo y en la que las mismas cosas que entretienen a la sociedad son las que les mantienen controlados (redes sociales, prensa, entretenimiento…). Esta sociedad, además, está controlada por el placer, representado por el soma, y la gente evita hacer o ver cosas que les parecen desagradables; la mayoría de la gente solo se preocupa por temas triviales y deja de lado otros más importantes, lo que se podría comparar con el actual auge de la televisión basura. Además también nos muestra el fenómeno de la desinformación, causada por el gran flujo de información que recibimos diariamente.

La primera traducción al castellano fue la realizada por Luys Santa Marina para el editor Luis Miracle en 1935, en su colección Centauro. Esta traducción fue la de referencia en español hasta la realizada para Plaza & Janés en 1969 por Ramón Hernández.



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