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Uranismo



Los términos uranismo y uranista se usaban en el siglo XIX para aludir a la homosexualidad masculina. Se cree que la palabra proviene de una adaptación al inglés del vocablo alemán Urninge ("uranista"), que publicó por primera vez el activista Karl Heinrich Ulrichs en 1864 y 1865 en una serie de cinco folletos que se recopilaron con el título Forschungen über das Räthsel der mannmännlichen Liebe (Investigaciones sobre el misterio del amor entre varones). Ulrichs desarrolló su terminología antes de que surgiera, en 1869, el término homosexual, en un panfleto publicado de forma anónima por Karl-Maria Kertbeny.[cita requerida]

El término uranista lo adoptaron rápidamente los partidarios de habla inglesa de la emancipación homosexual en la época victoriana (por ejemplo, Edward Carpenter y John Addington Symonds), quienes lo usaron para describir un amor de camaradería que daría como resultado la verdadera democracia, uniendo los «estratos excluidos de la sociedad» y acabando con las barreras de clase y de género. El término también tuvo éxito entre un grupo de graduados en estudios clásicos de Oxford y de Cambridge entre 1870 y 1930. Los escritos de este grupo se conocen ahora como «Poesía uranista». También se ha incluido en el uranismo la obra de Henry Scott Tuke y de Wilhelm von Gloeden.[cita requerida]

La palabra alude a El banquete, de Platón, un discurso sobre Eros. En este diálogo, Pausanias distingue dos tipos de amor, simbolizados por dos versiones diferentes del nacimiento de Afrodita, la diosa del amor. En la primera, nació de Urano (El cielo), un nacimiento en el que «no tomaba parte la mujer». Esta Afrodita uránida se asocia con un amor noble por los jóvenes y es la fuente del término uranista que aparece en la obra de Ulrichs. En la segunda versión, Afrodita es la hija de Zeus y de Dione, y esta Afrodita se asocia con el amor común que «es apto para dirigirlo a mujeres y a jóvenes y es del cuerpo más que del alma». Ulrichs da el nombre de dionistas, por Díone, a los hombres a los que habitualmente les atraen las mujeres. Sin embargo, a diferencia de la versión platónica del amor masculino, Ulrichs entiende que los uranistas masculinos son esencialmente femeninos y los dionistas masculinos son de naturaleza masculina. John Addington Symonds, uno de los primeros en adoptar el término uranista en inglés, fue alumno de Benjamín Jowett, el más importante popularizador de Platón en la época victoriana, y estaba muy familiarizado con El banquete.[cita requerida]

No obstante, se ha argumentado que esta etimología, al menos para los países angloparlantes, no está relacionada con la que acuñó Ulrichs. En su volumen Deseos ocultos: Los uranistas más importantes, Michael M. Kaylor escribe:

Ulrichs llegó a la comprensión de que no todas las personas que externamente presentan un cuerpo masculino con atracción sexual por los hombres eran de naturaleza femenina. Por ello, desarrolló un eje triple más complejo para la comprensión de la variación sexual y de género: orientación sexual (atraído por hombres, bisexual o atraído por mujeres), conducta sexual preferente (pasivo, sin preferencias o activo) y características de género (femenino, intermedio o masculino). Con frecuencia pero no siempre, los tres ejes estaban vinculados: el mismo Ulrichs, por ejemplo, era Weibling (femenino) Urning (homosexual) y prefería desempeñar un rol sexual activo.[cita requerida]

Algunos términos relacionados:

El Urningthum, la «homosexualidad masculina» (o urnische Liebe, amor homosexual) se explicaba mediante los siguientes términos:



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