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Vicente Nieto



- Tres sucesivos:

Vicente Nieto de las Viñas y García Sánchez de Valencia y González[1]​ o bien Vicente Nieto de las Viñas o simplemente Vicente Nieto (España, 1769Potosí, 15 de diciembre de 1810) era un militar y burócrata realista español, nombrado brevemente como gobernador de Montevideo a mediados de 1809, y a finales del mismo año, sería asignado presidente de la Real Audiencia de Charcas y por ende gobernador intendente de Chuquisaca, hasta que fuera depuesto y fusilado por formar parte de la contrarrevolución a la emancipación de las Provincias Unidas del Río de la Plata.[2]

Vicente Nieto de las Viñas había nacido en el Reino de España en el año 1769 pero no se ha documentado el lugar exacto de nacimiento ni sus orígenes familiares. Podría haber nacido en la ciudad de Salamanca adonde su padre homónimo era regidor hacia 1777.[3]

Hizo una larga carrera militar en España, luchó contra Francia en 1791 en varias batallas, hasta la paz de Basilea.

En 1795 pasó al Alto Perú, y en 1801, acompañó al virrey Joaquín del Pino y Rozas a tomar posesión del Virreinato del Río de la Plata. Estuvo a cargo de la guarnición militar de Buenos Aires hasta la llegada del virrey Rafael de Sobremonte. Sirvió a órdenes de este último en Montevideo, y en Buenos Aires como administrador del monopolio del tabaco, jefe de policía rural, e inspector de guerra y marina. A principios del gobierno de Sobremonte, fue nombrado gobernador de Potosí, pero no llegó a ocupar el cargo.

Al producirse las invasiones inglesas, luchó a órdenes de Santiago de Liniers. Se incorporó a uno de los regimientos de peninsulares, con los cuales luchó en la defensa.

De regreso en España, volvió a actuar contra los franceses, participando en la batalla de Río Seco en 1808. Ese mismo año fue enviado nuevamente al Río de la Plata, acompañando la llegada del nuevo virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros. Antes de que este se instalara en Buenos Aires, nombró a Nieto en forma interina como gobernador político y militar de Montevideo —cargo que estaba subordinado a la intendencia de Buenos Aires— el 15 de julio del corriente pero el cual ocuparía hasta diciembre, ya que fuera mandado a una expedición al Alto Perú.

En el norte del virreinato, a finales de mayo de 1809, había estallado la Revolución de Chuquisaca, por lo cual el virrey rioplatense Baltasar Hidalgo de Cisneros nombraría al general Nieto presidente de la Real Audiencia de Charcas, y por consiguiente gobernador intendente de Chuquisaca, el 30 de septiembre. Se puso en camino el 4 de octubre, con bastantes fuerzas militares, e incorporó otras en Salta y ocuparía el cargo en cuanto llegara a Potosí, hecho que aconteció el 14 de diciembre del citado año.[4]

Reprimió con fuerza y severidad la revolución, que ya se había extendido a Cochabamba y La Paz. Esta última rebelión no fue aplastada por él, sino por el general José Manuel de Goyeneche, enviado por el virrey del Perú -que por otra parte no tenía atribuciones para hacerlo-. Mientras Nieto ordenaba penas de prisión, y dejaba a los sospechosos en libertad, Goyeneche ahogó La Paz en sangre. Atacó la ciudad, causando centenares de muertos, y dictó decenas de penas de muerte.

Estas noticias llegaron tergiversadas a Buenos Aires: se sabía que Nieto había ido a derrotar la revolución, que lo había hecho, y que se habían dictados muchas penas de muerte. Los revolucionarios interpretaron que Nieto era culpable de los hechos causados por Goyeneche. Mientras tanto, en 1810, Nieto fue ascendido a mariscal de campo.

Cuando llegó la noticia de la Revolución de Mayo en Buenos Aires, rechazó la autoridad de la Primera Junta. Envió al capitán de fragata José de Córdoba y Rojas a frenar el avance del Ejército del Norte enviado por las autoridades revolucionarias porteñas para auxiliar a las provincias del Alto Perú. Córdoba logró derrotar a los americanos en el combate de Cotagaita, pero fue completamente vencido en la batalla de Suipacha.

Todo el Alto Perú quedó en manos independentistas, ya que todas las fuerzas disponibles, por otra parte muy escasas, habían sido enviadas a Suipacha.

Al llegar el Ejército enemigo hasta Chuquisaca, tenía la retirada cortada por la victoria independentista en la batalla de Aroma —cerca de Oruro— de modo que Nieto fue capturado.

A propuesta de los miembros más revolucionarios de la Primera Junta -Mariano Moreno y Juan José Castelli- y en represalia por las ejecuciones llevadas a cabo por los realistas de los líderes de la revolución de Chuquisaca y La Paz en 1809, la Junta había ordenado la sentencia de muerte de los contrarrevolucionarios. Castelli, jefe político del Ejército y enviado de la Primera Junta, llevaba consigo dicha sentencia de muerte.

Nieto y sus compañeros realistas, José de Córdoba y Rojas y Francisco de Paula Sanz -el gobernador de Potosí- fueron ejecutados el 15 de diciembre de 1810 en la Plaza Mayor de Potosí, luego de que se negaran a jurar obediencia a la Junta. El obispo de La Paz y Goyeneche también estaban sentenciados a muerte si eran capturados.


(y presidente de la Real Audiencia de Charcas)
1809 - 1810



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