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Video nasty



Una Video nasty (en plural Video nasties) es una película incluida en un listado de títulos cuya distribución en videocinta o videocasete fue prohibida por las autoridades censoras del Reino Unido. El término coloquial Video nasty (que se podría traducir como repugnancia videográfica) fue acuñado en 1982. Algunas de estas películas fueron distribuidas posteriormente con diversos cortes en su metraje impuestos por la censura.

Las películas oficialmente consideradas como Video nasty son 39, aunque otras han sido erróneamente consideradas tales, como La naranja mecánica de Stanley Kubrick, en realidad retirada de la circulación por el propio director tras sufrir amenazas de muerte.

La censura cinematográfica en el Reino Unido se halla a cargo del BBFC (British Board of Film Classification, oficina británica para la clasificación de películas). El BBFC había sido fundado en 1912, con la finalidad de clasificar las películas para su distribución en cines en el conjunto del Reino Unido. Sin embargo, fueron durante largo tiempo los consejos locales quienes tenían la última palabra frente a las recomendaciones del BBFC.

La expresión Video nasty (repugnancia o asquerosidad videográfica) es utilizada por este organismo del Ministerio del Interior Británico para denominar a aquellas películas que pretenden ser lanzadas en vídeo y cuentan con un contenido sexual y/o violento muy explícito, no siendo aprobadas siquiera para una censura parcial, sino retiradas de la circulación en su integridad. Esto es así desde el gobierno conservador encabezado por Margaret Thatcher entre 1979 y 1990,[1]​ aunque la prohibición de distribuir estas películas se ha ido suavizando a posteriori, permitiendo su distribución con algunos cortes.

Cuando se introdujo el vídeo doméstico, Las Major o grandes productoras y distribuidoras de cine fueron reacias inicialmente a distribuir sus películas en el nuevo formato videográfico, ante las facilidades que se otorgaban a la hora de elaborar copias piratas. El mercado videográfico se vería entonces inundado con películas de terror de bajo presupuesto. En la época en la que se introdujeron las grabadoras de vídeo doméstico en el Reino Unido, durante la década de 1970, no existía una legislación específicamente diseñada para regular el contenido de los vídeos, se empleaba la Obscene Publications Act 1959, que había sido enmendada en 1977 para cubrir el cine erótico no pornográfico.

A comienzos de la década de los 80, cuerpos policiales como la policía del Gran Mánchester (Greater Manchester Police) dirigida entonces por el devoto cristiano James Anderton, incrementaron sus redadas en videoclubes, incautando títulos que juzgaban podían tener un contenido obsceno. Sin embargo, la elección de los títulos incautados llegaba a ser muy arbitrario, una redada famosa fue la que incluyó la incautación de una copia de la comedia musical La casa más divertida de Texas (The Best Little Whorehouse in Texas, 1982), protagonizada por Dolly Parton y Burt Reynolds. Se creyó que podía ser pornografía, pues el irónico título original de la película se podría traducir como El mejor burdel de Texas o La mejor casita de putas de Texas.

Estas situaciones provocaron alarma entre los distribuidores de vídeo, que pidieron que se estableciera claramente que películas podían ser o no confiscadas por las autoridades.

La polémica pública sobre la libre distribución de esta clase de vídeos comenzó en los inicios de 1982, cuando Vipco (Video Instant Picture Company), distribuidora en el Reino Unido de The Driller Killer, una película slasher dirigida por Abel Ferrara en 1979, pagaron una página completa en varias revistas para anunciar la portada del vídeo, en la que se veía al asesino del título taladrar el cuerpo de una de sus víctimas; Unos cuantos meses después de la salida de aquel vídeo, los distribuidores del controvertido film caníbal italiano de 1980 Holocausto caníbal (Cannibal Holocaust), en un esfuerzo por promocionar la película tras su salida al mercado, escribieron anónimamente a Mary Whitehouse, de la National Viewers' and Listeners' Association (Asociación Nacional de Espectadores y Lectores) sobre su propio film. Whitehouse inició una campaña pública y acuñó el término video nasty. [2]

A las peticiones de autorregulación del sector videográfico se sumó el furor de sectores sociales y religiosos hacia ciertas películas distribuidas en vídeo, provocando la introducción de la Video Recordings Act 1984, que imponía un estricto código de censura hacia aquellas películas que pretendieran una autorización administrativa para ser distribuidas en vídeo. Ante las sugerencias de la National Viewers' and Listeners' Association, el político del Partido Conservador Británico Graham Bright introdujo una iniciativa parlamentaria en la Cámara de los Comunes en 1983. Esta pasó a ser la Video Recordings Act 1984 que tendría efecto a partir del 1 de septiembre de 1985.

Desde 1984 se incluyó en el manual de la BBFC como ejemplo a seguir para clasificar a una película como Video nasty el largometraje El destripador de Nueva York (Lo squartatore di New York/New York Ripper, 1982), obra del realizador de cine fantástico y de terror Lucio Fulci. En ella, el asesino del título escoge invariablemente como sus víctimas a mujeres bellas y sexualmente liberadas, con las que se ensaña con brutalidad, empleando armas blancas y otros objetos cortantes; las secuencias del film presentan la violencia de forma gráfica y se recrean con detenimiento en los más mínimos detalles; se incluyen considerables dosis de un sexo más bien insano (al menos para los rectores del BBFC), como prostitución, bondage, sadismo, masoquismo, espectáculos eróticos en locales nocturnos, sexo entre una mujer casada y un gigoló contratado por esta para la ocasión... El director de la BBFC definió esta película como Una película obscenamente ofensiva que destila la más brutal misoginia proyectando toda su violencia contra la mujer.[3]​ La misoginia es, precisamente, otro de los componentes polémicos que han valido críticas a estas películas. De todos modos, la película no sería incluida en la lista oficial de Video nasties, pues no fue presentada por los distribuidores para su clasificación.

Otros títulos que figuraron en la lista, por lo general producciones italianas o estadounidenses de bajo presupuesto y temática escandalosa, fueron El asesino del taladro (The Driller Killer, 1979), de Abel Ferrara, Caníbal feroz (Cannibal ferox, 1981), de Umberto Lenzi -Esta ostenta un verdadero récord mundial, al haber sido prohibida totalmente en hasta 31 países-, I spit on your grave, La bestia en celo o La última orgía de la Gestapo.[4]

Bajo la nueva ley, el British Board of Film Censors fue renombrado British Board of Film Classification y se convirtió en el responsable para la certificación de todos los estrenos en cine y todos los lanzamientos en vídeo. Todo vídeo distribuido después del 1 de septiembre de 1985 tenía que cumplir con la Video Act y ser admitido para clasificación por la BBFC. La necesidad de dificultar que los vídeos de contenido violento cayeran en manos de menores de edad obligó a separar el proceso de clasificación, por un lado los estrenos en cine y por otro los lanzamientos en vídeo.

Con la Video Recordings Act, los vídeos incluidos en la lista podían ser perseguidos bajo la acusación de obscenidad, no obteniendo una clasificación que permitiera su estreno. Algunos films no considerados como obscenos, sí vieron como el BBFC les imponía diversas prohibiciones y cortes para permitir su estreno, como fue el caso de La matanza de Texas (The Texas Chain Saw Massacre, 1974).

Se sucedieron diversas reclamaciones desde la implantación de la Video Recordings Act 1984, se trataba de probar que la clasificación estaba sujeta a la especulación, así como el que los supuestos efectos negativos de las video nasties pudieran ser una fabricación mediática,[5]​ ese fue el caso de la conocida como the Hungerford massacre (la matanza de Hungerford) o el asesinato de James Bulger. En este último caso, los dos menores de edad que secuestraron y mataron a otro adujeron influencias de la película de 1991 Child's Play 3, perteneciente a la serie de Chucky y proporcionaron un nuevo ímpetu a la hora de restringir películas, con mensajes en los medios como quemad los vídeos peligrosos. En diciembre de 1997, el BBFC anunciaba que Nunca relajaremos nuestras pautas sobre la violencia en los vídeos, que siguen siendo las más estrictas en el mundo (has never relaxed its guidelines on video violence, which remain the strictest in the world).[6]

Sin embargo, el BBFC fue rebajando estos estándares de clasificación, especialmente al nivel de los 18 años, en respuesta a una consulta pública en el año 2000. La salida de James Ferman del BBFC pudo tener alguna relación sobre el hecho de que algunas películas largamente proscritas, prohibidas por completo para su distribución, fueran revaluadas en estos años. Es el caso de El exorcista (The Exorcist, 1973), esta fue admitida sin cortes y con una certificación de 18 el 10 de junio de 1999; algunas nasties consideradas tales oficialmente fueron admitidas en los inicios de la década de 2000 sin cortes, o con algunos cortes que restringian la violencia sexual, la violencia contra las mujeres o el maltrato animal. Muchas películas de terror estrenadas posteriormente, como las pertenecientes a las series cinematográficas Saw y Hostel, contienen brutales escenas de violencia gráfica, considerándose por muchos como violentistas o recreadas en la violencia, aunque han sido aprobadas para su estreno en salas o lanzamiento en DVD sin cortes.

En 2008, algunas películas incluidas en la lista fueron aprobadas para su lanzamiento en vídeo por el BBFC, en particular SS Experiment Camp.[7]

De acuerdo a un defecto de forma en la ley que se descubrió en agosto de 2009, la Video Recordings Act 1984 fue revocada, pero fue vuelta a redactar sin modificaciones en la nueva Video Recordings Act 2010.

La cultura popular se volvería en contra de la Video Recordings Act, incluyendo el lanzamiento en mayo de 1984 de Nasty por el conjunto de punk gótico, The Damned, quienes celebraron la condena genérica hacia las video nasties con letras como "I fell in love with a video nasty" (Me enamoré con una video nasty).

El show televisivo The Young Ones, protagonizado por Rik Mayall y Adrian Edmonson, incluyó un episodio completo titulado Nasty, en la que los personajes alquilan una videograbadora con la intención de ver una video nasty, con el evidentemente ficticio título de Sex With the Headless Corpse of the Virgin Astronaut (Sexo con el cadáver decapitado de la astronauta virgen); contaba así mismo con la interpretación del tema Nasty a cargo del ya citado grupo The Damned. En otro episodio, Bambi, el personaje del título aparece en una Disney nasty titulada Bambi Goes Crazy-Ape Bonkers With His Drill and Sex.[8]

El programa de televisión Spitting Image parodió con sus guiñoles las Video Nasties, con su sketch sobre una película de bajo presupuesto titulada nicie.

La canción de Neil Innes Mi nueva escuela (My New School, 1984) contenía una referencia a las video nasties: It's got all the charm of a video nasty/I've never been anywhere so ghastly, my new school.

La serie de 1985 Doctor Who, con el episodio titulado Vengeance on Varos se desarrollaba en los confines de un Punishment Dome (bóveda de castigo) donde un repelente delegado Alien se deleitaba exponiendo sus recuerdos sobre ejecuciones reales, desmembramientos, ahogamientos, baños de ácido; estas y otras delicias eran siendo vendidas a una apática población para mantenerla dócil y entretenida. Después de su emisión en enero de 1985, se trasladaron quejas oficiales sobre el contenido de la serie hacia la propia BBC y la emisora de radio Times. Los vídeos de la BBC (como Doctor Who) eran presentados a aquellos que se sintieran ofendidos como "Video Tasties" (delicias en vídeo).[9]

La lista DPP (DPP list of 'video nasties') fue hecha pública por primera vez en junio de 1983. La lista era modificada mensualmente debido a los procesos continuos por obscenidad contra los vídeos, ya tuvieran un resultado en contra o absolutorio. En total, 72 películas distintas aparecieron en alguna ocasión o en varias en la lista. De esas 72 películas, 39 fueron procesadas sucesivamente bajo la acusación de obscenidad, de acuerdo a la ley Obscene Publications Act. Algunos de estos films fueron posteriormente remontados para suprimir partes de su metraje consideradas obscenas y aprobadas para su distribución por el BBFC. Las 33 restantes no fueron procesadas finalmente, o la acusación se retiró tras haberse presentado y no se llegó a una resolución.

Un cierto número de films permanecieron un corto periodo de tiempo en la lista porque las acusaciones fueron rechazadas al poco tiempo de su publicación, o porque se decidió que la acusación ejercida no estaba lo suficientemente fundamentada. Últimamente (comienzos de la década de 2010), la lista parece haber quedado obsoleta al haber perdido fuerza la ley Video Recordings Act 1984; desde 2001, varios de estos films han sido admitidos para su estreno sin cortes. En la mayoría de los casos, tras la realización de cortes en el metraje por acuerdo con los propietarios de los derechosde la obra original: escenas reales de crueldad contra los animales y/o excesiva violencia contra las mujeres. Ambos tipos de situaciones siguen considerados con severidad en algún grado por el BBFC.

Películas procesadas bajo acusación de obscenidad

También conocida como Horrible; The Monster Hunter; Anthropophagus 2. Distribuida con cortes de 2m 32s en 1983, pero retirada después del mercado tras la aprobación de la VRA en 1984, nunca ha sido readmitida para su clasificación. Ha sido distribuida en Estados Unidos con el título Horrible.

También conocida como Anthropophagous; Antropófago; Gomia, Terror en el Mar Egeo; Man Beast: Man-Eater; The Savage Island. Distribuida con aprox. 3m de pre-cortes como "The Grim Reaper" en 2002. Ha sido distribuida en los Estados Unidos sin cortes, con el título Antropophagus: The Grim Reaper.

Aunque su distribución fuera autorizada finalmente, se trata de una de las películas con un mayor contenido de violencia y más prohibidas de las que figuran en esta lista. Una campaña publicitaria que hacía hicapié en los aspectos más extremos del film facilitó su prohibición total en hasta 31 países, cifra muy superior a la de, p.ej. Holocausto canibal. Distribuida con, aprox. 6m de pre-cortes, más 6s de cortes adicionales en 2000. Es la única película a la que, tras una revisión posterior, le han sido impuestos más cortes de los que ya tenía en su distribución anterior.

Distribuida en 2001 con 5m 44s de cortes con el fin de retirar escenas de violación a mujeres y de crueldad contra animales.[10]​ En el montaje original, uno de los actores llegaba a disparar contra un cerdo con una escopeta. El propio realizador Ruggero Deodato lamentaría posteriormente las escenas reales de tortura y muerte de animales que su película incluyó. Sin embargo, una nueva versión fue aprobada con solo 15s de cortes en 2011.

Única película de producción íntegramente española en la lista, también hay algunas coproducciones como No profanar el sueño de los muertos o Terror caníbal. Dirigida en 1971 por Eloy de la Iglesia, con un inusual Vicente Parra en el papel principal, lejos ya la época en la que interpretó al Rey Alfonso XIII. La película no contiene escenas de canibalismo pese al engañoso título internacional, sí de desmembramientos, pero estos tienen lugar fuera de plano. Distribuida con cortes de tan solamente 3s en 1993.

Distribida con cortes en 1999, redistribuida sin cortes en 2002, ahora es fácilmente accesible al ser considerada de dominio público.[11][12][13][14]

Primera versión de La última casa a la izquierda, dirigida por Wes Craven en 1972. No debe confundirse con su posterior remake. Se rechazó concederle una certificación inicialmente, autorizando su distribución con 31s cortados en 2002. Aprobada sin cortes el 17 de marzo de 2008.

Distribuida con 23s de cortes en 1999, redistribuida sin cortes en 2005)

Películas cuya acusación fue retirada

También conocida como Seven Doors of Death, estrenada en España como El más allá. Reestrenada sin cortes en 2001.

Esta película de Tobe Hooper, siguiente que realizó tras La matanza de Texas, no debe confundirse con el film caníbal de Umberto Lenzi Mangiati vivi!, distribuido internacionalmente como Eaten Alive!, título similar al original de la película de Hooper. Fue reestrenada sin cortes en 2000.

Coproducción hispanoitaliana dirigida por el español Jorge Grau en 1974 y con rodaje en el propio Reino Unido. También conocida como The Living Dead at Manchester Morgue (Reino Unido), Let Sleeping Corpses Lie o Don't Open the Window. Aprobada con 2m de pre-cortes en 1985, redistribuida sin cortes en 2002.

Aunque se piensa comúnmente que forman parte de la lista DPP, los siguientes dos títulos nunca han aparecido hasta la actualidad (2012) en la lista oficial de nasties:

Todos estos films han sido clasificados para mayores de 18 años. Un gran número de estas películas han causado controversia adicional debido al diseño de su carátula, idéntico o similar a la de los pósteres originales del estreno en cines, o a la de las carátulas originales que tuvieron en los videoclubes a comienzos de la década de los 80.

To try and fasten any responsibility on art as the cause of life seems to me to put the case the wrong way around. Art consists consists of reshaping life but it does not create life, nor cause life. Furthermore, to attribute powerful suggestive qualities to a film as at odds with the scientifically accepted view that, even after deep hypnosis, in a posthypnotic state, people cannot be made to do things which are at odds with their natures.

(Tratar con rapidez de cargar con responsabilidades al arte sobre lo que suceda en la vida real me parece un punto de vista equivocado sobre esto. El arte consiste en reinterpretar la vida, pero no crea la vida, no ocasiona la vida. Además, atribuir cualidades como poder de sugestión a una película es extraño respecto al punto de vista científicamente adoptado respecto a ello, después de una hipnosis profunda, en un estado posthipnótico, la gente no puede cometer actos que choquen con su propia naturaleza).[16]

En el documental televisivo Stanley Kubrick's Boxes (2008), dirigido por Jon Ronson, producido tras la muerte del realizador neoyorquino y exhibido en España a través de la televisión por cable, los autores del reportaje examinaron el material existente en unas cajas que Kubrick conservaba en su propiedad, y que la familia del realizador autorizó que fueran examinadas por los expertos. Entre estos materiales, se hallaban cartas enviadas por aficionados al cine que escribían a Kubrick opinando sobre sus películas. Kubrick clasificaba con minuciosidad estas misivas, realizando anotaciones sobre lo potencialmente peligrosas que pudieran ser las intenciones del remitente. Los autores del documental localizaron a uno de aquellos que escribieron a Kubrick, un antiguo guionista televisivo ya retirado del medio, y le entrevistaron. Este apenas recordaba ya aquella anécdota, pero en aquel entonces admiraba tanto a Kubrick que había llegado a sentirse molesto con él por no poseer su talento.[17][18][19][20]

La película sí que sería exhibida con serias amputaciones en su metraje, cuando era autorizada, en diversos países, como fue el caso de la España franquista.

La película fue lanzada sin cortes en VHS y DVD en el Reino Unido después de la muerte de Kubrick, ocurrida en 1999.

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