Vladímir Davídovich Áshkenazi (ruso: Влади́мир Дави́дович А́шкенази) (Gorki, 6 de julio de 1937) es un pianista y director de orquesta de origen ruso. Nacionalizado islandés, vive en la actualidad en Suiza.
Áshkenazi nació en Nizhny Nóvgorod que entonces se llamaba Gorki (URSS), en una familia de padre judío askenazí y madre rusa ortodoxa. Empezó sus estudios a los seis años. A los 18 años de edad entra al Conservatorio Chaikovski de Moscú para estudiar con Lev Nikoláyevich Oborine. Graduado en el Conservatorio de Moscú, ganó el segundo premio en el Concurso Internacional de Piano Frédéric Chopin en Varsovia en 1955, detrás del pianista polaco Adam Haraziewitz. Al año siguiente gana el primer premio en el Concurso Reina Elisabeth en Bruselas de 1956. Estos galardones le abrieron las puertas para que las autoridades soviéticas le permitieran actuar en occidente. Su consagración definitiva vino en 1962 cuando compartió el primer premio en el Concurso Internacional Chaikovski con el pianista británico John Ogdon.
Con 26 años, Ashkenazy abandonó la URSS y se refugió en el Reino Unido. Esa decisión le llevó luego a Islandia donde se casó y, finalmente, a Suiza, donde reside actualmente.
Tras su segundo premio en el Concurso Chopin, Deutsche Grammophon le contrató y el pianista grabó algunos discos para esa marca, tras lo cual Áshkenazi recaló en la discográfica inglesa Decca, de la que es artista exclusivo, y con la cual saltaría definitivamente a la fama tanto como pianista y director de orquesta.
Vladímir Áshkenazi es conocido por sus interpretaciones de compositores rusos y del periodo romántico. Ha grabado los 24 preludios y fugas de Dmitri Shostakóvich, El Clave Bien Temperado de Bach, las sonatas de Aleksandr Skriabin, las obras completas para piano de Rajmáninov, Frédéric Chopin y Robert Schumann, las sonatas para piano de Beethoven, así como los conciertos para piano de Mozart, Beethoven, Béla Bartók, Serguéi Prokófiev. También ha tocado y grabado música de cámara.
Poseedor de una técnica depurada y una musicalidad exquisita, su repertorio (en su faceta como solista al piano) abarca prácticamente toda la literatura pianística del clasicismo a nuestros días. Es un excelente intérprete de Mozart, Beethoven (de cuyas Sonatas para piano ha realizado una grabación integral, así como de las Sonatas para violín y piano, esta vez como acompañante de Itzhak Perlman, y de los conciertos para piano y orquesta), Prokófiev y Shostakóvich. Sin embargo, su autor predilecto es Chopin, del que ha hecho una grabación de sus obras completas considerada de referencia por la crítica.
Áshkenazi también se dedica a la dirección de orquesta. Ha sido particularmente alabado por sus grabaciones de Jean Sibelius, Rajmáninov, Prokófiev, Shostakóvich y Skriabin. Dice al respecto de esta doble ocupación: “El placer que me proporciona la dirección es el mismo que el piano. La música es indivisible. Sólo que es una forma distinta de comunicar: el piano es sólo con el público y la dirección es con el público y la orquesta. Nunca lo cambié del todo. Lo combino. Y nunca lo planeé, sucedió de una forma natural."
Ha sido el director principal de la Orquesta Filarmónica Real entre 1987 y 1994, y fue el director principal de la Orquesta Filarmónica Checa entre 1998 y 2003. En 2004 tomó el puesto de director musical en la Orquesta Sinfónica NHK.
En 1989 Ashkenazi fue testigo de la caída del régimen comunista del cual había escapado. "Era otoño de 1989 cuando, después de 26 años de ausencia, fui invitado a volver a la Unión Soviética para dirigir unos conciertos con la Royal Philharmonic», recuerda el maestro. «Justo la tarde que regresé se nos comunicó que Gorbachov iba a acudir, secretamente, al apartamento de mi padre a saludarme. Pero, al final, un emisario fue el que se acercó para presentar los respetos del señor Gorbachov y excusarle diciendo que tenía una noche muy ajetreada. ¡Y tanto que lo estaba! Al día siguiente vi por televisión que el Muro de Berlín había caído, con lo que Gorbachov tuvo que anteponer su cita con Honecker a la que tenía conmigo. Nunca lo olvidaré".
Además, es director honorífico de la Orquesta Filarmónica Real y de la Orquesta Sinfónica de Islandia, y director musical de la Orquesta Joven de la Unión Europea, a la que dirige regularmente.
El 11 de abril de 2007 se anunció su compromiso para suceder a Gianluigi Gelmetti al frente de la Orquesta Sinfónica de Sídney en enero de 2009.
También ha realizado una orquestación de la suite Cuadros de una exposición de Modest Músorgski (1982).
Mientras la dirección le ha ocupado la mayor parte de su tiempo cada temporada, Ashkenazy continúa dedicándose también al piano, dirigiendo conciertos de Mozart y Beethoven en el teclado en diversas actuaciones, y también continúa sus grabaciones pianísticas como la del concierto de piano número 3 de Rautavaara (obra encargada por él) y las transcripciones de Rajmáninov.
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