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Andrés Hurtado García



Licenciado Universidad del Valle

Colombia secreta (Unseen Colombia), 2004.

Caminando Colombia (Trekking Colombia), 2012.

Andrés Hurtado García (1941) es un periodista, ecologista y fotógrafo colombiano oriundo de la ciudad de Armenia, Colombia. Pertenece a la comunidad de los Hermanos Maristas. Es docente del Colegio Champagnat de Bogotá en donde dicta su cátedra en grados superiores. Licenciado de la Universidad del Valle y Doctor en Literatura de la Universidad Complutense de Madrid (UCM)[1]​(1976), graduado con la tesis: La novelística de la violencia en Gustavo Álvarez Gardeazábal, periodista con título del Ministerio de Educación Nacional de Colombia, guía de turismo del Servicio Nacional de Aprendizaje SENA y reconocido fotógrafo de naturaleza desde hace más de 50 años.

Es un periodista independiente, amante de la naturaleza, que desde hace 50 años promueve la preservación del Medio Ambiente bajo la premisa de "conocer para amar y amar para preservar". Sin duda alguna es él quien mejor conoce la geografía colombiana gracias a sus frecuentes travesías por la mayoría de los parajes colombianos, desde las costas hasta las cumbres nevadas sin dejar de lado la selva y los llanos.

Ha ganado numerosos premios nacionales e internacionales de periodismo y Medio Ambiente, incluido el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar. Tiene una columna quincenal en el diario El Tiempo, y una semanal en el diario La Patria y es escritor de varias revistas nacionales y del exterior relacionadas con el Medio Ambiente.[2]​ Aunque menos conocidos, son también de destacar sus artículos literarios en revistas y textos académicos.

En Manizales unos espiritistas lo declararon reencarnación de Ramaputra Rawalpindii que fue un monje sabio y santo que vivió en los bosques del Himalaya al norte de la India en el siglo VIII. Tiempo después monjes de Nepal y de Bután le hicieron la misma declaración. [3][4]

Nació y creció en Armenia, hijo de una familia cafetera. Desde muy pequeño sus padres le inculcaron el amor a la naturaleza. Su madre con la historia que "El arcoíris se traga las personas en su contacto con la tierra" motivó al niño Andrés a salir al campo y perseguir el arcoírirs. Después que el retornara sin haber encontrado nada le decía:

"Las cosas más importantes siempre están más lejos".[5]

Junto a las historias de mulas desbocadas, tigres, aguacero, estrellas y montañas que contaba su padre que fue arriero en su juventud, Andrés creció motivado por descubrir la naturaleza.

A la edad de cuatro años se perdió remontando el río Quindío y fue encontrado después de una intensa búsqueda. A los siete años, subió a la cumbre del Nevado del Ruiz en compañía de los Scouts del Colegio San José de Armenia. A esta misma edad comenzó su familiaridad con las arañas, y a los siete años hizo su pequeño descubrimiento que describió así: "Ningún animal venenoso pica el suelo sobre el que asienta a menos que se alimente de ese suelo. Mis manos son su suelo. ¡Elemental!"[6]​. Esta aseveración se refiere a animales terrestres, como arañas, escorpiones y escolopendras. Aplicando el principio de que estos animales no pican el suelo, jugaba con las arañas plataneras[7]​ sin saber claramente el peligro que entrañan.

Desde joven Andrés se percató de su vocación para la enseñanza, se unió a la Comunidad de Hermanos Maristas y se ha dedicado a la educación. He aquí su explicación:

"Yo estudiaba con los Hermanos Maristas en el Colegio San José de Armenia. Allí estuve en la tropa scout con el Hno. Pío Miguel. Era un hombre de un profundo amor a la Naturaleza y yo quería ser como él. Así de sencillo, de entrada. Los años me enseñarían que escogí bien. Ser educador es el más bello oficio de los hombres. Cuando Dios se hizo hombre no se hizo periodista ni mucho menos senador de la república. ¡Qué tal!  Se hizo Maestro" [8]

Como docente ha formado más de 50 líderes ambientales a nivel Colombia y mundial. Trabajo que ha logrado gracias a su ejemplo de profundo amor a la naturaleza, a sus escritos de prensa, a sus conferencias con proyección de diapositivas sobre sus viajes a muchos de los cuales ha llevado a sus amigos y a quienes han querido acompañarlo y a la implementación de Proyectos Educativos Ambientales importantes, como la gestión de salidas ecológicas para todos los grados del Colegio Champagnat de Bogotá siguiendo su lema de "Champagnat Ama la Tierra".

En las clases de literatura y cultura general que imparte a los jóvenes de último año del Colegio Champagnat de Bogotá les infunde un gran amor a la naturaleza, un gran sentido de pertenencia a la tierra y un profundo sentido de comunión con todos los seres del universo. Se ha convertido en un himno de sus estudiantes el poema de Pedro Bonifacio Palacios (Almafuerte) titulado: "¡Piu Avanti!"[9]

No te des por vencido, ni aun vencido,

no te sientas esclavo, ni aun esclavo;

trémulo de pavor, piénsate bravo,

y arremete feroz, ya mal herido.

Ten el tesón del clavo enmohecido

que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;

no la cobarde intrepidez del pavo

que amaina su plumaje al menor ruido.

Procede como Dios que nunca llora;

o como Lucifer, que nunca reza;

o como el robledal, cuya grandeza

necesita del agua y no la implora…

Que muerda y vocifere vengadora,

ya rodando en el polvo, tu cabeza!

Es famoso por haber dado a conocer nacional e internacionalmente una de las maravillas naturales de Colombia que se encuentra en la Sierra de la Macarena, Caño Cristales. Él lo llamó "El Río de los Cinco Colores", "el río donde se derrritió el arcoiris", "el río más bello del mundo", "el río que se escapó del paraíso cuando ocurrió aquello" habiendo sido el explorador que con sus fotos del año 1977 hizo reconocer este lugar de ecoturismo colombiano.[10]​ Igualmente hizo conocer en Colombia "La Puerta de Orión" (Guaviare) a la que él llamó la roca más bella de Colombia. También hizo conocer profusamente en el país el raudal de Jirijirimo que ya había sido visitado en 1941 por el científico-explorador norteamericano Richard Evans Schultes.

Parte de su vida, conocida de antaño por su especial habilidad y conocimiento del manejo de arañas y escorpiones, ha sido relatada por el escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal en su novela El Bazar de los Idiotas (1974) y que fue telenovela de Caracol en 1984 con María Eugenia Dávila como actriz principal.

Es uno de los pioneros del ecoturismo en Colombia y también uno de los impulsores del montañismo colombiano. Es el pionero de la educación ambiental escolar en Colombia. Actualmente es organizador de la Semana de la Montaña, ciclo anual de conferencias y exposiciones de montaña y vida al aire libre que se realiza en Bogotá y que en el 2019 llegó a su XXII versión. Cada año además del tema de la montaña se le adiciona un componente ecológico y así se ha celebrado la Semana de la Montaña y del páramo, de los bosques de cordillera, del mar, de la fauna, de la flora, del desierto, de los ríos, de la Antártida, y en el año 2019 el componente ecológico fue el Páramo de Pisba: 200 años de la ruta libertadora[11]​. A la semana de la montaña que se realiza en el Colegio Champagnat de Bogotá asisten invitados los más importantes alpinistas del mundo: Kurt Diemberger, Juanjo Sansebastián, Carlos Soria Fontán, Iván Vallejo, Ramón Portilla, Chus Lago, Sebastián Álvaro (director del famoso programa de Televisión española llamado "Al filo de lo imposible"... Fue además asesor de la Revista Viajes & Aventura[12]​. Y en España fue redactor de la revista La Estafeta Literaria y escribió reportajes para el periódico "YA", editado en Madrid. Ambos, revista y periódico, ya desaparecidos.

En torno suyo se han desarrollado grupos de guías de naturaleza como Caminantes del Retorno[13]​ y Colombia Secreta[14]​ de la cual es fundador y asesor actual. Desde allí sigue divulgando su amor por la naturaleza y mostrando las bellezas de Colombia en los viajes que periódicamente programa por el territorio nacional [15]​.

Ha sido víctima de dos intentos de atentado contra su vida, por su labor como promotor ambiental. Y es frecuentemente invitado como conferencista en Colombia y en diferentes países especialmente de Europa, habiendo dado conferencias en el Ateneo de Madrid.[4]​ En el año de 1974 con presencia de todo el cuerpo diplomático hispanoamericano la conferencia de Andrés versó sobre los 50 años de la aparición de la Vorágine de José Eustasio Rivera.

Andrés resalta como lo más importante del ecoturismo el Silencio, escuchar atentamente el sonido de las cosas. [4]​. Para él es axiomático el pensamiento de Pierre Teilhard de Chardin: "Dejadme sentir la inmensa música de las cosas".

Andrés es catalogado junto a Jorge Ignacio "El Mono" Hernández Camacho como el padre de la ecología en Colombia según la Revista Tertulia Tropical.[16]

En España se vinculó a la escuela la Escuela Nacional de Alta Montaña de Madrid, filial de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME). Donde rápidamente se convirtió en asesor y profesor de escalada.

Ha subido diversos picos en África, Europa, Asia y Sudamérica. Para él el montañismo no es un deporte sino una filosofía. En Colombia ha subido el Nevado del Ruiz 38 veces.

Filmando la escalada invernal de Esteban Vicente al Naranjo de Bules en febrero de 1977, Andrés rodó 200 metros por la pared vertical de la montaña; tuvo varias heridas graves.

El 18 de julio del año 1982 (durante el mundial de Fútbol de España) sufrió una caída por una grieta en el Nevado del Ruiz, donde permaneció 3 días en la nieve.

En el año de 1964, queriendo someterse a la prueba de la soledad permaneció en la cumbre del Nevado del Quindio completamente solo durante 15 días, únicamente con la carpa, una olla y la comida. No llevó libros, ni radio, ni revistas, al estilo de Henry David Thoreau, que ha sido uno de los grandes filósofos y escritores que más han influido en su vida. En la década de 1960 fundó el Cali el Club de Montañismo del Colegio de San Luis Gonzaga que fue el primer club de montaña de Colombia y con el cual exploraron y escalaron muchas montañas en Colombia. Predilección especial de Andrés son los volcanes y así durmió en el cráter del Azufral, del Nevado del Ruiz, del Nevado del Cumbal y del Galeras. En estos dos últimos vivió aventuras que pudieron terminar en tragedia.

Gracias a unas fotografías suyas, Jackeline Kennedy declaró el raudal de Jirijirimo como uno de los lugares más hermosos del mundo.[5]

Participó en el 2005 en la exposición "¿Se acabó el rollo?" sobre el libro "Historia de la fotografía en Colombia 1950-2000" en el Museo Nacional de Colombia[17]​, exposición que nace de una investigación del crítico de arte Eduardo Serrano. Ha tomado más de 3 millones de fotografías análogas y más de 10 millones de fotos digitales de Colombia y del mundo.[5]​ Muchas de sus fotografías se han publicado y se siguen publicando en innumerables periódicos y revistas de Colombia y del mundo.

En varios países como España y China se han hecho exposiciones de sus fotografías sobre Colombia. Así lo relató la embajada de la República Popular China en Colombia: "La exposición "Colombia Secreta y Maravillosa", con 37 obras del fotógrafo colombiano Andrés Hurtado García, se inauguró el día 24 de junio [2006] en la Biblioteca Nacional de China, ubicada en Beijing" [18]

Igualmente tiene proyecciones de sus fotografías los últimos viernes de cada mes en el Colegio Champagnat de Bogotá. Allí presenta las fotos tomadas en diferentes parajes naturales y ciudades de Colombia y del mundo.

Andrés ha publicado con Villegas Editores tres libros de lujo:

Otros libros son los siguientes:

Coautor de fotografías de los siguientes libros entre otros:

La Vorágine de José Eustasio Rivera es uno de los libros que Andrés Hurtado García sabe al pie de la letra, además de muchas poesías de la literatura colombiana. Puedes ver una página de la Vorágine recitada por Andrés en Youtube.[4]

Andrés Hurtado es uno de los Colombianos que ha recibido más condecoraciones en el país, habiendo recibido más de treinta premios importantes y siendo declarado en varias de ellas "excepcional y fuera de concurso".

Entre otras:




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