Antonio Vaquero Poblador cumple los años el 25 de marzo.
Antonio Vaquero Poblador nació el día 25 de marzo de 1933.
La edad actual es 90 años. Antonio Vaquero Poblador cumplirá 91 años el 25 de marzo de este año.
Antonio Vaquero Poblador es del signo de Aries.
Antonio Vaquero Poblador nació en Badajoz.
Antonio Vaquero Poblador (Badajoz, 25 de marzo de 1933-ibidem, 3 de febrero de 2004) fue un pintor e ilustrador español de corte expresionista, básicamente autodidacta, considerado por el historiador y crítico de Arte Juan Antonio Gaya Nuño como un artista «auténtico en marcha ascensional, cuya obra es superior al promedio de cuanto se ve hoy [1959] por Madrid».
Junto con Francisco Pedraja y Guillermo Silveira, formó parte del reducido grupo de artistas afincados en Badajoz, caracterizados por su deseo de incorporar la pintura extremeña de mediados del siglo XX –representada casi en exclusiva por el costumbrismo realista de Eugenio Hermoso y Adelardo Covarsí– al Arte de vanguardia del momento, a la que aportó su particular predilección por la representación de escenas tabernarias, paisajes urbanos de Europa del Norte, donde residió de forma discontinua a lo largo de los años 60 y 70, mendigos, niños pobres, campesinos, varias piezas de iconografía religiosa, desnudos, etc.
En su faceta de ilustrador, colaboró asiduamente en la publicación de antologías y obras específicas de autores representativos del mundo literario de la Extremadura de la época como Ángelus – Primera antología de poetas pacenses (Zafra: Diputación Provincial. 1960),Jesús Delgado Valhondo (Primera antología. Badajoz: Diputación Provincial. 1961), Manuel Pacheco (Todavía está todo todavía. Orense: Colección Marina. 1960. Poemas para leer la pintura de Vaquero Poblador. Badajoz: Bartolomé Gil Santacruz. 1991…) o el escritor y crítico de Arte del diario Hoy Antonio Zoido (Niño y Dios. Caja de Badajoz. 1985).
Como profesor de Paisaje, se incorporó al claustro de la «Escuela de Artes y Oficios Artísticos Adelardo Covarsí» de Badajoz en 1984, de la que llegó a ser director en febrero de 1989.
En el conjunto de las numerosas muestras individuales celebradas hasta ahora, destacan las dos exposiciones antológicas organizadas en la capital pacense en enero de 1989, es decir, en vida del autor y, con carácter póstumo, de septiembre a noviembre de 2007, en las que se presentaron obras realizadas entre 1955 y 1988años 50 hasta comienzos del siglo XXI, respectivamente.
y desde losEntre otros galardones, obtuvo Tercer Premio del Concurso de Pintura al Aire Libre (Badajoz, 1956),Educación y Descanso (Badajoz, 1958), Premio Especial de la XII Exposición Nacional de Pintura (Málaga, 1959), ganador del I Premio Internacional de Pintura Borinage (Bruselas, 1964), de un accésit del III Concurso de Pintura Eugenio Hermoso por Taberna, 1979. Óleo sobre lienzo, 64 x 81 cm (Fregenal de la Sierra (Badajoz), diciembre de 1984) o del Premio Nacional de Pintura Adelardo Covarsí por Figuras de otoño, 1986. Óleo sobre lienzo, 116 x 89 cm (Badajoz, febrero de 1987).
Medalla de Plata del I Concurso Regional de Pintores Extremeños (Badajoz, 1957), Primer Premio de Pintura del VIII Concurso Provincial de Arte de la Obra Sindical dePara el antes mencionado Antonio Zoido, su tercera exposición en Badajoz (Casa de la Cultura de la Plaza de Minayo, noviembre de 1959),
«de un impresionismo nervudo y armonioso», constituyó un «clarinazo de indudable inquietud» en el contexto del panorama plástico local de aquel entonces.Por su parte, con motivo de la muestra colectiva «Siete Artistas Extremeños de Vanguardia», celebrada en la sala de exposiciones de la Sociedad de Instrucción y Recreo Liceo de Mérida en marzo de 1965,
el periodista Santos Díaz Santillana escribió de los cuadros presentados:En lo personal, según la profesora Rodríguez Prieto, «era un contestatario contra todo aquello con lo que no estaba de acuerdo; que, de forma sincera y natural, nunca tuvo inconveniente en que sus opiniones fuesen conocidas e incluso publicadas».
Dentro de la misma línea, A. Cortés lo definió como «el primer hippy de Extremadura».
Antonio Vaquero Poblador fue el segundo hijo varón del matrimonio formado por el teniente de Infantería retirado Antonio Vaquero Marcos (f. 1959) y Elvira Poblador Nieto
(f. 1980), naturales de los municipios cacereños de Torrecillas de la Tiesa y Logrosán y residentes en Badajoz, más concretamente en la vivienda n.º 56 de la céntrica calle José «de Gabriel» Estenoz, en que nació a las 22:00 horas del 25 de marzo de 1933.
Tras la Guerra Civil Española (1942), se trasladó con sus padres y su hermano César a Madrid, donde al año siguiente comenzó el Bachillerato Superior en el afamado Instituto San Isidro, si bien no perdieron el contacto con la capital pacense, a la que volvieron definitivamente a comienzos de la década de los 50.
A pesar de no existir en la familia precedentes artísticos claros, el joven mostró desde muy temprana edad una notable inclinación por el dibujoJosé López Prudencio y, muy especialmente, el poeta y prosista Manuel Pacheco, que «será el responsable de abrir sus ojos al Arte, así como de alentarle y apoyarle en su búsqueda de un espacio, sobre todo en los difíciles inicios», que con regularidad se reunían en las instalaciones de Radio Badajoz, los salones de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, los martes, o la emblemática tertulia de Esperanza Segura Covarsí (sobrina del pintor), los sábados, más conocida por esta circunstancia como «el Club de los Sabáticos».
y el mundo del Arte y el espectáculo en general, lo que apenas instalado nuevamente en Badajoz lo llevó a relacionarse con no pocos de los personajes más conocidos del ambiente cultural y artístico de la ciudad, entre los que cabe mencionar a los también pintores Francisco Pedraja o Guillermo Silveira, el escritorTambién por entonces, trabajó como escenógrafo en el grupo teatral «El Retablo», fundado en Badajoz en 1953, formó parte del cuarteto musical «Tlacotalpan» y, más tarde, del dúo «Los Anva», intervino de extra en el rodaje de la película de 1957 La guerra empieza en Cuba…, al mismo tiempo que participó en diversas convocatorias tanto regionales como nacionales, en las que obtuvo sus primeras recompensas: Tercer Premio del Concurso de Pintura al Aire Libre (Badajoz, 1956), Medalla de Plata del I Concurso Regional de Pintores Extremeños (Badajoz, 1957), Primer Premio de Pintura del VIII Concurso Provincial de Arte por una obra titulada La calle (Badajoz, 1958), Premio Especial de la XII Exposición Nacional de Pintura (Málaga, 1959), entre otros.
Respecto a su paralela formación estrictamente técnica, si bien se consideró a sí mismo un pintor «autodidacta», las diversas fuentes consultadas coinciden en señalar que Vaquero Poblador no negó en ningún momento la influencia educativa del bodegonista Luis Ortiz Pizarro (Badajoz, 1883-1965), discípulo a su vez de Felipe Checa, con el que aprendió los rudimentos de la pintura al óleo, más efectiva, al menos, que la que se llevaba a cabo por entonces en la Real Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, que dejó solo dos años después de comenzar los estudios, según él, desengañado de los métodos didácticos del centro.
Pero sin duda el trabajo que le supuso una mayor notoriedad artística fue la realización en 1961 de un total de sesenta pinturas de gran formato (solo quince medían algo más de 41 m² a razón de 122 x 225 cm cada una) para la decoración de varias dependencias del antiguo Hotel Emperatriz de Mérida, inspiradas en la Augusta Emerita romana y la cultura azteca, en torno a la figura del extremeño Hernán Cortés y la colonización de México, visible en el encargo en fechas inmediatas de nuevas obras de temas y tamaños similares.
Comenzaron en ese momento una larga serie de viajes, principalmente a lo largo de los años 60 y 70, por Francia, donde estudió durante una temporada con el conocido pintor y grabador Bernard Buffet (1928-1999), Alemania, Bélgica (1961), Países Bajos o diversas ciudades escandinavas, manifiestos en numerosos paisajes de esta etapa en la que llegó a vender prácticamente todo lo que pintó (en 1964, un particular compró uno de sus personales Cristos crucificados por un importe nada desdeñable para entonces de 40 000 pesetas) o, según sus propias declaraciones, impartió clases de Pintura en la Escuela Real de Bellas Artes de Estocolmo, a la vez que se labró cierta fama como cantante, conocido con el nombre artístico de Tony, «el mejor cantante hispanoamericano [que actúa] en Suecia», que le permitió participar en un programa del principal canal de la televisión pública sueca (SVT), presentado por el popular cantante de ópera y actor Bruno Wintzell (1944-2002). Incluso el prestigioso diario Expressen le dedicó un extenso reportaje:
En todo caso, tampoco se produjo en esta etapa una pérdida completa de contacto del artista con su tierra natal, a la que regresaba con cierta asiduidad, sobre todo cada vez que se inauguraba alguna de las frecuentes muestras de su producción (solo en la Casa de la Cultura de la Diputación de Badajoz de la Plaza de Minayo expuso al menos en once ocasiones entre 1960 y 1979).
En la primavera de 1981, de vuelta en Badajoz, empezó de manera inesperada a salir con la joven Visitación Asensio Sánchez, quince años menor que él, con la que contrajo matrimonio eclesiástico el 8 de agosto en Conil de la Frontera (Cádiz),
lo que supuso un cambio radical en la hasta entonces vida «bohemia» del pintor, acrecentado por el nacimiento de su única hija, Elvira, en mayo del año siguiente. En 1984, se incorporó al claustro de profesores de la «Escuela de Artes y Oficios Artísticos Adelardo Covarsí», de la que llegó a ser director por acuerdo unánime del correspondiente Patronato de 3 de febrero de 1989,
en sustitución del político local Ildefonso Sánchez Redondo. Un mes antes (9-20 ene. 1989), se organizó en el Aula de Cultura de la Caja de Badajoz una extensa muestra de su trabajo, en la que se recogieron 41 piezas realizadas entre 1955 y 1988, representativas, según el propio autor, del esfuerzo de toda una vida que le había costado hacerse con una parcela dentro del panorama pictórico local.
Ese mismo año, la Comisión Municipal de Gobierno acordó la adquisición de su cuadro Labradores con el fin de que pasara a formar parte del patrimonio artístico pacense. Datan también de este periodo las exposiciones celebradas en la denominada «Sala L» del Banco de Bilbao (Badajoz), febrero de 1982, Biblioteca Municipal y Centro Cultural (Cádiz), marzo de 1982, Sala Artex (Badajoz), 1983, Círculo de la Concordia (Cáceres), febrero de 1984 (31 obras), Banco de Bilbao (Badajoz), 5-15 de marzo de 1985 (25 obras) o la Galería de Arte Acuarela (Badajoz), 16-28 de mayo de 1986 (17 obras).
En los años 90, se siguieron celebrando numerosas muestras del pintor, entre las que cabe reseñar las patrocinadas por la Caja de Badajoz, noviembre de 1990 (21 obras), Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura, mayo de 1992, Caja de Badajoz, noviembre de 1992 (30 obras), Caja de Badajoz (Almendralejo), marzo de 1993, Casa de la Cultura (Olivenza), 8-29 de agosto de 1993, Sala Mapfre (Badajoz), diciembre de 1996 (25 obras), etc.
Tras una larga enfermedad que le fue minando paulatinamente la salud, falleció en el Hospital Infanta Cristina la mañana del 3 de febrero de 2004, a los 70 años de edad. Veinticuatro horas después, se celebró un funeral en la iglesia parroquial de San Juan Bautista. Sus cenizas, según su deseo, fueron esparcidas desde el embarcadero del río Guadiana a su paso por la capital.
Ya en el comentario dedicado a su tercera exposición en Badajoz (Casa de la Cultura de la Plaza de Minayo, noviembre de 1959), el escritor y crítico de Arte Antonio Zoido lo situó dentro «de un impresionismo nervudo y armonioso», que el pintor –prematuro seguidor de las tendencias de vanguardia de entreguerras– reflejó, con escasos matices, a lo largo de una obra «siempre dentro de una misma línea».
Surgieron así una serie de cuadros de caballete, generalmente al óleo sobre tablex o lienzo, por los que el artista hizo discurrir un sinfín de paisajes rurales y urbanos, mendigos, niños pobres, oficios a punto de desaparecer (limpiabotas, fotógrafos ambulantes, castañeras…), campesinos, exuberantes desnudos femeninos (sobre todo en los años 60)…, fija su atención en los franceses Paul Gauguin, Bernard Buffet, Raoul Dufy o Maurice de Vlaminck, Vincent van Gogh o el extremeño Godofredo Ortega Muñoz, entre otros.
Respecto a los primeros, a comienzos de los años 90, declaró:
Estilísticamente, se observan cierta profusión cromática próxima al fovismo, aplicada a base de colores terrosos, azules y sienas, fuertemente contrastados, así como un uso abundante de materia pictórica, muy propios de su fase inicial, sensiblemente suavizados a raíz de su matrimonio con Visitación Asensio en agosto de 1981 y su posterior paternidad en mayo del año siguiente.
En cuanto a su pintura de temática religiosa, merecen especial mención el Poema del barrendero (1969. Óleo sobre tablex, 65 x 43 cm), El rosario de la aurora (1969. Óleo sobre tablex, 98 x 59 cm) y, sobre todo, el curioso conjunto de controvertidos Cristos crucificados de principios de los años 60, inspirados en autores como Paul Gauguin y su famoso Cristo amarillo, Pablo Picasso, la serie de Antonio Saura de 1959, etc.
La mayoría de las más de trescientas piezas de Vaquero Poblador conocidas hasta el momento se localizan en la actualidad en diversos organismos oficiales y colecciones particulares de Badajoz (Ayuntamiento, Diputación, Museo Provincial de Bellas Artes…), Cáceres (Círculo de la Concordia…), Cádiz, Alemania, Bélgica, Dinamarca, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Países Bajos, Portugal, Suecia…, de las que se destacan las siguientes:
Según el catálogo publicado por María Teresa Rodríguez Prieto a raíz de la muestra antológica póstuma celebrada en el Museo Provincial de Bellas Artes de Badajoz del 20 de septiembre al 18 de noviembre de 2007, algunas de las numerosas exposiciones individuales realizadas en vida del artista fueron:
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