Batalla de Ibarra (1823) cumple los años el 18 de mayo.
Batalla de Ibarra (1823) nació el día 18 de mayo de 819.
La edad actual es 1205 años. Batalla de Ibarra (1823) cumplió 1205 años el 18 de mayo de este año.
Batalla de Ibarra (1823) es del signo de Tauro.
Reconquista y Régimen del Terror (1815-1819)
Cartagena de Indias (2) • Pacificación (Cachirí • La Ceja de Cancán • Cuchilla del Tambo • La Plata)
Resistencia Neogranadina (1816-1819)
El Yagual • Chocontá • Toma de San Andrés y Providencia • Pienta
Campaña Libertadora (1819)
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República de la Gran Colombia (1819-1821)
Campaña fluvial y naval (Chorros Blancos • Laguna Salada • Tenerife • Cartagena de Indias (3) • San Juan de la Ciénaga) • San Juanito • Occidente
La Batalla de Ibarra o Batalla de la Ribera de Tahuando fue un enfrentamiento ocurrido el 17 de julio de 1823 entre tropas independentistas lideradas por Simón Bolívar y tropas realistas lideradas por Agustín Agualongo.
Esta "masacre" es la única acción militar dirigida personalmente por Bolívar en territorio ecuatorianoReal Audiencia de Quito.
y la última acción de armas de la independencia que se llevó a cabo en Ecuador, en ese entoncesEl coronel Agualongo, comandante realista de Pasto, aprovechando el descanso de Bolívar en El Garzal, en la provincia de Los Ríos, se sublevó el 12 de junio de ese año. Bolívar, escuchando que Agualongo había vencido al coronel Juan José Flores, se pone en marcha a acabar con la insurrección de Pasto. Los campesinos rebeldes se hicieron con la ciudad de San Juan de Pasto, nombrando al teniente coronel Estanislao Merchán Cano como gobernador y al coronel Agualongo comandante general. Tres días después llegaron las noticias a Popayán, donde las autoridades se prepararon para un posible ataque o para avanzar sobre Pasto. Se reclutaron hombres y caballos en Patía y el valle de Cauca y se pidieron refuerzos y armamento a Santiago de Cali. El día 20, un centenar de pastusos reclutados a la fuerza se amotinaron en un bergatín que estaba anclado en Tumaco y debía llevarlos al Callao, estaban desarmados e intentaron escapar a los alrededores pero fueron cazados y exterminados por el jefe militar local. Considerando débiles las defensas de Quito, Agualongo decidió avanzar sobre ella.
El 3 de julio las noticias de la rebelión llegaron a Quito y de inmediato se preparó su sofocamiento. El plan era establecer contacto por mar con el gobernador de Cauca para que este atacara por Juanumbú a Pasto mientras el ejército principal avanzaba desde el sur. El 12 de julio Agualongo avanzaba sobre Ibarra, ocupándola sin resistencia con una fuerza de campesinos indisciplinados y mal armados. Durante su marcha, Agualongo reclutó hombres en Túquerres e Ipiales, tenía los fusiles tomados a Flores para armarlos. Pronto tenía más de 1500 infantes y 100 jinetes. El caudillo pastuso permaneció en la villa de Ibarra entrenando a sus hombres y recogiendo vituallas. Inicialmente, a finales de junio, el general Bartolomé Salom quería marchar sobre Pasto con sus propias fuerzas pero recibió órdenes de retirada «con el fin de hacer avanzar a los pastusos y aplastarlos a campo abierto y lo más lejos posible de su territorio». En efecto, los rebeldes habían salido de su comarca, conocida por su clima y topografía hostil para todo ejército invasor y perfecta para las emboscadas y guerrillas. Desde Guayaquil venían el coronel Diego Ibarra con una columna del batallón Vargas de la Guardia (comandante Antonio Payares), escuadrón Granaderos de Colombia (capitán Sandoval), 100 veteranos de diferentes cuerpos, dados de alta en los hospitales más fusiles y municiones. El 27 de junio Bolívar entró en Quito y el 6 de julio salió a Otavalo, donde llega dos días más tarde, ahí permanece por tres jornadas para reunir sus fuerzas. Tras días de marchas forzadas llega a San Pablo el 16 de julio. El ejército republicano se componía de veteranos agrupados en los batallones de infantería Rifles de Bomboná, Rehincha, Yaguachi, Vargas y el escuadrón de caballería Guías del Alto Apure. Un tercio eran veteranos. Bolívar decidió dividir su ejército en tres columnas: la primera del escuadrón Guías (Martínez y Herrán) y el batallón Yaguachi (Arévalo) bajo las órdenes de Salom, la segunda del escuadrón Granaderos (Paredes, Sandoval y Camacaro) y el batallón Vargas (Payares y Farfán) dirigida por Barreto, y la tercera del batallón Quito (Chiriboga e Izquierdo), una compañía de zapadores y dos piezas de artillería del coronel Hermógenes Maza.
Las fuerzas republicanas se estiman en 1500José María Obando coincide con el Libertador, y además informa que los pastusos solo tenían 200 fusiles, aunque sus estimaciones corresponden para el combate de Anganoy, el 18 de agosto.
a 1800 plazas, e incluso hay quien las eleva a 2000. Además, contaban con dos a cuatro piezas de artillería. Por su parte, las fuerzas monárquicas sumarían un mínimo de 1400 o 1500 combatientes, aunque probablemente fueran 2000, la mayoría pastusos y en menor medida patianos. Sin embargo, según una carta de Bolívar a Santander fechada el 21 de julio de 1823 en Quito serían tres mil enemigos. A las 6:00 horas del día 17 Bolívar salió de San Pablo y por la vía el Abra y Cochicaranqui avanzó con la intención de sorprender a los pastusos, que solo tenían avanzadillas vigilando la ruta, primero son asesinados los centinelas en la hacienda Yacucalle. La infantería y artillería patriotas estaban a ambos lados del camino y la caballería en medio. El Libertador iba en la vanguardia con sus ayudantes de campo y ocho guardias del Guías. Bolívar decidió no intentar asaltar la ciudad, sino que la cerco. A las 14:00, en un caluroso día de verano, corría un viento que levantaba mucho polvo sobre la villa. Los lanceros a caballo cargan y desordenan a los realistas, que son masacrados en las calles. El peso de la carga patriota se centra en el norte. Los pastusos se desbandan pero se rehacen tres veces y logran aguantar por tres horas el fuego enemigo. Los jinetes llaneros buscaban su venganza tras la humillación de Bomboná, y la villa de Ibarra, frente a una gran llanura era el terreno perfecto para ellos. Los pastusos habían caído en una trampa con solo instalarse en dicha localidad.
Tras acorralar con su superior caballería y el mejor armamento de su infantería a los pastusos en las estrechas calles de Ibarra,José de Jesús Barreto a perseguir a cualquier realista que intentaba escapar. Los persiguió un largo trecho y muy pocos lograron escapar. Bolívar dirigió a sus tropas en la hacienda La Victoria, en la otra orilla del río Tahuando, donde estaba una piedra llamada Chapetona. Los pocos sobrevivientes acompañaron a Agualongo por el camino de Olivo y Aloburo hasta cruzar el río Chota, quedando a salvo de la caballería republicana.
el Libertador envió a la caballería del brigadier venezolanoLa victoria impidió a Agualongo tomar Quito y permitió a Colombia, ya debilitada por conflictos internos, concentrarse en apoyar la independencia peruana.
La batalla guarda especial importancia por ser la única dirigida personalmente por Bolívar en territorio ecuatoriano. Para algunos historiadores fue más una masacre que una batalla,Vendée colombiana, hasta el punto de haber violado cínicamente compromisos solemnemente adquiridos». Sin embargo, el 18 de agosto Agualongo volvió a concentrar suficientes guerrilleros alrededor de San Juan como para asediar a la guarnición republicana, la que tuvo que abandonarla cinco días después. Salom fue reemplazado por el general José Mires al mando de las fuerzas. El 13 de septiembre Flores venció a Agualongo y reconquista Pasto y el 13 de octubre Salom vence al coronel realista en Catambuco.
lo que indicaría la enorme diferencia de muertos entre cada bando. Después de la victoria Bolívar dio órdenes a Salom de pacificar Pasto sin contemplaciones de ningún tipo, lo que el general hizo en los dos meses siguientes: «así los jefes patriotas que intervinieron en las crueles campañas llevadas al cabo contra aquellaEn noviembre, el vicepresidente Francisco de Paula Santander intenta negociar la paz con los realistas pero estos se negaron. Agualongo continuó con sus actividades y durante el 6 y 7 de febrero de 1824 reconquistó Pasto en un ataque sorpresa. Sin embargo, Flores recuperó la urbe tres días después y fusiló a los doscientos realistas que capturó. El 24 de junio Agualongo fue capturado en El Castigo y fusilado el 13 de julio en Popayán.
Se ha especulado que si Agualongo hubiera triunfado en Ibarra el Libertador habría tenido que retroceder hasta Quito y quizás no podría defenderla. En tal caso, los monárquicos la habrían tomado y las fuerzas republicanas no les quedaría más opción que refugiarse en Riobamba a la espera de refuerzos para levantar un nuevo ejército con el que aplastar a los pastusos. Eso hubiera tomado meses, tiempo en que la consolidación de Colombia y la independencia de Perú estarían en pausa.
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