Bolaños de Calatrava nació en Ciudad_Real.
Bolaños de Calatrava es un municipio español de la provincia de Ciudad Real, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, situado a 27 km de la capital provincial, Valdepeñas y Manzanares, y a 4 km al este de Almagro con lo cual ambos municipios son las localidades vecinas más próximas del Campo de Calatrava. También limita al noroeste con Torralba de Calatrava (a 14 km), con Daimiel (al norte) a 17 km, con Manzanares (al oeste) a 27 km y al sur con Moral de Calatrava a 12 km.
Bolaños está situado prácticamente en el centro de la provincia de Ciudad Real, en la zona Este del campo de Calatrava, al norte de la Sierra de Moral y al suroeste de la Sierra Pelada, ambas parte integrante de las numerosas sierras cuya génesis se explica dentro del conjunto geomorfológico de la región volcánica del Campo de Calatrava. El propio núcleo urbano está ubicado sobre un antiguo edificio volcánico (según Elena Cárdenas). El municipio tiene una extensión total de unos 88 km², excluyendo los enclaves almagreños de Torrobilla y el Santuario de Nuestra Señora de las Nieves. De Este a Oeste la anchura máxima del término municipal es de algo más de 12 km, siendo la distancia máxima de Norte a Sur de algo más de 14 km. La localidad de Bolaños ocupa aproximadamente una superficie de 4 km², como curiosidad diremos que antiguamente discurría por ella, sin canalización alguna, la corriente esporádica conocida como Arroyo Pellejero, lo que provocó algún que otro episodio de arroyada; actualmente dicha corriente está debidamente canalizada y ni siquiera aparece cartografiada en la correspondiente hoja topógrafica que, a escala 1:25.000, publica el Instituto Geográfico Nacional.
Es posible distinguir tres zonas físicas diferenciadas dentro del término municipal de Bolaños: a) Las estribaciones septentrionales de la Sierra del Moral: comprenden unos 10 km² de la zona suroriental del municipio, con una cota máxima de 824 m que constituye el punto más elevado del mismo. Son restos graníticos arrasados y desmantelados por la erosión que actualmente constituyen cerros con pendientes suaves que apenas se elevan 200 metros por encima de la superficie del municipio que se halla a unos 620 metros de altura; aquí todavía puede encontrarse algo de vegetación relicta, fundamentalmente monte bajo, apenas alterada por la acción antrópica del ser humano. b) La zona de los arroyos de Cuetos y del Seco: que ocupa la parte más oriental del municipio y comprendería unos 40 km². Se trata de una zona por la que discurren los cauces de dichos arroyos que, por otra parte, permanecen casi siempre secos salvo años de lluvias muy copiosas. Ambos arroyos nacen en la Sierra del Moral, fuera del término municipal de Bolaños, confluyen, ya dentro del mismo, un poco al Sur del Santuario de Nuestra Señora del Monte, donde termina el arroyo de Cuetos; el del Seco prosigue hacia el Norte y unos 2 km antes de llegar al Santuario de Nuestra Señora de las Nieves se desvía en dirección Oeste, para, unos 3 km después de dejar este edificio religioso a su izquierda, traspasar los límites del municipio para adentrarse en el de Almagro. Al igual que las estribaciones septentrionales de la Sierra del Moral, este área del municipio se encuentra prácticamente despoblada pero, a diferencia de aquella, aquí el paisaje está muy alterado por el hombre, dominando el mismo las llamadas en Bolaños huertas y diversas zonas de cultivo. c) La zona volcánica propiamente dicha: aunque todo el municipio forma parte de la región volcánica del Campo de Calatrava, es en la zona occidental del mismo donde mejor se conservan y se pueden observar los restos del vulcanismo extinto característico de la zona de España donde se ubica Bolaños. Vestigios de dicho vulcanismo son el maar antropizado (cultivado) de la Hoya de Bolaños (llamada localmente el Hondo) y el volcán extinto de las Herrerías, que actualmente es explotado como cantera de basalto (lo que ha provocado su deterioro extremo y su práctica irreconocibilidad como el edificio volcánico que es). Esta zona comprende unos 37 km². Aquí es donde se concentra la práctica totalidad de la población del municipio; hay ciertas zonas de cultivo y alguna zona con vegetación relicta, pero sobre todo prepondera el aprovechamiento urbano (localidad y chaléts privados) y económico (hay un polígono industrial a 2 km al NE del pueblo en dirección Torralba) del suelo. Como acabamos de decir en esta zona se encuentra el núcleo urbano de la localidad de Bolaños, que es descrita más abajo en las restantes secciones de este artículo.
El clima de Bolaños es bastante caluroso ya que tiene todas las características del clima castellano meridional de tipología mediterráneo continental, unificado por el relieve con grandes oscilaciones térmicas diurnonocturnas y anuales. Es frío en invierno y caluroso en verano, de precipitaciones escasas, y lo combaten vientos muy fuertes. Todo ello conduce a una acusada aridez del territorio.
La documentación más antigua alude al emplazamiento de antiguas culturas en su término. El evidente origen romano de Bolaños queda reflejado en las monedas, ídolos y sepulturas que, según las relaciones topográficas de Felipe II, se hallaron al sur de la población. De la misma época serían las murallas del mediodía y poniente de su castillo-fortaleza.
Durante la dominación musulmana fue utilizado este fuerte y población romana, quedando marcada la huella árabe en las construcciones norte y este del castillo, dentro de las cuales se apreciaban baños y hermosos arabescos en algunas de sus dependencias. Numerosas plantas de casas musulmanas fueron reconocidas al norte de la población por el redactor de las citadas relaciones.
Tras la toma de la ciudad de Calatrava, en 1147, Alfonso VII aprovecha la debilidad de los Almorávides y ocupa en pocos años el Campo de Calatrava. Estas tierras se adjudican para su defensa a la Orden militar del Temple, pero esta, aun siendo fuerte y poderosa, no fue capaz de hacer frente al empuje almohade, por lo que renuncian a su defensa tras la muerte de Alfonso VII. Su hijo, Sancho III, ofreció la ciudad de Calatrava a quien se hiciera cargo de su defensa, y se la pidieron el abad Raimundo de Fitero y Fray Diego Velázquez –frailes cistercienses-, que les fue donada en 1158, momento en que se crea la Orden de Calatrava y año en que accede al trono de Castilla Alfonso VIII.
A partir del asentamiento de los caballeros de la Orden de Calatrava se conquista el territorio del Campo de su mismo nombre, rechazando a los árabes hacia el Sur. Pero el avance almohade se hace inevitable y en 1195 se produce la derrota cristiana en Alarcos y se pierde Calatrava y todo su Campo, por lo que pasaría nuevamente a manos musulmanas. Esta situación duró poco tiempo, ya que en julio de 1212, con la Batalla de Las Navas de Tolosa, los cristianos recuperan definitivamente todo el territorio.
Alfonso VIII, debido a la debilidad de la corona y a lo limitado de sus medios, encomienda la repoblación y organización de los nuevos territorios conquistados a las órdenes militares. A la Orden de Calatrava se le cedió la ciudad donde tenía instituida su casa matriz, Calatrava, además de numerosas plazas de su campo circundante, que repoblaría bajo las directrices dadas por Alfonso VIII. Este rey reservaría otras villas recién conquistadas para la corona, como fue el caso de Bolaños, que tras su ocupación cristiana el monarca la regalaría a su hija Berenguela por el triunfo de Las Navas. Berenguela otorgó la repoblación de la villa a un caballero de su hueste señorial participante en la Batalla y procedente de Galicia, nombrándolo alcaide. Este caballero era del linaje de los Bolaños y Ribadeneyra, el cual daría como nombre a la villa su propio apellido y como escudo de armas el escudo de su familia –Cordero y Bollo-.
Fue cámara o residencia de los Maestres de Calatrava en el siglo XV. La orden celebró importantes Capítulos Generales en la antigua iglesia de Santa María, probablemente Santa María de la Alta Virtud, venida a ruinas, probablemente, por el terremoto de Lisboa, cuya cofradía consta en los últimos siglos medievales. De época también medieval -siglo XIII- dataría el primitivo Santuario de la Virgen del Monte (Bolaños de Calatrava), de sencilla construcción románica, situada en un bellísimo paraje cercano a la villa, en la cual y sin interrupción han venido celebrándose animadas romerías desde la Edad Media.
Durante los siglos medievales Bolaños debió conocer la pacífica convivencia de mudéjares y cristianos que, más tarde, en los siglos XVI y XVII continuaría cuando aquellos fueron bautizados y pasaron a formar una notable comunidad morisca, dejando cierta influencia en la agricultura, arquitectura y tradiciones de Bolaños.
En el siglo XVI comenzó la construcción de la actual iglesia de San Felipe y Santiago, renacentista, constando también en esa época una ermita de los santos Cosme y Damián, así como un hospital de peregrinos. También existió una Audiencia, cuyo emplazamiento, así como el de los anteriores edificios estarían próximos al castillo. Tanto en la Audiencia como en la denominada Iglesia Vieja, se hallaron pintadas las armas que forman el escudo de Bolaños: un cordero, una espada y un bollo.
En 1544 se confirma la creación de la Encomienda de Bolaños. Un camino real de cierta importancia pasaba por el término de Bolaños, desde la venta de Borondo, al santuario de la Virgen de las Nieves, que servía de comunicación con Portugal y Extremadura.
Tras la crisis demográfica del siglo XVI, Bolaños se recupera en las centurias siguientes, constando, según el Catastro del Marqués de la Ensenada, como en el siglo XVIII, sus habitantes pasaban de los 1500 y residiendo principalmente en las calles adyacentes al Castillo y plaza de España actual, sobre todo calle Santísimo, Real de Pozo Agrio, actual calle del Cristo, calle Almagro, etc. De los siglos XVII y XVIII quedan unas casas en la calle del Cristo que son un claro exponente de la arquitectura popular manchega. También en esta misma calle, la denominada Casa de Coca muestra un bello escudo en mármol sobre la portada.
A comienzos del siglo actual se construyó, junto a la ermita románica, la nueva de Nuestra Señora del Monte, de amplia nave. Este santuario mariano constituye, hoy día, una de las señas de identidad del pueblo bolañego. En la actualidad, Bolaños, es un próspero pueblo cuyo rico pasado histórico trasciende este breve resumen histórico, pero queda manifiesto en el bello casco antiguo con el castillo y sus alrededores.
Bolaños de Calatrava ha experimentado una continua evolución poblacional desde la expulsión de los moriscos –siglo XVII-, convirtiéndose en un caso singular en el contexto de la provincia, ya que es el único pueblo que no ha visto descender su población en los siglos posteriores y hasta la actualidad. En 2015, según las cifras oficiales del INE, tenía una población de 11 994 habitantes (6103 hombres y 5891 mujeres).
Generalmente, las tablas demográficas presentan mayor número de mujeres que de hombres. En este caso, Bolaños es una excepción debido a que la inmigración procedente de Hispanoamérica, el Magreb y los países del Este de Europa está, mayoritariamente, integrada por varones.
Evolución de la población de Bolaños de Calatrava a lo largo del siglo XX:
La extensión del casco urbano de Bolaños de Calatrava ha propiciado la existencia de barrios, así como zonas industriales, los cuales son:
En esta zona se reúne la mayor concentración empresarial de Bolaños, a un kilómetro de la ciudad en dirección Torralba de Calatrava. En ella se ubican la mayoría de las empresas, talleres y fábricas.
La gran recta que une los dos núcleos urbanos más cercanos del campo de Calatrava tiene a ambos lados gran actividad empresarial ubicándose en esta vía factorías y empresas del sector servicios, como el centro educativo EFA La Serna.
Conocido popularmente como Las Cuevas por la ubicación de las antiguas cuevas del barrio alto bolañego, que tras la construcción de la Iglesia Santa María madre de la Iglesia en el siglo XX, pasó a denominarse barrio de Santa María. La iglesia de Santa María, construida en 1970, tiene influencias arquitectónicas de varios estilos como arcos apuntados del neogótico, el aspecto de fortaleza de la arquitectura castrense y los rasgos minimalistas y funcionales del vanguardismo. Actualmente el barrio cuenta con más de 4000 vecinos y celebra sus fiestas el 14 y 15 de agosto festividad de la Asunción de la Virgen María.
El barrio de las veredillas supuso el ensanche de la villa de Bolaños más allá de la avenida de la vereda entre las avenida Cardenal Cisneros y carretera de Moral, el barrio cuenta con el colegio de educación primaria Arzobispo Calzado, diversos bares y supermercados. En la parte periférica sureste del barrio se encuentra el tanatorio de Bolaños y el cementerio municipal.
Es un barrio obrero de reciente creación (Década de los 80) al sur de la localidad junto al colegio público Virgen del Monte. Por este barrio accede a la localidad la ruta del Quijote. Cuenta también con el segundo centro de atención a la Infancia de Bolaños y el Centro Cívico. El barrio albergara el nuevo cementerio municipal de Bolaños tras la reciente compra de una parcela en el entorno del camino aulagueros y la ruta del Quijote.
También de muy reciente creación el barrio Veguizos surge al lado izquierdo de la avenida de Daimiel. Convirtiéndose seguramente en el futuro, en uno de los grandes barrios de Bolaños, tras la construcción del nuevo complejo sanitario bolañego.
No es propiamente un barrio; sus límites se confunden con los del barrio de Santa María ya que podría entenderse como el crecimiento de este hacia el cerro del Molino, donde actualmente se encuentra el colegio público Molino de viento.
El barrio Virgen del Monte se encuentra al Sur-Este de la localidad entre la avenida de su mismo nombre y la avenida de la Vereda.
Es el núcleo más antiguo de la ciudad donde surgieron las primeras viviendas, en torno a la calle del Cristo, Santísimo, Las Nieves, Almagro, Cruz, Príncipe, Libertad y Cervantes; y las principales plazas como: España, Doña Berenguela o el Parque Municipal. El triángulo formado por estos tres espacios públicos engloba los principales servicios de la ciudad, sobre todo el comercio y el ocio. En esta parte de la ciudad también se encuentran los edificios históricos como: la iglesia parroquial de San Felipe y Santiago, el Círculo Agrícola Industrial, las casas de la calle del Cristo, San Cosme y San Damián o el Castillo.
La economía del pueblo ha sido de tradición inminentemente agrícola, primando la agricultura de secano a la de regadío. No obstante, ha sufrido un retroceso a favor de sus transformados, los productos de la industria alimentaria. A principios del siglo XXI, Bolaños destaca es este campo con almacenes de frutas y hortalizas y fábricas de frutos secos y patatas fritas; pero cabe mención especial la elaboración de conservas de la berenjena del Campo de Calatrava, que goza de la indicación geográfica protegida de Berenjena de Almagro y cuya sede se encuentra en el Centro Integral de Gestión Agroalimentaria (CIGA), junto con la del resto de marcas de calidad calatravas (vino y aceite).
En cuanto a la ganadería, Bolaños de Calatrava es un centro destacado de ganado ovino con abundante producción de leche y carne. También existe una pequeña industria avícola surgida a partir de los años 50 y sobre todo 60.
El sector secundario viene representado básicamente por la ya mencionada industria alimentaria y la industria del mueble.
A nivel comercial, el pueblo es exportador de cebollas y otros productos alimenticios (hotofrutícolas básicamente), además de disponer de un gran parque de camiones para la logística situado en el polígono industrial El Salobral. El sector de servicios es activo al disponer de diez entidades financieras, corredurías de seguros, inmobiliarias, talleres de reparación y el comercio minorista textil, con una treintena de comerciantes.
Bolaños de Calatrava ha contado, desde la Transición, con pocos alcaldes. Primero fue Tomás Sobrino Tosina, de la UCD, que estuvo unos meses en el cargo, entre 1979 y 1980. Le sustituyó Daniel Almansa, primero de 'UCD' (Unión de Centro Democrático), después de 'AP' (Alianza Popular) y luego del 'PP' (Partido Popular), y que fue votado legislatura tras legislatura hasta 2007 (1980-2007). En las Elecciones Municipales celebradas en 2007 se produjo un cambio en el municipio, al tener, por primera vez, un alcalde del 'PSOE' (Partido Socialista Obrero Español), Eduardo del Valle Calzado. En las elecciones municipales de 2011 de nuevo hubo un alcalde del Partido Popular, Miguel Ángel Valverde Menchero, renovando la alcaldía el 24 de mayo de 2015 y posteriormente en 2019.
El castillo es una fortaleza árabe construida entre los siglos X y XI en piedra basáltica, caliza, yeso y ladrillo. Sus medidas son 43,70 m de ancho, 40,85 m de largo y 7,40 m de alto. El recinto está completamente almenado y en su interior existen restos árabes: unos baños, aljibes y muros de anteriores estancias. Pose dos torres, la Homenaje, con ventanas germinadas en sus laterales y mazmorra en la parte inferior y la torre Prieta de la que solo se conserva una pequeña parte, el castillo posee un amplio patio de armas.
La fortaleza fue edificada para custodiar la vía militar de Toledo a Córdoba. En 1229, tras la Reconquista cristiana, fue donado por Berenguela de Castilla a la Orden de Calatrava, que lo convirtió en la sede de la Encomienda de Bolaños. En 1520 se reparó para combatir el levantamiento comunero. Tras un largo periodo de dejadez, el espacio se destinó a eventos culturales, hasta 2003, fecha en la que se hizo una excavación arqueológica en la que se descubrieron los restos de un foso defensivo que rodea las murallas.
Sabemos que en 1195, tras la derrota en la batalla de Alarcos, el castillo de Bolaños pasa a manos musulmanas siendo recuperado en 1212. La Reconquista modificó su función, pasando de dedicarse a la defensa de las vías de comunicación a ser una atalaya de alerta ante las razzias de uno y otro bando cristiano. Es especialmente importante la confirmación de Fernando III en 1229 de la donación de esta puebla a la Orden de Calatrava por doña Berenguela. El castillo había sido cedido previamente a ésta por Alfonso VIII. Más tarde, en 1245, Alfonso X confirmó todos los privilegios que Fernando III y doña Berenguela habían dado a esta pequeña población. En 1373 se cita como posible residencia del maestre de la Orden de Calatrava, al que siguió perteneciendo hasta que en 1537 se creó la encomienda de Bolaños. El castillo fue perdiendo sus usos y motivos, transformándose en residencia y desvaneciéndose poco a poco como punto estratégico; aunque siguió desempeñando su papel de baluarte, sirviendo de lugar de encuentro entre los emisarios de la realenga Villa Real y los freires de la Orden, para intentar limar las asperezas que ambos bandos mantenían en su lucha particular por el control político. A esta noble construcción le quedaban por jugar algunas bazas, como la de hacer frente al posible ataque comunero, en el s.XVI, para lo que fue sacado del olvido y remozado, después fue progresivamente abandonado. En los Libros de Visitas de la Orden de Calatrava se hacen referencia al mal estado de conservación y a la necesidad de hacer reparaciones en las casas del Castillo y sus murallas durante los siglos XVII y XVIII. En 1864 sale a subasta, hallándose por entonces arruinado.
Más tarde, en el s XX fue perdiendo lo poco que le quedaba, llegando a quedar tan limpio el patio que pudo albergar corridas de toros. La Diputación de Ciudad Real lo restauró en 1982, siendo utilizado para dar cobijo a diversos actos culturales. Actualmente es el principal uso del edificio,
aparte de las visitas turísticas al propio monumento, cuya entrada tiene un precio de 1 Euro.Como curiosidad decir que la tradición oral cuenta que en el castillo nació el rey Fernando III el Santo hijo de la reina de Castilla doña Berenguela algo no comprobado, ya que otras fuentes lo sitúan en el Monasterio de Valparaíso en el pueblo zamorano de Peleas de Arriba.
Es un edificio de transición del Gótico al Renacimiento. Tiene planta de una sola nave con cabecera poligonal. Se cubre con bóvedas estrelladas en cada tramo que delimitan los arcos fajones. Tiene cuatro capillas laterales, de las que cabe destacar el baptisterio, que está a los pies de la nave y que se cubre con una bóveda de ladrillo de barro cocido, sobre ménsulas labradas en piedra. Es de admirar su pila bautismal del siglo XVI, con el escudo de la villa labrado, y que ha sido colocada al pie del presbiterio, un calvario pintado al fresco sobre la hornacina de San José y que pertenece al siglo XVII y el despacho parroquial, cubierto por una bóveda barroca de gruesos nervios y decoración vegetal. En el exterior destaca la fachada, con un rosetón abocinado de ladrillo de barro cocido, y la portada, de arco de medio punto, realizada en piedra caliza con dos medallones en los que aparecen la cruz de Calatrava con dos eslabones a los pies y las llaves de San Pedro puestas en aspa. Se construyó en el siglo XVI, y estuvo dotada de un Retablo Mayor barroco del siglo XVII y un órgano del XVIII, que se perdieron en la Guerra Civil. En esta última época fue utilizada como barracón y caballerizas, volviéndose a consagrar en 1939. Como dato curioso, decir que en la reforma realizada en 2003 se encontraron varios niveles de enterramiento en el interior de la nave, que podrían datarse desde la apertura de la iglesia al culto hasta finales del siglo XVIII, en que Carlos III prohibió las inhumaciones en el interior de los templos.
Es una ermita del siglo XV, reformada ampliamente en el siglo XVIII, adoptando los cánones protobarrocos de la época. Tiene planta de cruz latina irregular, y en el crucero se alza una cúpula elíptica, encamonada al exterior, sobre pechinas, decorada con pinturas con motivos vegetales y en las pechinas, frescos con los rostros de los Santos Padres Latinos de la Iglesia. La bóveda es de medio cañón con lunetos ciegos, en la que pueden verse representados los símbolos de los cuatro evangelistas (Águila de San Juan, Toro de San Lucas, León de San Marcos y Ángel de San Mateo) en medallones separados. Es destacable su Retablo Mayor barroco del siglo XVIII que logró salvarse de la Guerra Civil Española por la afortunada intervención de la santera Teresa, que logró convencer a los destructor del peligro que corría la pared adosada al mismo de desplomarse y venir abajo si destruían el retablo. El retablo con columnas salomónicas y coronado por una pintura en tabla que representa la exaltación de la cruz, y los recientes frescos góticos descubiertos en la nave del templo son las obras histórico-artísticas más significativas del interior del edificio. En el exterior, la cubierta es de teja curva a dos aguas en la nave y a cuatro en el crucero, destacando su espadaña, de características similares a la de la capilla de la Universidad de Salamanca. El muro Sur queda delimitado por una verja de ladrillo de barro cocido y forja, que enmarca un patio, poco común en la zona. En el siglo XVIII fue ampliada para acoger las imágenes de la iglesia de Santa María de la Alta Virtud, que había sido derruida, momento este en que adoptó su nombre más popular: “Ermita del Cristo de la Columna”, por entronizarse esta imagen en su Altar Mayor. Tuvo un cementerio en la parte Norte, con dos recintos, uno para católicos y otro para no católicos, que fue trasladado a principios del siglo XX a su ubicación actual. En 2014 se realiza una restauración integral donde aparecen pinturas medievales en la nave de la ermita y pinturas barrocas en el presbiterio, a ambos lados del retablo mayor, estas últimas pinturas son "trampantojo" del propio retablo.
El Santuario de Nuestra Señora del Monte es un complejo en el que se venera a la imagen mariana de la Virgen del Monte, en el municipio de Bolaños de Calatrava (Ciudad Real). Consta de dos ermitas una primitiva del siglo XIII y otra posterior de finales del siglo XIX y principios del XX. El actual recinto del santuario se ubica en la antigua Dehesa de la Moheda perteneciente a la Orden de Calatrava en tiempos de las órdenes militares. El santuario alberga una de las colecciones de exvotos más numerosas de Castilla-La Mancha repartidas tanto en el coro de la Ermita Grande como en la sala museo donde se recogen algunos de los enseres de la liturgia y parte del ajuar de la imagen. El recinto del santuario es la principal zona verde y de esparcimiento de la localidad con arboledas, fuentes, mesas de camping, paseos y jardines que se reparten a lo largo de 16 fanegas de terreno.
Se celebra el 4 de febrero, desde el año 1838 y tiene su origen en los trágicos sucesos del 3 de febrero de 1837, cuando un grupo de guerrilleros carlistas asesinaron a 20 personas entre las que se encontraban las autoridades municipales. Antes de estos sucesos, se celebraba el 3 de febrero la festividad de San Blas, pero desde entonces, la fiesta fue suspendida y paso a honrarse el día siguiente a las Ánimas Benditas del Purgatorio.
La hermandad de la Ánimas, pedía limosnas por el pueblo, principalmente productos del terreno que ese día eran subastados en la plaza, frente a la iglesia. Con el dinero obtenido se sufragaban las misas y funciones celebradas en honor a las ánimas.
También, y hasta hace muy poco, se realizaban procesiones desde la iglesia parroquial hasta el cementerio portando el estandarte de la hermandad. Se salía de la iglesia, tras celebrar una misa, cantando y rezando, y al llegar al Cristo del Calvario se empezaba a rezar un rosario, hasta llegar al cementerio, donde se celebraba otra misa.
Con el paso de los años ha perdido el carácter religioso y únicamente se instalan puestos de frutos secos en la Plaza de España, donde se venden todo tipo de dulces como garrapiñadas, almendras tostadas, turrones, frutos secos, etc. Y se estableció la tradición bolañega de echar la pañolá, que consistía en llenar un pañuelo de todos estos frutos, atándolo por los picos y regalándolo a los seres queridos. La fiesta también es conocida popularmente como el día de las almendrillas.
Es una fiesta muy celebrada, con gran tradición. Empiezan el sábado, alargándose hasta el miércoles cuando se entierra la sardina. Son cinco días llenos de máscaras y diversión desde las 16:00 horas con los bailes del café en el Círculo Agrícola Industrial (Casino de la verja), hasta altas horas de la madrugada en el auditorio La Guardería, sin descanso. El sábado siguiente se celebra el desfile de carrozas con gran participación de comparsas de otros pueblos de la provincia. De especial interés es la tradicional "mascara guarra" que consiste en disfrazarse mediante la improvisación con las prendas anticuadas y viejas que ya no se utilizan.
La Semana Santa de Bolaños destaca especialmente por la compañía de romanos popularmente conocida como los armaos y su particular representación de los momentos cumbres de la pasión de Cristo, como el prendimiento, la sentencia del Viernes Santo y la representación de los momentos en los que Cristo camino del calvario se encontró con La Verónica, San Juan o su madre la Virgen María. En relación a los pasos procesionales, destacar las influencias de la iconografía andaluza en las cofradías Nuestra Señora de la Soledad o Jesús Nazareno y la sobriedad Castellana en el paso del Santo Cristo del Sepulcro (cofradía de los armaos). En los desfiles procesionales se pueden destacar diferentes momentos en diversos lugares de la ciudad como por ejemplo: La Procesión del Prendimiento a su paso por la Ermita del Calvario, la procesión del silencio a la salida del Cristo del Consuelo bajo el pórtico de la Iglesia de San Felipe y Santiago, la procesión Del Paso con la representación del encuentro en la Plaza de España la mañana del Viernes Santo. De gran intimismo, el paso de la procesión de la Virgen de la Soledad el Sábado Santo por la penumbra de la calle Escuderos, y en el mismo entorno del Castillo, en la Plaza del Altozano el encuentro de la Procesión del Resucitado. La Semana Santa de Bolaños fue declarada de Interés turístico Regional en 2007 (junto al resto de Semanas Santas del Campo de Calatrava) y posteriormente se anunció su declaración de Interés Turístico Nacional el 14 de septiembre de 2016 publicado en el BOE el 19 de septiembre de 2016.
Es sin duda la fiesta con más arraigo de la localidad, sacando de los bolañegos su espíritu más hospitalario ante foráneos y visitantes.orden de Calatrava. En la ladera de este pequeño Monte o cerro que forman las primeras estribaciones de sierra Pelada, se construyó ochocientos años atrás la primera ermita que albergaría la imagen de la Virgen que ofreciendo su patronazgo a los pueblos limítrofes de Almagro y las aldeas que entonces se encontraban bajo su jurisdicción eclesiástica de Moral de Calatrava y Bolaños de Calatrava. En la Actualidad, el paraje es en un pequeño núcleo urbano surgido en torno a la primitiva Ermita de Nuestra Señora del Monte.
Es celebrada el último domingo de abril en la antigua dehesa de la moheda, perteneciente en el tiempo de las órdenes militares a laDesde la antigüedad los habitantes de la comarca (especialmente los bolañegos) acudían al entorno de la ermita, con familiares o amigos, en carros y bestias para pasar un día de campo en tono festivo, comiendo la tradicional caldereta manchega. Hoy en día los carros han sido sustituidos por los medios de transporte modernos como coches, tractores, furgonetas y camiones. Al igual que la duración de la festividad, que en otros tiempos, se celebraba un único día y en la actualidad se ha ampliado por la gran aceptación de la fiesta en la ciudad y a la que acude gente de diferentes puntos de España, ya no solo por la devoción a la Virgen bajo al advocación del monte, sino por el gran ambiente festivo que se genera en los actuales tres días de fiesta (que mucha gente incluso prolonga), siendo declarado día de fiesta local el lunes siguiente a la romería.
De especial interés para visitantes es la imagen de la Virgen, tocada con un gracioso sombrero pastoril, la decoración de la ermita mediante juegos florales, y la subasta del estadal (medalla de oro que se subasta a las puertas de la ermita una vez finalizada la procesión); también destaca la tradición de colgar billetes en el manto de la Virgen del Monte durante la procesión de esta, el domingo por la tarde, tradición que en algunas ocasiones ha generado controversia entre el clero y la sociedad bolañega, y por la cual se recaudan generosas cantidades de dinero, difícilmente entendibles sino es desde la fe.
Cuando el incesante calor del verano manchego empieza a cesar, y la llegada de la temporada de recolección de los frutos del campo se acerca; se celebra las fiestas patronales en honor al santísimo Cristo de la columna, o también conocido como Cristo de la albahaca por la antiquísima tradición de llevar albahaca al Cristo. Aromática planta que a su vez engalana calles, plazas y patios en estas fechas. Pudiéndose denominar también estas fiestas como las fiestas de la albahaca por lo castizo de la tradición y el arraigo de esta planta en las huertas bolañegas.
El día 14 de septiembre dará paso a una semana de convivencia, de recreo y de diversión y como no, de encuentro entre bolañegos afincados en otras ciudades del país. De gran vistosidad y colorido es la procesión de las típicas alabardas bolañegas que pierden su significado original para convertirse en vistosas varas rematadas con aros de flores, rosarios y escapularios que cada alabardero engalana como deseé.
Y que procesionan en las vísperas del día 14, y este mismo día, en la procesión del Cristo por la mañana y en la tradicional rifa de ofrendas por la tarde; donde se subastan productos de la tierra, que peñas y particulares ofrecen al patrón en las vísperas de su festividad.
Cabe destacar el gran ambiente festivo que se respira, el protagonismo de los bolañegos y de la juventud a través de las numerosas actividades que se llevan a cabo en la localidad. Entre ellas el concurso de peñas, donde los jóvenes mayores de 16 años, organizados en peñas, pueden disfrutar de numerosas pruebas en torno a la cultura bolañega, el conocimiento del pueblo o la gastronomía, gymkanas y variedad de actividades.
La gastronomía bolañega se encuadra dentro de los platos típicos manchegos, convirtiéndose en uno de los atractivos de Bolaños. Abarca una gran variedad culinaria, desde primeros platos, pasando por embutidos, encurtidos y conservas, hasta llegar a sus deliciosos postres. El clima seco y un tanto extremos, condicionan los diferentes cultivos de Bolaños. Esto a su vez determina las características de su cocina, siendo esta un tanto austera, pero conservando las pautas de la dieta mediterránea, como el empleo de hortalizas, legumbres, caza menor, carne de pollo y cordero, etc.
En la cocina tradicional bolañega, el pescado aparece en muy pocas recetas, y cuando lo hace, suele ser en salazón: salazón, cubanas, etc. El bacalao, tradicionalmente es rebozado en huevo y harina, sobre todo y tradicionalmente servido en Semana Santa. También se utiliza para enriquecer otros platos, como el Moje Tostao o Tiznao, el potaje de garbanzos, el Moje o ajo molinero.
Los platos más típicos de Bolaños, tienen en común su fácil preparación y su bajo costo económico. Uno de estos platos son las gachas, elaboradas con harina de almortas o pitos. También pueden hacerse con patatas cocidas y cominos, recibiendo el nombre de Gachas de aceite o de ajillo-comino.
Las Migas, como las gachas, son un buen ejemplo de este tipo de platos, se preparan a base de pan picado, pudiéndolas acompañar con torreznos, magro o sardinas fritas y, para suavizarlas, con uvas, granada o naranja. Hay otras variedades de las Migas, como son las migas de pastor, que es una variante dulce, ya que realiza con leche, canela y azúcar, y las Sopas Tostás, que son más húmedas que las Migas.
En las huertas bolañegas, se cultivan tomates, pimientos, cebollas, berenjenas, patatas, ajos, cornachos, guindillas, habichuelas, calabacín, etc., que son los ingredientes de platos tan tradicionales como el Pisto Manchego, el Asadillo o Pisto Asao, el Revientalobos, las sopas de berenjena, las habichuelas con Perdiz y un sinfín de platos más. Además, estas hortalizas, se consumen también en forma de conservas, como las berenjenas aliñadas y embuchadas, los tomates en sal o en conserva, las guindillas en vinagre o las aceitunas aliñadas, entre otras. En verano también es común ver en las mesas bolañegas el pipirrana.
La matanza, también es de gran tradición en Bolaños. De la cual han quedado en Bolaños embutidos autóctonos como la patatera, de influencia extremeña, elaborada con carne de cerdo y patata cocida, y el Salchichón imperial, catalogado como uno de los mejores salchichones nacionales y que está bajo patente en manos de una empresa local. Pero la carne utilizada más tradicionalmente, en Bolaños, es el cordero manchego, bajo denominación de origen. Uno de los platos más afamados realizados con esta carne es la caldereta de cordero, a la que se le añade un poco de vino blanco de la tierra, el cual también se utiliza para la elaboración de algunos postres como es el caso de los barquillos.
Uno de los ingredientes que tiene especial protagonismo en la cocina tradicional bolañega y, principalmente, en los postres y repostería, es el aceite de oliva virgen, base de la elaboración de platos como las Tortillas de Rodilla, los Rosquillos, las flores, las roscas de tallos.
Se cuenta que en tiempos remotos el castillo de Bolaños estaba comunicado por pasadizos secretos con el convento de los dominicos de Almagro hacia el oeste y con el Pardillo en dirección este. Este último pasadizo se decía que pasaba por el antiguo pozo de la nieve. De hecho un grupo de estudiantes de Bolaños, al principio de los años cuarenta, hicieron un estudio sobre este tema, llegando a recorrer bastantes metros en dirección al castillo por el interior de este pasadizo. Partieron del pozo que hay en la casa que hoy todavía existe en la esquina que forman la calle Cristo con calle Toledillo. Estos pasadizos permitirían escapar del castillo en caso de asedio, o abastecer a los asediados.
Hoy el castillo se encuentra adornado en su fachada principal con un hermoso jardín, pero hace décadas todavía quedaba junto a la muralla que une las dos torres, parte del foso que en su tiempo rodearía el castillo y en esa especie de cueva, en la que solían acampar gitanos o acurrucarse los sin hogar de aquellos tiempos, había, en una de sus paredes, una mancha oscura con un cierto parecido a la huella de una mano ensangrentada. Aquella mancha, dice la leyenda, que era la huella de la mano herida de Doña Berenguela que allí se apoyó cuando los moros la llevaban prisionera.
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