La Cárcel de mujeres de Ventas fue una cárcel femenina ubicada en Madrid, que estuvo en operación durante casi tres décadas.
Ideada por Victoria Kent —primera directora general de Prisiones—, se puso la primera piedra el 24 de diciembre de 1931 y se inauguró en 1933, durante la Segunda República Española. El proyecto era construir una prisión modelo para mujeres, ya que anteriormente estas eran hacinadas en depósitos de reclusas, que eran llamadas «galeras de mujeres». Con la cárcel de Ventas, Kent se propuso dignificar la condición de la mujer reclusa de cara a su reinserción.
Tras el estallido la Guerra Civil, ante el exponencial aumento de detenidos, la Dirección General de Seguridad hubo de improvisar prisiones provisionales para aligerar la carga de la cárcel principal de Madrid, la Prisión Modelo. En agosto de 1936, ya vaciada de reclusas, la Cárcel de Ventas pasó a convertirse en la Prisión provisional de hombres n.º 3, acogiendo a numerosos presos varones de otros centros. Las reclusas de Ventas fueron trasladadas a la antigua "galera" de la calle Quiñones y al Convento de Capuchinos de la Plaza del Conde de Toreno, para posteriormente ser enviadas al asilo de San Rafael y a varias prisiones valencianas. Las reclusas solamente volvieron a Ventas con el restablecimiento de la prisión femenina en agosto de 1937. Durante esta etapa, 187 presos varones fueron "sacados" de Ventas por las milicias de los partidos del Frente Popular y asesinados en Aravaca, Paracuellos y Torrejón de Ardoz, entre ellos el intelectual Ramiro de Maeztu.
En 1939, y tras el fin de la contienda, la dictadura franquista convirtió Ventas en un "almacén de reclusas" de pésimas condiciones, con más de cuatro mil mujeres -muchas de ellas con niños de corta edad- hacinadas. Durante 1939 y 1940, ochenta mujeres fueron "sacadas" de Ventas y de la prisión también femenina de la calle Claudio Coello, para ser fusiladas en las tapias exteriores del cercano Cementerio del Este o de la Almudena.
Entre las reclusas más conocidas que hubo en la cárcel durante la inmediata posguerra estuvieron Las Trece Rosas, en su mayoría jóvenes militantes de la JSU, ejecutadas en agosto de 1939, así como la dirigente comunista Matilde Landa Vaz. La cárcel permaneció abierta hasta el año 1969, año en que fue demolida para construir una urbanización residencial. El antiguo solar está ocupado actualmente por dicha urbanización así como por un parque de titularidad municipal. El terreno de la cárcel estaba delimitado por la calle Marqués de Mondéjar, donde tenía la puerta principal, y por la calle Nueva del Este, actual Rufino Blanco, del barrio de la Fuente del Berro en el Distrito de Salamanca de Madrid. El derribo supuso la destrucción de uno de los mejores ejemplos de la arquitectura racionalista de Madrid.
En 1967, la política republicana Mercedes Núñez Targa escribió el libro Cárcel de Ventas en el que contó cómo era aquella prisión a partir de su propia experiencia durante el tiempo en el que estuvo presa por la dictadura.
En 2017 la Concejalía de Salamanca del Ayuntamiento de Madrid impulsó la creación de un portal web que reúne documentación diversa sobre la historia de la cárcel de Ventas, así como testimonios de antiguas presas, a manera de homenaje a estas mujeres en su resistencia contra la dictadura, como Ángeles García-Madrid, Manolita del Arco o Trinidad Gallego.
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