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Clarín (Buenos Aires)



Clarín es un periódico argentino editado en la ciudad de Buenos Aires. Fue fundado el 28 de agosto de 1945, por Roberto Noble. La versión digital del periódico Clarin.com es el sexto periódico digital en español más consultado del mundo con 6 948 000 de usuarios únicos en septiembre de 2020.

En mayo de 2019, Clarín marcó el récord de audiencia en medios digitales en la Argentina con 19 564 000 visitantes únicos, según el registro de Comscore.[1]

Clarín fue fundado el 28 de agosto de 1945 por Roberto Noble quien fue años antes ministro de Gobierno en la provincia de Buenos Aires de Manuel A. Fresco (1936-1939). El matutino tuvo como particularidad el ser uno de los primeros diarios del mundo en incluir un diseño más compacto (tabloide) en lugar del típico diseño «sábana» que usaban los diarios de ese entonces.[cita requerida]

El diario supo mirar con cierto recelo el advenimiento del gobierno peronista, frente al que se mostró más contemporizador luego de la intervención de La Prensa.[2]​ Entre la posición crítica de La Prensa y el halago permanente de los diarios oficialistas, Clarín se fue ubicando como medio "independiente". La información ocultada por la prensa oficialista solo podía tomarse de radios uruguayas y –aunque tibiamente- en algunos textos perdidos de La Nación o Clarín.[3]​ El rasgo más distintivo de este periódico fue su adhesión al ideario desarrollista y a sus representantes, posición que mantuvo hasta los años 1980.

El diario se mostró favorable al golpe de Estado, autoproclamado Revolución Libertadora, que derrocó a Juan Domingo Perón en 1955. Aunque el Peronismo había sido proscripto, en su tapa del 22 de septiembre publicó «Es total la tranquilidad en el país» y «El Gral. Lonardi Jurará Mañana Como Presidente de la República», además publicó la biografía del dictador.

Al día siguiente en su portada escribía: «Cita de honor con la libertad. También para la República la noche ha quedado atrás». «En medio del exultante júbilo ciudadano asume el nuevo presidente». «Entusiasta y abanderada recibirá Buenos Aires al general Lonardi».[4]

En 1973, Clarín creó su mítica contratapa que sería ocupada casi en su totalidad por historietistas argentinos -con la única excepción en los primeros años de Mutt and Jeff. Allí aparecerían antológicas tiras como: Clemente de Caloi; El Loco Chávez de Carlos Trillo y Horacio Altuna; Diógenes y el Linyera de Tabaré, Jorge Guinzburg, Carlos Abrevaya y Héctor García Blanco; El mago Fafá de Alberto Bróccoli; El regreso de Osiris de Alberto Contreras; Teodoro & Cía de Viuti; De la crónica diaria de Felipe Miguel Ángel Dobal; El Negro Blanco de Trillo y Ernesto García Seijas; CaZados de Trillo y O'Kif; El Nene Montanaro y Es lo que hay (reality) de Altuna; Yo, Matías de Fernando Sendra; La Nelly de Sergio Langer, más el humor de Roberto Fontanarrosa, Crist, Aldo Rivero, Ian.[5]

En septiembre de 1973 fue víctima de atentados con bombas en su sede en Buenos Aires por parte de la ultra derecha peronista.[6]​ y en Rosario por parte de ERP y Montoneros. También el secuestro de uno de sus directivos llevó a la publicación forzada de solicitadas del ERP, mismo tipo de hecho sucedió días antes con el Diario Crónica.

Desde 1974 el diario se caracterizó por un tratamiento austero de los temas relacionados con la realidad nacional y por privilegiar tópicos económicos. La mitad de los editoriales publicados entre el 1° y el 23 de marzo de 1976 se referían a la economía, y los restantes se ocuparon alternativamente del poder judicial, del desempeño del sindicalismo, de la situación del periodismo frente a la violencia y del rol de la oposición. Los editoriales de esa época seguían la línea de atribuir al fracaso del sistema económico los problemas que se registraban en las otras esferas. En los editoriales inmediatamente anteriores y posteriores al 24 de marzo se advierte que el discurso del diario considera el fin del gobierno de Isabel Perón como resultado de la grave crisis que afectaba al país. El golpe de Estado no fue presentado como la ruptura del orden constitucional sino como el resultado inevitable del desgaste del gobierno peronista. Sin embargo, a diferencia del discurso editorial de otros diarios, no adoptaron una estrategia comunicacional sistemática con el propósito de socavar los cimientos del gobierno constitucional sino que esgrimió una crítica al desempeño del poder ejecutivo que se podría denominar mesurada.[2]​ El 25 de marzo de 1976 (al día siguiente del golpe de Estado) en el diario se leía:

Sobre el terrorismo de Estado, dijo un artículo publicado en el diario en 1982:[7]

Jorge Fontevecchia, director de Editorial Perfil, califica la línea editorial de Clarín como de tipo «marketinero, que busca satisfacer a la mayor cantidad de consumidores». A su vez, asegura: «Clarín no tiene precio cuando se trata de ir contra la opinión pública, lo que no quita que mientras eso no ocurra trate de sacar el mayor provecho de los gobiernos crédulos que creen que pueden dominarlo».[8]

La revista Noticias (de Editorial Perfil, dueña del competidor diario Perfil) acusó a Clarín de sostener un pacto con el Gobierno nacional. Aseguraba que el ex presidente Néstor Kirchner usaba al diario Clarín como agencia de noticias propia.[9]

No obstante, durante el paro agropuecuario de 2008, los medios del Grupo Clarín tomaron una postura crítica al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.[10]​ Desde el anonimato se pusieron en Buenos Aires afiches con las leyendas «Clarín miente» y «TN: Todo Negativo». Este último, en referencia al canal de noticias Todo Noticias (TN), que pertenece al mismo multimedios que Clarín.[11]

En 2010, desde el programa declaradamente oficialista 6, 7, 8 y del estatal Canal 7, se hizo eco de las denuncias de tiempos anteriores que decían que, tanto el diario como el multimedios de Clarín, obtuvieron su condición de corporación monopólica mediante dos acciones: haber apoyado abiertamente a la última dictadura militar (1976-1983), y haber obtenido parte del control de Papel Prensa S.A. en connivencia con la tortura y la expropiación ilegal realizada a sus legítimos dueños, la familia de David Graiver, quien fuera un empresario y banquero cuya familia fue detenida y torturada por la Dictadura Militar de 1976 por la supuesta relación de David con Montoneros.[12]

En septiembre de 2010, la entonces presidenta Cristina Kirchner expuso el informe[13]​ elaborado por Guillermo Moreno (secretario de Comercio Interior) acerca de la manera en que los accionistas privados Clarín, La Nación y La Razón obtuvieron el control de Papel Prensa S.A., y lo presentó a la justicia. Los accionistas privados de Papel Prensa negaron los dichos anteriores[14]​ y también fue negado por Isidoro Graiver, hermano de David, quien declaró ante la Justicia que la familia no recibió presiones de los diarios que adquirieron Papel Prensa para vender la empresa.[15]​ El diario Tiempo Argentino dio a conocer una entrevista realizada con anterioridad donde el mismo sostiene la existencia de presiones y amenazas.[16]

Según el IVC el diario registró entre marzo de 2008 y marzo de 2010 una caída del 19% en las ventas.[17]​ Las ventas del matutino se derrumbaron un 32,5 por ciento entre 2003 y 2012, lo que equivale a una pérdida de 130.000 ejemplares.[18]

En el año 1995, Clarín lanzó la versión digital de su diario, Clarin.com. Es el portal web de noticias más visitado del país, seguido por el portal en línea del diario La Nación y por Infobae.[20]

En la actualidad, Clarín es el diario con mayor tirada de la Argentina, siendo además uno de los de mayor difusión en el mundo de habla hispana, con una tirada que en marzo de 2018 fue de 206.837 ejemplares diarios (promedio de lunes a domingos, incluyendo un promedio de 38.778 de réplicas en ediciones digitales).[22]

El 4 de noviembre de 2000, 117 trabajadores de la redacción de Clarín fueron despedidos por su actividad sindical,[23]​ entre ellos se encontraban los 10 integrantes de la Comisión Gremial Interna de prensa, presidida por la periodista Ana Ale, así como todos los integrantes de la Junta Electoral que participaron del proceso electivo gremial. Desde esa fecha en la redacción del diario más grande de la Argentina no hay representación sindical de sus trabajadores.

En 2004 Artes Gráficas Rioplatenses despidió a 119 trabajadores. En 2010 dos fallos judiciales (primera y segunda instancia) ordenaron su reincorporación, pero la empresa no cumplió. Delegados de los trabajadores realizaron desde las últimas semanas del año 2010 una huelga de hambre. También dijeron que fueron víctimas de intimidaciones por parte de la empresa a través de patovicas contratados.[24]

Según los matutinos argentinos Página/12, Tiempo Argentino y La Mañana de Córdoba, el Grupo Clarín no permite la libertad sindical de sus empleados, conducta que se extendería a todo el Grupo Clarín.[25][26][27]

El 27 de marzo de 2011, empleados despedidos y representantes gremiales realizaron una protesta en Artes Gráficas Rioplatenses. Según el Grupo Clarín esto impidió la salida del diario. En contraposición otros informes periodísticos dicen que la planta no tenía bloqueadas todas las salidas.[28][29]​ Desde la empresa y distintos periodistas y políticos se criticó la protesta, en nombre de la libertad de expresión.[30]​ Por otra parte, muchas celebridades como Adrián Paenza, Roberto Cossa, Horacio González, Ignacio Copani; periodistas como Víctor Hugo Morales, Pablo Llonto, Roberto Caballero, Eduardo Anguita y políticos como Agustín Rossi, Diana Maffia, Dante Gullo, Juan Cabandié, firmaron una solicitada para que la empresa respete el derecho a agremiarse de los trabajadores.[31]

El bloqueo a una de las salidas del diario fue cuestionado por dirigentes de prácticamente todo el arco opositor y por periodistas de varios medios, al tiempo que recibió duros reclamos del ente que nuclea a los propietarios de diarios ADEPA (Asociación de Entidades Periodísticas) y de la SIP (Sociedad Interamerciana de Prensa) y quejas de lectores en las redes sociales. La medida repercutió además en numerosos medios internacionales.[32]

El Senado, por su parte, aprobó por unanimidad una resolución en que expresó su "rechazo y repudio" al método de bloqueo.[33]

A partir de un pedido en el cual el Grupo Clarín alegaba que el portal «¿Qué te pasa, Clarín?» explotaba la marca, el Juzgado Civil y Comercial n.º 3 fijó una multa de 500 pesos diarios si el sitio –que analizaba y criticaba al matutino– se mantenía en línea; ante esto, uno de sus autores —Claudio Díaz— renunció a su empleo[34]​ y los demás decidieron no seguir utilizando el dominio.[35][36][37]



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