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Eliseo Bayo



¿Qué día cumple años Eliseo Bayo?

Eliseo Bayo cumple los años el 7 de noviembre.


¿Qué día nació Eliseo Bayo?

Eliseo Bayo nació el día 7 de noviembre de 1939.


¿Cuántos años tiene Eliseo Bayo?

La edad actual es 85 años. Eliseo Bayo cumplió 85 años el 7 de noviembre de este año.


¿De qué signo es Eliseo Bayo?

Eliseo Bayo es del signo de Escorpio.


¿Dónde nació Eliseo Bayo?

Eliseo Bayo nació en Caspe.


Eliseo Bayo (Caspe, Zaragoza, 7 de noviembre de 1939) es un escritor, periodista, investigador de temas históricos (Arte Antiguo, religiones y de las lenguas ), económicos y sociales. Analista histórico-político. Ha publicado cerca de cuarenta libros hasta el momento en España y México, de ensayo histórico político y social, novela y poesía. Es uno de los periodistas y escritores que empezaron a publicar más jóvenes, en Barcelona, en revistas como La Jirafa, dirigida por Rafael Borrás Betriu, y El Correo de las Artes. Es considerado como el introductor del periodismo social o nuevo periodismo comprometido en la postguerra. Del 11 de diciembre de 1959 al 16 de diciembre publicó en el periódico Solidaridad Nacional, de Barcelona, cinco grandes reportajes sobre los trabajadores de la pesca. Antes de terminar la carrera en la Escuela Oficial de Periodismo tuvo a su cargo páginas en periódicos importantes como El Noticiero Universal, de Barcelona, y El Heraldo de Aragón, de Zaragoza, en los que publicó decenas de grandes reportajes, entrevistas y crónicas. De 1958 a 1961 fue también corrector literario de la editorial Plaza & Janés, bajo la dirección del editor y escritor Mario Lacruz, quien le encargó la traducción del latín de los libros XI, XII y XIII de las Confesiones de San Agustín, que el R.P.Fr. Eugenio Zeballos había dejado sin traducir. La obra completa se publicó en abril de 1961. Habla y/o traduce español, latín, francés, catalán, inglés, italiano, portugués, ruso, caligrafía china, y estudios básicos de náhuatl.

Recibió en abril de 2015 el Premio a la Trayectoria de la Asociación de Periodistas de Aragón.[1]​ El periodista Víctor J. Rodríguez publicó, el 7 de mayo de 2015, en la página de la Asociación de la Prensa de Aragón, Periodistas de Aragón una larga entrevista con motivo de la concesión del Premio por “una trayectoria plagada de batallas, investigación, censuras y, sobre todo, reportajes sociales, económicos y políticos. Su obra podría dar para una película. Ha publicado decenas de libros periodísticos de reportajes, poesía y novelas, muchos de los cuales fueron censurados, prohibidos y vieron la luz años después de haber sido escritos”

De nombre completo Eliseo Antonio Bayo Poblador, ha tenido una vida personal y profesional muy agitada y llena de riesgos que le ha llevado a recorrer 68 países en distintas misiones, desde Alaska hasta Japón, y a hablar una decena de idiomas. Realiza viajes por Rusia, Estados Unidos, Oriente Medio, Japón y el Amazonas, y reside unos años en México DF, donde estudia a fondo el arte y la cultura prehispánica.

Su niñez discurre en Caspe donde se educó hasta los doce años. Ya en su infancia destacó por su afición a la lectura y a dibujar aventuras. El ritmo de vida para un niño en una población pequeña como Caspe era particularmente excitante, y disfrutó mucho con las vivencias de su infancia

Estudia Humanidades y Filosofía en el Seminario Menor de Alcorisa y en el Mayor de Zaragoza; periodismo, en la Escuela Oficial de Periodismo; Licenciado en Ciencias de la Información (UAB); completó los cursos de Doctorado en Técnicas de Investigación en la Historia del Arte (con Suficiencia Investigadora); cursos de Nahuatl en el Convento de El Carmen, Ciudad de México; cursos de chino de la Escuela Oficial de Idiomas de Pequín, con una notable perfección en caligrafía china.

Desde los 12 hasta los 16 años estuvo en el seminario Menor de Alcorisa, población cercana ya en la provincia de Teruel, dependiente del Arzobispado de Zaragoza, donde estudió los cuatro primeros años de Humanidades, centradas principalmente en el estudio exhaustivo del latín y del griego. Tradujo las obras más importantes de Virgilio, Horacio, Ovidio, Cicerón y Julio César. El grado de exigencia era tal que los estudiantes tuvieron que aprender de memoria los 476 hexámetros del Arte Poética de Horacio (Liber ad Pisones), las Geórgicas y las Bucólicas, y la Eneida de Virgilio y las Tristia de Ovidio; también, el discurso de Cicerón Pro Marco Marcello. Del griego, tradujeron la Odisea, de Homero. Bayo destacó por su memoria y por su habilidad en la etimología. A los 13 años escribió su primera novela, y a los catorce un librito de ochenta páginas, manuscrito imitando los tipos de imprenta, que tituló El Cisma de Occidente. Ejerció una influencia determinante en su vida la llegada de un joven teólogo procedente de Roma que aún no había sido ordenado sacerdote. Era el luego erudito canónigo Deán de la catedral de Santiago de Compostela, José María Díaz Fernández, que descubrió su talento literario y estimuló su labor creativa. Los compañeros de curso de Eliseo Bayo y él mismo, un año más o un año menos, destacarían después por sus actitudes políticas y religiosas. De su curso, salieron el sacerdote Domingo Laín, muerto en la guerrilla colombiana, Manuel Pérez, dirigente muerto en la guerrilla y enterrado en Cuba; y los curas obreros Laureano Molina y Wirberto Delso;[2]​ incorporados a su curso, como vocaciones tardías, fueron José María Ramón Aróstegui, cura compañero del sacerdote colombiano Camilo Torres, Jesús Rojo - futuro dirigente de la IV Internacional-, Eizaguirre, uno de los lejanos fundadores de ETA. Entre sus profesores recuerda con especial cariño al Operario Diocesano, Sebastián Sánchez Sánchez, iniciador de militantes obreros cristianos en la HOAC, quien sin dejar el sacerdocio vivió en los barrios obreros, trabajó en las minas, en la construcción y también fue pintor de brocha gorda. Entre sus compañeros destacaron después valiosos intelectuales y catedráticos, como Gonzalo Borrás Gualis, Jesús María Clavería, José Ramón Giner, Jesús Sariñena, el director coral José Luis Félez, el futuro obispo Alfonso Milián, el director del Seminario y erudito bibliotecario Carlos Tartaj. Eliseo Bayo obtuvo Diplomas de Honor en Literatura (1954) y en Historia de la Literatura (1956). En el Seminario Mayor fundó la Revista SubPórtica,[3]​ que como su nombre indica era un ejemplar que empezaba a funcionar al ser introducido por debajo de la puerta de la celda con un editorial de Bayo y el resto de las páginas en blanco; el siguiente en recibir el ejemplar escribía una página y lo pasaba al de la celda de al lado. Tras recorrer todas ellas, regresaba al punto de origen para volver hacerla circular y que todos pudieran leerla completa. Luego empezaba un nuevo círculo. Arturo Bosque organizó la reaparición de SubPórtica en la Web. Aquella generación de jóvenes seminaristas de 1951-52 permanece unida y los supervivientes siguen reuniéndose pasados más de sesenta años.

En 1958 entró en conflicto con el Rector del Seminario y con el Arzobispo de Zaragoza, Casimiro Morcillo, a quien había dedicado un poema saludando su llegada a la archidiócesis. De resultas, salió del Seminario, y se preparó para el ingreso en la Escuela Oficial de Periodismo, en Barcelona, donde se estudiaban los dos primeros años, y se culminaban con el tercero en Madrid. Se incorporó al primer curso en donde coincidió con el erudito Francisco Rico Manrique,[4]​ el luego famoso corresponsal permanente en Líbano, Tomás Alcoverro, el también archiconocido Manuel Vázquez Montalbán, el historiador Antonio Padilla, el sociólogo-ejecutivo Alfonso Durán, el profesor y periodista Miguel Ángel Bastenier, la periodista y empresaria Elisenda Nadal, el luego editor de Gaceta Ilustrada, Francisco Noy, y otros compañeros dignos de recordar.

Por encargo de Rafael Borrás publicó en la revista La Jirafa un largo artículo sobre el libro de César González Ruano, “Libro de los Objetos Perdidos”, que hizo que éste le ofreciera ser su secretario en Madrid, oferta que rechazó. Pero agradeció la propuesta de Rafael Borrás Betriu para trabajar en su editorial, y al mismo tiempo en Plaza & Janés como corrector de estilo. En aquellos años asistió a las tertulias literarias de la Barcelona con Ana María Matute, Mario Lacruz, Ramón Eugenio de Goicoechea, Mercedes Salisachs, Elisabeth Mulderm Ignacio Agusti, Francisco Candel, Castillo Navarro, y el también jovencísimo Francisco Rico Manrique.

En Barcelona inició una larga relación con Lidia Falcón, separada y con hijos: Regina y Carlos Enrique.

Al ser llamado a filas, para incorporarse al Regimiento de Pontoneros en Zaragoza, tuvo que interrumpir su brillante carrera periodística en Barcelona. Ya había publicado tres libros: Blanco y Negro en el Congo, Eichmann, Petróleo, y una biografía de Charles Chaplin. Tenía una sección fija en el diario vespertino El Noticiero Universal tres días a la semana (Las Noches de la Ciudad, alternando con los periodistas Alfredo Amestoy y Antonio Figueruelo), colaboraba además en otras publicaciones. En Zaragoza, tras cumplir los tres meses de entrenamiento militar, pudo pernoctar en la ciudad. El director de El Heraldo de Aragón, Antonio Bruned Monpeón, que era entonces el director de periódico más joven de España, lo contrató y le encargó dos secciones fijas, tres veces a la semana, tituladas La Ciudad al Descubierto y Usted, qué opina. Al mismo tiempo aceptó la propuesta de Bayo de iniciar una serie de grandes reportajes sobre Aragón "siguiendo el impulso de Costa de los regeneracionistas", titulada "Crónica de los Pueblos de Aragón". Había terminado los dos cursos de Periodismo en Barcelona, y se matriculó en el tercer curso y último en Madrid. Se presentó al examen final en junio de 1961. Tuvo un encontronazo con el profesor y famoso periodista del Régimen Pedro Gómez Aparicio, quien al inicio del examen oral le preguntó qué relación tenía con el famoso "general Bayo", organizador militar de la guerrilla de Fidel Castro. Eliseo Bayo, que no tenía constancia de parentesco, salvo que coinciden en la misma área geográfica, le contestó a Gómez Aparicio: He venido a examinarme de periodismo y no de genealogía. El profesor lo expulsó del aula, y le dijo que estaba suspendido "in aeternum". Volvió a presentarse al año siguiente, con la protección de Antonio Bruned y de Joaquín Arrarás. Gómez Aparicio le examinó y le dio aprobado. Con el expediente de los tres cursos completos y aprobados, presentó la tesis de final de carrera, unas 250 páginas, sobre "La Guerra de Argelia y su manifestación en la Prensa". Era junio de 1962.

Ese verano se trasladó a Toulouse para entrevistarse con las grandes figuras del anarcosindicalismo exiladas en Francia. Conoció, trató e hizo amistad, a pesar de la diferencia de edad, a Pedro Mateu, Juan García Oliver, Aurelio Fernández, Pedro Sánchez, Octavio Alberola y Jacinto Guerrero Lucas. Allí conoció también a Jorge Conill Valls. Regresó a Barcelona y el 6 de septiembre de 1962, fue detenido en la playa de Premiá de Mar por agentes de la Brigada Político-Social, dirigida entonces por los hermanos Creix, y conducido a la Jefatura Superior de Policía, en la Vía Layetana. Tras quince días de interrogatorios fue llevado a la Cárcel Modelo de Barcelona donde se encontró con compañeros de sumario, que fue desglosado. Jorge Conill Valls, Antonio Mur Peirón y Marcelino Jiménez Cubas, fueron condenados en consejo de guerra a 30, 25 y 18 años de cárcel respectivamente. El capitán general de Cataluña no aceptó la sentencia del tribunal y consideró imponer la pena de muerte a Jorge Conill. Hubo manifestaciones en Francia y en Italia, y el cardenal Montini escribió un telegrama a Franco pidiéndole que no se condenara a muerte al estudiante Conill. Así se logró. Eliseo Bayo fue conducido a la Cárcel de Carabanchel, en Madrid, para afrontar un consejo de guerra. Fue llevado en "cuerda de presos" en un tren correo, hicieron escala en la Cárcel de Torrero, de Zaragoza, donde permanecieron quince días. Allí conoció a Jordi Pujol Soley, preso político que ejercía su profesión de médico en la enfermería. Eliseo Bayo fue llevado ante el Juzgado Especial Nacional de Actividades Extremistas en Madrid en la causa número 1.376/62 y presentado ante consejo de guerra que se celebró el 20 de noviembre de 1962, por el delito de "rebelión militar por equiparación". El testimonio de sentencia dice textualmente que el procesado "aceptó redactar artículos sobre temas económicos y agrícolas con crítica adversa al Régimen, para ser publicada en la prensa del extranjero, controlada por los anarquistas, guiado por la finalidad de quebrantar el prestigio nacional en el exterior…” No dice que los escribiera, simplemente que aceptó hacerlo. Una intención tan vaga fue considerada "rebelión militar por equiparación". El párrafo anterior de la sentencia dice textualmente: "Llevó a cabo exploraciones, desde el mes de mayo de 1961, y sin conseguir prosélitos, para provocar un corte de fluido eléctrico en la central situada en la localidad de La Muela, cercana a la capital de zaragozana, con el fin de utilizar la obscuridad para difundir propaganda subversiva". Al término del consejo de guerra el presidente del tribunal preguntó al acusado, como es preceptivo, si tenía algo que alegar. Eliseo Bayo se levantó y dijo: "Sí. Tengo algo que alegar. Soy de Zaragoza, conozco La Muela y allí no hay ninguna central eléctrica". Fue condenado a 11 años de prisión Mayor y enviado a cumplir la sentencia en el Penal de Burgos.

Conocedora la dirección de la Escuela Oficial de Periodismo de la condena de Eliseo Bayo, escondió su expediente y no le otorgó el título de Periodista. Cuantas veces lo reclamó, después de salir de la cárcel, se le dijo que no había presentado la Tesis. Sin embargo, cuando desapareció la Escuela Oficial de Periodismo, uno de los grandes periodistas, Roger Jiménez, que estaba en la Comisión Liquidadora, encontró en un almacén la Tesis de fin de carrera.

Llegó al Penal de Burgos en un expediente de Juventudes Libertarias. El 20 de abril de 1963, día del fusilamiento de Julian Grimau, Eliseo - junto al abogado canario Fernando Sagaseta de Ilurdoz Cabrera y el estudiante Jorge Conill Valls-, solicitaron a los dirigentes del Comité Central del Partido Comunista presos en Burgos, Miguel Núñez, Ramón Ormazábal y Pere Ardiaca, el ingreso en el Partido Comunista. Desde ese día, junto al periodista y años más tarde juez, Antonio Jiménez Pericás, redactaron diariamente un periódico clandestino para los presos. Ambos escribieron para Radio España Independiente una crónica semanal titulada "Antena de Burgos". Eliseo Bayo escribió una serie titulada "Los Secuestrados de Burgos" con unas sesenta entrevistas a presos políticos que llevaban veinte y más años de cárcel. Estas entrevistas, manuscritas en miniatura en papel cebolla, en extensión equivalente a diez hojas folio cada una, jamás se radiaron por imposición de Santiago Carrillo, según le fue manifestado años después al autor.

Participó en numerosas acciones políticas dentro del Penal de Burgos y fue llevado en tres ocasiones a celdas de castigo. La más importante de ellas fue la lucha por la libertad de conciencia, en septiembre y octubre de 1963. El domingo 15 de septiembre el poeta Vidal de Nicolás- que no estaba bautizado- y Vicente Llopis, cuñado de Juan Arespacochaga, se negaron a asistir a la misa, y exigieron el derecho a la libertad de conciencia. Quince días después, Eliseo Bayo escribió al Arzobispo de Madrid, y confesor de Franco, Casimiro Morcillo González, en octubre de 1963, denunciando los hechos y exigiendo el Derecho a la Libertad de Conciencia. Previamente había escrito el mismo documento en latín dirigido a la Secretaría de Estado de la Santa Sede. Desgraciadamente este documento se ha perdido. Conserva la copia en papel carbón de la carta dirigida al Arzobispo. En ella explica los motivos jurídicos que hacían contradictorio el cumplimiento de la orden de asistir obligatoriamente a Misa -norma en todas las prisiones y establecimientos militares de España- con el propio Código de Derecho Canónico. El Canon, apartado 2 del Código de Derecho Canónico, sección del Magisterio Eclesiástico; el canon 2314, apartado 1º en el título XI; el canon 2259, apartado 1ª y el canon 693, apartado primero, no sólo eximen a los incluidos en ellos de la asistencia a la misa sino que la prohíben. En cuanto a los no bautizados, como Vidal de Nicolás, es obvia su no obligación de asistencia a la misma, pues la breve sanción del número 12 de las Normas generales dice expresamente: “Legibus more aeclesiascitis non tenentur qui baptismum non receperunt” (Las leyes eclesiásticas no obligan a los que no recibieron el bautismo). Bayo razona así los motivos que le llevan a solidarizarse con los dos presos políticos que habían sido condenados a 40 días de aislamiento en celda de castigo - sin poder fumar, ni leer, ni pasear dentro de ella-, y a negarse a asistir a la misa. Adopta la misma actitud, junto a Jorge Conill Valls y Luis Expósito Mediana.

Los cinco fueron castigados a 40 días en celda de aislamiento por cada domingo que se negaron a asistir a la misa. Acumularon casi 400 días de castigo, hasta que la Santa Sede decidió intervenir ante el Ministerio de Asuntos Exteriores español. La Dirección general de Prisiones fue obligada a levantar el castigo y el Gobierno de Franco tuvo que reconocer de hecho -haciendo no obligatoria la asistencia a misa- pero no de derecho, pues nunca se legisló para reconocerla durante la Dictadura.

Los presos condenados por consejos de guerra se enteraron un día de 1964 que la inmensa mayoría de los consejos de guerra celebrados hasta entonces eran nulos de pleno derecho. El comandante Manuel Fernández Martín, que había sido el ponente de todos ellos, carecía del título de Licenciado en Derecho, preceptivo según el Código de Justicia Militar para formar un Consejo de Guerra. Los presos solicitaron al Capitán General de Madrid la revocación de las sentencias, la nulidad de los consejos y una nueva instrucción civil. Sus demandas no fueron escuchadas, pero el Gobierno de Franco decidió celebrar los XXV Años de Paz concediendo un indulto que daba la libertad a todos los presos que hubieran cumplido veinte años consecutivos de cárcel.

A su salida en libertad a finales de 1965, como consecuencia de sucesivos indultos, concedidos por el Régimen para difuminar el efecto de las condenas impuestas por consejos de guerra, Bayo no pudo establecerse en Zaragoza por el rechazo social de un sector de la burguesía clerical a que se vio sometido por su inicial condena, y por su lucha por la libertad de conciencia. Regresó a Barcelona. Hizo trabajos de corrección de estilo para Ediciones 62. Fue director de la Editorial Caralt gracias a la generosidad del editor, y al compañerismo de Julio Caparrós - quienes nunca cuestionaron sus ideas políticas-. El escritor Néstor Luján le propuso colaborar en la revista Destino, y así empezó su nutrida colaboración casi semanal de grandes reportajes anunciados en portada.[cita requerida]

Tras su periplo en la cárcel, recibió la llamada del director de la revista Destino, Néstor Luján. Sus reportajes sociales de Solidaridad Nacional seguían siendo recordados y le dijeron que los querían en Destino. La revista, fundada en Burgos con un título de tantas remembranzas joseantonianas, tenía la voluntad de ser la impulsora de un gran cambio social y político, y en ella colaboraban intelectuales de gran renombre, como Josep Pla, Josep María Espinas, Avelli Artis, Sebastián Gasch, Ignacio Agusti, Miguel Delibes y Baltasar Porcel. El catedrático de Derecho Manuel Jiménez de Parga ideó con el joven y brillante profesor de Derecho Francesc de Carreras, una sección anónima semanal, Pulsaciones del Observador, a la que se incorporaron desde su fundación Eliseo Bayo y el periodista José María Huertas Clavería. La censura de prensa oficial no quitaba ojo de esta sección.

Empezó a recorrer España para escribir grandes reportajes: en las Hurdes, en la Siberia Extremeña, en las minas de Asturias, en los Astilleros, con los pastores del Pirineo, los camiones que trasladaban furtivamente emigrantes de Portugal a Francia, los parados de la Plaza Urquinaona, que vendían su sangre para malcomer. Algunos de estos reportajes fueron leídos en el púlpito de la iglesia de los Jesuitas, en la calle de Caspe, de Barcelona- De todas estas experiencias surgió el libro, publicado por Destino, con el título En la Pendiente (1968).

Ese mismo año publicó el libro El Miedo, la Levadura y los Muertos en la editorial Nova Terra, de Barcelona, dirigida por Josep María Verdura y Carlos Alfonso Comín, quienes también publicarían el siguiente libro: Oración de Campesinos. El contenido del primero, dedicado públicamente a Jorge Conill Valls, que continuaba en prisión, fue tan polémico que el Ministro de Información y Turismo Manuel Fraga Iribarne mandó secuestrarlo y ordenó guillotinarlo. “Fue, dice Eliseo Bayo, el primer libro guillotinado desde la abolición de la Inquisición”. Secuestraron la revista varias veces durante los cuatro años que estuve en Destino”.

El 27 de octubre de 1968 apareció el primer número del periódico Diario Femenino, creado por el publicista Victor Sagi y dirigido por Jaime Arias. Bayo se incorporó a la sección de reportajes y recorrió España para descubrir el marginado mundo del trabajo de las mujeres: las trabajadoras en los lavaderos de carbón, las que trabajan en los mataderos, las hilanderas, las cosechadoras de arroz, las picapedreras, las mariscadoras, las dinamiteras, las campesinas, y un sin fin de profesiones que hacen de la mujer una fuerza de trabajo tan importante como la del hombre. En 1970, estos reportajes fueron publicados en forma de libro con el título Trabajos Duros de la Mujer (Plaza&Janés), aunque cercenados por la vigente ley de prensa. El libro fue traducido al ruso (Tiaskaya Dolia Inspanski) y publicado en 1976 por la Editorial Progres (Moscú).

En 1970 publicó El Desafío en España, historia de las inversiones extranjeras en España (Plaza&Janés).

Dio numerosas conferencias en Barcelona, Madrid, Valencia, Zaragoza y Vigo y en todas ellas estuvo presente, además del delegado del Gobernador civil, un agente de la Brigada Político Social.

Durante los años 70 se vio envuelto en distintos procesos judiciales y fue encarcelado varias veces, y a la salida le fue impedido publicar. Tiempo después, un compañero de la escuela, Juan Alfonso Durán, que dirigía la Hispano Química Hougton en Barcelona, le ofreció dar un paso adelante en su carrera, aunque en otra dirección distinta a los reportajes sociales. Le ofreció trabajar en la empresa que tenía un grupo con 10 revistas técnicas. No conocía ese mundo, y le fascinó la idea de observar los procesos técnicos y cómo funciona la industria. Recorrió las empresas químicas, las papeleras, las fábricas de máquinas-herramienta, las navales, las grandes extensiones agrarias mecanizadas, los procesos de extracción de minerales, la fabricación del vidrio y del plástico, y cómo se obtienen los productos químicos para la industria farmacéutica. Publicó cerca de cincuenta reportajes para las revistas del grupo. Tuvo un conocimiento sobre las empresas de España extraordinario.

En 1972 fue detenido en dos ocasiones, la primera el 28 de enero junto su hija Regina Bayo[5]​ por la Brigada Político-Social y puesto a disposición del Tribunal de Orden Público n.º 1 cuyo juez era Mariscal de Gante. Pasó casi todo el año en la cárcel Modelo de Barcelona. Los escritores Antonio Buero Vallejo, Francisco Candel, y el profesor José Luis Aranguren entregaron en diciembre de ese año un escrito al Juez firmado por 250 intelectuales solicitando su libertad.

En 1973 fue contratado por el propietario de la Revista Sábado Gráfico, Eugenio Suárez, para realizar una serie de grandes reportajes titulada Muertes y Resurrección del país para abordar sobre el terreno las grandes transformaciones sociales y económicas que estaban produciéndose. Inició también una serie dedicado a los grandes escándalos de corrupción que afloraron en España desde el verano de 1968, Matesa, Reace, contrabando siderúrgico, estafas bancarias. En 1974 se trasladó a Lisboa para presenciar la caída del Régimen de Salazar y analizar los entresijos de la Revolución de los Claveles. Publicó su libro Portugal en libertad condicional.

El 13 de septiembre de 1974 se hallaba reunido con el editor de Destino Josep Vergés y con el director, Néstor Luján para preparar la edición de la novela, Orquesta para la Libertad. A esas horas del mediodía se produjo el atentado en la Cafetería Rolando, en la calle del Correo, en Madrid en el que murieron unas veinte personas. El editor Vergés le dijo a Bayo: “A ver si ahora también le acusan a usted de este atentado”. Tres días después, la Brigada Político Social de Barcelona detuvo a Bayo y lo llevó esposado a la Dirección General de Seguridad, en Madrid, donde fue interrogado durante diez días, al cabo de los cuales fue entregado al Juzgado Militar presidido por el coronel Azañón, de la División Acorazada Brunete, quien lo procesó y envió a la prisión de Carabanchel, de Madrid. Varios meses después, el nuevo juez militar, comandante Valenciano Almoina, tras las investigaciones pertinentes, encontró que Bayo no tenía relación alguna con el atentando de la Cafetería Rolando y lo puso en libertad. Durante su estancia en la prisión escribió la novela Sueños, Discurso y Destrucción de los Inocentes, publicada por la Editorial Lumen, 1976.

También escribió en prisión la obra El Futuro de Sus Hijos. Todas las Carreras y Profesiones en España, en colaboración con el Dr. E. Cerdá Retuerto (Ediciones Danae. Barcelona.1976)

Tras la muerte del general Franco, en noviembre de 1975, el director de la revista Blanco y Negro, Luis María Ansón, le propuso trabajar en la sección política, y le encargó una serie de reportajes sobre los exiliados políticos españoles en Europa, que serían publicados en la revista Gaceta Ilustrada, del mismo grupo (La Vanguardia).

En París se entrevistó con las altas dignidades de la Masonería española y publicó en Gaceta Ilustrada el reportaje Vuelven los Masones. Realizó una gira por Francia y Alemania. En Madrid, entrevistó a Enrique Múgica, a quien conocía de su estancia con él en la Prisión Central de Burgos, con el título El Hombre que manda en Felipe González.

El nuevo director de la revista Gaceta Ilustrada, Jesús Picatoste, aceptó publicar una serie de reportajes sobre los ‘Atentados contra Franco’, que se publicó en 1976 como libro (Editorial Plaza&Janés) narrando los más de 20 intentos de poner fin a la vida del Dictador. Eliseo conoció a muchos de quienes los llevaron a cabo. El libro fue secuestrado por un juzgado de Madrid, y luego levantada la prohibición de publicación.

En 1976 recibió la llamada de Antonio Asensio, que acababa de fundar Interviú. Fue nombrado coordinador general de reportajes y trabajó en la revista durante cinco años. “De los 80.000 ejemplares que vendían cuando llegué pasaron a los 960.000 cuando me marché”. Con Antonio Asensio, el presidente de Ediciones Z, fundó la revista, Repórter, para lanzar grandes reportajes. “En esos años hablé del origen de las principales fortunas de Andorra, la matanza de judíos en la frontera, escándalos tremendos sobre la banca…todo esto que está saliendo ahora ya lo conté en la época”.

Llegó un momento, 1981, en el que dejó de interesarle el periodismo que empezaron a hacer. En ese tiempo publicó la novela El Día de los Jueces (Editorial Bruguera).

Un grupo editorial que dirigía en Barcelona Jerónimo Terrés, exsocio fundador de Interviú, y Cipriano Damiano, hijo, fundó la revista política Actual y llamó a Eliseo Bayo para que fuera su editor. La revista era financiada por Alfonso Guerra. “Fui editor y director de la revista Actual y la coloqué en 80.000 ejemplares. Un día me equivoqué con un reportaje duro sobre la oligarquía vasca y los proyectos de la época. Guerra me llamó y me dijo que Miguel Boyer se había enterado de quién la financiaba y le pidió su cabeza o la mía y me dijo “comprenderás que no es la mía”. Se acabó mi estancia”.[cita requerida]

En los años 80 Eliseo se alejó de los medios de comunicación. “Empezaron a pegarme palos quienes yo había atacado en Interviú y otra gente molesta con mis publicaciones”.

Terminada la experiencia como editor de Actual, se marchó con un amigo, Juan Carlos Muntadas Prim, nieto del general Prim, Conde de Reus, un año de viaje a Brasil, en la selva del Amazonas, donde conocieron poblados de indios sin contacto con el mundo exterior. También fueron a Fortaleza, a cazar tiburones con los negros del lugar. De las experiencias vividas aquel año publicó el libro ‘Cazadores de sombras’ (Ediciones SM).

En 1984 publicó Descubro y Acuso (Editorial Paza&Janés), un nuevo intento de señalar las causas ocultas de la crisis económica y de la crisis de la civilización, que obtuvo gran difusión y 32 años después sigue circulando por la web. Junto al título se lee: “Un informe ferozmente demoledor, ambiciosamente constructivo. En lugar de trabajar por extender la cultura y la modernidad, los llamados progresistas estimulan la ignorancia y el fanatismo”. Defiende la industrialización, el crecimiento de las posibilidades energéticas- y en particular de la energía nuclear- y combate las políticas genocidas de reducción de la población.”

En 1986 publicó Diez Ideas Para Levantar España (Plaza&Janés), que sigue siendo plenamente actual. En él se dice: “No puede haber libertad política real sin crecimiento económico que garantice el bienestar de los ciudadanos. Las medidas de austeridad paralelas a la creciente presión fiscal equivalen a un estado de excepción en el que la represión económica viene a suceder a la represión política…Los economistas dominantes, que han logrado secuestrar a los políticos, eternizan la discusión sobre los temas políticos que dividen a la población, para que ésta no exija un debate público sobre el tema prioritario: el económico”

Sin embargo, alejarse de los medios tradicionales no supuso una retirada del periodismo. Emprendió nuevamente el oficio y montó una revista de inteligencia privada en Barcelona, que funcionaba por suscripción, llamada Prioridad. Revista de Inteligencia. Funcionó desde 1986 a 1990.

En Barcelona, 1985, conoce a Marta Canalizo Almeida; tres años más tarde contraen matrimonio en la Ciudad de México, donde en 1993 nace su hijo Tomás Antonio.

Ya en los años 90 se marchó a México, descubrió la cultura antigua precolombina, recorrió el país y empezó a estudiar lenguas antiguas. Regresó a Barcelona, luego a Caspe y se matriculó en Historia del Arte, en la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de Zaragoza para realizar el curso de Doctorado y escribir su tesis sobre el origen paleo/asiático del arte Occidental.

Habituado a nadar contra corriente, sembró una nueva polémica con su libro "GAL. Punto final", publicado por la Editorial Plaza&Janés en 1997. En él se dice que casi nada de lo que se ha dicho hasta ahora de los GAL responde a una base cierta. “Hubo utilización de testigos falsos, manipulación de testimonios, presiones u coacciones a los implicados, enemistad manifiesta de un juez, falsificación de documentos para hacerlos pasar por piezas oficiales de los servicios secretos, encarcelación de personalidades (el ex Ministro del Interior, José Barrionuevo, y el Secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera) por la declaración de testigos más que dudosos”.

En 1998 publicó Estrictamente Prohibido, Reportajes censurados y otros relatos de la España negra (Editorial Prensa Ibérica). Algunos reportajes que se publican no pudieron ver la luz en el momento en que se escribieron. Fueron prohibidos por la censura oficial de la época, “Oficina de Presentación de Escritos para Consulta Previa”. Otros cayeron víctimas de la censura interna que se veían obligados a practicar los directores de las publicaciones. Los demás sufrieron distintas violencias previas a su nacimiento.

En 2000 publicó La Niebla es un Espejo Vacío (Nihil Obstat, Ediciones. Barcelona). En esta novela de espías, y con un profundo conocimiento de la URSS, logra reconstruir ambientes, introducir al lector en un paisaje de niebla y de aventuras pavorosas creando personajes más allá de los hechos concretos.

En sus últimos años en activo, empezó a trabajar como asesor periodístico de comunicación para empresarios medios que eran acosados por grandes corporaciones.

De octubre de 2005 a enero de 2008 colaboró con un artículo semanal sobre política internacional en la revista Valencia7, dirigida por Noelia Blasco, en la sección Crónicas Finales. Publicó 105 artículos que fueron reproducidos en un blog propio.

Desde 2004 a 2010 fue escritor-colaborador del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, Demarcación de Aragón, y escribió decenas de artículos y conferencias. Participó activamente en el programa de promover infraestructuras para Aragón, se manifestó a favor del Plan Hidrológico Nacional, la Travesía Central del Pirineo y la parada de todos los AVE en Zaragoza.

En 2010, colaboró en Gestiona Radio con la lectura de una carta semanal al Ministro de Fomento sobre la necesidad de una correcta política de infraestructuras.

Ha colaborado en distintos medios audiovisuales y en documentales de televisión.

Pertenece al Human Forum de la Fundación San Diodoro, y a una asociación Rectores de Universidad de 34 países euroasiáticos. Ahí escribe sobre temas históricos, políticos y geoestratégicos que no van dirigidas al gran público, sino a determinadas áreas de discusión política.[cita requerida]

Afirma que el periodismo en que él se movió durante gran parte de su carrera y el actual son muy distintos.[cita requerida]

”Durante el franquismo los directores de medios obedecían consignas políticas, pero eran directores, grandes profesionales, podían tener sus ideas políticas determinadas y su apoyo a Franco o no, pero la finalidad de la prensa era conseguir lectores. Sabían que cuanto más lío organizaban mejor vivían. Si se metían con un banco ganaban lectores. Pero ahora no, porque los bancos silencian eso, los periódicos pierden lectores y los directores están metidos en una jaula haciendo negocios con aquellos que se han convertido en dueños de los periódicos, es una censura más peligrosa que la de entonces”.

“Había mayor independencia, se permitía publicar muchas cosas. Durante los cinco años antes y después de morir Franco hubo un muchas editoriales de izquierdas y desaparecieron todas. También hubo asociaciones de vecinos con una fuerza política extraordinaria que no interesaban a los partidos y no convenían. Se encargó la izquierda tradicional y las grandes corporaciones sindicales de hacerlas desaparecer."

Durante la dictadura “publiqué muchos reportajes, unos fueron censurados y otros no. Ahora se lucha, pero observa que las víctimas de la corrupción son políticos, pero no los que se benefician realmente de ella. Se dice en los medios quién es un corrupto y quién ha cobrado mucho dinero pero los que no aparecen nunca son los que se benefician de los actos que firmó el corrupto. Empresas de construcción, eléctricas… estamos gobernados por ellos, los bancos son dueños de los periódicos y lo fundamental no saldrá publicado”.

"Ahora los periódicos son el sub-mini boletín oficial del estado, eso no gusta, la gente se va, deja de leer la prensa”.

El plan para él ahora es terminar la tetralogía que está escribiendo acerca de lo que ha ocurrido en España en los últimos 200 años, real y objetiva, “cuento las claves de dónde condujeron unas cosas a otras, detalles que la gente no ha visto nunca”. El número de sus obras inéditas, de investigación histórica, de arte antiguo, y de poesía excede el número de las publicadas. [cita requerida]

Como periodista, además de colaborar en diferentes medios, fue coordinador de reportajes en "Interviú", "Destino", "Sábado Gráfico", "Repórter"... y director de la revista cultural "Actual".

En algunos de sus libros examina la sociedad tradicional, entre otros temas. Describe los problemas de una sociedad fuertemente estamentada y ritualizada. Aunque sus libros sobre política son los más conocidos, ha escrito sobre temas muy alejados de la misma, como literatura, ensayo, poesía, novela negra y divulgación.

Entre los libros inéditos está su tesis doctoral sobre la existencia de un primer imperio mundial de rasgos asiáticos, y un monumental tratado sobre la destrucción de las culturas antiguas, de título "Arrancaron la lengua a Dios y la echaron a los perros".

La Enciclopedia Aragonesa lo define como indagador de la situación social española, aunque su carrera literaria es muy extensa. Su obra narrativa es reflejo de una vida excepcional:[cita requerida] presos condenados a muerte, conspiradores en la URSS de la guerra fría, la oposición al régimen franquista o los viajes del autor por el Amazonas se transforman en materia literaria en novelas como "Sueño, discurso y destrucción de los inocentes (1976)", "Orquesta de la libertad" (1978), "El día de los jueces" (1982), "Niebla" (1994), "Cazadores de sombras" (1997), "Puro desastre" (1999), "La niebla es un espejo vacío" (1994, 2000) y "Dios Toro Poderoso" (2007).

"Y el Cielo es Nuestra Casa" Editorial unomásuno, 2013 ISBN 978-84-938722-4-3 Depósito Legal:M12115-203

"El Ileso Novio de la Muerte" (Prólogo de la obra "En la Roca", de Ernesto Caballero, 2012) Cuadernos del Teatro Español, Madrid ISBN: : 978-84-87744-52-5. Depósito Legal:M-23746-2010

"Dios Toro Poderoso" Editorial unomásuno, 2007 ISBN 978-84-611-5902-4 Depósito Legal M-12138-2007

"La niebla es un espejo vacío" Editorial Diana, México 1994 ISBN 968-13-2660-1 Nihil Obstat Ediciones, Barcelona 2000 ISBN 84-930926-8-1 Depósito Legal B-42589-2000

"Puro Desastre" Editorial SM, 1999 ISBN 84-483-0441-1 Depósito Legal M-4935-1999

"Y el cielo es nuestra casa" Colección Margen de Poesía de la Universidad Autónoma Metropolitana, 1998 ISBN 970-620-045-2

"Estrictamente Prohibido" Reportajes censurados y otros relatos de la España negra Editorial Prensa Ibérica, S.A., marzo de 1998 ISBN 84-8182-960-9 Depósito Legal B-7 618-98

"Y el Cielo es Nuestra Casa" Margen de Poesía. Universidad Autónoma Metropolitana. México, 1998 ISBN 970-620-045-2

"Gal: Punto final" Plaza&Janes, Marzo 1997 ISBN 84-01-39060-5 Depósito Legal B. 10.187-1997

"Cazadores de sombras" Acento Editorial, 1996 ISBN 84-483-0150-1 Depósito Legal M-33300-1996 Editorial Diana, diciembre de 1997 ISBN 968-13-3040-4

"La Niebla es un Espejo Vacío" Editorial Diana, México, 1994 ISBN 968-13-2660-1

"Diez ideas para levantar España" Plaza&Janes, febrero de 1986 ISBN 84-01-33304-0 Depósito Legal B. 6119-1986

Textos Políticos Prioridad Revista de Inteligencia Editorial Baypen. Barcelona, 1986-1990

"Descubro y Acuso" Plaza&Janes 1º Edición: Noviembre 1984 2º Edición: Febrero 1985 3º Edición: Mayo 1985 ISBN 84-0133258-3 Depósito Legal B. 17223-198

"El día de los jueces" Bruguera, noviembre de 1982 ISBN 84-02-09083-4 Depósito legal B. 32.431-1982

"Els Catalans: Vida i Costums" Editorial Nauta, 1979 ISBN 84-2780329X

"Orquesta para la libertad" Plaza&Janes, septiembre 1978 ISBN 84-01-30241-2 Depósito Legal B. 28.419-1978

"Los atentados contra Franco" Plaza&Janes, diciembre de 1976 ISBN 84-01-33098-X Depósito Legal B.52.847-1976

"Trabajos duros de la mujer, edición rusa 1976"

Sueños, discurso y destrucción de los inocentes Editorial Lumen, 1976 ISBN 84-264-4453-9 Depósito Legal B. 22440-1976

"Como orientar el futuro de sus hijos: Todas las carreras y profesiones en España" Ediciones Dana, 1975 ISBN 84-70602101

"De qué viven y por qué mueren los españoles" Editorial Dirosa 1º Edición: Febrero 1975 2º Edición: Marzo 1975 ISBN 84-7358-016-8 Depósito legal B. 11.866 - 1975

"Oración de Campesinos" Editorial Laia, Mmayo 1974 ISBN 84-7222-858-4 Depósito Legal B. 17.413-1974

"Portugal: en libertad condicional" Editorial Dirosa, junio de 1974 ISBN 84-7358-012-5 Depósito Legal B 30.301

"El manifiesto de la tierra" Editorial Planeta, 1973 ISBN 84-320-6376-2 Depósito Legal B. 23689-1973

"Trabajos duros de la mujer" Plaza&Janes, mayo de 1970 Depósito legal B. 19.379-1970

"El “desafío” en España" Plaza&Janes, octubre de 1970 Depósito legal B. 41.277-1970

"En la pendiente" Ediciones Destino, septiembre 1968 Depósito legal B. 18219-1968

"El miedo, la levadura y los muertos" Editorial Nova Terra, abril de 1968 Depósito legal B 14925-1968

"Blanco y negro en el Congo", (Reportaje histórico) Editorial Plaza & Janés, 1962

"Eichmann. La historia de un acorralado" Editorial Plaza & Janés, 1962 ISBN 4973/62 Depósito legal B 24715-1962

"Las Confesiones de San Agustín" Libros XI, XII y XIII Editorial Plaza&Janés, 1961


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