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Espiel



Vista de Espiel.

Espiel es un municipio español de la provincia de Córdoba, Andalucía. En el año 2019 contaba con 2.397 habitantes. Su extensión superficial es de 437,26 km² y tiene una densidad de 5,69 hab/km². Sus coordenadas geográficas son 38º 11' N, 5º 01' O. Se encuentra situado en la comarca del Valle del Guadiato, a una altitud de 548 metros y a 50 kilómetros de la capital de provincia, Córdoba.

Espiel es conocido por contar con una de las mejores zonas de escalada deportiva de Andalucía y por haber sido el lugar de descubrimiento de la campana más antigua de España.

Espiel se encuentra situado en el norte de la provincia de Córdoba, en el valle del Guadiato, a 50 kilómetros de la capital. En su término se alzan las barriadas de El Vacar y Fuente Agria. La población asciende a 2.397 habitantes (2019).

Su estratégica ubicación en el centro del valle del Guadiato influyó sobremanera en el asentamiento protohistórico en las tierras de Espiel, encontrándose una gran cantidad de yacimientos del calcolítico, del megalítico, etc. Destacan los asentamientos de La Estrella, La Alhondiguilla o El Vacar, y el hallazgo de un ídolo-placa en serpentina verde con diversos grabados.

Los primeros indicios de civilización corresponden a la época romana. En la localidad estuvo asentada la población de Siciliana, quedando restos de su asentamiento como monedas o sepulcros.

Posteriormente, tras las invasiones de los pueblos germánicos, resulta importante reseñar la existencia del conjunto arqueológico de "El Germo", constituido por una basílica y un baptisterio visigodos, erigidos hacia el 600 d. C.

La época islámica nos ha legado el castillo musulmán de "El Vacar". Se trata de una fortaleza de la época califal construida en tiempos de al-Hakam II y que Fernando III donó a Córdoba en el 1237.

Tras la Reconquista, Espiel pasó a pertenecer al señorío de Córdoba y, ya en el año 1546, Pedro Sánchez de Sepúlveda ganó una provisión para que la villa tuviese alcalde, alguacil y escribano. De ese modo se evitaban las molestias originadas a sus vecinos cuando tenían que ir a Villanueva para sus negocios y otorgamientos de escrituras. En el siglo XVII fue comprada por Juan Jiménez de Góngora, luego marqués de Almodóvar de Trasserra.

Los vecinos espeleños dan crédito a la tradición de que el pueblo se remonta en sus inicios a unas chozas (hechas por unos cabreros en los actuales asentamientos de la villa), las que después se convirtieron en casas que se fueron amontonando poco a poco, aunque no se precisa en qué momento.

Este territorio estuvo en la antigüedad muy poblado de aldeas, contándose además los asentamientos de algunos célebres monasterios de cuyos edificios se conocen aún las ruinas, parte de las cuales pertenecen al término de Villaviciosa.

Durante el siglo XIX, al calor de la actividad minero-industrial que se desarrolló en la cuenca carbonífera, se produjo el desarrollo económico de la zona. También se produjo la llegada del ferrocarril a la comarca, buscando dar salida a la extracción del carbón. En 1873 entró en servicio la línea Córdoba-Belmez, que contaba en Espiel con una estación de ferrocarril propia. Esta dinámica se mantuvo hasta la segunda mitad del siglo XX, en que la actividad minera y ferroviaria decayó.

A finales del siglo XX y principios del XIX, además de la tradicional economía agrícola y ganadera, se desarrolló una importante actividad industrial en los sectores metalúrgico, maderero, de elaboración de gres y transformación del plástico, en los cuatro polígonos industriales de la villa. En el sector terciario destaca también un incremento de los servicios turísticos y de ocio.

Número de habitantes en los últimos diez años.

Las variadas actividades económicas agrarias, ganaderas, mineras, industriales y de servicios, ubicadas en la villa de Espiel, hacen que este municipio presente prácticamente una situación de pleno empleo.

     Deuda viva del Ayuntamiento de Espiel en miles de Euros según datos del Ministerio de Hacienda y Ad. Públicas.[1]

De época romana destacan varios hornos de fundición en el término municipal. Son construcciones excavadas en el suelo, de cuatro metros de diámetro por dos de altura.

En su eje ofrecían una chimenea vertical de arcilla de unos 25 cm. de diámetro, exteriormente también estaban revestidos de arcilla:

· Una de estas fundiciones se encuentra frente a la Peña Crispina, en las proximidades del yacimiento de agua para el abastecimiento de la población.

· Otra, en La Nava, junto al río Guadalbarbo en el paraje de este nombre, por la carretera de Córdoba a Almadén.

· La tercera, en El Higuerón, es una pequeña fundición, medio recubierta por tierra de labor.[2]

De la época califal destaca el Castillo de "Cabeza de Vaca". Se trata de una importante fortaleza construida posiblemente en época de Al-Hakan II. Presenta planta cuadrangular con torres salientes en cada una de las esquinas y en la mitad de cada uno de sus flancos, de factura muy similar a otras fortalezas del mismo periodo.

También de esta época es el Castillo de Espiel o de la Sierra del Castillo, actualmente en ruinas. Tenía forma alargada e irregular. Se sitúa en un lugar de difícil acceso, ya que por la parte sur hay un precipicio de unos 40 metros de altura, viéndose en el borde del mismo los restos de la edificación.

Del siglo XIX data el balneario de Fuente Agria. El balneario, así como el templete que custodia la fuente, fue construido entre los años 1871 y 1873. Anteriormente a esta fecha ya se conocían las propiedades curativas de estas aguas, siendo propiedad de la casa de Alba el venero de dicha fuente. El agua de Fuente Agria, por su composición, gozó a finales del siglo XIX y principios del XX de una elevada reputación, siendo considerada superior a la de otros veneros medicinales como Vichy o Marmolejo.

Por otro lado, la arquitectura popular de la zona alta y antigua de Espiel está caracterizada por un fuerte tipismo, con calles pendientes y quebradas con plazas irregulares y de casas blancas, que a veces se asientan sobre la roca.

La arquitectura religiosa de Espiel está protagonizada por la parroquia de San Sebastián, del siglo XV. Aunque existió una vieja parroquia medieval en el primitivo emplazamiento de la población, el edificio actual se construyó en la época de los Reyes Católicos.

Entre las artes conservadas en la iglesia parroquial de San Sebastián, destacan las esculturas y una amplia muestra de orfebrería de los siglos XVII y siguientes (una naveta, una cruz procesional, una custodia rococó, un cáliz, etc.)

La ermita de la Virgen de la Estrella está ubicada en un pintoresco paraje a no mucha distancia del pueblo. Siendo de antigüedad parecida a la de la parroquia, tiene el interés de conservarse en su estado original con su techumbre de madera con vigas.

Pero, sin duda, el hallazgo más notable acaecido en Espiel ha sido el de la campana del Abad Sansón que, conservada en la actualidad en el Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba, está considerada como la campana más antigua de España. Se trata de una pieza de bronce relativamente pequeña, de unos 20 cm. de altura y de diámetro máximo, decorada con una serie de líneas en forma de círculos concéntricos muy próximos entre sí y con la siguiente a inscripción: OFFERT hOC MVNVS SAMSON ABBATIS IN DOMVM STI SABaSTIANI MARTIRIS XpI ERA dCCCCLXLIII (El abad Samson ofrece este regalo a la casa (ermita) de San Sebastián mártir de Cristo en el año de la Era 993).[3]



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