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Festival Nacional de Doma y Folclore



El Festival Nacional de Doma y Folklore o Festival Nacional de Doma y Folklore de Jesús María o Festival Nacional e Internacional de Doma y Folklore de Jesús María, es un evento de música folclórica y jineteada, que convoca a intérpretes de música folklórica argentina y jinetes que realizan destrezas gauchas a caballo. Es uno de los encuentros más importantes de Argentina, referido a esta temática. En 2017, el Estado Argentino le otorgó la denominación Marca País (esto significa que este festival es sinónimo de República Argentina en todo el mundo, una calificación equivalente a la de Denominación de Origen Controlada o DOC).[1]
Este festival se realiza en la ciudad de Jesús María (localidad ubicada a 50 km al norte de la ciudad capital de la provincia de Córdoba), en un anfiteatro llamado José Hernández. El mismo tiene forma oval en sentido este - oeste, contando con un escenario ubicado en el sector norte, donde actúan solistas y grupos de folklore, y un campo de jineteada que posee corrales de encierre en el sector oeste, más tres palenques en el sector este. En este predio se realizan tareas y destrezas gauchas habituales del campo argentino. Todo el complejo está circunscripto por gradas en las que se ubica el público asistente, convenientemente.[2]
El festival se desarrolla ininterrumpidamente (a excepción del 2021, debido a la Pandemia de COVID-19) desde el año 1966[3]​ durante la primera mitad de enero, y se desarrolla a lo largo de diez noches consecutivas e ininterrumpidas, combinando la destreza de la jineteada, la exhibición de habilidades gauchas, la música folklórica, danzas típicas y la degustación de platos típicos de la cocina criolla. El encuentro, además, no se circunscribe a las actividades que se desarrollan dentro del predio de la jineteada, sino por el contrario, existen un sinnúmero de actividades en las calles de la ciudad de las que se puede participar: feria de ropa típica, utensilios, comidas criollas, peñas, actuación de grupos de folklore, etc. Es un festival multitudinario al que, en el año 2007, asistieron más de 400.000 personas, entre los que concurren al anfiteatro y los que visitan las peñas y la feria de artesanías.

En el mes de mayo de 1965, la Cooperadora de la Escuela N°1.er Teniente Morandini de Jesús María, tenía la imperiosa necesidad de recaudar fondos para solventar la atención de los niños. Así, realiza una reunión el 19 de mayo de ese mismo año. En la misma, Juan Manuel Corrales sugiere realizar un Festival de trascendencia. Varias fueron las opiniones sobre cómo realizarlo, pero fue la idea propuesta por Enrique Jarbas Pereyra la que fue aprobada por unanimidad: Realizar un festival de doma y folklore.

Convencidos de la relevancia que tendría el evento y teniendo en cuenta que la región donde se encontraban era netamente ganadera, el Sr. José R. Castillo, tiene la idea de invitar a todas las Cooperadoras de las Escuelas de Jesús María.

Inicialmente se sumaron solo 10 Cooperadoras, luego se fueron adhiriendo otras de Colonia Caroya y de Colonia Vicente Agüero, conformando así un grupo de 20 escuelas y que se denominó, Unión de Cooperadoras Escolares. La Comisión Directiva estaba presidida por Juan Manuel Corrales.

El trabajo mancomunado de todas las voluntades logró llevar adelante, el 1° Festival de Doma y Folklore que se realizó, en enero de 1966, obteniendo un éxito rotundo. El maestro de ceremonias, Ricardo Smider, junto a la animadora Lisa Ferrer y los locutores Ulises Guerreri y Carlos de Negri supieron entretener a un público asistente de 45 000 personas. La cartelera artística estaba conformada por Los Cantores de Quilla Huasi, Alberto Merlo, Los de Córdoba, Los del Suquía, Héctor Roca, Jorge Cafrune, El Chango Nieto y Abel Figueroa entre otros. Por su parte, el espectáculo de la doma, contaba con el animado relato de Raúl Romanutti, un conocido y renombrado apellido ganadero de la región. El resultado, una recaudación de $ 7 643 700 de la moneda nacional vigente y que en ese momento, cumplió con creces el objetivo planteado.

Con el paso de los años, estos sueños fueron convirtiendo al Festival en el espectáculo más grande de América en su género, atrayendo en cada edición a más de 300 mil espectadores que viven esta fiesta popular, además de un sinnúmero de televidentes y radioyentes que lo siguen desde sus hogares en todo el país y el mundo.

En noviembre de 2020 debido a la pandemia por coronavirus y luego de muchas reuniones entre la comisión directiva del evento y entes gubernamentales se decidió suspender la 56° edición del festival a realizarse en enero de 2021, siendo el único año que no se llevó a cabo desde sus inicios. [4]​ En 2022, el festival se desarrolló siguiendo estrictas medidas de prevención como la obligatoriedad de pase sanitario con esquema de vacunación completo, uso de mascarilla y distanciamiento social.[5]

Desde el año 2008 se elige a la Wayta ('flor' en quichua) y a las Malens ('doncellas'), tres jóvenes encargadas de representar al festival.[6]

Si bien el nombre del festival hace referencia a la doma, la realidad dista mucho de esto. En Jesús María, lo que se realiza, es la jineteada de potros denominados reservados (un caballo sin domar), donde los jinetes deben permanecer sobre el lomo del animal durante un determinado lapso de tiempo, que dependerá de la categoría en la que esté demostrando su destreza. Existen dos grupos de jinetes: Nacional e Internacional. En el grupo Nacional, participan delegaciones nacionales, que representan a las provincias argentinas, y que están formadas por 5 personas: 1 delegado, 3 jinetes (uno para cada categoría) y un cuarto jinete que actúa de suplente en caso de que hubiere que cubrir a uno de los jinetes que no pueda jinetear por algún motivo. En el grupo Internacional hay delegaciones de países vecinos, Uruguay, Brasil, Chile y Paraguay, que compiten en las tres categorías por los premios y no por los títulos. Amén de las delegaciones descriptas, existe una delegación más que representa a la ciudad organizadora, Jesús María, y más exactamente al festival, a lo largo de todo el año en todas las presentaciones en las que la Comisión directiva del festival, considere que debe presentarse. Esta delegación está conformada por los 3 jinetes ganadores de la edición anterior, más el delegado y el jinete suplente que son designados por la Comisión Directiva del festival.

Existen tres categorías: Categoría "A" - Crina limpia o Potro Pelado. Categoría "B" - Gurupa o Grupa sureña o Cuero. Categoría "C" - Bastos con encimera lisa sin boleadoras.

En esta categoría se puede usar una lonja (también conocido como tiento pezcuecero), que se coloca alrededor del pescuezo del animal como único sostén del jinete, quién no puede dejar de trabajar el animal con las espuelas. Tiempo de monta: 8 segundos.

En esta categoría no se usan estribos, pero se utiliza un cuero de oveja sujetado por un cinchón. El jinete debe sujetar las riendas con una mano y el azote (huasca, talero, etc.) con la otra. Tiempo de monta: 12 segundos

Aquí el hombre no deberá perder los estribos ni "charquear" (tocar al animal con las manos). En las otras categorías el charqueo también quita puntos. Tiempo de monta: 12 segundos.

Una vez cumplido el tiempo, se hace sonar una campana, la cual anuncia a quienes se encuentran en el campo de la jineteada, la finalización de la prueba, y dos jinetes de a caballo denominados apadrinadores, se colocan a ambos lados del reservado para ayudar al jinete a desmontar.

El jinete no debe seguir castigando ni jineteando el reservado una vez que sonó la campana, si así lo hace, se le aplica un descuento de puntos.

El jinete: máximo 15 puntos. El potro: máximo 5 puntos. Espuela: máximo 5 puntos. Elegancia: máximo 5 puntos.

El animal debe ser largado, preferentemente, con el anca hacia los corrales. En el palo (palenque), exclusivamente deben estar: los palenqueros, el jinete y un ayudante del mismo. Las riendas son de suela, cuero crudo o curtido, lisas, no trenzadas y sin nudos. Su uso es obligatorio, dándose en la monta, una vuelta en una de las manos del jinete. El rebenque o guacha, se debe usar tomado de la manijera con la otra mano en las categorías de Gurupa y Bastos.

Es la máxima autoridad dentro del campo de jineteada y su decisión deben ser acatada por los jinetes y todas las personas dentro de la pista.

Los jinetes reciben importantes premios durante el Festival. Reciben premios en dinero y presentes de uso habitual en las tareas rurales como Rastras (generalmente de plata con incrustaciones de oro), cuchillos finamente trabajados, cintos de cuero de carpincho, medallas y otros enseres típicos del gaucho. Además los ganadores de cada noche y los campeones, también reciben premios en efectivo.

Diferentes asociaciones de protección animal entre ellas Greenpeace, ACMA Caballos, Mi reino por un caballo y la asociación cordobesa Sin Estribos, vienen pidiendo hace años la suspensión del tipo de doma que se lleva a cabo en el festival.





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