Arquelao (Archelaus,c. 23 a. C. - c. 18 d. C.) fue etnarca de Judea, Samaria e Idumea (4 a. C. - 6)
Herodes Arquelao era hijo de Herodes I el Grande y Maltace, hermano de Herodes Antipas, y medio hermano de Herodes Filipo II.
Arquelao recibió el reino de Judea como la última voluntad de su padre, a pesar en ayuda de una voluntad anterior que lo había legado a su hermano Antipas. Fue proclamado rey por el ejército, pero se negó a asumir el título hasta que se hubiesen presentado sus reclamaciones a Augusto en Roma. Antes de partir, sofocó con crueldad extrema una sedición de los fariseos, matando a cerca de tres mil de ellos.
Nicolás de Damasco argumentó ante Augusto que Arquelao había actuado con propiedad, y que el testamento de Herodes, supuestamente escrito pocas semanas antes de morir, que sustituía como sucesor a Antípatro por Arquelao, era válido. Nicolás había sido confidente de Herodes durante años, y era leal a Roma.
Arquelao, a la conclusión de los argumentos, cayó a los pies de Augusto, quien le alzó y manifestó que «...era digno de suceder a su padre».
En 4 a. C. Augusto, le asigna la mayor parte del reino (Samaria, Judea e Idumea) con el título de etnarca.La primera esposa de Arquelao es mencionada por Flavio Josefo simplemente como Mariamne, quizá Mariamna III (Mariamne ben Aristóbulo), de quien se divorció para casarse con Glafira, la viuda del hermano de Arquelao, Alejandro, a pesar de que el segundo marido de esta, Juba, rey de Mauritania, estaba vivo. Esta violación de la ley mosaica, junto con su crueldad, provocaron que Arquelao despertara la ira de los judíos, que se quejaron ante César Augusto.
Arquelao fue depuesto en el año 6 por Augusto y desterrado a Vienne, en las Galias. Judea, Samaria e Idumea fueron directamente colocadas bajo el poder romano (véase el censo de Quirino) y fueron fusionadas en la provincia romana de Judea, bajo un prefecto romano.
Existen varias referencias a Arquelao en el Nuevo Testamento.
En el Evangelio de Mateo 2:13-23, se menciona Arquelao al referir el retorno de José de Nazaret, María y Jesús niño de Egipto. Según Mateo, José y María habían huido a Egipto con Jesús niño, con lo que evitaron que fuera víctima de la matanza de los inocentes. Cuando Herodes el Grande murió, José fue advertido por un ángel en sueños para que retornara a la tierra de Israel, porque habían muerto los que buscaban la vida del niño. Sin embargo, al enterarse de que Arquelao había sucedido a su padre como rey de Judea, «tuvo miedo de ir allá» (Mateo 2, 22), y avisado en sueños se retiró a la región de Galilea. Esta es la explicación de Mateo de por qué Jesús nació en Belén de Judea, pero se crio en Nazaret. Raymond Edward Brown entendió que no hay razones para dudar de la veracidad histórica de Mateo en lo referente a este punto.
El comienzo y la conclusión de la Parábola de las diez onzas (equivalente en el Evangelio de Lucas a la Parábola de los talentos del Evangelio de Mateo) puede referir el viaje de Arquelao a Roma (así lo señala Joaquim Jeremías; también Joseph A. Fitzmyer refiere ese punto). Algunos biblistas interpretan que las parábolas de Jesús y la predicación hacen uso a menudo de los acontecimientos familiares de las personas como ejemplos para traer su experiencia espiritual a la vida. Otros leen la alusión como el resultado de adaptaciones posteriores de las parábolas de Jesús a la tradición oral, antes de que las parábolas fueran registradas en los evangelios. El texto bíblico dice:
Joseph A. Fitzmyer analiza el pasaje en los siguientes términos:
Por su parte, Joaquim Jeremias interpreta lo siguiente:
Escribe un comentario o lo que quieras sobre Herodes Arquelao (directo, no tienes que registrarte)
Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)