La IV Internacional fue una organización internacional de partidos comunistas seguidores de las ideas de León Trotski, quien fue además su principal dirigente. Fue establecida en un congreso de delegados en Perigny (París) el 3 de septiembre de 1938, que aprobó el Programa de Transición. La IV Internacional se consideraba heredera de todas las internacionales obreras, pero su modelo organizativo y programa político se basa en los cuatro primeros congresos de la III Internacional. La IV Internacional quedó debilitada tras el asesinato de Trotski en 1940 y quedó disuelta tras una serie de escisiones en 1953 y 1963. Desde entonces, múltiples organizaciones se consideran herederas de la IV Internacional.
La fundación de la Primera Internacional en 1864 fue el primer intento de los sectores más avanzados del movimiento obrero de dar una expresión organizativa a la política internacionalista de la revolución proletaria. En ella jugaron un papel destacado Marx, Engels y Bakunin; en torno a este último se organizó el anarquismo, que tras ser expulsado desarrollaría su propia Internacional en 1872.
La Segunda Internacional (1889), uno de cuyos fundadores fue Engels, terminó apoyando a los gobiernos de los países imperialistas votando a favor de los créditos de guerra para la Primera Guerra Mundial, enfrentando a los trabajadores de los distintos países en la que resultó una de las mayores matanzas de la historia, y produciéndose la separación entre los socialistas reformistas (socialdemocracia) y los socialistas revolucionarios, germen de la Tercera Internacional.
Ante estos hechos, el Partido Bolchevique fundó la Tercera Internacional en 1919, después de la Revolución rusa, para recuperar la política revolucionaria a escala internacional. Después del triunfo de Stalin y la burocratización del estado soviético, la Tercera Internacional se convirtió en un instrumento de la política soviética.
Trotski había proclamado la necesidad de construir la Cuarta Internacional, al considerar que la Tercera Internacional era estalinista. En opinión de los trotskistas, lo demostraban las grandes traiciones de los Partidos Comunistas en Alemania, Francia y España durante la década de los 30 del siglo XX, resultando la victoria del fascismo en gran parte de Europa. La IV Internacional se fundó de hecho en una conferencia en 1938.
León Trotski entendía la Internacional como el partido mundial de la revolución proletaria, con secciones en los diferentes países que actuaran como un todo (con un régimen interno de centralismo democrático) en pos de la revolución mundial. Los ejes programáticos se basaron en la teoría de la revolución permanente, el Programa de Transición y el internacionalismo. Por tanto, se defendía que la revolución socialista sólo podría triunfar definitivamente si se daba a nivel mundial, y no solo en países concretos.
En 1939, al comenzar la Segunda Guerra Mundial, la sede del Secretariado General se trasladó a Nueva York.
En 1940 el que entonces era el partido más importante de la Cuarta Internacional, el Partido Socialista de los Trabajadores (SWP) de los Estados Unidos, sufrió una división. La escisión fue protagonizada por una fracción minoritaria encabezada por Max Schachtman y James Burnham que discrepaban de las posiciones de Trotski y James Cannon.
El asesinato de Trotski en agosto de 1940 por un agente español (Ramón Mercader) de la NKVD mandado por Stalin, significó un grave golpe político para la Cuarta Internacional. Quedó muy debilitada, con una dirección muy joven e inexperta, elegida en 1946 tras la Segunda Guerra Mundial, en el segundo congreso mundial.
El primer gran desafío y crisis se produjo en 1953. Distintos grupos (entre ellos el GOR -partido de tendencia morenista- argentino, el Partido Comunista Internacionalista francés o el SWP norteamericano) se negaron a aceptar las tesis mayoritarias impulsadas por Michel Pablo (seudónimo del trotskista de origen griego Michel Raptis). Este defendía que, al estallar una inmediata Tercera Guerra Mundial, los Partidos Comunistas (PC) estalinistas adoptarían un papel revolucionario, al enfrentarse violentamente al imperialismo. Por tanto, en los estados obreros burocráticos la gran tarea no sería construir partidos trotskistas revolucionarios, sino entrar en los PC estalinistas para impulsarlos a tomar el poder. La internacional acabó el proceso rota en diversas fracciones, las secciones que siguieron la política pablista fueron destruidas y sus cuadros absorbidos por los PC.
En la década de los 60 se produjo una reunificación en torno al planteamiento de que la revolución cubana había producido un nuevo estado obrero. El recién creado Secretariado Unificado tendría como dirigentes a los principales líderes que se negaron a aplicar la política pablista, entre ellos al belga Ernest Mandel, a Pierre Frank, a Joseph Hansen y James Cannon del SWP de Estados Unidos y a Nahuel Moreno de Palabra Obrera. Sin embargo la reunificación duró poco (Pierre Franck, La longue marche des troskystes, Éditions la brèche, París, 1978).
Algunas organizaciones a nivel internacional se consideran herederas de la IV Internacional de Trotsky. Muchas de ellas provienen de algunos jóvenes dirigentes o miembros de esta organización como Ernest Mandel, Pierre Franck, Joseph Hansen, Nahuel Moreno. [cita requerida]
El Secretariado Unificado de la IV Internacional, fundado en 1963, de tradición mandelista, sigue reivindicando la denominación de la IV Internacional, aunque ha renunciado a alguna de sus bases programáticas, como el centralismo democrático (funcionando como una federación de partidos, y no como un partido mundial) o la consigna de la dictadura del proletariado en algunas de sus secciones. Esta corriente internacional fue muy criticada por otras organizaciones trotskistas por su participación en los gobiernos de Prodi (Italia) y Lula (Brasil). En su XVI congreso, se ha posicionado claramente por la construcción de partidos anticapitalistas amplios como una forma de avanzar en su proyecto revolucionario. Cuenta con secciones y grupos simpatizantes en más de 60 países. Uno de sus referentes a nivel mundial era la LCR francesa, ahora disuelta en el Nuevo Partido Anticapitalista. En Argentina el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) es miembro observador.
El Comité por una Internacional de los Trabajadores (CIT) proviene de la sección inglesa de la IV Internacional. Fundado en 1974, está presente en más de 40 países.
La Liga Internacional de los Trabajadores - Cuarta Internacional (LIT-CI), fundada en 1982, de tradición morenista, plantea reconstruir la IV internacional con un programa revolucionario. Está presente especialmente en Latinoamérica y Europa, donde destacan el Partido Socialista de los Trabajadores Unificado (Brasil), el Partido de Alternativa Comunista (Italia) y el Partido Obrero Socialista (México). En Argentina, el país originario de Moreno, su corriente empezó como un grupo que hacía entrismo en el peronismo hasta fusionarse con la agrupación liderada por Santucho en el Partido Revolucionario de los Trabajadores y luego dividirse sobre la base de la cuestión de la lucha armada. De esa división surgiría el Partido Socialista de los Trabajadores, que después pasaría a denominarse Movimiento al Socialismo. A mediados de los 80, el MAS llegó a ser posiblemente el partido trotskista más grande e influyente de su tiempo en el mundo, contando con varios millares de militantes esparcidos por todo el país y consolidados como la principal fuerza de izquierda de Argentina. Con el fallecimiento de Moreno, el MAS se dividió en múltiples agrupaciones, algunas de las cuales siguen reivindicando la herencia morenista.
La Unidad Internacional de los Trabajadores - Cuarta Internacional (UIT-CI), fundada en 1997, es uno de los agrupamientos internacionales de partidos creados después de la diáspora morenista de principios de los 90.
La Corriente Marxista Internacional (CMI), fundada por Ted Grant en 1992 después de una escisión del Comité por una Internacional de los Trabajadores. Su principal característica diferencial es que se orienta a organizaciones de masas que considera como los únicos instrumentos válidos de la clase obrera, tales como sindicatos y partidos socialdemócratas, socialistas y comunistas. Esta organización ha renunciado a reagrupar el trotskismo internacional y no mantiene ninguna relación con los grupos que buscan reorganizar la IV Internacional. Su dirigente y teórico actual más conocido es Alan Woods. La CMI está presente en más de 30 países. En Brasil encabeza los movimientos de ocupación de empresas. Posee también una notable influencia en el Partido del Pueblo de Pakistán. Alan Woods ha manifestado a menudo su "apoyo crítico" al gobierno de Hugo Chávez en Venezuela.
La Fracción Trotskista - Cuarta Internacional (FT-CI), surge como escisión de la LIT-CI en 1989, con la ruptura del Partido de los Trabajadores Socialistas (Argentina) con el MAS bajo el nombre de Fracción Bolchevique Internacionalista. En 1993 abandona el morenismo y adopta su nombre actual en 2004. Esta presente en varios países de América Latina (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, México, Uruguay, Veneuzela), en Europa (Alemania, España y Francia) y en los Estados Unidos. En 2018, tres organizaciones se han sumado como simpatizantes, provinientes de Italia, Perú y Costa Rica. Impulsa la red internacional de diarios La Izquierda Diario en siete idiomas y la agrupación de mujeres feministas socialistas Pan y Rosas. En sus últimas conferencias, ha llamado a un Movimiento por una Internacional de la Revolución Socialista - Cuarta Internacional (MIRSCI), no a partir de un desarrollo evolutivo de sus miembros sino como resultado de la fusión de alas izquierdas de las organizaciones marxistas revolucionarias y sectores de la vanguardia obrera y juvenil que se orienten hacia la revolución social.
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