Leonor Suárez de Quiñones

Leonor Pérez de Quiñones y Fernández de Mendoza (p. m. s. XIV –s.m. s.XIV), fue Ia transmisora de los derechos del señor de Luna, guarda mayor del rey, merino y adelantado mayor de León.^[1]​

Era hija de Suero Pérez de Quiñones y de María Fernández de Mendoza y nieta de Violante Ponce de León, de los señores de Arcos y Marchena, estas dos casas en guerra con el rey Pedro por sus crueldades por lo que no fue raro el cambio de bando de la de Quiñones. Con la muerte de su padre en la batalla de Nájera apoyando al rey Enrique contra el que había luchado anteriormente, sucedió en la representación de su linaje su hermano Pedro y se incorporó como merino mayor de León al círculo de colaboradores más fieles del monarca Pedro I de Castilla.

De acuerdo con el cronista Pedro López de Ayala, por entonces Suero Pérez recibió el oficio de adelantado y fiel servidor real, lo que muchos siglos después seria el de guarda mayor del Cuerpo del Rey, que desempeñaría hasta mediados de 1353. El 8 de abril de este mismo año, además, el monarca le concedió el señorío y justicia de Barrientos y Posadilla de la Vega, localidades situadas en las cercanías de Astorga. En 1359 su padre recibió la tenencia del castillo de Trascastro de Luna y la capitanía de una nave. En marzo de 1360, finalmente, se convirtió en adelantado mayor de León y Asturias.

Hacia 1366 Enrique de Trastámara tomó el título de rey ratificando a Suero su cargo de adelantado, concediendole además numerosas mercedes, haciéndolo uno de los grandes señores de estos reinos de forma vitalicia: la martiniega y el portazgo, por juro de heredad, del concejo de Gordón con su alfoz, la merindad de Oviedo y la ciudad de Astorga con algunas otras rentas, y la posesión de las villas de Gibraleón, Trigueros y Beas, junto con las aldeas y lugares, por juro de heredad, del valle de Torío, el barrio de Palat del Rey en la ciudad de León, Santa María del Páramo, Urdiales, Bercianos y la comarca de La Sobarriba. Tras heredarle su hijo Pedro en muchos de estos derechos, otros los cambió, otros los añadió por compra, este consiguió mantener la posición del linaje, pero se le negó la sucesión con su esposa por lo que en vida de su hermana Leonor se designó que le heredara su sobrino Diego siempre que tornase el orden de los apellidos dando prioridad al familiar que por varón quedaba extinto tras la muerte suya. Así este se convirtió en III señor de Luna ya que las mujeres solo podían transmitir los derechos y rara vez ostentaban la propiedad, en este caso de prohijamiento era imposible que heredase a su hermano por lo que era habitual entre la nobleza de aquella época.

Contrajo matrimonio con Diego Fernández Vigil, con quien tuvo varios hijos:

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