Lima Barros (1866) nació en barco.
El monitor Lima Barros fue un navío de la Armada del Imperio del Brasil que sirvió en la Guerra de la Triple Alianza.
Primera y única embarcación de la marina brasileña en llevar ese nombre en homenaje al guardiamarina Francisco José de Lima Barros, muerto a bordo de la corbeta Jequitinhonha en la Batalla del Riachuelo, fue construida en los astilleros Laird, en Birkenhead, Liverpool, Inglaterra, y botada en marzo de 1866, incorporándose a la armada imperial en Salvador de Bahía, el 3 de julio de 1866 al mando del capitán de mar y guerra Elisíario Antônio dos Santos, barón de Angra.
El Lima Barros era un buque impulsado por una máquina de vapor con una potencia de 300 HP que accionaban dos hélices y le permitían alcanzar una velocidad máxima de 11 nudos. Su eslora era de 60 m, manga de 11,60 m y un calado de 3,88 m, con un desplazamiento de 1705 t. Montaba 4 cañones Whitworth de 150 mm en dos torres.
Finalizada la Batalla de Curuzú (3 de setiembre de 1866) la flota aliada, fundamentalmente unidades de la Marina de Brasil, se concentró frente al fuerte capturado controlando el curso inferior del Río Paraguay y alistándose para el asalto a la siguiente posición paraguaya cerrando el camino a Asunción del Paraguay, el Fuerte de Curupayty.
Tras la sangrienta e infructuosa Batalla de Curupayty (22 de septiembre de 1866) siguió un largo período de inactividad. El nuevo Ministro de Marina Afonso Celso de Assis Figueiredo dispuso el relevo del almirante Tamandaré y su reemplazo por el vicealmirante Joaquim José Inácio de Barros, futuro vizconde de Inhauma, mientras que el mariscal de Caxias era nombrado comandante en jefe del ejército y armada brasileños.
Bartolomé Mitre que se había visto obligado por las guerras civiles a ausentarse en febrero de 1867, se reintegró al frente el 1 de agosto Mitre y presionó para forzar el paso de Curupayty mientras el ejército cerraba el cerco por tierra. El almirante brasileño consideraba la operación en extremo arriesgada por temor a las baterías paraguayas e innecesaria por juzgar que el flanqueo y cerco terrestre serían suficientes.
Mitre impuso finalmente su posición dejando al arbitrio del almirante la organización y ejecución de la operación. Inácio designó para forzar el pasaje a los encorazados Brasil (buque insignia), Tamandaré, Colombo, Mariz e Barros, Cabral, Barroso, Herval, Silvado y Lima Barros, llevando a remolque las chatas acorazadas Cuevas, Lindóia y Riachuelo.
Una segunda división compuesta por las cañoneras Ipiranga, Yguatemy, Majé, Parnahyba, Beberibé y Recife, y las bombarderas Pedro Afonso y Forte de Coimbra ocuparían la posición inicial de los encorazados y bombardearían las baterías de Curupayty cubriendo el avance.
En las primeras horas de la mañana del 15 de agosto de 1867, la segunda división inició el bombardeo, dejando caer sobre las fortificaciones de Curupayty 665 proyectiles de artillería pesada. A las 6:00 la división encabezada por el Brasil levó anclas y marchó aguas arriba sin preocuparse de las descargas de la artillería y fusilería paraguayas.
Las bajas y daños fueron escasos. El más afectado fue el Tamandaré cuando una bala perforó el condensador de su máquina dejándolo inerte frente a las baterías paraguayas. Después de dos horas la división imperial había forzado exitosamente el paso y echaba anclas entre la fortaleza de Curupayty y la de Humaitá formando en dos líneas, la de vanguardia compuesta por el Silvado, Cabral, Lima Barros y Barroso y dando frente a Curupayty el Tamandaré, Colombo, Brasil, Herval y Mariz e Barros.
Tras el Paso de Curupayty (agosto de 1867) la escuadra aliada había quedado dividida. Entre el Fuerte de Curupayty y la Fortaleza de Humaitá permanecía la división de encorazados brasileños que había forzado el pasaje bombardeando sistemáticamente las posiciones enemigas y, sitiando Curupayty, el resto de la escuadra.
La división avanzada mantenía su posición formando en dos líneas, la de vanguardia compuesta por el Silvado, Cabral, Lima Barros y Barroso y dando frente a Curupayty el Tamandaré, Colombo, Brasil, Herval y Mariz e Barros.
La partida de Bartolomé Mitre, principal impulsor del cruce, había prolongado la situación hasta que en febrero de 1868 el almirante Joaquim José Inácio de Barros recibió órdenes del ministro de marina Ouro Preto de forzar el pasaje de Humaitá.
Aprovechando la noche del 18 de febrero, integrando la 3ª División Naval al mando del capitán de mar y guerra Delfim Carlos de Carvalho, futuro almirante y barón del Pasaje, junto a los monitores Pará, Rio Grande do Sul y Alagoas forzó el paso de Curupayty enfrentando durante una hora el fuego de los 22 cañones paraguayos que permanecían aún en esa posición A las 00:30 del 19 de febrero de 1868 se reunió con los restantes buques de la 3ª División Naval para forzar el pasaje de Humaitá.
Mientras el grueso de la escuadra brasileña iniciaba un violento bombardeo de distracción sobre Humaitá, en combinación con un ataque sobre el Reducto Cierva, posición fortificada situada en la ribera opuesta que cruzaba sus fuegos con la de Humaitá, una división reducida al mando de Delfim Carlos de Carvalho inició el pasaje de Humaitá con los encorazados Barroso, Bahía (buque insignia) y Tamandaré que llevarían apareados a babor a los monitores Rio Grande, Alagoas y Pará.
El pasaje se realizaría con éxito y escasos daños, confirmando como infundados los temores del mando brasileño y, tras el inmediato pasaje de los puntos fortificados en Timbó y Laurel, abriría el camino al bombardeo de Asunción. El historiador Joaquim Nabuco afirmaría que "El paso de Curupayty (15 de agosto de 1867), una serie de victorias parciales y, sobre todo, el gran suceso del paso de Humaitá, son como rayo de luz en esta larga noche de ansiedades".
En la madrugada del 2 de marzo de 1868, el Cabral y el Lima Barros fueron abordado en las proximidades de Humaitá por 24 canoas enemigas disfrazadas de camalotes con unos 300 hombres a bordo. Las canoas venían navegando unidas por un cabo de a pares con 20 varas de separación entre sí, de modo qu atracasen al costado de los buques por la misma corriente. La sorpresa permitió a los atacantes apoderarse de la cubierta de los encorazados Lima Barros y Cabral, cuyos tripulantes se encerraron en las torres, pero no tardaron en intervenir las corbetas Brasil y Herval ametrallando las cubiertas ocupadas. Los paraguayos se retiraron tras sufrir cerca de 200 bajas. Los brasileños tuvieron 40 bajas, entre ellas la muerte del capitán de mar y guerra Joaquim Rodrigues da Costa. Fue también herido su comandante, el capitán de fragata Garcindo.
Escribe un comentario o lo que quieras sobre Lima Barros (1866) (directo, no tienes que registrarte)
Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)