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Naranja mecánica (película)



A Clockwork Orange (La naranja mecánica en Hispanoamérica y España) es una película angloestadounidense de ciencia ficción de 1971, producida y dirigida por Stanley Kubrick. Durante su lanzamiento se convirtió en la cinta más polémica de la historia del cine siendo así el trabajo más arriesgado y reivindicativo de su director. Adaptación fílmica de la novela homónima de 1962 escrita por Anthony Burgess.​ La película, filmada en el Reino Unido, relata las desventuras de Alex DeLarge (Malcolm McDowell), un delincuente juvenil cuyos placeres son: escuchar música clásica (en especial a Beethoven), el sexo, las drogas y la «ultraviolencia», y lidera una pandilla (Pete, Georgie y Dim) a quienes llama drugos y con los que comete una serie de violentas fechorías, hasta que es traicionado por ellos y capturado por la policía. En un intento por salir de prisión se somete voluntariamente a una técnica psicológica de rehabilitación conductista experimental conocida como método Ludovico. La terapia funciona, Alex es liberado y ahora debe enfrentarse a su pasado desde su nueva conducta social condicionada. La mayor parte del filme se narra en nadsat, una jerga adolescente ficticia que combina lenguas eslavas, especialmente ruso, inglés y la jerga rimada cockney. En España e Hispanoamérica, algunos términos fueron adaptados al idioma caló.

La película se caracteriza por contenidos violentos que facilitan una crítica social en psiquiatría, el pandillerismo juvenil, las teorías conductistas en psicología y otros tópicos ubicados en una sociedad futurista distópica. Su banda sonora está principalmente compuesta por pasajes de música clásica, varios de ellos reinterpretados y en ocasiones, como en el caso de los créditos, adaptados por la compositora Wendy Carlos utilizando el sintetizador Moog.

Pese a la polémica que desató, la cinta fue nominada a numerosos reconocimientos cinematográficos, entre ellos cuatro premios Óscar, incluyendo el de mejor película,[4]​ convirtiéndola en la primera película de ciencia ficción en ser nominada en esa categoría. Aunque no ganó el premio,[5]​ sí forma parte de la lista AFI's 10 Top 10 en la categoría de películas de ciencia ficción.[6]

Ambientada en la Inglaterra del futuro, el año 1995, pero visto desde 1965; la película sigue la vida de un carismático joven de diecisiete años llamado Alex DeLarge (Malcolm McDowell) cuyos placeres son escuchar la música de Beethoven, el sexo y la ultraviolencia.[7]

Alex es un delincuente carismático y sociópata, cabecilla de una pequeña pandilla de libertinos, a los cuales se refiere como «drugos»: Pete (Michael Tarn), Georgie (James Marcus) y Dim (Warren Clarke). Los cuatro usan una vestimenta muy particular: camiseta y pantalón blanco con tirantes, protector testicular, botas de caña alta, un típico bombín inglés, antifaz en determinados momentos, pestañas postizas en el caso de Alex y pinturas faciales en los drugos, máscaras cuando recurren a la ultraviolencia, además de estar armados. Alex utiliza un bastón, y que en su interior camufla una navaja al igual que Pete y Georgie, no así Dim que carga con unas cadenas.

Alex narra la mayoría de la película en lenguaje «nadsat», un argot contemporáneo usado por ellos, que combina idiomas eslavos, especialmente el ruso, con el inglés y el cockney; por ejemplo: militso «policía», drugo «amigo», cheloveco «muchacho» o moloko «leche». Es irreverente y abusa de los demás; vive con sus padres a quienes miente constantemente para no ir a la escuela; su cuarto está equipado con altavoces, en su cama tiene un cubrecama cubierto con senos de goma, como mascota tiene una serpiente llamada Basil y posee un compartimento repleto de botines de sus robos.

La historia comienza en el bar lácteo Korova, en el que Alex, Pete, Georgie y Dim consumen moloko-plus, la cual consiste en leche mezclada con velocentina, syntheisitiseina o drencromina, sustancias narcotizantes que exacerban la conducta violenta mientras planean sus próximas fechorías nocturnas. La primera de las víctimas de esa noche es un viejo borracho (Paul Farrell) tirado en la calle. Tras una breve charla, Alex y sus drugos golpean brutalmente al mendigo.

Posteriormente, se presentan en un teatro abandonado donde una pandilla rival, liderada por Billyboy (Richard Connaught), cuya indumentaria recuerda al uniforme del Waffen-SS, intenta violar a una chica que logra escaparse desnuda, mientras los dos grupos rivales se trenzan en una violenta trifulca en la que Alex y sus drugos resultan vencedores. Al oír las sirenas de una patrulla policial, huyen del teatro abandonado. Después roban un Dodge Durango 95 y lo conducen en la noche a gran velocidad, sacando a los otros vehículos de la ruta, para finalmente detenerse en una casa con un letrero que dice «Home».

Alex y sus drugos deciden invadir dicha casa. Alex engaña a sus ocupantes pidiendo ayuda para uno de sus amigos que ha sufrido un accidente. La dueña de casa (Adrienne Corri) le abre la puerta, y la pandilla, llevando sus grotescas máscaras, invade la vivienda. Toman por la fuerza a la dueña y golpean despiadadamente a su marido, el escritor Frank Alexander (Patrick Magee). Violan a su esposa ante su mirada impotente, mientras Alex lo patea, cantando «Singin' in the Rain» (Cantando bajo la lluvia). Los cuatro vuelven al bar lácteo Korova y ven como una señora canta la Novena sinfonía de Beethoven en su cuarto movimiento, Alex lidia con un intento de golpe de Dim (después de que este se burlase del canto), y lo hace de manera brutal. Esto resiente su autoridad sobre los suyos y él no lo advierte completamente.

Después de faltar a clases argumentando jaqueca, se levanta una mañana y se encuentra en su casa con P. R. Deltoid (Aubrey Morris), un agente social que controla a delincuentes juveniles como él. Deltoid, quien siente una profunda aversión hacia Alex, intenta persuadirlo para que cambie de actitud, aunque termina golpeándole los testículos. Sin hacer demasiado caso al agente social, Alex sale de paseo y conoce a dos muchachas adolescentes Marty y Sonietta (Barbara Scott y Gillian Hills) en una tienda de discos, van a su casa y fornican.

Después de imponer su autoridad, golpeando y empujando por sorpresa a Dim y a Georgie al agua, para después cortarle la mano a Dim, Alex decide que sería bueno aflojar un poco su autoridad y dejar participar un poco más a sus drugos. Así pues, le pide a Georgie que le cuente el plan que tiene en mente. Este explica que planea con el grupo, robar y violar a una mujer adinerada (Miriam Karlin), que vive sola con sus gatos en una casa aislada.

Llegan a la casa y después de intentar el mismo truco usado en el asalto anterior, solo Alex se introduce en la casa por una ventana, ya que la mujer sabe del mismo método usado en el asalto en casa del escritor, sorprendiendo a la mujer. Después de mofarse de ella, ella se resiste a sus acosos, e intenta propinarle un golpe con un busto de Beethoven. Alex, en un acto irreflexivo, la golpea con una escultura de porcelana de gran tamaño en forma de pene. La policía llega a la casa, porque ya estaba de camino, después de que la mujer la había llamado. Todos se apresuran a huir, pero antes, Dim, rabioso con Alex por haberle golpeado y cortado, le golpea en la cara con una botella llena de leche, dejándolo momentáneamente ciego, dolorido y con un pequeño corte en la nariz en la escena del crimen. Después de ser arrestado, se descubre que la víctima del asalto ha muerto, lo que convierte a Alex en un asesino. Es sentenciado a catorce años de prisión, donde es vigilado estrictamente por el jefe de guardia (Michael Bates).

Después de haber cumplido dos años de su sentencia, y habiéndose ganado la buena disposición del capellán de la prisión (Godfrey Quigley) haciéndole creer que la Biblia lo ha ayudado a reformarse, logra una recomendación del ingenuo sacerdote. El ministro del Interior (Anthony Sharp) visita la prisión y después de que Alex hace un comentario, le ofrece la libertad condicional si se somete al tratamiento Ludovico, una terapia experimental de aversión, desarrollada por el Gobierno como una estrategia para detener el crimen en la sociedad. El tratamiento consiste en ser expuesto a formas extremas de violencia, forzándolo a mirar escenas cinematográficas muy violentas en una pantalla. Alex es incapaz de apartar la mirada de la pantalla, ya que su cabeza está inmovilizada y sus párpados abiertos por un par de ganchos. También es drogado antes de ver las películas, para que asocie las acciones violentas con el dolor que estas le provocan.

De esta forma, el tratamiento Ludovico lo deja incapaz de ser violento, ni siquiera en defensa propia, y también incapaz de tocar a una mujer desnuda, pero, en un imprevisto efecto secundario, el tratamiento también lo hace incapaz de oír su pieza favorita, la Novena sinfonía de Ludwig van Beethoven, que es el fondo musical de una de las películas. Alex queda sin la capacidad de defenderse, y además, al volver a su casa es desahuciado por sus padres, quienes aparentemente no lo quieren en casa; pues tienen alquilada su habitación a un huésped (Clive Francis), se deshicieron de su estéreo y tesoros argumentando ser tomados por la policía en compensación a las víctimas y, aparentemente, mataron a su serpiente Basil, aduciendo tener un accidente.

Desanimado, Alex deambula por la ciudad, solo para encontrarse con sus viejas víctimas. El mendigo que golpeó al principio de la historia, cobra venganza llamando a todos sus amigos, que le dan una paliza hasta que llegan dos policías, que resultan ser sus antiguos drugos, Dim y Georgie, trabajando ahora como agentes, quienes lo reconocen y lo llevan a un lugar apartado, donde lo golpean y casi lo ahogan en un abrevadero para cerdos. Alex logra recuperarse y vaga por los bosques hasta llegar casualmente a la casa del escritor. Este, postrado en una silla de ruedas, a consecuencia del asalto de Alex y su pandilla, y además viudo, porque su mujer se había suicidado a raíz de la violación que había sufrido; lo deja entrar sin descubrir su identidad. El escritor, que cuenta con un guardaespaldas (David Prowse), lo acoge y alimenta, pero Alex comete el error de cantar nuevamente «Singin' in the Rain» en el baño, provocando el recuerdo y la ira del escritor. Este decide vengarse, drogando a Alex, e intenta hacer que se suicide, haciéndole escuchar a gran volumen una versión electrónica del segundo movimiento de la Novena sinfonía de Beethoven. Alex en su desesperación, trata de "evaporarse" (como él llama a suicidarse)[Nota 1]​ saltando por una ventana, pero logra sobrevivir.

Después de una larga recuperación en el hospital, Alex parece ser el de antes. Sus padres lo visitan y además de disculparse con él le ofrecen regresar a su casa. El ministro del Interior, quien antes le había seleccionado personalmente para el tratamiento Ludovico, lo visita, disculpándose por los efectos del tratamiento, diciendo que sólo seguía las recomendaciones de su equipo por lo cual realizará una investigación, además le dice a Alex que ha hecho arrestar al escritor y a sus cómplices. El Gobierno le ofrece a Alex un trabajo muy bien remunerado, si acepta apoyar la elección del partido político (conservador), cuya imagen pública se vio seriamente dañada por su intento de suicidio y el controvertido tratamiento al que fue sometido. Anticipando su regreso al estrago y segundos antes de volverse loco, Alex narra el final de la película: «Definitivamente, estaba curado» mientras se ve una fantasía surrealista de él mismo copulando con una mujer en la nieve, rodeado por damas y caballeros victorianos aplaudiéndole, mientras se puede escuchar el último movimiento de la Novena sinfonía de Beethoven como música de fondo.

La película fue filmada enteramente en Inglaterra, lugar de residencia de Kubrick. El director eligió a McDowell después de ver la película "If....".[8]​ Colaboradores cercanos al director dijeron que era posible que no hubiera habido tal adaptación de la novela si el actor no aceptaba el papel. La elección de la vestimenta de Alex —una especie de traje para jugar cricket— fue elegida por Kubrick al ver al actor vestido así. El sufrimiento de McDowell durante toda la filmación fue largo y tedioso. Se fracturó una costilla durante la escena de tortura aplicada por sus ex drugos en el abrevadero para cerdos en medio del bosque, en pleno invierno.[9]​ Se rayó la córnea del ojo cuando filmaban el tratamiento de Ludovico —el actor se arrancó el casco de látex con los cables que sujetaban su cabeza y sus párpados en un ataque de pánico después de largas horas—.[10]​ El doctor que está sentado junto a Alex poniéndole gotas de agua en los ojos para que no se sequen era un doctor real.

La naranja mecánica fue la primera película que Kubrick lanzó bajo la productora Warner Bros. También fue la primera vez que escribió el guion en solitario. En el documental[11]​ se aprecia el control total que el director tenía en sus películas, como en La naranja mecánica, en donde pidió una lista de los cines donde se iba a proyectar para saber si los colores de las paredes y el tipo de luz eran los adecuados. McDowell cuenta como anécdota en el documental el tipo de personalidad que tenía el director: después de la advertencia de su mánager por la falta de pago, el actor le reclamó a Kubrick; este respondió descontándole su salario con los partidos de ajedrez que le había ganado —en los descansos McDowell le enseñó a jugar al tenis de mesa y Kubrick al ajedrez—.

La película fue candidata a cuatro premios Óscar —perdiendo contra The French Connection[12]​ y revitalizó las ventas de la Novena sinfonía de Beethoven. También causó controversia y no fue permitida su exhibición en el Reino Unido. Para el tiempo de su re-estreno en el 2000, ya había ganado una reputación de película de culto. Muchos críticos y aficionados la consideran como una de las mejores películas jamás hechas.

La película ha sido criticada por su excesiva violencia y falta de humanidad, por grupos moralistas y religiosos, pregonando que sirve como un pésimo ejemplo de ideal de comportamiento para la actual juventud ávida de referentes en que basarse. En Hispanoamérica la película fue estrenada en 1977 en su versión original subtitulada, calificada para mayores de 21 años, y fue recibida con una mezcla de críticas, por un lado, alabando la visión futurista de Kubrick, y por otro lado criticando la violencia frontal y extrema exhibida, calificándose por algunos grupos conservadores como un mal ejemplo de comportamiento social para las jóvenes generaciones.

La película no se estrenó en España hasta el 27 de noviembre de 1975, en versión original subtitulada en cines de arte y ensayo, salas autorizadas en 1967 para proyectar películas que la censura no autorizaba proyectar en salas comerciales, con la condición de que estuviese en su idioma original y subtitulado.

Fue por primera vez proyectada el 24 de abril de 1975 en el XX Festival de Cine de Valladolid (Seminci 1975). Tuvo enorme expectación y una asistencia masiva de jóvenes universitarios de todo el país, formandose enormes colas durante 24 horas para conseguir una entrada, que se agotaron rápidamente. Nuevamente fue proyectada en la clausura de Seminci el 27 de abril de 1975.

La película fue muy bien recibida llegando a estar durante un año ininterrumpido en carteleras. Fue la tercera película con mayor número de espectadores en España en 1975.

Fue reestrenada con doblaje en castellano, y ya en salas comerciales, el 7 de marzo de 1980. En el doblaje intervino el propio Stanley Kubrick, eligiendo a quienes doblarían los personajes de la película. El doblaje fue dirigido por Carlos Saura, traducido por Vicente Molina Foix y fue ajustado por el actor de doblaje Víctor Agramunt. Se grabó y se realizó en 1979. Nuevamente, consiguió bastante éxito la película, llegando también a estar bastante tiempo en cartelera. Fue re-estrenada en 1982, 1984 y por última vez en 2009, de manera limitada.

La película fue calificada ≪X≫ en su estreno original en los Estados Unidos. Más tarde, Kubrick cortó, voluntariamente, 30 segundos de la película para su reestreno; entonces se calificó como R y fue reestrenada en los Estados Unidos en 1973.[13][14]

En el Reino Unido, la violencia sexual de la película fue considerada extrema. Más adelante, se dijo que había inspirado imitaciones. La prensa culpó la influencia de la película en un ataque a un indigente y de una violación en la cual los atacantes cantaron «Singin' in the Rain» —Cantando bajo la lluvia—.[15]​ Kubrick pidió a la Warner Bros que retirara la película del Reino Unido,[16]​ pues en un momento dado se encontró bajo mucha presión, llegando incluso a recibir amenazas de muerte hacia él y su familia.[17]

En el 2000, la película fue lanzada por primera vez en VHS y DVD, ambos individualmente como parte de la colección de Stanley Kubrick.

En el 2007 el director austríaco Simon Thaur hizo una versión pornográfica de esa película, titulada Avantgarde Extreme 53 - Scatwork Orange, la cual fue lanzada en DVD.

Burgess tuvo sentimientos encontrados respecto a la adaptación fílmica de su novela. Públicamente, alabó el trabajo de Malcolm McDowell y Michael Bates, y el uso de la música; catalogó la película de «brillante», aún como una película tan brillante que podría ser peligrosa. Su reacción original a la película fue entusiasta, insistiendo en que la única cosa que le molestaba era la omisión del último capítulo de la historia, por lo cual culpó al editor estadounidense y no a Kubrick.

De acuerdo a su autobiografía, Burgess se entendió muy bien con Kubrick. Ambos sostenían filosofías y opiniones políticas similares; ambos estaban muy interesados en la literatura, el cine, la música y Napoleón Bonaparte —Burgess le dedicó su libro Napoleon Symphony a Kubrick—. Sin embargo, las cosas se pusieron mal cuando Kubrick le dejó a Burgess la defensa de la película frente a acusaciones de que magnificaba la violencia. Un devoto cristiano, Burgess trató varias veces de explicar el punto moralmente cristiano de la historia a enfurecidas organizaciones cristianas quienes sentían una influencia satánica en la película; Burgess incluso recibió premios en lugar de Kubrick.

Burgess estaba sumamente herido, sintiendo que Kubrick lo había usado como una prenda publicitaria para la película. Malcolm McDowell, quien hizo un tour de publicidad con Burgess, compartía sus sentimientos y hubo veces en que dijo cosas hirientes a Kubrick. Burgess y McDowell citaron como evidencia del gran ego de Kubrick que sólo el nombre de este aparecía en los créditos de apertura de la película, sin otorgársele crédito al autor de la novela original.

La banda sonora de la película comprime música clásica y música electrónica compuesta por Wendy Carlos —en los créditos de ese tiempo aparece como Walter Carlos—.

El tema principal es una transcripción electrónica de «Music on the Death of Queen Mary» de Henry Purcell, compuesta en 1694, para la procesión del cortejo fúnebre de la Reina María por las calles de Londres hasta la Abadía de Westminster.

Aunque se escuchan dos extractos de «Scherezade» de Nikolai Rimsky-Korsakov durante los ensueños bíblicos de Álex mientras lee la Biblia en la cárcel, esta pieza no aparece en el álbum de la banda sonora, ni aparece en los créditos finales.




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