Lebrija es un municipio español de la provincia de Sevilla que pertenece a la comarca del Bajo Guadalquivir, en Andalucía. En 2018 contaba con 27 432 habitantes (INE, 2018). Su extensión superficial es de 375,20 km² y tiene una densidad de 73,11 hab/km². Sus coordenadas geográficas son 36º 55' N, 6º 04' O. Se encuentra situada a una altitud de 36 metros y a 65 kilómetros de la capital de provincia, Sevilla.
Es la patria de Antonio de Nebrija, autor de la primera Gramática castellana, y del navegante Juan Díaz de Solís, el descubridor del Río de la Plata, muerto por los nativos al desembarcar en 1516 en la costa de lo que hoy es Uruguay.
El municipio está enclavado en la comarca de las Marismas del Guadalquivir. Los municipios más cercanos son Las Cabezas de San Juan, Trebujena, Arcos de la Frontera, Jerez de la Frontera y El Cuervo de Sevilla.
Su situación geográfica le da una posición estratégica preferente al estar en el centro de las provincias de Sevilla, Cádiz y Huelva, cercana al mar y situada en la transición entre terrenos ondulados y marismeños.
Cuenta una leyenda que el origen de Lebrija es mitológico: el dios Baco la fundó cerca de la ribera del océano Atlántico. En su casco histórico se han encontrado restos arqueológicos de un poblado calcolítico. Sin embargo, la fundación de la ciudad según distintos autores se atribuye a los fenicios (la llamaron Lepriptza) y a los tartessos (Nabrissa). De estos últimos se han encontrado en la localidad seis timiaterios de oro llamados Candeleros o Candelabros de Lebrija, fechados en el siglo VII a. C. y actualmente conservados en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. Se supone que en sus orígenes Nabrissa fue un puerto del Lacus Ligustinus, bajo cuyas aguas permanecían muchas de las tierras de marismas hoy existentes en el Bajo Guadalquivir.
Su importancia en época de fenicios y romanos (estos en el siglo I a. C. la llaman Veneria en alusión a la abundante caza mayor que proporcionaba esta región) se demuestra por el hecho de que acuñó moneda propia, llegando a la categoría de municipio de derecho latino bajo dominación romana.
Tras el oscuro paso de los visigodos, al producirse la invasión de la Península por los árabes en el 711 d. C., Lebrija pasó a su poder después de la batalla de Guadalete y recibió el nombre de “Lebri-sah”.
Fue conquistada por Fernando III de Castilla en 1249, aunque los musulmanes todavía intentarán recuperarla en dos ocasiones posteriores, en 1263 y en 1340.
A finales de octubre de 1255 el infante Enrique de Castilla "el Senador", hijo de Fernando III de Castilla, apoyado secretamente por Jaime I de Aragón, se levantó en armas contra su hermano Alfonso X de Castilla, atacando desde sus ciudades de Arcos y Lebrija las tierras del rey, al tiempo que otros nobles, descontentos con Alfonso X, atacaban el reino desde las tierras de Vizcaya. Alfonso X envió a combatir contra el infante a Nuño González de Lara "el Bueno", quien le derrotó en una batalla campal, librada en las cercanías de Lebrija, y en la que las tropas alfonsinas vencieron gracias a la llegada de los refuerzos comandados por Rodrigo Alfonso de León, hijo ilegítimo de Alfonso IX de León. Después de su derrota, el infante Enrique se refugió en Lebrija pero, no pareciéndole un lugar seguro, buscó refugio en el reino de Aragón.
En 1264 el rey Alfonso X de Castilla la incorporó a la corona de Castilla, y en 1924 se le concede el título de ciudad. El núcleo urbano de Lebrija se asienta sobre las laderas que rodean el cerro del Castillo, con forma alargada en el sentido este-oeste. Está delimitado en tres de sus caras (sur, oeste y norte) por fuertes escarpados que imposibilitan la urbanización. El cerro constituye desde sus orígenes una vieja acrópolis fortificada. En la primera fase del dominio romano se reutiliza la fortaleza existente, pero en la época imperial el núcleo comienza a crecer extramuros en la única dirección posible (el este), coincidente con el camino de Sevilla.
Durante la dominación musulmana se reutiliza la ciudad intramuros, se reconstruye la muralla romana en todo su perímetro y se deforma la trama clásica, que adquiere la típica imagen árabe. El crecimiento extramuros se produce a partir del siglo XV con la construcción junto a la Puerta de Sevilla del Barrio Nuevo. Pero la expansión moderna comienza en el siglo XVIII urbanizando la calle perpendicular a la puerta principal, desde la plaza del Arco hacia el este (calle Corredera) y su paralela por el sur (actual calle Andrés Sánchez de Alva). Durante el siglo XIX la actual plaza de España se constituye en centro de la ciudad moderna. Surgen de forma radial calles frente a las tres puertas de la ciudad histórica, al tiempo que se renueva la ciudad intramuros. A finales del XIX, se construye el ferrocarril al oeste del núcleo y en dirección norte-sur, constituyendo un límite al crecimiento urbano hacia la marisma.
En la primera mitad del siglo XX se produce la colmatación de las manzanas originadas en los dos siglos anteriores por las calles radiales y sus correspondientes transversales. El crecimiento del área urbanizada es mínimo, sobre todo en comparación con el que se produce desde los años 50. A partir de entonces, el desarrollo se orienta sobre todo hacia el norte, siguiendo el camino que une la ciudad vieja con la estación, y hacia el noreste, en los bordes de la salida a Sevilla. La tipología edificatoria es abierta, a base de bloques y promoción por polígonos (caso de la barriada Blas Infante). El único eje urbano de gran dimensión es la Avenida de Andalucía, situada sobre el camino de la estación, y que da continuidad al eje norte-sur de la ciudad histórica.
La Guerra de la Independencia y la pérdida de las colonias dan al traste con esta etapa de auge y la ciudad entra en un período de moderado pero constante crecimiento, pasando la población de 6200 habitantes en 1850 a 12 000 habitantes en 1920 y 18 300 habitantes en 1980. El conjunto del término llegaba en ese último año a los 26 000 habitantes incluyendo el núcleo del El Cuervo, cuya formación como casco urbano se produce a partir de 1950, y la población de las áreas no urbanas.
Su principal fuente de ingreso es la agricultura, destacando la remolacha azucarera como cultivo de regadío fundamental junto con el algodón y el trigo como principal cultivo de secano. También se puede destacar en cuanto a los cultivos, la implantación de productos hortofrutícolas, con el tomate de industria como principal referente y su antigua tradición vinatera. Las uvas cultivadas en su término pueden ser usadas para hacer jereces, pero además existe un una Denominación de origen propia Vino de calidad de Lebrija cuyos vinos han triunfado en numerosos concursos internacionales.
En cuanto a la artesanía, Lebrija también es conocido por su gran tradición alfarera
Deuda viva del Ayuntamiento de Lebrija en miles de Euros según datos del Ministerio de Hacienda y Ad. Públicas.
En Lebrija coexisten tres equipos de fútbol: La UB Lebrijana , el Club Atlético Antoniano y el Club Deportivo Juan Cala. Como hecho histórico cabe resaltar que la Unión Balompédica Lebrijana y el Club Atlético Antoniano han logrado ascender y jugar en Tercera División. Macario, Antonio Jesús Falcón, Joaquín Hidalgo y Paco Cala son los entrenadores que han logrado el éxito del ascenso. Es el Club Atlético Antoniano que entrenó Paco Cala en la temporada 2015/2016, el que consiguió la mayor puntuación en la historia de un equipo de fútbol de Lebrija con 76 puntos.
El único jugador salido de las canteras de Atl. Antoniano y U.B.Lebrijana, que ha jugado en primera división es Juan Cala, actual jugador del Cádiz. Hasta la fecha lleva 10 temporadas de profesional en la élite, pasando por varios equipos como Sevilla F. C., Cartagena F.C., Granada C.F. y Getafe C.F. a nivel nacional y AEK de Atenas, Cardiff C.F., Anzhi ruso y Henan Jianje de la Superliga china a nivel internacional. Ha logrado varios títulos en su carrera, como Campeón de la Copa del Rey tanto en juveniles como en el primer equipo del Sevilla F. C. y campeón de la UEFA Europa League con el Sevilla F. C.
A nivel de selecciones, ha sido 2 veces internacional Sub-19 y 1 internacional Sub-21
El lebrijano Juan Ramón López Caro entrenó al primer equipo del Real Madrid C. F., tras pasar por equipos como la Unión Balompédica Lebrijana, el Lebrija CD, Los Palacios, etc, llegó al Real Mallorca B, con quien logró su primer gran éxito deportivo: el campeonato del Grupo IV de Segunda B. Tras esto, aterriza en el Real Madrid, donde pasa a dirigir al Real Madrid B, primer filial madridista y que tiene como objetivo después de varias temporadas, regresar a Segunda División.
Durante las cinco temporadas siguientes a su llegada al Real Madrid, Juan Ramón López Caro lleva al filial blanco a disputar la fase de ascenso a Segunda División hasta en tres ocasiones. La última y definitiva se disputó el 26 de junio de 2005, cuando el Real Madrid B lograba el ascenso a la categoría de plata. En su banquillo comenzó la siguiente temporada logrando unos números muy optimistas, pero el destino quiso que, tras la destitución de Vanderlei Luxemburgo, se hiciera cargo de la primera plantilla del Real Madrid. Su estreno fue en Liga de Campeones, ante el Olympiakos, y en Liga ante el Málaga, donde ganó por 0-2. La temporada 05-06 finalizó con el Real Madrid como segundo clasificado, también se ha sentado en el banquillo de otros equipos de primer nivel como Racing de Santander, Levante UD, Celta de Vigo y FC Vaslui (equipo rumano) y a la selección de fútbol de Arabia Saudí.
Además de esto, en Lebrija hay numerosos deportistas que merecen ser reconocidos en diversas modalidades deportivas:
En Taekwondo, la lebrijana Ida Romero Lafuente es una experta en competiciones nacionales, habiendo obtenido dos cuartos puestos, y dos quintos y uno de los cuartos puestos en esta misma temporada. Además de ser una practicante de taekwondo muy completa al haberse proclamado campeona de Andalucía en las 2 modalidades de competición que posee el Taekwondo. El Canario Aitor Pizarro Ramos que lleva ya 12 años viviendo en lebrija es otro practicante de taekwondo a destacar dentro de nuestra localidad, es subcampeón de Andalucía júnior y absoluto por equipos, 3 veces consecutivas subcampeón de Sevilla Absoluto y bronce de Andalucía Absoluto con 16 años perteneciendo incluso a la categoría júnior. El Club Kwon-Lebrija posee una gran cantera y tiene nuevas promesas del Taekwondo dentro de nuestra ciudad como lo son Elvira Benítez Chamorro, Bronce de Andalucía dentro de la modalidad de competición de técnica entre otros taekwondistas del club Kwon-Lebrija. Todo esto gracias a José Antonio Palacios Bernal, el maestro del club Kwon-Lebrija el cual lleva dedicados al Taekwondo más de veinticinco años, gracias a su dedicación y su buen saber hacer se han logrado los éxitos que el Taekwondo ha dado a Lebrija.
Esto no es nada nuevo, ya que desde hace años, deportistas lebrijanos han triunfado en sus respectivos deportes, como son los casos de Benito Doblado en baloncesto o “Pepín” en fútbol (llegó a jugar en el Valencia CF y en el Salamanca, ambos en 1ª División Española).
El jugador de fútbol Juan Torres Ruiz "Cala" es el único lebrijano que ha jugado la champions league y ha sido campeón de la copa del Rey en el año 2010, en cual competición jugó los 180 minutos de la eliminatoria de semifinales ante el Getafe. También fue Campeón de la Europa League en la temporada 2014/2015
Dentro del fútbol y hasta enero del 2009, han debutado cuatro jugadores en primera división, Sergio Tejero (Recreativo de Huelva), Miguel Ángel (R.C.D Espanyol y Real Betis Balompié), Juan Torres Ruiz "Cala" (Sevilla FC), Pepín (Valencia CF). Cuatro en segunda división, Francisco José Cordero "Rubio" (Barcelona B), Pepichi Torres (Hercules CF, Xerez Deportivo), Miguel Ángel Cordero (Sevilla B), Dani Jiménez (Sevilla B). Varios en Segunda B, Francisco (Almería pvo, Xerez dpvo), Emilio Mendaro (Betis B), Juan Torres Cala (Sevilla Atlético), Tejero (Almería pvo, Recreativo), Abel Carmona (Club Polideportivo Ejido, Betis B), Rafa Caro (Xerez Deportivo), y numerosos en Tercera División.
Dos han sido hasta ahora los internacionales, Rubio y Juan Torres Ruiz "Cala", ambos Sub-19.
En Lebrija desde hace más de 10 años destaca la práctica de senderismo a lo largo de toda la geografía andaluza y otros lugares de España y Marruecos. Estas actividades deportivas son llevadas a cabo por el Club Deportivo Tirapalante.Se desarrollan rutas durante todo el año, diferenciando por grado de dificultad lo que hace posible tener un abanico muy importante de deportistas. Cada vez son más los lebrijanos que se unen al C.D. Tirapalante para practicar deporte de esta forma tan sana y natural.
El programa de Escuelas Deportivas Municipales se viene desarrollando desde hace unos 25 años, y es la base fundamental del deporte escolar en Lebrija. Reúne una serie de características que hacen que el esfuerzo tanto económico como organizativo sea muy importante:
- Es el primer contacto de los escolares de 3 a 16 años con la actividad deportiva.
- Se oferta una amplia diversidad de modalidades que van desde deportes individuales a deportes de equipo, deportes de iniciación, disciplinas deportivas novedosas, etc.
- Tienen una especial implicación los clubs o entidades deportivas de la localidad, ya que son ellos, a través de los monitores, los que programan y diseñan el desarrollo de cada uno de los
deportes a lo largo de la temporada.
- Los lugares de impartición son los centros escolares y las Instalaciones Deportivas Municipales.
Las Escuelas Deportivas Municipales tienen una duración de 6 meses, de octubre a mayo. Un total de 16 disciplinas deportivas han sido las ofertadas a los escolares en la temporada 2014/15. Como deportes con mayor aceptación destacan el Balonmano, Baloncesto, Fútbol y Tenis, que ven reflejado el trabajo en las Escuelas Deportivas en el incremento de equipos federados en escalafones inferiores. En este aspecto hay que destacar, la buena disposición de los Clubes de la localidad en el desarrollo de las Escuelas Deportivas. 35 monitores dirigen y coordinan las diferentes modalidades.
Los Clubes que colaboran en las Escuelas Deportivas son:
- Club de Ajedrez Celada, Club Atletismo Lebrija, Club Deportivo Tartessos de Baloncesto, Club Balonmano Lebrija, Club Batuka Lebrija, Club Lebrija Fútbol Base, Club Gimnasia Rítmica Lebrija, Club Piragüismo Tarfia, Club Multideportes Lebrija, Club Tenis Lebrija, Kwon Lebrija y Club Amigos Tenis de Mesa.
A principios de los 80 un grupo de aficionados al vuelo funda el Club Aeronebrix, que tiene por objeto la promoción del vuelo en ultraligero. Desde el primer aparato, volado por los 12 socios fundadores en las marismas del Guadalquivir, hasta la actualidad, se han sumado ultraligeros de última generación y se han construido pistas y hangares. Actualmente cuenta con un campo de vuelo de ultraligeros legal. En el 2007 se funda el Club Paramotores Bajo Guadalquivir (paramotoresbajoguadalquivir.com), dedicado al vuelo en paramotor. Este club ha mantenido una dinámica actividad promoviendo este deporte. Destacar los numerosos cursos de seguridad en vuelo y el carácter lúdico-deportivo de sus actividades sociales, que realiza por gran parte de Andalucía occidental, zona a la que pertenecen sus socios. En la actualidad, el club cuenta con más de cuarenta pilotos titulados y federados.
Las Cruces de Mayo de Lebrija se conocen como la fiesta de las mujeres, por la enorme participación de las mujeres lebrijanas en esta fiesta de gran tradición popular, que se celebra durante los dos primeros fines de semana de mayo.
Las Cruces de Mayo han sido declaradas fiestas de interés turístico nacional de Andalucía, por su carácter único y su peculiar puesta en escena de los valores y tradiciones populares más arraigadas. Las vecinas y vecinos de la localidad “visten” la Cruz, alrededor de la cual se baila y se canta durante toda la noche. La gastronomía específica (donde destacan las habas y las tortas), la ornamentación característica de la Cruz, así como la participación masiva de los lebrijanos mantiene la fiesta viva en la calle.
La gastronomía ocupa un lugar importante en las Cruces de Mayo: se consumen las habas corchas (habas hervidas con sal que se comen frías) y los caracoles blanquillos de las marismas, con pocos condimentos, pero que requieren una laboriosa preparación. Todo ello, acompañado del vino y la manzanilla elaborados en Lebrija. El vino a destacar en Lebrija es su Flor de Lebrija, un vino generoso de crianza biológica bajo velo en flor (de ahí su nombre) con una graduación volumétrica 15º, es un vino único que solo se elabora en las bodegas de Lebrija acogidas a su Denominación de origen. También destacan sus mostos; son muchos los lebrijanos y personas de otras localidades las que acuden a las tascas para disfrutar del mosto acompañado de una buena charla y tapas caseras que los mismos clientes llevan.
Los elementos tradicionales que se utilizan para “vestir” la Cruz son: las macetas, los utensilios de metal y las guirnaldas de flores. Todos estos objetos son aportados por las propias vecinas, que cubren las paredes con colchas antiguas. Lo más bonito es ver cómo cada vecina deja para la Cruz las mejores macetas de sus patios, así como los objetos de decoración de sus casas.
El ritual de estas fiestas, en un principio alrededor de un árbol y después de la Cruz, se sitúa en las celebraciones paganas en honor a la Diosa Maia (de donde deriva el nombre del mes de mayo), a la que se atribuye el culto a la fertilidad.
En Lebrija, las Cruces de Mayo tienen un marcado sentido de participación popular. Las personas se desplazan de Cruz en Cruz, y son atendidas por los vecinos de las barriadas. Lo más tradicional es “vestir” una hornacina, un elemento arquitectónico que se encuentra en las fachadas de algunas casas lebrijanas y donde se sitúa una Cruz durante todo el año.
En las Cruces de Mayo se conserva la tradición de las Sevillanas Corraleras, con letras picarescas y relacionadas con las tareas del campo, en muchas ocasiones se nombran a personas de Lebrija. Estas sevillanas se cantan a compás de los instrumentos musicales propios de las fiestas: el almirez, la pandereta y las palmas. El almirez es el mortero utilizado para moler las especias. Durante las Cruces se convierte en un elemento singular y su ritmo impregna de alegría estas fiestas. El repertorio de sevillanas corraleras crece cada año, ya que los mismos lebrijanos preparan letras para cantarlas en grupo en las mismas Cruces de Mayo.
La Caracolá Lebrijana fue creada por un grupo de aficionados reunidos bajo la denominación "La Debla", la primera edición se celebró el 9 de septiembre de 1966 con el objetivo de acercar el flamenco al pueblo y a los aficionados. Esta edición fue dedicada a la figura de "Juaniquí". Se trata de uno de los festivales flamencos más importantes de Andalucía, habida cuenta de que se denomina "triángulo del cante" al compuesto por Lebrija, Jerez y Utrera. El festival se celebra actualmente en verano. Su localización ha ido variando a lo largo de los años como la Plaza del Hospitalillo donde se ofrecía el espectáculo completo repartido en varios días hasta evolucionar a día de hoy donde se reparten los espectáculos por distintos enclaves emblemáticos de la ciudad. Hay que destacar una gran lista de figuras del flamenco las que han pasado por las tablas del festival como Juan Peña "El Lebrijano", Curro Malena, Miguel Funi, Manuel de Paula, José Valencia, Pepe Montaraz, Inés Bacán, Camarón de la Isla, Antonio Mairena, José Menese, Manuel Mairena, Antonio Núñez "Chocolate", José Mercé, El Cabrero, Carmen Linares, Marina Heredia, Aurora Vargas, Arcángel, Nano de Jerez, Pitingo, Remedios Amaya, Pedro Bacán, Pedro Peña, Juan del Gastor, Moraito Chico, Manolo Brenes, Matilde Coral, El Viá, Pepa Montes, Concha Vargas.
La noche de San Juan es conocida y celebrada mundialmente como la más corta del año, coincide con el solsticio de verano simbolizando el triunfo de la luz sobre la oscuridad y el paso de la primavera al verano. El nombre de esta fiesta rinde homenaje al nacimiento de San Juan Bautista el 24 de junio cuyo padre, Zacarías, anunció su nacimiento encendiendo hogueras. Desde tiempos inmemorables se han practicado en esta noche todo tipo de ritos vinculados a la purificación, la fecundidad, la solicitud de la buena suerte y el alejamiento de la mala. Para conseguirlo, el fuego y el agua juegan un papel importante como símbolos de renovación y purificación. En los rituales de esta noche mágica los protagonistas principales son el agua y las hogueras que se encienden para que nos preserven de todo mal. Cuenta la leyenda que sus cenizas curan las enfermedades de la piel y que es conveniente saltar la hoguera un mínimo de tres veces para tener buena suerte durante todo el año.
Muchas y variadas son las celebraciones, costumbres y rituales en esta noche tan señalada. Celtas e íberos pensaban que las fuentes eran curativas, por lo que se cree que todas las aguas que se toman en la noche de San Juan son beneficiosas, incluso algunas personas se bañan de madrugada desnudas en ríos o en el mar.
En Lebrija existe una forma original de celebrar esta fiesta en la que los vecinos participan activamente construyendo grotescos muñecos de trapo llamados "Júas" que se exhiben en calles y plazas de la ciudad para ser quemados a las doce de la noche del 24 de junio. Estos representan a personajes famosos de nuestra sociedad o escenas de la vida cotidiana, y suponen una mirada satírica y llena de humor, la satirización de los temas sociales que protagonizan la actualidad.
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