x
1

Punitaqui



Punitaqui es una ciudad y comuna ubicada en la provincia de Limarí, región de Coquimbo, Chile. La superficie de la comuna es de 1339 km². Su población alcanza a los 7539 habitantes, conforme al censo de 2002; dos tercios de esa población es rural.

El principal asentamiento urbano de la comuna corresponde al pintoresco pueblo de Punitaqui, donde está ubicada una fábrica de queso de cabra. Está ubicado a 29 kilómetros al sur de Ovalle, capital provincial. En el contexto regional, Punitaqui aparece como cabecera comunal de varios pueblos ubicados a su alrededor (como por ejemplo: Mina Delirio, La Polvadera, Pechén, Los Quiles).

Punitaqui posee una larga calle principal llamada Caupolicán, que atraviesa el pueblo en casi toda su extensión de norte a sur. El pueblo de Punitaqui comprende 3 sectores: "Pueblo Viejo", ubicado al oeste del estero Punitaqui, el centro y las zonas residenciales establecidas a lo largo de Caupolicán y en el sur se ubica "Pueblo Nuevo", cercano a la Mina de los Mantos.

A lo largo de su historia, Punitaqui ha sufrido grandes catástrofes, desde prolongadas sequías, hasta el terremoto que lo afectó en 1997, provocando grandes pérdidas en la comuna y causando víctimas fatales.

En un informe sobre la Provincia de Coquimbo (año 1897) dice: que "los indígenas, eran dados al trabajo de las minas de oro, llamaban a este asiento de minas Tierra de Oro = Punitaqui". El nombre se construiría con las voces del idioma quechua; la palabra puni = altura fría y thaqui = senda, camino, lo que significaría: camino de altura fría.

La Enciclopedia Universal Ilustrada Espasa-Calpe dice que su nombre proviene de las palabras quechua: puni = puna y al unirse con thaqui quedaría como: senda de la puna. En idioma aimara, su significado se define por la unificación de las palabras: puni = pedregoso, desarreglado y taqui = camino, es decir, camino pedregoso o desarreglado.

La comuna inició muy tempranamente un desarrollo histórico especialmente por su cercanía a Coquimbo, principal puerto de la colonia. Así se generó un mercado interno de productos que eran exportados principalmente al Perú, como ají, aguardiente, vino, cobre, trigo, charqui y cuero.

El carácter agrominero de Punitaqui data desde antes del siglo XVI, ya que existen referencias arqueológicas donde se demuestra que su explotación se realizó en los tiempos prehispánicos.

La población comunal de Punitaqui ha experimentado un incremento entre 2002 (7.539 hab.) y 2017 (10.956 hab.), de éstos, una leve mayoría corresponde a población femenina (5.504) versus la masculina (5.452). La localidad principal es la ciudad homónima, además de la aldea de Las Ramadas y otros caseríos como El Toro, La Higuera y La Rinconada.

Existe un patrimonio cultural otorgado por la historia y la naturaleza: Petroglifos de un antepasado indígena (San Pedro de Quiles).

Los petroglifos son manifestaciones artísticas como inscripciones, dibujos en piedra; una especie de dibujos "ideográficos", que muestran escenas de su vida cotidiana tales: como la caza del guanaco, o marcas de las manos de sus creadores.

Se supone que, para crearlos, los diaguitas se procuraron piedras filosas, quizás con punta roma, con las cuales procedían a dibujar en grandes piedras, muchas de ellas de tonos oscuros, que ayudan a resaltar las zonas de desgaste.

La Piedra Campana como expresión de una naturaleza bondadosa y la riqueza de un pasado minero.

El clima presente en la comuna tiene características de un clima mediterráneo subtropical semiárido. Las temperaturas máximas sobrepasan los 30 °C en el mes más cálido y las mínimas fluctúan entre los 2 °C y 6 °C en los meses más fríos. Las precipitaciones son del orden de los 125 mm como promedio anual y con un periodo seco de alrededor de 10 meses.

Punitaqui pertenece al Distrito Electoral Nº 9 y a la 4ª Circunscripción Senatorial. Es representada en la Cámara de Diputados del Congreso Nacional por Luis Lemus Aracena del Partido Socialista y Miguel Ángel Alvarado del Partido por la Democracia.

A su vez, es representada en el Senado por Jorge Pizarro Soto del Partido Demócrata Cristiano y Adriana Muñoz D'Albora del Partido por la Democracia.

Esta comuna es administrada por su alcalde Carlos Araya Bugueño, Independiente, quien es asesorado por un Concejo Municipal compuesto por seis integrantes:

En 2018, la cantidad de empresas registradas en Punitaqui fue de 128.[2]​ El Índice de Complejidad Económica (ECI) en el mismo año fue de -0,69, mientras que las actividades económicas con mayor índice de Ventaja Comparativa Revelada (RCA) fueron Cultivo de Uva destinada a Producción de Pisco y Aguardiente (739,71), Extracción de Otros Minerales Metalíferos (380,66) y Cultivo de Uva Destinada a Producción de Vino (21,76).

Las principales actividades económicas de la comuna se basan en la producción de uvas para la elaboración y exportación de pisco, licor muy consumido en Chile. Además, la crianza de ganado caprino y el cultivo de las praderas para empastadas como alfalfa y otras, junto con el cultivo de hortalizas y árboles frutales como paltos, cítricos y duraznos.

Antiguamente, su economía se basaba en la minería. Allí se encuentra la mina de azogue más grande del país, que pertenecía antiguamente a la Compañía Minera Tamaya, actualmente Minera Altos de Punitaqui.

El premio Nobel de Literatura chileno, el poeta Pablo Neruda, dedicó en el Canto XI de su poemario Canto General unos versos sobre la geografía y flora de dicha localidad entonces, junto con sus vivencias y contacto con el mundo obrero del Norte de Chile.

Canto XI

Las Flores de Punitaqui

ERA dura la patria allí como antes. Era una sal perdida el oro, Era un pez enrojecido y en el terrón colérico su pequeño minuto triturado nacía, iba naciendo de las uñas sangrientas.

Entre el alba como un almendro frío, bajo los dientes de las cordilleras, el corazón perfora su agujero, rastrea, toca, sufre, sube y a la altura más esencial, más planetaria, llega con camiseta rota.

Hermano de corazón quemado, junta en mi mano esta jornada, y bajemos una vez más a las capas dormidas en que tu mano como una tenaza agarró el oro vivo que quería volar aún más profundo, aún más abajo, aún.

Y allí con unas flores las mujeres de allí, las chilenas de arriba, las minerales hijas de la mina, un ramo entre mis manos, unas flores de Punitaqui, unas rojas flores, geranios, flores pobres de aquella tierra dura, depositaron en mis manos como si hubieran sido halladas en la mina más honda, si aquellas flores hijas de agua roja volvieran desde el fondo sepultado del hombre.

Tomé sus manos y sus flores, tierra despedazada y mineral, perfume de pétalos profundos y dolores. Supe al mirarlas de dónde vinieron hasta la soledad dura del oro, me mostraron como gotas de sangre las vidas derramadas.

Eran en su pobreza la fortaleza florecida, el ramo de la ternura y su metal remoto.

Flores de Punitaqui, arterias, vidas, junto a mi cama, en la noche, vuestro aroma se levanta y me guía por los más subterráneos corredores del duelo, por la altura picada, por la nieve, y aun por las raíces donde sólo las lágrimas alcanzan.

Flores, flores de altura, flores de mina y piedra, flores de Punitaqui, hijas del amargo subsuelo: en mí, nunca olvidadas, quedasteis vivas, construyendo la pureza inmortal, una corola de piedra que no muere.



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Punitaqui (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!