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Abra Pampa



Abra Pampa es la ciudad cabecera del departamento de Cochinoca, en la provincia argentina de Jujuy.

Centro neurálgico de servicios y comunicaciones de la Puna, es la segunda urbe en importancia de la región, luego de La Quiaca de la que se encuentra 73 km al sur, por la RN 9, pavimentada, que también la comunica con la capital provincial, distante 211 km.[2]

Se encuentra situada en la entrada meridional de la gran altiplanicie conocida como el Altiplano argentino, al pie de cerro Huancar.

Su nombre es una combinación de la arcaica palabra española común entre los marineros abra (apócope de abertura), que en la región tiene el significado de desfiladero, y pampa palabra quechua que significa ‹llanura›, es decir: ‹desfiladero› (y) ‹llanura›; en efecto, esta ciudad se ubica en una planicie próxima a varios desfiladeros, especialmente al que se encuentra al este y que la comunica con las regiones chacopampeanas de Argentina.

La ciudad fue fundada el 31 de agosto de 1883 en el departamento de Cochinoca a 22 km al este del antiguo pueblo de Cochinoca. En el año 1915 desplazó al viejo pueblo de la Puna en su función política de capital departamental. Durante esta época, la actividad fundamental era la minería. El nuevo pueblo se llamó «La Siberia Argentina», por el frío extremo y la concomitante rigurosidad de su clima. El nombre no prosperó, y se rebautizó con el que siempre había sido conocido el paraje, Abra Pampa.

La Puna comenzó a poblarse hace aproximadamente unos 13 milenios atrás. Durante los primeros miles de años de la vida del hombre en la Puna, todo giró alrededor de la caza y la recolección: se cazaban aves, suris, vizcachas, llamas y vicuñas; se juntaban raíces comestibles, huevos y los escasos frutos de la vegetación puneña. El ambiente los obligaba a una forma de asentamiento disperso e inestable. Hace unos 3000 años empezaron a aparecer los primeros grupos de agricultores y ganaderos.

El poblado, parece haber sido la forma ideal de asentamiento de la población y fue el único tipo de instalación concentrada hasta hace relativamente poco tiempo. Las aglomeraciones urbanas más grandes del Altiplano Jujeño son La Quiaca y Abra Pampa. Toda esta zona era y sigue siendo el hogar de los quechuas y los aymaras los cuales fueron dominados por los incas desde 1475.

Todos estaban bajo la influencia del Imperio Inca y tenían con este una estrecha relación: de tal manera que el famoso Camino del Inca pasaba por la Puna, conectando el norte del altiplano y Cuzco con lo que es hoy Chile y Mendoza. Era grande la influencia de los Incas en el aspecto cultural, comercial y religioso. Cada grupo funcionaba como una tribu independiente, con sus propias autoridades y su propio idioma, todos se entendían usando el quechua, la lengua del altiplano.

Hubo un aumento de población considerable durante el período de dominación Inca. Algunos lo relacionan con la mejora en las técnicas de cultivo, lo que podría impulsar una mejor alimentación, una mayor esperanza de vida, una menor mortalidad infantil. Se produjeron migraciones hacia lo que es hoy la Puna Argentina desde otros lugares del altiplano, posiblemente de mitimaes, colonos que los incas instalaban en los bordes de su imperio. A la llegada de los españoles, la Puna era un activo lugar de producción e intercambio comercial.

Abra Pampa es la sede del «Festival del Huancar», y en agosto se hace la «Fiesta a la Pachamama».

A poca distancia de la ciudad se sitúa la «Vicuñera de Miraflores», en una Estación experimental del INTA, donde se crían vicuñas en semilibertad.

La ganadería se ve representada por caprinos, auquénidos (camélidos americanos) y ovinos y es de vital importancia para la ciudad.

En el margen izquierdo del río Miraflores, se encuentra asentada sobre una altiplanicie extensa que puede ser ubicada entre las últimas estribaciones de la sierra de El Aguilar y las sierras de Cochinoca.

Su economía actual de los abrapampeños, tiene carácter de autosubsistencia. Los que viven alejados del pueblo viven de la ganadería y de planes sociales por parte del estado[cita requerida], mientras aquellos que viven en el pueblo son empleados públicos, comerciantes y otros pertenecen a la economía informal

Cuenta con 8705 habitantes (Indec, 2010), lo que representa un incremento del 16.13% frente a los 7496 habitantes (Indec, 2001) del censo anterior.

Fuente de los Censos Nacionales del INDEC

La sismicidad del área de Jujuy es frecuente y de intensidad baja, y un silencio sísmico de terremotos medios a graves cada 40 años.[3]

El clima de la ciudad de Abra Pampa es frío riguroso y continental, con temperaturas mínimas que alcanzan los −22 °C y los 27 °C de máxima (periodo 1981-1990) en la estación de la red SMN. El promedio anual de la temperatura mínima es de −2,4 °C, datos correspondientes a los 10 años en que funcionó la Estación meteorológica de Abra Pampa (breve periodo 1981-1990). En cuanto a los datos de la estación meteorológica de la red SIGA-INTA, los mismos da como resultante una temperatura mínima media anual de −3.7 ºC para el periodo 1998-2006,[5]​ con una mínima absoluta para toda la serie histórica de −23,5 ºC (1959-2007).[6]​ La ciudad soporta un promedio de 70 días al año con temperaturas mínimas diarias iguales o inferiores a −12 °C. Los meses más fríos del año son junio y julio, con una temperatura mínima media de −11 °C y −12 °C respectivamente. El mes más caluroso del año es diciembre, con una temperatura máxima media de 21,1 °C.[7]

Ubicada al norte de la Provincia de Jujuy, cercana a las localidades de Casabindo y Cochinoca, Abra Pampa se alza sobre un relieve hostil, con poca vegetación y a orillas de un curso de agua. Con el ritmo propio de las ciudades norteñas, invita a disfrutar de paseos urbanos que descubren parte de su historia y actividades que desafían su geografía.

Abra Pampa es nexo entre la Puna al oeste y al este las selvas (yungas) y los valles. Es una ciudad netamente comercial, al ser favorecida por su ubicación geográfica; pese a esto su índice de desocupación es alto.

Atravesada por la Ruta Nacional n.º 9, una arquitectura sencilla bordea sus calles junto a algunos árboles que regalan su sombra. Al transitarlas, los testimonios del pasado comienzan a aparecer: la Iglesia con un campanario central es una de las construcciones más pintorescas; la Estación del Ferrocarril resiste el paso del tiempo, pero ya ningún tren lustra sus vías; completan el paseo, una visita al Museo Histórico Arqueológico Leopoldo Abán.

Las costumbres y tradiciones ancestrales forman parte de los tesoros que este destino invita a descubrir. Los carnavales y el ritual de la Pachamama son acontecimientos dignos de admirar por estas latitudes, al igual que las ferias artesanales donde se encuentran los típicos tejidos puneños.

Ubicada a los pies del majestuoso Cerro Huancar es un destino ideal para los amantes de los deportes extremos como el samboard y esquí para arena , completando una propuesta turística versátil y que además permite descubrir paraísos como el Monumento Natural Laguna de los Pozuelos.[8]

La ciudad actualmente tiene un grave problema ambiental provocado por la mina, ubicada al costado de la ciudad y productora de plata y plomo. La empresa propietaria Metal Huasi SA, la cerró en 1985, y sus directivos con total actitud negligente y criminal, dejaron las escorias y sobrantes (aproximadamente unas 15.000 t) apiladas en el predio y al costado de varios barrios, como el 12 de octubre, provocando así la dispersión de las partículas de plomo. La contaminación resultante es tan alarmante que muchos niños presentan niveles de plomo en sangre cercanos a 30 µg/dL, cuando el máximo permitido por ley es de 10 µg/dL, aunque se ha demostrado que ya con un 5 µg/dL alcanza para provocar distintos problemas neuronales y cognitivos. Durante 17 años, se ocultó este tema, llegando al punto de negarse, la salud pública, a entregar los resultados de los análisis a los pobladores[cita requerida].

Recién en 2007, y varias investigaciones periodísticas mediante, la situación de Abra Pampa adquiere estado público y se cuestiona el accionar de las autoridades nacionales y provinciales. Ese mismo año, el Grupo de Investigación de Química Aplicada (INQA) de la Universidad Nacional de Jujuy demostró que el 81 % de la población infantil analizada contenía valores de plomo en cantidades perjudiciales para la salud.[9]​ A fines del mismo año, el Ministerio de Salud de Jujuy admitió que al menos el 10 % de la población adulta tenía “niveles críticos” de plomo en sangre.[10]​ También en 2007, el Defensor del Pueblo de la Nación dicta una resolución recomendando al gobierno de la provincia de Jujuy que se otorgue tratamiento,[11]​ en forma urgente, de todas las personas afectadas. Además recomienda a la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación que implemente las medidas necesarias para garantizar que -hasta tanto se realice la recomposición del pasivo ambiental- los residuos sean aislados en forma efectiva para que no causen más daño a las personas y al ambiente.

La Nación cuenta con un crédito del BID para implementar un Plan de Remediación en la zona.[12]​ El mismo demandará 3 años (2008-2010) y se desarrollará en conjunto con la provincia quienes, además, pusieron en marcha un «plan de acciones inmediatas» (fines de 2007) para atender la situación hasta tanto se inicie el proyecto del BID. El Plan de Remediación prevé —entre otras cosas— trasladar los residuos a la mina de la empresa minera Aguilar para su tratamiento, realizar una limpieza del lugar y dar tratamiento a las personas afectadas. A pesar de que las actividades ya se han iniciado, los pobladores denuncian incumplimientos y demoras en las tareas previstas.

En 2009, un informe de la Clínica de Derechos Humanos denuncia fallas en los organismos de control, así como también la ineficiencia de los planes de remediación efectuados.[10]​ El informe, titulado «Abra Pampa. Pueblo contaminado, pueblo olvidado», dice que solamente se han instalado alambrados para que los residentes no se acerquen a los materiales, lo cual es insuficiente, y da cuenta de la falta de interés respecto al tema por parte de las autoridades locales y nacionales. Dicho informe fue presentado en diversos organismos internacionales: la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Oficina Panamericana de la Salud y Naciones Unidas.

En enero de 2011 el Concejo Deliberante del pueblo aprobó una ordenanza que prohíbe «la radicación, instalación o funcionamiento de exploraciones mineras metalíferas a cielo abierto o las explotaciones mineras que utilicen sustancias químicas como cianuro, mercurio, ácido sulfúrico y otras sustancias tóxicas similares en sus procesos de cateo, prospección, exploración, explotación y/o industrialización», así como el ingreso, tráfico, uso, almacenamiento, comercialización, producción y transporte de sustancias tóxicas usadas en minería.[13]

También se hallan en la localidad otras empresas (como una curtiembre) que podrían causar contaminación debido a los residuos que eliminan del producto de sus actividades.

Abra Pampa cuenta con un hospital público ubicado en el área urbana y cinco centros de asistencia en distintos barrios.[14]

La localidad cuenta con varios establecimientos educativos desde el nivel inicial al nivel medio, algunos de ellos instalados en la zona rural.[15]
Posee un instituto terciario de educación superior orientado a la formación docente,[16]

La terminal de buses de larga distancia, ubicada en la zona urbana, brinda servicios a las empresas de transporte público de pasajeros.[17]
La emisoras de radio América FM y Arias FM transmiten sus programas desde la localidad. En 2011 se sumó Radio Pachacuti, la primera emisora radial argentina creada y gestionada integralmente por miembros de las comunidades originarias.[18]



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