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Atamante



Atamante (en griego, Ἀθάμας) es un rey de la mitología griega. Se trata de un monarca beocio que reinó en Coronea o, según otros, en la propia Tebas. Es hijo de Eolo y nieto de Helén. Tuvo tres esposas: Ino, Néfele y Temisto. Su leyenda fue tema de varias tragedias y contiene relatos a veces contradictorios.

La mayoría de las fuentes coinciden en que su primer matrimonio fue con Néfele, de quien tuvo dos hijos, Frixo y Hele.[1]​ Tras repudiar a Néfele se casó con Ino, hija de Cadmo, con quien tuvo a Learco y a Melicertes. Para asegurar los derechos sucesorios para sus vástagos, Ino proyectó eliminar a los hijos del primer matrimonio, para lo que convenció a las mujeres del país para que tostaran el grano destinado a la siembra del trigo, diciéndoles que así crecería más, por lo que nada brotó cuando los hombres lo sembraron. Ino consiguió convencer de nuevo a las mujeres de que el trigo no había crecido porque los dioses no estaban contentos, así que Atamante consultó entonces el oráculo de Delfos, e Ino sobornó al emisario de su marido, que trajo la respuesta de que para acabar con la carestía se debía sacrificar a Frixo. Cuando ya lo llevaban a inmolar, según algunas tradiciones junto con su hermana Hele, su madre Néfele le dio un carnero con vellón de oro, que los elevó por los aires, llevándolos a Cólquide, si bien Hele se cayó y se ahogó por el camino.

Otra versión relataba que el mensajero reveló la conjura a Atamante, quien ordenó el sacrificio de Ino junto con Melicertes, su hijo. Pero, cuando eran llevados a inmolar, Dioniso sintió piedad de ella, puesto que era su tía y fue su nodriza, y envió una nube que envolvió y permitió escapar a Ino y a su hijo. Luego Zeus o Hera provocaron la locura a Atamante, que mató a su hijo menor, Learco, atravesándolo con flechas como si fuera una pieza de caza. A su vez, Ino se habría suicidado junto con Melicertes, si bien también existe la versión de que se transformó en divinidad marina y pasa a llamarse Leucótea o Leucótoe.[2]

Tras el episodio de locura de Atamante, este fue expulsado de Beocia y consultó con el oráculo, que le dijo que habitara allí donde los animales salvajes le ofrecieran hospitalidad. Por tanto, cuando en su camino vio unos lobos devorando ovejas que huyeron al verle, decidió establecerse allí, denominó Atamantia al territorio y se casó con Temisto, con quien tendría a Leucón, Eritrio, Esqueneo[3]​ y Ptoo.[4]

Una versión alternativa narraba Eurípides en una tragedia que no se ha conservado llamada Ino pero de la que se conoce el argumento por una de las Fábulas de Higino.[5]​ En ella Ino se habría marchado al monte tras el fracaso de su conspiración, a reunirse con las bacantes, servidoras de Dioniso. Atamante creyó que había muerto y contrajo matrimonio con Temisto, con quien tendría a Orcómeno[6]​ y Esfingio.[7]​ Sin embargo Ino regresó y Atamante la introdujo en su palacio como sirvienta. Temisto, celosa, planeó acabar con los hijos de Ino, confiándose a la nueva sirvienta sin saber su identidad, ordenándole vestir de negro a los hijos de Ino y de blanco a los suyos. Al hacerlo Ino al revés, Temisto mató a sus propios hijos, suicidándose al darse cuenta.



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