XL Arzobispo Metropolitano de Bogotá
Obispo titular de Croae
Obispo de Tunja
Vicario castrense de Colombia
Crisanto Luque Sánchez (1 de febrero de 1889-7 de mayo de 1959) fue un Cardenal colombiano de la Iglesia católica. Sirvió como Arzobispo de Bogotá de 1950 a 1959, y fue elevado al cardenalato en 1953 por el papa Pío XII siendo el primer Cardenal en la historia de Colombia.
Crisanto Luque Sánchez nació en Tenjo como hijo de Heliodoro Luque y Natalia Sánchez. Después de estudiar en Tabio, hizo su seminario en Bogotá, junto a su futuro sucesor como Arzobispo de esta ciudad, Luis Concha Córdoba. Luque fue ordenado como presbítero por el arzobispo Bernardo Herrera Restrepo el 28 de octubre de 1916, y luego cumplió su trabajo pastoral en Bogotá hasta 1931. Durante ese período Inició su carrera sacerdotal como capellán de la Clínica de Marly y como párroco en las parroquias de las Nieves en Bogotá y San Gregorio Magno en Guachetá (Cundinamarca).
El 16 de enero de 1931, Luque fue nombrado obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Tunja y obispo titular de Croae. Fue ordenado como obispo el 3 de mayo siguiente por el arzobispo Paolo Giobbe, con los obispos José Ignacio López Umaña y Luis Adriano Díaz sirviendo como concelebrantes, en la Catedral Primada de Bogotá. Luque fue Vicario general y administrador apostólico antes de ser obispo de Tunja el 9 de septiembre de 1932. Más tarde fue nombrado arzobispo de Bogotá y así primado de Colombia el 14 de julio de 1950. Ese mismo día, fue creado como primer vicario apostólico Militar para Colombia (ya que todavía no existía el ordinariato militar en ese país).
El papa Pío XII lo creó cardenal presbítero de Santos Cosme y Damián en el consistorio del 12 de enero de 1953. Luque, el primer cardenal colombiano, fue legado papal al tercer Congreso Mariano Nacional en 1954, y participó en la primera Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en 1955.
En 1951, pidió formalmente al Consejo de Ministros de la República de Colombia remover las pinturas de José Rodríguez, que contenían personas desnudas, del Museo Nacional de Colombia. Luque también jugó un prominente papel en la crisis civil y política que vivió su país de 1949 a 1958, y participó en el Cónclave de 1958 que eligió al Papa Juan XXIII.
Oponente del Presidente Gustavo Rojas Pinilla, el Primado Colombiano condenó el movimiento político de la Tercera Fuerza de Rojas, y denunció un juramento de lealtad que pidió de su partido político en junio de 1957 como «ilícito» y calificó a su partido como «peligroso». Amenazó a la junta militar que reemplazó a Rojas, con quitarles el apoyo de la Iglesia si no entregaban el poder en elecciones libres. Luque advirtió al pueblo que incurrirían en excomunión si enviaban a sus hijos a colegios protestantes, que eran considerados de alta calidad.
El Cardenal murió de una hemorragia pulmonar en Bogotá, a los 70 años. Está sepultado en la Catedral de la misma ciudad.
Monseñor Luque fue elegido para suceder a Ismael Perdomo Borrero el 5 de julio de 1950, cuando la violencia política se señoreaba en Colombia durante una de las épocas más fuertes de la historia del país conocida como La Violencia; tomó posesión del Arzobispado un mes después de que Laureano Gómez asumiera la Presidencia de la República, y falleció cuando el Frente Nacional no lograba aún aminorar el aterrador derramamiento de sangre. Era una época difícil en la que «se entronizó la violencia, con la organización de guerrillas que sembraron el pánico y la destrucción entre la gente campesina [...] Fue un período oscuro en que la jerarquía, que hizo llamadas permanentes a la reconciliación de los espíritus, resultó impotente para contener la ola de crímenes salvajes que entonces se cometieron al amparo de banderas políticas y aun religiosas».
Estuvo gobernando la Arquidiócesis durante 9 años, y durante este tiempo levantó y consolidó el Colegio José Joaquín Ortiz, construyó el Palacio Episcopal e impulsó la Acción Cultural Popular para elevar el nivel educativo de los campesinos.
Con ocasión del Consistorio de su creación cardenalicia viajó a Roma del 16 de diciembre de 1952 al 19 de marzo de 1953. A su regreso, Bogotá lo recibió de manera apoteósica y se hizo una gran manifestación desde el Aeropuerto de Techo hasta la Plaza de Bolívar donde fue recibido por estudiantes de la ciudad.
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