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Descenso de River Plate



El descenso de River Plate a la segunda división del fútbol argentino fue un histórico acontecimiento deportivo que se consumó el domingo 26 de junio de 2011 en el estadio Antonio Vespucio Liberti, tras la derrota de 3-1 en la serie por la promoción frente a Belgrano.[2]

El Club Atlético River Plate es una institución deportiva de Buenos Aires, Argentina. Fue fundado el 25 de mayo de 1901. En cuanto al fútbol, River Plate es, junto con Boca Juniors uno los dos clubes más populares de la Argentina. Entre ambos se repartieron, aproximadamente, la mitad de los títulos de Primera División. Por ello, y por haber nacido en el mismo barrio (La Boca, aunque posteriormente River se mudó al barrio de Belgrano), ambos clubes son eternos rivales y el partido entre ellos es considerado el Superclásico del fútbol argentino, uno de los eventos deportivos más importantes del país.

Al momento del descenso era el club con más campeonatos en Primera División, sumados a diversos logros en copas nacionales e internacionales.

Algunos de los jugadores históricos del club son Alfredo Di Stéfano, Ángel Labruna, Daniel Passarella, Norberto Alonso, Ubaldo Fillol, Enzo Francescoli y Ariel Ortega. También pasó por el club Mario Kempes, otro de los mejores jugadores argentinos.

River ocupó el puesto número 9 del Ranking Mundial de Clubes de la IFFHS, calculado entre los años 1991 y 2009. Además es, históricamente, el club argentino que más jugadores cedió al seleccionado nacional y el club con mayor cantidad de puntos obtenidos, sumando todos los campeonatos. Juega sus partidos de local en el Estadio Monumental, el estadio con mayor capacidad de espectadores de Argentina, donde también juega de local la selección de ese país y en donde se disputó la final de la Copa Mundial de Fútbol de 1978. Dicho estadio está ubicado en el barrio de Belgrano, al norte de la ciudad de Buenos Aires, aunque generalmente al club se lo relaciona con el barrio de Núñez.

A fines del mes de junio de 2011 se produjo el primer y, hasta ahora, único descenso de categoría de River en toda su historia, al disputar y perder la promoción a manos de Belgrano, un hecho impactante en la historia del fútbol argentino, con enorme repercusión en medios internacionales. Como consecuencia de ello, el club debió jugar una temporada en la segunda división, en la que pudo conseguir el ascenso y así regresar a Primera tras consagrarse campeón de la B Nacional 2011/2012.

Los campeonatos oficiales de fútbol del país son organizados por la Asociación del Fútbol Argentino. Los clubes afiliados disputan anualmente los torneos, los que se dividen en categorías o «divisiones», cada una de las cuales determina una jerarquía u orden de importancia del campeonato en disputa. Los torneos establecen un sistema de ascensos y descensos mediante el cual los mejores equipos del campeonato del año en curso obtienen el derecho a participar, en la siguiente temporada, del torneo de jerarquía superior; así como los peores equipos del torneo superior son castigados de modo que el año entrante participen en el campeonato inferior.

Entre 1986 y 2015 la Primera División del fútbol argentino contó con 20 equipos. Entre mediados de 1991 y mediados de 2012, estos 20 equipos se medían en los llamados torneos Apertura y Clausura, es decir jugaban dos campeonatos locales por año: el Apertura (en el segundo semestre del año) y el Clausura (en el primer semestre del año), el cual finaliza en el invierno austral, finalizando la temporada y definiéndose con ella los ascensos y descensos.

El descenso de equipos a la segunda división (B Nacional) se realizaba a través de un sistema de promedios. Al finalizar cada temporada los dos equipos de peor coeficiente en la tabla de los promedios perdían la categoría, mientras que los clubes ubicados en las posiciones 17.ª y 18.ª de dicha tabla jugaban, a dos partidos, la promoción con los dos equipos del Nacional B que seguían en la clasificación a los que obtenían el ascenso directo -desde el ciclo 2007-08, los que ocupaban el tercero y cuarto puesto al final de la temporada-. El coeficiente se obtiene dividiendo los puntos obtenidos por la cantidad de cotejos disputados, en las últimas tres temporadas. El número total de equipos que cambiaban de división entre temporadas fluctuaba, por lo tanto, entre un mínimo de dos y un máximo de cuatro, de acuerdo con los resultados de las dos promociones que se jugaban por año.

Si bien el sistema condena a los planteles que descienden a pagar por las malas campañas de los de temporadas anteriores, hace que un equipo de una categoría solo descienda luego de un largo período con resultados no satisfactorios, neutralizando o morigerando así las crisis pasajeras de los equipos mejor administrados.

Desde la implementación del sistema de promociones para definir un eventual tercer y cuarto descenso a la Primera B Nacional, en la temporada 1999-2000, solo un equipo de los denominados grandes (Racing Club ante Belgrano, en 2008) había tenido que revalidar su lugar en la máxima categoría en esa instancia; hasta que en junio de 2011, River, por primera vez en su historia, disputó y perdió la promoción a manos del mismo club, siendo este hecho uno de los más impactantes a lo largo de la historia del fútbol argentino.

Hasta el descenso de River, solamente dos de los autodenominados cinco grandes del fútbol argentino habían perdido la categoría: San Lorenzo de Almagro en 1981 y Racing Club dos años después, en 1983.

El 15 de diciembre de 2007, tras un muy flojo Torneo Apertura (en el que perdió con los cuatro equipos recién ascendidos),[3]​ y habiendo sido previamente comandado por Daniel Passarella, el equipo tuvo como nuevo director técnico a Diego Simeone, que consiguió el campeonato en el Torneo Clausura 2008, tras vencer en la penúltima fecha a Olimpo por 2 a 1 en el Monumental.

El Torneo Apertura 2008 abrió la temporada 2008-09 de la máxima categoría del fútbol argentino. Comenzó el 8 de agosto de 2008 y finalizó el 23 de diciembre. El 7 de noviembre, tras un compendio de desastrosas actuaciones a lo largo de ese campeonato, y después de la eliminación de la Copa Sudamericana a manos del Guadalajara, Simeone anunció que el próximo sería su último partido al frente de River, que terminó empatado en 3 tantos con Huracán, tras ir perdiendo por 3-0; con esto, Simeone dejó al equipo en la última posición y con solo 9 puntos (1 victoria, 6 empates y 7 derrotas).

Tras este chasco para la institución, asumió como entrenador interino el entonces coordinador de las divisiones inferiores, Gabriel Rodríguez, pero no pudo aportar para corregir la situación. La fecha 19 ocurrió el 13 de diciembre de 2008 ante Estudiantes de La Plata en el estadio Ciudad de La Plata. River ganaba 1 a 0, lo que dejaba en última posición a Rosario Central, pero un gol de Mauro Boselli decretó el empate en el marcador final, resultado que relegó a River al último puesto general (para colmo, su eterno rival Boca sería el campeón de ese torneo), concretando así el fracaso más grande de la institución en toda su historia, al menos, hasta ese momento.

Esta pésima campaña, considerada sin lugar a dudas como la peor de su historia, afectaría fuertemente la permanencia del club en primera categoría para los próximos años. Esto se debía a que los descensos del fútbol argentino se decidían en base al sistema de promedios, por el cual los clubes que bajan de categoría son los que quedan últimos en la clasificación del descenso; es decir, los que tienen un peor promedio de puntos obtenidos en las últimas tres temporadas (6 campeonatos). Tomando en cuenta las reglas, el paupérrimo torneo del equipo sería un factor determinante en cuanto a los promedios recién para junio de 2011, ya que antes de eso, el promedio de River (calculado sumando las campañas de los últimos 3 años) estaría resguardado por la gran suma conseguida con el Clausura 2008 y torneos anteriores. Así, recién a principios de 2010, se empezaría a tomar conciencia de la gravedad de la situación.

El 4 de diciembre de 2008, fue confirmado Néstor Gorosito para asumir en la dirección técnica del equipo en sustitución oficial de Simeone. Con él, llegaron las incorporaciones de Mariano Barbosa y Cristian Fabbiani, además de sucitarse el retorno de Marcelo Gallardo.

El Torneo Clausura 2009 cerró la temporada 2008/09 de la Primera División Argentina. A lo largo del campeonato, el equipo fue decayendo en su nivel futbolístico, evidenciándose esto por ejemplo en la 4° fecha, donde cayeron ante San Lorenzo de visitantes por un categórico resultado de 5-1; o en la 14°, donde fueron goleados por Huracán con un rotundo 4-0. Adicionalmente quedaba eliminado en la fase de grupos de la Copa Libertadores (por segunda vez desde 2007), y no volvería a participar en este torneo sino hasta 2015.

River terminó en el puesto 8, cosechando 27 puntos en 19 encuentros. En la tabla de descensos, River se colocó como 6º, con un promedio de 1,561 puntos.

El Torneo Apertura 2009 inició la octogésima temporada de la era profesional de la Primera División de Argentina, que concluyó en el primer semestre del año siguiente, con la disputa del Torneo Clausura 2010. Empezó el viernes 21 de agosto y culminó el lunes 14 de diciembre de 2009.

Ante la premura del equipo y la preocupación por conseguir resultados positivos, se efectuaron las vueltas de los ídolos Matias Almeyda (luego de estar tres años retirado) y Ariel Ortega (tras concluir su cesión a Independiente Rivadavia, de la Segunda División). Sin embargo, el equipo seguía sin poder levantar cabeza, mostrando un pobre desempeño que desesperaba, exacerbaba y frustraba cada vez más a todo hincha de la institución, con lo cual se terminó dando la dimisión de Gorosito de la dirección técnica tras la derrota ante San Lorenzo en la 7ª fecha. Todo esto estaba siendo ocasionado por el caos múltiple que se vivía en el plantel en aquellos momentos:[4]​ la eliminación temprana de la Copa Sudamericana, la falta de refuerzos de jerarquía y la presión de la hinchada por los flojos desempeños del plantel (en especial de Cristian Fabbiani). Recién luego de la 9ª fecha del campeonato, y con la contratación de Leonardo Astrada como Director Técnico del equipo, por fin se comenzaron a ver signos de mejoras, especialmente en la parte defensiva. River terminaría aquel torneo en el puesto 14 y con 21 puntos de 57 posibles.

El 5 de diciembre de 2009 hubo elecciones para elegir a un nuevo presidente de la institución, tras la conclusión del octenio de José María Aguilar. Daniel Passarella fue el ganador, superando por seis votos al candidato Rodolfo D'Onofrio.[5]

Daniel Passarella asumió la presidencia de la entidad en diciembre de 2009, con severos y múltiples problemas en el club.

En primera instancia, y por los malos resultados obtenidos en el torneo anterior, River arrancaría el siguiente año muy mal posicionado en la tabla del descenso "imaginaria" para 2011 (ya que todavía faltaban por definirse los descensos del 2010). Ante el crecimiento cada vez más rápido de esta problemática, los medios encendieron las alarmas y todos los ojos empezaron a posarse sobre River; recién entonces, la hinchada empezó a entender lo que podía pasar. A pesar del peligro inminente en el que se encontraba la institución, algunos fanáticos del equipo aún estaban escépticos, pues para ellos, era difícil pensar en la posibilidad de que River desciendiera, ya que en más de 100 años de historia, ninguno de los 3 equipos más grandes de Argentina habían descendido jamás (hasta ese momento). Sin embargo, los números decían que el club debía conseguir aproximadamente 30 puntos por campeonato durante los próximos tres para no pelear la promoción.

Por si fuera poco, las herramientas con las que se contaban para afrontar el problema eran escasas, ya que el club se encontraba con una deuda económica exorbitante, primas por patrocinadores cobradas por adelantado y un plantel con jugadores de poco renombre, los cuales a su vez (varios de ellos) tenían sus pases en propiedad de grupos empresarios. Y para terminar de complicar aún más el asunto, los problemas extra futbolísticos de Ortega (que generaron problemas con la dirigencia anterior) y Fabbiani habían empeorado las relaciones con los hinchas, especialmente con la barra brava. Con todo esto, la pésima gestión de Aguilar había dejado al club al borde del precipicio.

El Torneo Clausura 2010, constituyó la segunda parte de la temporada 2009/10 de la Primera División de Argentina. Para el mercado de pases de cara a dicho torneo, Passarella apuntó a satisfacer las necesidades de Astrada, fichando a Rodrigo Rojas, proveniente de Olimpia de Paraguay, Juan Manuel Díaz, ex lateral de Estudiantes de La Plata y Alexis Ferrero, jugador de Colón de Santa Fe. Dada la continuación de malos resultados, y luego de la fecha 14, Astrada renunció al equipo y fue relevado por Ángel Cappa. Después del arribo del nuevo entrenador, River volvió a la victoria, venciendo a Godoy Cruz, Vélez Sársfield y Racing en las siguientes fechas del torneo. No obstante, en la última, River cayó goleado estrepitosamente ante Tigre por 1-5 en su estadio, en lo que fue el partido despedida de Marcelo Gallardo, dejando una pobre imagen y avivando aún más la preocupación de la gente, jugadores y dirigentes por la situación del club. La escuadra millonaria terminó clasificada generalmente como 13º, logrando acumular 22 unidades en 19 cotejos. En la tabla porcentual, River quedó 12º, sumando un promedio de 1,315 puntos.

En el sistema de promedios, ya no se tendría en cuenta el puntaje obtenido en la campaña en la que el equipo había quedado campeón en 2008, por lo que River arrancó la temporada en la última plaza de la tabla porcentual, con un promedio de 1,105 y en zona de descenso directo.

La grave agudización del problema porcentual obligó a traer refuerzos. A la institución llegaron para disputar el Torneo Apertura 2010 jugadores como Juan Pablo Carrizo, Mariano Pavone, Leandro Caruso, Jonatan Maidana, y Adalberto Román, a la vez de salir elementos como Facundo Quiroga, Martín Galmarini y Gustavo Cabral, cuestionados fuertemente por los seguidores.

El Torneo "Iveco del Bicentenario" Apertura 2010 fue el que inició la octogésima primera temporada de la era profesional de la Primera División. Dio comienzo el 6 de agosto y finalizó el 13 de diciembre.

El equipo tuvo un comienzo auspicioso al exhibir un buen nivel de juego, y aunque tenían algunos problemas en su sistema de defensa, el récord del equipo en ese entonces se mostraba positivo y hasta prometedor, pues indicaba 4 partidos ganados contra 1 igualado y 2 descalabros. Tras una lesión del capitán Almeyda en la fecha 8, el rendimiento del equipo volvió a decaer de tal manera que la acumulación de malos resultados orilló a la destitución de Cappa, siendo reemplazado de forma interina por Juan José López. Este cambió la táctica, volviéndola más defensiva con una línea de 3 centrales, dos laterales y un doble 5. Así, empezó nada menos que con una victoria contra Boca Juniors en el Monumental y terminó el campeonato de muy buena manera, consiguiendo en total 13 puntos de 18 en juego (4 victorias, un empate y una derrota). En total, River terminaría el torneo como cuarto y con 31 puntos ganados (8 victorias, 7 empates y 4 derrotas).

River debería disputar el Clausura 2011 con el único objetivo de no descender de categoría. A pesar de esto, Passarella tomó la decisión de ratificar a López como técnico del equipo dado a la confianza que éste se había ganado por parte de los directivos tras cerrar de buena manera el torneo anterior. Esta decisión provocó reclamo por parte de la afición del club, pero éste se hallaba en una situación económica tan difícil que no tuvo más remedio que vender a Ariel Ortega y contratar a como único fichaje a Fabián Bordagaray previo al certamen nacional más importante en la historia de River Plate.

El Torneo "Néstor Kirchner" Clausura 2011 - Copa Malvinas Argentinas cerró la octogésima primera temporada de la Primera División del fútbol argentino, desarrollado entre el 11 de febrero y el 19 de junio.

River comenzó el torneo de muy buena manera, incluso llegando a ser puntero del campeonato en la fecha 9. En la fecha 10, igualaron a 0 con Gimnasia de La Plata y se impusieron en la siguiente contra Racing, pero después, se dan 3 resultados negativos de manera consecutiva que sumergen a River en lo anímico. Dos derrotas por marcador de 2 a 0 ante All Boys y Boca Juniors, y un empate a un gol con San Lorenzo, terminaron abatiendo mucho al equipo.

Por varios errores suyos que se consideraron cruciales en esta temporada, Juan Pablo Carrizo es recordado y considerado hasta el día hoy, por los hinchas, como uno de los principales culpables del descenso del club, hecho que muestra la ingratitud del puesto del arquero: muchas veces los errores se recuerdan más que las atajadas, uno de ellos fue el autogol cometido en el Superclásico. Carrizo supo ser un gran guardameta y contribuir para que el equipo pudiera sacar resultados valiosísimos, pero con él ocurrió lo mismo que con todo el equipo conforme avanzaban las jornadas; decayó en su nivel poco a poco, sintiéndose impotente y sin nada que poder hacer para intentar salvar a la institución en el momento más importante.

Luego de esto, el equipo cayó en picada, probablemente por el exceso de presión derivado del desastre en el que estaba convertido la entidad. De los últimos 21 puntos disponibles, River solo pudo sumar 4, lo que lo dejó en la novena posición al final del campeonato, recolectando 26 puntos; asimismo, quedaba 17º en la Tabla de Promedios, con un promedio de 1,236, a 0,027 (4 puntos) del último "salvado" que fue Tigre, lo que condenaba al club a jugar la promoción.[6]

Estudiantes fue el máximo verdugo de River durante el trienio que condenó a la institución riverplatense a disputar la promoción, ya que esta escuadra fue la única ante la que el equipo jamás pudo ganar en los seis partidos disputados, tan sólo pudiendo ganar 3 puntos, producto de tres empates. Otros clubes que tuvieron muy buena actuación ante River durante esos tres años fueron Boca Juniors, Newell's Old Boys y Vélez Sarsfield.

Debido a que terminó ubicado en la tabla de los descensos en el puesto 17º, con un promedio de 1,236 puntos, River Plate se vio obligado a jugar la "Promoción" ante el Club Atlético Belgrano, en partidos de ida y vuelta.

Belgrano llegaba a esta instancia al quedar ubicado cuarto en el acumulado final de la B Nacional, por detrás de Atlético de Rafaela (1º), Unión de Santa Fe (2º) y San Martín de San Juan (3º); mientras que River quedó ocupando la primera plaza de promoción, por delante de Gimnasia y Huracán (estos dos disputarían el descenso en un partido desempate llevado a cabo en La Bombonera, el cual favoreció a Gimnasia por 2-0) y de Quilmes, ya descendido. Según el reglamento, y por dichas ubicaciones, ambos equipos debían cruzarse en las llaves promocionales.

Tal como indica el reglamento, la llave de ida se jugó el día miércoles 22 de junio de 2011 en el Estadio Julio César Villagra. El técnico de River sorprendió al poner a un equipo integrado con muchos juveniles, dejando en el banco a hombres con experiencia como Mariano Pavone, Leandro Caruso y Jonatan Maidana. El partido finalizaría con el tanteador favorable a los locales por 2 a 0. El arbitraje fue espantoso, ya que el árbitro Nestor Pitana no expulsó a Ribair Rodríguez ni tampoco a Erik Lamela. a este último, no le cobró un penal claro en el segundo tiempo. El primer gol fue convertido por el mediocampista César Mansanelli a los 25' de juego; surgió de un penal sancionado por el árbitro Néstor Pitana a causa de que una mano del defensor paraguayo de River Adalberto Román fue juzgada como intencional por el línea Yamil, pues Pitana la había ignorado. El segundo tanto, llegó a los 4' del segundo tiempo, Mansanelli tiró un centro desde la derecha, Luciano Lollo cabeceó sin marca y César Pereyra la empujó, luego de forcejear con falta sobre Carlos Arano puso el 2-0 para el conjunto cordobés. Más de 10 integrantes de la parcialidad visitante, algunos de ellos encapuchados, les hicieron un agujero a la Alambrada e invadieron el terreno de juego, para increpar y agredir a sus jugadores (uno increpó y empujó a Román y otro le pegó una patada en el botín a Arano) provocando la detención del encuentro por un lapso de 20 minutos. A la situación ya muy complicada en la que había quedado River se le agregó que tres titulares indiscutidos del equipo vieron la quinta amarilla del torneo y no pudieron estar en el partido de vuelta: Almeyda, Román, y Ferrari.

El 26 de junio a las 15:00 hora Argentina se dio comienzo al partido de vuelta en el Estadio Antonio Vespucio Liberti (Monumental) de River Plate. El árbitro de este cotejo fue Sergio Pezzotta, el cual venía de dirigir la final de la Libertadores entre Santos y Peñarol, además de ser el representante arbitral de Argentina en la Copa América 2011.

Cuando apenas habían transcurrido los 3 primeros minutos de juego, César Mansanelli de Belgrano puso transitoriamente a su equipo en ventaja; sin embargo, Pezzotta invalidó el tanto, alegando una posición fuera de juego.[7]

Dos minutos más tarde a esta jugada, llegó el primer gol válido: el delantero riverista Mariano Pavone puso en ventaja a su equipo, poniéndolo a las puertas del empate y la salvación. Debido a que River era el equipo que defendía la plaza de Primera División, corría con una ventaja deportiva que le permitía mantenerse en Primera en caso de empate global.

Tras el gol con el cual Pavone decretó la apertura del marcador, durante el transcurso del partido se sucedieron distintas alternativas que de alguna forma, incidieron en el resultado final del partido. A los 25 minutos del Primer tiempo, una clara falta del defensor belgraniano Claudio Pérez sobre el delantero riverista Leandro Caruso dentro del área de Belgrano, fue obviada por Pezzotta y en consecuencia, no cobrado el tiro penal correspondiente.[8]​ Por otra parte, otras jugadas por las cuales debieron haber sido expulsados los jugadores Carlos Arano y el propio Pavone por River, y Luciano Lollo por Belgrano, también fueron obviadas por el árbitro.[9]​ Con todos estos condimentos, se cerró la primera parte del partido.

En la segunda parte del cotejo, las acciones distaron mucho de cambiar, hasta que a los 16 minutos de juego, el mediocampista belgraniano Guillermo Farré supo capitalizar un error de la defensa riverista y tras definir a la carrera, estampó el empate que con el correr del tiempo, terminó por convertirse en el resultado final. A pesar de ello las emociones continuaron, cuando a los 24 minutos del complemento Leandro Caruso volvió a ser víctima de una falta en el área (por parte de Cristian Tavio) que en esta oportunidad, el árbitro Pezzotta sancionó con tiro penal. El delantero Pavone, que había tomado la responsabilidad de convertir el penal en gol, terminó perdiendo dicha posibilidad al ser su remate contenido por el arquero Juan Carlos Olave.[10]

A los 89 minutos del partido, la parcialidad local empezó a hacer sentir su descontento, tristeza, impotencia, desesperación e indignación arrojando todo tipo de objetos al campo de juego. Esto provocó que el árbitro de por concluido el cotejo a los 44 minutos del segundo tiempo por "falta de garantías". Luego de ello, el Tribunal de Disciplina dictaminó la derrota en el juego para los Millonarios, con el resultado final de 1 a 0[11]​ y que terminó por descender a la institución a la segunda división por primera vez en su historia, poniendo fin a 102 años ininterrumpidos en la máxima categoría del fútbol argentino (desde 1909).

Posteriormente, hubo disturbios en las afueras del estadio, los cuales fueron protagonizados nuevamente por miembros de la barra brava, quienes se enfrentaron con la policía y causaron serios destrozos, tanto en las instalaciones del club, como en locales comerciales aledaños al escenario deportivo, dando como resultado un total de 89 personas heridas (35 policías) y 50 arrestadas. Ante la magnitud del asunto, el club debió afrontar la clausura preventiva de su estadio. Al principio, se esperaba que a River le descontaran puntos antes de su debut en la <<B Nacional>>, pero la sanción sólo se limitó a la clausura del recinto.[12][13][14]

Al ser River uno de los más importantes clubes de fútbol en el plano internacional, su descenso causó una fuerte conmoción en los medios deportivos de todo el mundo.[54]​ En España, el periódico deportivo As tituló: River consuma su desastre y baja; mientras que el diario Marca tituló: River se va al infierno, de igual modo lo hizo la Gazzetta dello Sport de Italia; y Lance! de Brasil: Tragedia: River desciende a la segunda división de Argentina.[55][56]​ También en Brasil el diario Folha señaló que: River falla un penal, empata de local y desciende, en la Argentina.[57]​ El The Telegraph de Inglaterra tituló: River Plate descendió por primera vez en su historia.[58]

El día 23 de junio de 2012, 363 días después de consumado el descenso, River concretó el ascenso a Primera División al consagrarse campeón de la Primera B Nacional, después de vencer al Club Almirante Brown por 2 a 0 en la última fecha del campeonato. En el mes de agosto del mismo año, River nuevamente jugó en el Campeonato de Primera División argentino.



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