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Selección de fútbol de Argentina



¿Dónde nació Selección de fútbol de Argentina?

Selección de fútbol de Argentina nació en AFA.


La selección de fútbol de Argentina es el equipo representativo de dicho país en la categoría masculina de la disciplina. Su organización está a cargo desde 1893 de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), perteneciente a la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), ente rector de este deporte en América del Sur, y afiliado a la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA). Disputó el primer partido internacional fuera de Argentina el 16 de mayo de 1901, en Montevideo, contra Uruguay.

Es considerada como una de las grandes potencias de la historia del fútbol internacional,[5]​ figurando cuarta en la tabla histórica de los mundiales con un total de 144 puntos. Además, a nivel de selecciones mayores es una de las tres selecciones con más copas oficiales de la historia, con diecinueve títulos,[n 2]​ contándose las dos Copas Mundiales, las catorce Copas América, la Copa Confederaciones, a las que se deben sumar dos competencias interconfederativas: el Campeonato Panamericano de Fútbol de 1960 y la Copa Artemio Franchi de 1993. Sin embargo, Argentina ganó un total de 51 títulos internacionales oficiales sumando los conseguidos a nivel de selecciones mayores y de juveniles.

La Albiceleste es el cuarto equipo nacional más exitoso en la historia de la Copa Mundial: la conquistó en dos oportunidades (1978 y 1986) y fue finalista en otras tres ocasiones (1930, 1990 y 2014). Además, es el segundo seleccionado que más veces se adjudicó la Copa América, lográndola en catorce ocasiones (1921, 1925, 1927, 1929, 1937, 1941, 1945, 1946, 1947, 1955, 1957, 1959-I, 1991 y 1993), y el que más subcampeonatos logró en la competición, con catorce (1916, 1917, 1920, 1923, 1924, 1926, 1935, 1942, 1959-II, 1967, 2004, 2007, 2015 y 2016). También, en 1992 se adjudicó la «Copa Rey Fahd» —renombrada y oficializada a partir de 1997 como Copa FIFA Confederaciones—, en tanto que en 1995 y 2005 disputó el partido definitorio de dicho torneo.[6][7]

Además, se consagró campeón en 1964 de la Copa de las Naciones en tierras brasileñas; derrotando a Portugal, a la anfitriona Brasil (que en ese entonces era bicampeona del mundo) y a Inglaterra (futuro campeón mundial de 1966), consiguiendo el título de manera invicta.

En los Juegos Olímpicos la selección absoluta obtuvo su mayor logro en los Juegos Olímpicos de 1928, al conseguir la medalla de plata. Por su parte, la selección olímpica obtuvo la medalla de oro en 2004 y en 2008,[8]​ y la medalla de plata en 1996. Además obtuvo numerosas medallas en otras competiciones oficiales para el COI con selecciones formadas con juveniles, ganó: cinco medallas de oro, dos de plata y tres de bronce en los Torneos Preolímpicos;[9]​ siete de oro, dos de plata y tres de bronce, en los Juegos Panamericanos;[10]​ y dos de oro y una de plata en los Juegos ODESUR.[11]​ Los seleccionados de Argentina y Francia son los únicos del mundo que han logrado ganar la Copa Mundial, los Juegos Olímpicos, la Copa Confederaciones, la Copa Intercontinental de Selecciones (Copa Artemio Franchi), y su respectivo torneo regional (Copa América y Eurocopa, respectivamente).

El seleccionado juvenil sub-20 es el máximo campeón de la Copa Mundial de la categoría, con seis títulos en 1979, 1995, 1997, 2001, 2005 y 2007. Además fue finalista en la edición de 1983.[12]​ Por otro lado, el seleccionado juvenil sub-17 ha logrado subir al podio de la Copa Mundial al obtener los terceros lugares en los mundiales de 1991, 1995 y 2003. Además de conseguir el cuarto lugar en 2001 y 2013.

Grandes jugadores de la historia futbolística han pasado por esta selección, entre los cuales destacan el volante Diego Armando Maradona (considerado como uno de los mejores jugadores de la historia, siendo elegido Mejor Jugador del siglo XX en una votación realizada en el año 2000 en el sitio web de la FIFA), el delantero Alfredo Di Stéfano (quien fuera presidente de honor del Real Madrid desde el 5 de noviembre de 2000 hasta su fallecimiento en junio de 2014, y elegido como uno de los cinco Mejores Jugadores del Siglo XX por la IFFHS[13]​ y también por todos los ganadores del Balón de Oro hasta 1999),[14]​ el delantero Mario Alberto Kempes (máximo goleador del Mundial de 1978, premiado con el Once de Oro al mejor jugador de Europa en ese mismo año[15]​ y elegido por la IFFHS como el 6.º mejor jugador argentino del siglo XX),[16]​ y el delantero Lionel Messi (máximo ganador del FIFA Balón de Oro con cuatro trofeos, al que se le deben contar dos más, dado que obtuvo el último Balón de Oro, otorgado por la revista France Football, antes de la unificación de este premio con el de Jugador Mundial de la FIFA, producida en 2010, y su sexto galardón, obtenido en el año 2019).[17][18]

En marzo de 2007 alcanzó por primera vez el primer puesto en el ranking FIFA. Aquella mención le duró solo ese mes, aunque en octubre de 2007 volvió a ubicarse al tope de la clasificación hasta julio de 2008. Posteriormente, volvió a alcanzar el primer lugar entre julio y octubre de 2015, y desde abril de 2016 hasta marzo de 2017.

Uruguay: E.Sardeson (Nacional); C. B. Poole (cap.) (Nacional), E. Cardenal (Nacional), J. López (Albion), F. A. Cutler (Nacional), M. Ortiz Garzón (Nacional), J. Sardeson (Nacional), J. A. Morton (Albion), W. L. Poole (Nacional), A. F. Lodge (Nacional) y Bolívar Céspedes (Nacional).

Argentina: R. W. Rudd (Lomas Athletic), W. Leslie (Quilmes) y A. C. Addecot (Belgrano Athletic), A. A. Mack (Alumni), H. Rattcliff (Belgrano), E. L. Duggan (Belgrano), G. E. Leslie (Lomas Athletic), J. O. Anderson (cap.) (Lomas Athletic), S. U. Leonard (Alumni), Ch. E. Dickinson (Belgrano Athletic) y G. N. Dickinson (Belgrano).

Argentina jugó su primer partido internacional el 16 de mayo de 1901 ante Uruguay, en Montevideo, con triunfo 3-2. En Buenos Aires jugó por primera vez el 13 de septiembre de 1903 ante el mismo rival, y perdió 2-3.

Durante sus primeros años de existencia, el equipo nacional jugó solo partidos amistosos hasta 1905, cuando se celebró la primera edición de la Copa Lipton. Fue una copa organizada por las asociaciones de fútbol argentino y uruguayo, cuya última edición fue disputada en 1992. El primer título oficial ganado por Argentina fue en 1906, derrotando a Uruguay 2–0 en Montevideo.[19]​ Ese mismo año, Argentina también jugó la Copa Newton, otra competencia organizada por ambas asociaciones, ganando el trofeo tras vencer a Uruguay 2–1 en Buenos Aires.

En los años siguientes, Argentina disputaba partidos solamente contra equipos sudamericanos ya que las demás selecciones alegaban que los viajes eran largos y el desarrollo de la primera guerra mundial.[20]

Argentina ganaría cuatro Copas Newton consecutivas entre 1907 y 1911,[21]​ y cuatro Copas Lipton de 1906 a 1909. Después de algunas victorias uruguayas, Argentina ganó las copas Lipton 1913, 1915 y 1916 y la Copa Newton 1916.

En 1910 se realizó en la Argentina la Copa Centenario Revolución de Mayo, un torneo en conmemoración del centenario de la Revolución de Mayo. Fue el primer torneo internacional de selecciones en Sudamérica en que participaron más de dos selecciones nacionales.[22]​ Previamente, solo se habían disputado torneos internacionales entre las selecciones de Argentina y Uruguay, en la Copa Newton, la Copa Lipton o la Copa Honor Argentino. Los albicelestes ganaron sus 2 partidos y fueron campeones: derrotaron 5 a 1 a Chile y 4 a 1 a Uruguay y el goleador del torneo fue el delantero de Rosario Central Harry Hayes, con 3 tantos. Si bien la primera edición oficial de la Copa América se produjo en 1916, hay quienes dicen que este torneo bien pudo haber sido el primer Campeonato Sudamericano. Esta contienda deportiva no fue incluida en el historial del certamen sudamericano por no haber sido reconocida oficialmente por la CONMEBOL ya que esta entidad todavía no había sido fundada, hecho que ocurrió en 1916.[23]

En 1916, Argentina celebró el primer torneo organizado por CONMEBOL, el Campeonato Sudamericano (el actual Copa América) disputado en Buenos Aires y Avellaneda y ganado por Uruguay. El anfitrión más Brasil, Chile y Uruguay fueron los únicos equipos que disputaron la competencia inaugural, jugada bajo el sistema de todos contra todos. Durante ese torneo Argentina jugó tres partidos, derrotando a Chile 6-0 y empatando con Brasil 1-1 y Uruguay 0-0, que se convirtieron en campeones por diferencia de goles. El equipo del último partido ante Uruguay fue: Isola, Díaz, Reyes, Martínez, Olazar, Badaracco, Heissinger, Ohaco, H.Hayes, E.Hayes y Perietti.[24]

Argentina logró tres subcampeonatos de Copa América en las primeras cuatro ediciones de este torneo continental. En 1916, 1917 y 1920 fue segundo, detrás de Uruguay, mientras que en 1919 había sido tercera, quedando a tres puntos de diferencia del campeón, Brasil.

A partir de 1921 llegarían los primeros éxitos oficiales para Argentina. La selección albiceleste ganó su primer título en la Copa América de 1921, celebrada en Buenos Aires. El equipo ganó todos los partidos en disputa, derrotando a Brasil (1-0), Paraguay (3-0) y Uruguay (1-0) para obtener seis puntos sin goles recibidos. Los jugadores notables de ese equipo fueron el guardameta Américo Tesoriere y el delantero Pedro Calomino. Julio Libonatti fue también el máximo goleador del torneo.[25]​ En los años siguientes, Argentina saldría cuarto en 1922 y subcampeón en 1923, 1924 y 1926.

En 1924, Argentina jugó un partido amistoso contra Uruguay en el estadio de Sportivo Barracas. Cuando solo se habían jugado 15 minutos, el delantero Cesáreo Onzari anotó un gol desde un córner, sin que ningún otro jugador tocara la pelota antes de anotar. Debido al hecho de que Uruguay era el campeón olímpico, esta obra se la llamó «Gol Olímpico». Esta denominación aún se sigue usando para este tipo de goles.[26]​El gol fue válido ya que FIFA había regulado anteriormente los goles marcados directamente desde el saque de esquina, como hizo Onzari durante ese partido. Según el periódico La Nación, 52.000 aficionados asistieron al juego que terminó con una victoria de la Argentina 2-1, donde el equipo uruguayo abandonó el campo faltando solo cuatro minutos para jugar. Los jugadores argentinos más tarde se quejaron del juego áspero de los uruguayos durante el partido, mientras que sus rivales también se quejaron de la agresividad de los espectadores locales, quienes le arrojaron botellas al final del partido.[27]

En 1925, el Campeonato Sudamericano fue realizado por tercera vez en Argentina, y la albiceleste ganó su segundo título. El equipo jugó cuatro partidos y permaneció invicto una vez más, derrotando a Paraguay y Brasil dos veces cada uno, incluyendo la victoria 4-1 contra Brasil con un hat-trick de Manuel Seoane.

Argentina ganó otro título en 1927 obteniendo el Campeonato Sudamericano celebrado en Perú. El equipo hizo una gran campaña, terminando invicto con tres victorias sobre tres partidos jugados. El equipo nacional logró una gran victoria sobre Bolivia por 7-1, luego superando a Uruguay por 3-2 y al equipo local por 5-1 en el último partido del torneo. Fue el tercer título sudamericano para Argentina.

Tras ganar 2 de las últimas 3 Copas América, Argentina llegaba a los Juegos Olímpicos de Ámsterdam 1928 como una de las selecciones favoritas para alzarse con el oro olímpico. El comienzo fue una goleada 11-2 ante Estados Unidos. Posteriormente, eliminó a Bélgica con un 6-3, y en semifinales derrotó a Egipto con un contundente 6-0. La final debía ser ante Uruguay, que venía de ser campeona en los en los Juegos Olímpicos de París 1924. Luego de empatar 1-1, se disputó otro partido desempate. Finalmente, los uruguayos derrotaron a la albiceleste 2-1 y Argentina obtuvo la medalla de plata con jugadores como Juan Evaristo, Luis Monti, Roberto Cherro, Domingo Tarasconi y Adolfo Zumelzú.

Al equipo olímpico se sumaron Mario Evaristo y Manuel Ferreira y en 1929, Argentina ganó su cuarta Copa América. Los albicelestes acogieron una nueva edición del Campeonato Sudamericano terminando invicto una vez más, derrotando a todos sus rivales: Perú (3-0), Paraguay (4-1) y Uruguay (2-0) en el último partido jugado en el Viejo Gasómetro de Buenos Aires. La mayoría de los jugadores que participaron en el equipo jugarían para Argentina en la primera Copa Mundial organizada por la FIFA un año más tarde.

Un año después, llegó la Copa Mundial de 1930 en Uruguay, la primeriza edición disputada en Sudamérica.

En la primera fase del torneo, quedó agrupada en el Grupo 1 junto a Francia, México y Chile. La Albiceleste debutó con un triunfo contra Les Bleus por 1-0 con gol de Luis Monti. En el segundo duelo, vence a La Tricolor por 6-3 con un triplete de Guillermo Stabile, doblete de Adolfo Zumelzú, y un único gol de Francisco Varallo. En el último duelo, Argentina se impuso 3-1 a La Roja con un rápido doblete de Guillermo Stabile, y un solitario tanto de Mario Evaristo. Con puntaje perfecto, avanzó a semifinales, allí se enfrentó a Estados Unidos derrotando 6-1, avanzando a la final de la Copa del Mundo por primera vez en la historia.

Así consiguieron alcanzar la final, en el Estadio Centenario de Montevideo, en el cual fueron vencidos por los anfitriones, Uruguay. Los locales se adelantaron con un gol de Pablo Dorado, pero el equipo argentino se rehízo con goles de Carlos Peucelle y Guillermo Stabile finalizando el primer tiempo con una victoria parcial 1-2. En el tiempo complementario, tres tantos le bastó a Uruguay para dar vuelta la serie, José Cea, Victoriano Iriarte y Héctor Castro artífices de la remontada uruguaya que terminó en un 4-2 definitivo. El argentino Guillermo Stábile fue el máximo goleador del torneo con ocho tantos.

A partir de allí comenzaría un período de ausencia de Argentina en las Copas del Mundo por desacertadas políticas de manejo deportivo en las cuales intervenían los gobiernos de turno. Tras participar en la Copa Mundial de 1934 en Italia con un equipo de segunda línea y quedar rápidamente eliminada en primera fase por Suecia 3-2, Argentina recién volvería a un Mundial en 1958 tras desistir de participar por decisiones políticas en 1938, 1950 y 1954. Argentina no participaría en los Mundiales de Francia 1938, la última antes de la Segunda Guerra Mundial, y Suiza 1954 argumentando que debía alternarse la organización de la copa entre sudamericanos y europeos. La primera Copa del Mundo después de la guerra fue la Copa Mundial de 1950 celebrado en Brasil, pero Argentina no participó debido a un conflicto en 1948 con la Confederación Brasileña de Fútbol porque no permitió que un equipo brasilero y otro argentino disputasen un amistoso en Chile, a la que se sumó una huelga de jugadores y el éxodo de sus principales figuras como Alfredo Di Stéfano al fútbol de Colombia. Esto también provocó que Argentina no participase en la Copa América de 1949 organizada por Brasil, mientras que por problemas económicos no pudo hacerlo en 1939 y 1953.[28]​ Aun así, Argentina se convirtió en una potencia regional al obtener las consagraciones en las Copas América obtenidas en 1937 (bajo la dirección técnica de Manuel Seoane), y en 1941, 1945, 1946, 1947, 1955, y 1957 (bajo la conducción de Guillermo Stábile) a las que se sumaron dos subcampeonatos en 1935 y 1942, y el tercer puesto en 1956.

En 1951, Argentina jugó contra Inglaterra por primera vez y fueron derrotados 2–1 en el Estadio de Wembley. Un segundo partido se jugó en Buenos Aires el 14 de junio de 1953, donde Argentina ganó 3–1, y el partido causó grandes repercusiones en el país.[29]

El equipo argentino participante en la Copa América de 1957 es probablemente el más recordado de esos años debido a sus jugadores expertos y el estilo exquisito de juego demostrado en el campo. Argentina destrozó a Colombia (8-2), Ecuador (3-0), Uruguay (4-0), Chile (6-2) y Brasil (3-0). El equipo fue derrotado por Perú en el último partido, pero ganó el torneo debido a que acabó primero en su grupo. La línea de ataque, formada por Oreste Corbatta, Humberto Maschio, Antonio Angelillo, Omar Sívori y Osvaldo Cruz, fue ampliamente elogiado por entonces, siendo todavía recordado por los medios de comunicación y los aficionados al fútbol.[30]​ Maschio fue el máximo goleador con 9 tantos.

Argentina regresó a un mundial después de 24 años, más precisamente a la de 1958 celebrada en Suecia. El equipo sufrió la ausencia de Maschio, Angelillo y Sívori (jugando en la Serie A pero no convocado por Stábile para el torneo[31]​), que había realizado actuaciones excepcionales en Lima un año antes. Aunque el equipo se formó con jugadores valiosos, los títulos obtenidos anteriormente hicieron pensar que no sería necesaria una gran preparación para disputar el Mundial. La situación financiera de los clubes hicieron que el gran equipo que ganó la Copa América de 1957 en Lima se desarmara rápidamente, ya que los principales jugadores fueron transferidos a Europa, y en segundo lugar porque no hubo demasiados enfrentamientos con equipos europeos previo a la competencia mundial: solo en 1956 se jugó con Checoslovaquia e Italia en Buenos Aires, mientras que el resto, fueron amistosos con los vecinos del continente. Los dirigentes y cuerpo técnico conocían poco del fútbol europeo, y la falta de experiencia frente a las selecciones europeas se evidenció una vez finalizado el torneo.

Argentina perdió ante Alemania Federal 3-1 en el primer partido y ganó a Irlanda del Norte 3-1 en su segunda presentación. Aunque, Argentina fue finalmente eliminada tras caer 6-1 ante Checoslovaquia, una de las peores derrotas de un equipo nacional en una Copa del Mundo. El mal desempeño se hizo conocido como "el desastre de Suecia". Después en Buenos Aires, 10.000 personas los esperaban en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza para insultarlos.[32]

Al año siguiente de aquel fracaso mundialista, llegó una pequeña revancha: el Brasil de Pelé, Zagallo, Didí, Vavá, Nilton Santos, y otras tantas estrellas que venía de ser Campeón del Mundo en Suecia 1958 disputó el Campeonato Sudamericano de 1959 en Argentina con todos sus titulares. La última fecha definiría el título entre argentinos y brasileños, ya que ambos lideraban las posiciones con 10 y 9 puntos respectivamente. Ante unas 85 mil personas (con la capacidad desbordada) el 4 de abril en el Estadio de River Plate se jugó el último partido definitorio del torneo entre los grandes rivales sudamericanos. El partido finalizó 1-1, con gol de Pizzuti para Argentina y Pelé para Brasil. Así, con el empate final, el título quedó en manos de Argentina, que volvió a ganar una nueva Copa América ante su gente, lo cual le permitió alzarse con su duodécimo título continental. El equipo fue entrenado por un Triunvirato compuesto por Victorio Spinetto, José Della Torre y José Barreiro, sustituyendo a Guillermo Stábile tras sus 19 años de permanencia en la selección nacional. Argentina no ganaría una Copa América hasta 1991, cuando el equipo entrenado por Alfio Basile obtuvo el trofeo en Chile.

En 1959, José Manuel Moreno se convirtió en entrenador de Argentina, aunque no pasó mucho tiempo con el equipo. Bajo su coaching, Argentina disputó el Campeonato sudamericano en Ecuador, donde el equipo derrotó a Paraguay (4-2), empató con Ecuador (1-1), sufre una gran derrota a manos de Uruguay (5-0), aunque el equipo logró una gran victoria contra Brasil (4-1) con tres goles de José Sanfilippo en el último partido. Una vez finalizado el torneo extra, Moreno dejó su lugar y Guillermo Stábile comenzó su segundo período como entrenador del equipo nacional de Argentina.

Argentina consiguió su primer título interconfederativo al conquistar el Campeonato Panamericano de Fútbol de 1960, un torneo organizado por la CONMEBOL y la Concacaf, en un intento por unificar las dos confederaciones. Y aunque en los siguientes años no ganó la Copa América, siguió demostrando supremacía a nivel continental, pero no encontraba una adecuada organización interna como para plasmar ese potencial futbolístico en Copas del Mundo. Ese mismo año el equipo sufrió tres derrotas en Brasil: dos de ellas en la Copa Roca y la siguiente en la Copa Atlántica. Ese fue el último partido donde Argentina fue entrenada por Stábile en su segundo mandato, siendo sustituido por Victorio Spinetto.

En 1961, Argentina inició una gira por Europa, jugando contra Portugal (2-0), España (0-2), Italia (1-4), Checoslovaquia (3-3) y la Unión Soviética (0-0). Después de un corto período de tiempo entrenado por José D'Amico, Juan Carlos Lorenzo se hizo cargo del equipo. Argentina hizo un mal desempeño en la Copa Mundial de 1962 de Chile, encuadrada en el Grupo 4, junto a Bulgaria, Inglaterra y Hungría. El equipo argentino cosechó tan solo una victoria 2-0 ante los búlgaros, una derrota 3-1 frente a los ingleses y un 0-0 contra los húngaros en el último encuentro, para ser eliminado en la primera fase del torneo.

En el Campeonato Sudamericano 1963, Argentina, siendo dirigido por Horacio Torres, terminó tercero en el torneo, aunque el equipo alcanzó importantes victorias sobre Brasil, Ecuador y Colombia, pero perdió en Bolivia y Perú. Ese mismo año, Argentina también fue derrotada por Brasil en la Copa Roca.

En 1964, Argentina ganó la Copa de las Naciones, un torneo organizado por la Confederación Brasileña de Fútbol para conmemorar su 50 aniversario. Argentina participó en el campeonato con el debut de José María Minella como técnico, junto con Brasil Inglaterra y Portugal. Luego llamada "una pequeña Copa del Mundo", la Copa de las Naciones se considera "el primer gran título" ganado por Argentina.[33]​ El equipo permaneció invicto ganando todos los partidos jugados, un 2-0 ante Portugal, un 1-0 a Inglaterra, y un gran 3-0 sobre Brasil, el organizador del evento.[34]​ La victoria sobre Brasil fue muy elogiada por los medios de comunicación debido a que los brasileños no habían sido derrotados como locales desde el Maracanazo, en 1950.[35]​ Argentina finalizó el torneo sin goles recibidos.

Argentina, todavía dirigida por José María Minella, clasificó para la Copa Mundial de 1966 celebrada en Inglaterra. Sin embargo, la AFA apostó a un cambio e inicialmente designó a Osvaldo Zubeldía como jefe del cuerpo técnico. Al poco tiempo, Juan Carlos Lorenzo se hizo cargo de la escuadra, comenzando su segunda experiencia en el equipo nacional. Argentina debutó en el Grupo 2, derrotando a España por 2-1, empatando contra Alemania Federal 0-0 y ganando contra Suiza por 2-0, avanzando hacia los cuartos de final donde allí se toparía con el anfitrión del torneo Inglaterra cayendo por 1-0.

Fue un partido polémico donde el mediocampista argentino Antonio Rattín fue expulsado por el árbitro alemán Rudolf Kreitlein acusando insultos, el fallo generó cierta suspicacia, más aún conociéndose de que el árbitro no hablaba el idioma español. Rattín estaba tan indignado con la decisión, creyendo que el árbitro era partidario de Inglaterra, que se negó a irse. Como una manera de mostrar su disgusto, se sentó en la alfombra roja exclusivamente destinado a la Reina de Inglaterra. Finalmente tuvo que ser escoltado del campo por dos policías y como una señal final de disgusto, arrugó el banderín británico del córner antes de ser escoltado fuera. Este incidente, y otros que rodean el mismo juego, comenzó la rivalidad duradera entre ambos equipos nacionales, aunque por otra parte, permitió la instauración de tarjetas amarillas y rojas en el fútbol, una solución ideada por la FIFA después de la chispa que activa el incidente. Aunque Argentina no tuvo una gran actuación, los jugadores fueron bien recibidos por la multitud en Ezeiza, en parte debido al incidente con Rattín y la alfombra de la reina, donde el mismo Rattín más tarde dice que "no sabía dónde se había sentado".[36]

El siguiente paso para el equipo fue el Campeonato Sudamericano 1967, realizado por Uruguay. Argentina, dirigida por Jim Lópes, hizo una buena campaña, ganando cinco sobre seis partidos en disputa, siendo derrotado solo por el equipo anfitrión, quedando como segundo.

Durante 1967 y 1969, la Asociación del Fútbol Argentino nombró cinco entrenadores diferentes a la selección nacional: Carmelo Faraone (dirigió dos partidos), Renato Cesarini (5), José María Minella (8), Humberto Maschio (4) y Adolfo Pedernera (4). En esos años, Argentina jugó una serie de encuentros amistosos, la mayoría de ellos siendo equipos sudamericanos y unos pocos equipos europeos. En 1969, Argentina comenzó la clasificación para la Copa Mundial de 1970 dirigidos por Adolfo Pedernera. El equipo nacional compartió su grupo con Bolivia y Perú, cayendo derrotado en los dos primeros encuentros disputados como visitante. Aunque Argentina ganó el próximo partido (contra Bolivia, 1-0), el empate 2-2 contra Perú en el último partido (jugado en La Bombonera) permitió que el equipo peruano fuera uno de los representantes sudamericanos en la Copa del Mundo, eliminando a Argentina.[36][37]

Hasta la fecha, esto sigue siendo la única vez que Argentina no ha podido calificar para una Copa del Mundo. Este pésimo desempeño sigue siendo considerado como una de las mayores frustraciones de la Selección Argentina en su historia.[38]

Después de la frustración de 1969, la AFA nombró a Juan José Pizzuti, que había ganado la Copa Intercontinental con Racing Club tres años antes, como entrenador de la selección nacional. Pizzuti dirigió durante tres años, en el que Argentina jugó varios juegos amistosos contra equipos sudamericanos, incluyendo el título de la Copa Roca 1971. En 1972, Argentina fue invitada a jugar la Copa Independencia de Brasil, donde el equipo no logró buenos resultados.

Después de la Copa Independencia, Pizzuti fue sustituido por Omar Sívori, el jugador más notable de la Copa América 1957. La clasificación para la Copa Mundial de 1974 comenzó en septiembre de 1973, donde Argentina compartió su grupo con Bolivia y Paraguay. Bolivia solía jugar en La Paz, donde los jugadores argentinos sufrieron la falta de oxígeno y otros efectos causados por el mal de altura. Para evitar complicaciones, Sívori decide preparar un equipo para jugar en altitud. Siguiendo sus instrucciones, Miguel Ignomiriello, su número 2, llevó a muchos jugadores a Tilcara para que se aclimataran a la altitud.[39][40]

Argentina ganó el partido 1-0. Ese equipo fue apodado la selección fantasma debido a la falta de organización existente en la AFA en ese momento, lo que significó que los medios de comunicación no pudieran obtener información sobre el equipo durante su permanencia en Tilcara. Años después, Mario Kempes reveló que los propios jugadores tenían que organizar algunos partidos amistosos para conseguir dinero para comprar comida porque la asociación se olvidó de ellos por completo.[41][42]​Argentina ganó los otros juegos contra Bolivia y Paraguay (4-0 y 3-1 respectivamente, ambos en Buenos Aires), finalmente clasificando para la Copa del Mundo.

Después de haber clasificado para la Copa Mundial de 1974, Omar Sívori dejó el cargo y fue sustituido por Vladislao Cap. Con un nuevo entrenador, una vez más, Argentina hizo un mal desempeño en un Mundial. Fueron derrotados por Polonia por 3-2, seguido por un empate 1-1 con Italia. En el último partido de la primera ronda, Argentina derrotó a Haití 4-1, logrando la clasificación a la segunda ronda, donde el equipo perdió ante los Países Bajos de Johan Cruyff por 4-0 y Brasil por 2-1, terminando con un empate 1-1 ante Alemania Democrática. Argentina terminó última en el grupo y octava en la tabla general.

Tras el frustrante desempeño en Alemania 1974 y la designación de Argentina como sede de la Copa del Mundo de 1978 obligó a la AFA a realizar cambios en el fútbol argentino. David Bracuto fue nombrado Presidente de la AFA en 1974 y le ofreció a César Luis Menotti el cargo de entrenador, que Menotti aceptó bajo varias condiciones, entre ellas la condición de que los jugadores argentinos menores de 25 años no debían ser vendidos a clubes extranjeros.[43]​Menotti comenzó a recorrer y explorar todo el país, club por club, en busca de nuevos valores. Formó de esta manera un excelente plantel con figuras como Fillol, Passarella, Tarantini, Bertoni, Olguín, Luque, Valencia, Houseman, Ardiles y Kempes, entre otros grandes jugadores.

Menotti debutó el 12 de octubre de 1974 en un partido amistoso contra España. Argentina comenzó una larga preparación para la Copa Mundial de 1978 que se alojaría en la tierra natal por primera vez, disputando varios partidos y torneos amistosos. Durante esos años, Argentina jugó un total de 33 partidos. El año 1977 fue también el debut internacional de Diego Maradona, que jugó por primera vez a los 16 años contra Hungría. El partido se celebró en Buenos Aires con una gran victoria para el seleccionado albiceleste por 5-1.[44]

Argentina también jugó la edición de la Copa América 1975, donde por primera vez no tenía una sede fija. Todos los partidos fueron jugados en cada país a través del torneo. Argentina debutó goleando a Venezuela (5-1 y 11-0) pero perdió ante Brasil en los dos partidos siguientes (2-1 y 1-0), por lo que la verdeamarela clasificó a la siguiente etapa y el equipo fue eliminado.

En 1978, comenzaron los preparativos finales para la Copa del Mundo, jugando varios partidos contra equipos sudamericanos y europeos. Aunque Diego Maradona era considerado uno de los mejores jugadores del mundo, Menotti no lo incluyó en la lista definitiva para el torneo. Algunas fuentes afirman que la Junta Militar que gobernaba al país en ese entonces indujo a Menotti para incluir al centrocampista de River Plate, Norberto Alonso, en lugar de Maradona, y que Menotti casi sin duda sabía que el prodigioso talento de 17 años de edad no sería capaz de manejar la inmensa presión y atención en el mayor evento deportivo de la historia argentina. Sin embargo, otros periodistas afirman que había demasiados mediocampistas ofensivos.[45]

Argentina ingresó directamente al Grupo 1 de la Copa Mundial de 1978 como sede organizadora de la misma, acompañado por Francia, Italia y Hungría.

En la primera fase disputó sus choques en el Estadio Monumental. En su debut, derrotó 2-1 a Hungría con aciertos de Leopoldo Luque y de Daniel Bertoni, ante un inútil descuento de Károly Csapó. Frente a Francia se repetiría el mismo marcador gracias a los goles de Daniel Passarella y de Leopoldo Luque que hacían insuficiente el tanto francés de Michel Platini. Una posterior derrota ante Italia por 0-1 no imposibilitó la clasificación y accedió como segunda de grupo a la siguiente fase del torneo. Allí esperaría un difícil grupo, compartido con Brasil, Polonia y Perú, de este grupo saldría uno de los finalistas.

Tras una victoria 2-0 frente a Polonia, gracias a un doblete de Mario Kempes, y un empate 0-0 ante Brasil, requería de un apabullante resultado contra la eliminada Perú, y dado el caso que sea por una diferencia de cuatro tantos. La albiceleste hizo lo suyo y superó a Perú por un aplastante 6-0 con anotaciones de Alberto Tarantini, Rene Houseman, y dos tantos de Mario Kempes y de Leopoldo Luque. De esta manera, Argentina sumó 5 puntos, los mismos que Brasil pero con mayor diferencia de gol, ya que Argentina consiguió anotar (+8), y Brasil (+5), razón por la cual clasificó a su segunda final de Copa del Mundo.

El partido decisivo ante Países Bajos fue disputado en el Estadio Monumental de Buenos Aires ante 71.000 espectadores que colmaron las gradas. Mario Kempes adelantaría a la albiceleste en el minuto 38, pero a pocos minutos del silbatazo final, la Orange Team empataría el cotejo por medio de Dick Nanninga al minuto 82. Tras los noventa minutos reglamentarios (Rob Rensenbrink estuvo cerca de darle el título a Países Bajos en el último minuto pero su remate se estrelló en el poste), el partido acudió a la prórroga, y una vez más, Mario Kempes marcó otro tanto en el minuto 105, y luego Daniel Bertoni agregó otro gol en el minuto 115 que selló la victoria 3-1 para la Argentina, y su primer título mundial en la historia. Mario Kempes pieza clave del equipo, terminó goleador del torneo con seis goles. Así, Argentina cortaba una racha de 18 años sin la obtención de un título oficial en su selección absoluta, ya que el último logro albiceleste de esa índole había sido en el Campeonato Panamericano de 1960.

Después del éxito de la Copa del Mundo, César Luis Menotti continuó como entrenador, y Argentina jugó un partido amistoso como preparación para la Copa América 1979. Maradona anotó su primer gol en la selección absoluta contra Escocia en Glasgow, donde Argentina ganó por 3-1.[46]​En 1979, Argentina disputó una nueva edición del mencionado certamen regional, donde compartió grupo con Brasil y Bolivia, los cuales derrotaron a Argentina por 2-1 en la primera fecha. No obstante, Argentina ganó el segundo partido frente a Bolivia 3-0, pero empató con Brasil 2-2 en el último partido y fue eliminado de la competición.

El punto culminante fue la Copa Mundial de Fútbol Juvenil de 1979 obtenida por el equipo sub-20 en Tokio. El equipo, también entrenado por Menotti, ganó el torneo con Diego Maradona y Ramón Díaz como los líderes y los jugadores más destacados de la escuadra. El torneo fue también el primer campeonato oficial que jugó Maradona en un equipo nacional.

Debido a que Argentina no necesitaba clasificarse para la próxima Copa del Mundo por ser el campeón vigente, el equipo nacional jugó una serie de partidos como preparación para la competición. En 1980, no hubo torneos oficiales por lo que el equipo recorrió Europa y también organizó juegos amistosos en algunas de las ciudades más importantes de Argentina como Mar del Plata, Córdoba y Mendoza. Argentina participó en el Mundialito, un torneo auspiciado por Uruguay en conmemoración del quincuagésimo aniversario del primer torneo de la Copa del Mundo, donde el equipo derrotó a Alemania Federal 2-1 y empató con Brasil 1-1, igualó en puntos con este último pero con menor diferencia de gol, motivo para ser eliminado en la primera fase.

En 1982, el seleccionado argentino viajó a España para participar en el Mundial 1982, mientras que Argentina luchaba en la Guerra de las Malvinas con el Reino Unido después de la recuperación de las Islas Malvinas, ordenada por el presidente de facto, Leopoldo Galtieri, el 2 de abril.

La alineación se basó en el equipo de 1978, con la incorporación de Diego Maradona (que había ganado un título nacional jugando en un nivel alto) y Ramón Díaz, que junto a Maradona había salido campeón con la sub-20. El equipo llegó a España como un gran favorito para ganar la Copa. No obstante debutó con una derrota 1-0 ante Bélgica en Barcelona. Había tensiones internas dentro del campo entre los jugadores más viejos y más jóvenes, y esto causó problemas. Sin embargo, el equipo se recuperó al derrotar a Hungría (4-1) y El Salvador (2-0), logrando la clasificación para la siguiente etapa. En la segunda ronda, Argentina compartió grupo con Italia y Brasil, siendo derrotado por ambos (1-2 y 1-3) y eliminado del campeonato. Maradona no pudo mostrar sus habilidades durante el torneo, sufriendo el duro juego de los rivales (especialmente el de Claudio Gentile en el partido con Italia). Eventualmente sería expulsado por el árbitro después de patear al jugador brasileño Batista en la ingle.[47][48]​Otros jugadores que estuvieron fueron Juan Barbas, Gabriel Calderón (del equipo ganador del campeonato juvenil), Patricio Hernández, Julio Olarticoechea, Enzo Trossero y Jorge Valdano.

El fracaso en la Copa del Mundo causó que Menotti dejara su puesto. A pesar de las malas actuaciones, el equipo nacional alcanzó dos títulos mundiales (mayor y sub-20) durante los nueve años de Menotti como director técnico. Esa fue la primera vez que Argentina planeó y llevó a cabo un trabajo a largo plazo con objetivos claros y serios.[49][50]

Para sustituir a Menotti, la AFA elige a Carlos Salvador Bilardo, que había ganado el Metropolitano 1982 con Estudiantes de La Plata. Bilardo era famoso por su perfeccionismo y obsesión con la táctica y la estrategia del juego, que llamó la atención tanto de seguidores como críticos. La era de Bilardo comenzó en mayo de 1983 con un empate 2-2 con Chile en Santiago. Poco después Argentina disputó la Copa América 1983, el primer torneo oficial con Bilardo. El equipo fue eliminado en la primera ronda con tres empates (un 2-2 de local y de visitante ante Ecuador; y un 0-0 contra Brasil de visitante), y una victoria (1-0 ante Brasil de local).

El plantel fue formado por futbolistas exclusivamente de la Primera División de Argentina, siendo algunos de ellos los arqueros Ubaldo Fillol y Nery Pumpido, los defensores Néstor Clausen, José Luis Brown, Enzo Trossero, Julio Olarticoechea y Roberto Mouzo; los mediocampistas Claudio Marangoni, Jorge Burruchaga, Alejandro Sabella y José Daniel Ponce; y los delanteros Ricardo Gareca y Alberto Márcico.

Después de la Copa América, Argentina viajó a Calcuta para jugar la Copa Nehru, y luego jugó una serie de amistosos antes de las eliminatorias a la Copa Mundial de 1986 en México. El equipo hizo una gira exitosa en Europa donde ganó los tres partidos jugados, incluyendo un 3-1 contra Alemania Federal en Düsseldorf. En mayo de 1985, Argentina jugó su primer partido de eliminatorias contra Venezuela, ganando 3-2 de visitante. Argentina ganó tres partidos consecutivos, a Colombia (3-1 en Bogotá; y 1-0 en casa) y Venezuela (3-0 de local), pero perdió ante Perú (1-0 en Lima) en un partido, donde el centrocampista peruano Luis Reyna marcó a Maradona al límite del reglamento.[51][52]​Para finalizar, Argentina se enfrentó en el último partido de las eliminatorias contra Perú en Buenos Aires. El equipo visitante ganaba 2-1 clasificando para México, pero en los últimos minutos del partido, una recordada jugada de Daniel Passarella finalizó con el tanto de Ricardo Gareca que señaló el 2-2 definitivo, y que le permitió a Argentina ser uno de los cuatro representantes sudamericanos en México.[53]

A pesar de que dirigió al equipo a una nueva clasificación para una Copa del Mundo, Bilardo fue criticado por los medios de comunicación que se centraron en el bajo nivel del equipo durante el proceso. Algunos periodistas también acusaron a Bilardo de jugar defensivamente, dejando atrás el histórico hito argentino de pases cortos y regates. Clarín, el diario más leído del país, fue uno de los opositores más duros del DT, y el propio Bilardo declaró que Clarín llamó al presidente de la AFA, Julio Grondona, para pedirle que despidiera al entrenador.[54]

Antes de la Copa del Mundo, Argentina hizo una gira por Europa, perdiendo con Francia (uno de los favoritos para ganar la Copa) y Noruega, pero derrotando a Israel por 7-2.[55]

Argentina entró en la Copa Mundial de 1986 de México con la esperanza puesta casi exclusivamente en su máxima estrella de ese momento, Diego Maradona. Fue asignada en el Grupo A, junto a Italia, Bulgaria, y Corea del Sur. Hubo cierta lucha entre Maradona y Passarella, debido a que la capitanía del equipo fue traspasada de Passarella a Diego por orden de Carlos Bilardo. Finalmente, Daniel Passarella quedó fuera de la nómina por una gastroenteritis, observada siempre con desconfianza (se llegó a decir que la había provocado Bilardo, que es médico, con un laxante para quitarlo del equipo).[56]

En su debut en la primera fase, Argentina superó 3-1 a Corea del Sur, con el duplicado tanto de Jorge Valdano y el único de Oscar Ruggeri. Ante la recia Italia, el inicial tanto por vía del penal de Alessandro Altobelli fue igualado por Diego Maradona, partido que acabaría empatado 1-1. En el último compromiso selló la clasificación a la siguiente ronda tras triunfar 2-0 ante Bulgaria con goles de Jorge Valdano y de Jorge Burruchaga.

En los octavos de final, el choque frente a Uruguay, depararía otra victoria argentina, que vencería 1-0 con el tanto de Pedro Pasculli. En los cuartos de final, se enfrentó ante Inglaterra, aquí Diego Maradona anotó dos famosos goles, «La Mano de Dios» y el «Gol del Siglo», que contrarrestó al tanto inglés de Gary Lineker.[57]​ En las semifinales, Argentina derrotó a Bélgica 2-0 tras un nuevo doblete de Diego Maradona para avanzar a su tercera final de Copa del Mundo.

La final fue albergada en el Estadio Azteca ante Alemania Federal. José Luis Brown abrió la cuenta a los 23 minutos, y al minuto 55, Jorge Valdano ponía el marcador 2-0. Sin embargo, la albiceleste se relajó y el equipo de Alemania Federal lograba empatar a balón parado. Al minuto 74, Karl-Heinz Rummenigge anotaba el 2-1 y al minuto 80, Rudi Völler igualaba el marcador. Tres minutos más tarde, Diego Maradona rodeado de adversarios, filtra un magistral pase a Jorge Burruchaga quien marcó el definitivo 3-2, adjudicándose así Argentina su segundo título mundial. Se sacaron seis tarjetas amarillas en este partido, lo que fue una cifra récord hasta la final de 2010.

Argentina permaneció invicto en el torneo, ganando cinco sobre seis partidos en disputa. Maradona jugó a un nivel superlativo,[58][59]​ como lo había hecho en el Mundial sub-20 de 1979 liderando a la Argentina al título. Maradona también fue el goleador del equipo con cinco goles, además de ganar la Bota de Oro como el mejor jugador del torneo.[60]​El equipo en la final fue: el arquero Nery Pumpido; los defensores José Luis Brown, José Luis Cuciuffo, Oscar Ruggeri; los mediocampistas Julio Olarticoechea; Ricardo Giusti, Sergio Batista, Héctor Enrique, Jorge Burruchaga; y los delanteros Diego Maradona, Jorge Valdano.

Después de ganar la Copa del Mundo, Argentina no disputó un partido hasta 1987, cuando llegó una nueva edición de la Copa América. El torneo cambió de formato, volviendo a un anfitrión único donde Argentina fue elegida local. Se formó un equipo argentino con una mezcla de jugadores de ligas europeas y locales, que debutó con un empate 1-1 contra Perú, luego venció a Ecuador 3-0, y en semifinales, perdió 1-0 ante un descansado Uruguay, por ser actual campeón, y que eventualmente repetiría título. Por último, perdió con Colombia 2-1, quedando en el cuarto puesto. A fines de 1987, Argentina jugó un amistoso contra Alemania Federal ganando 1-0 en el Estadio José Amalfitani. En 1988, el equipo jugó la Copa de las Cuatro Naciones, perdiendo ante la Unión Soviética (4-2) y Alemania Federal (1-0). Argentina se dirigió inmediatamente a Australia para disputar la Copa de Oro del Bicentenario de Australia, donde el equipo no tuvo un buen desempeño, con una victoria frente a Arabia Saudita y una gran derrota ante el anfitrión (4-1).

De regreso a Argentina, el equipo comenzó su preparación para la Copa América 1989, celebrada en Brasil. Argentina clasificó a la segunda ronda tras vencer a Chile y Uruguay (ambos 1-0) y lograr dos empates con Ecuador y Bolivia (ambos 0-0). En la fase final, Argentina cayó derrotada ante Brasil y Uruguay (ambos 2-0) y solo empató con Paraguay (0-0). Quedó así tercera de su grupo sin ganar un partido y sin goles anotados en la ronda. Algunos jugadores del equipo fueron Pumpido, Brown, Ruggeri, Clausen, Cuciuffo, Burruchaga, Maradona, Enrique, Giusti (todos ellos campeones del mundo en 1986), Claudio Caniggia, Abel Balbo, Luis Islas, Roberto Sensini, Gabriel Calderón, Néstor Gorosito y Pedro Troglio.

Llegaba una nueva cita mundialista, a la que se presentaba como vigente campeón, la Copa Mundial de 1990 de Italia el equipo aún bajo la batuta de Carlos Bilardo. Previamente, el equipo jugó varios partidos sin buenos resultados, ganando solamente uno de los cinco juegos jugados (a Israel, elegido nuevamente para ser el último rival a contender antes del torneo, como en 1986, desde entonces considerado "cábala"). El delantero Jorge Valdano, uno de los jugadores más importantes durante la Copa del Mundo 1986, estaba retirado desde hacía dos años, pero recibió una oferta de Bilardo para integrar el plantel debido a la falta de delanteros eficaces. Esperanzado, entrenó arduamente para estar en buenas condiciones físicas para la Copa, pero el 5 de mayo, en Suiza, donde el equipo iba a jugar un partido un par de días después, se lastimó el tobillo izquierdo, por lo que Bilardo decidió no incluirlo en la lista definitiva de jugadores. Una vez consumada la desafectación, arreciaron las versiones: como Valdano y Maradona habían sondeado a jugadores de otras selecciones para pedir una distribución más equitativa de los ingresos del Mundial, se dijo que la FIFA había presionado, y también hubo comentarios de su negativa a contribuir para el viaje de barras a Italia. Valdano desmiente todo eso y asegura que fue exclusiva decisión del técnico, o como él mismo dijo: "Nadé a través del océano y me ahogué en la orilla."[61]

En esta ocasión, el seleccionado albiceleste quedó encuadrado en el Grupo B, junto a Camerún, la Unión Soviética, y Rumania. Debutó en el partido inaugural en el Stadio di San Siro en Milán, siendo derrotado 1-0 por Camerún; Francois Omam-Biyik fue el artífice del único tanto. Este resultado causó una gran sorpresa en Argentina[62]​ y en el mundo, dado que el conjunto africano era una selección desconocida por el ambiente futbolero, y Argentina era la vigente campeona del mundo. El partido estaría signado por la violencia por la cual los “leones indomables” ejercían a los jugadores argentinos, incluso terminando con dos jugadores expulsados. Tras ese revés, Argentina ganó su segundo partido contra la Unión Soviética por 2-0 (donde el arquero titular Nery Pumpido fue gravemente herido, siendo sustituido por Sergio Goycochea para el resto del torneo), y empató 1-1 con Rumania en el último encuentro de la primera ronda, ambos disputados en el Stadio San Paolo en Nápoles.

El equipo clasificó a la segunda ronda como mejor tercero, donde se enfrentó a su némesis Brasil en el Stadio delle Alpi en Turín. Durante la primera mitad, Brasil generó mucho más ocasiones que Argentina, con los delanteros Müller y Careca disparando repetidamente al arco, incluso estrellando pelotas en los postes pero sin poder convertir, Claudio Caniggia marcó un tanto que fue anulado incorrectamente por posición de adelanto, Argentina -con Maradona en muy mal estado físico- contrajo la ofensiva rival durante la primera mitad que terminó 0-0, con un público marcadamente hostil, y un clima tremendamente sofocante. En la segunda mitad, Brasil no fue tan persistente como lo había sido durante los primeros 45 minutos, por lo que Argentina aprovechó la situación. Restando solo nueve minutos de partido, Diego Maradona tomó el balón en el centro del campo, regateó a tres oponentes e hizo un pase preciso (con "caño" incluido a un jugador brasileño) a Claudio Caniggia, quien avanzó con la pelota y después de regatear al portero Claudio Taffarel, marcó el único gol del partido. Argentina ganó así 1-0, eliminando por primera vez a su archirrival en una Copa del Mundo. Ese partido sigue siendo considerado por los medios de comunicación y los hinchas como uno de los momentos más notables del seleccionado albiceleste.[63][64]

En cuartos de final, en un encuentro disputado en el Stadio Artemio Franchi en Florencia, Argentina tuvo que pasar por la tanda de penaltis para superar a Yugoslavia (0-0 t.s. 3:2 pen)[65]​ El arquero Sergio Goycochea se lució al detener los tiros de Dragan Stojković, Dragoljub Brnović y Faruk Hadžibegić.[66]​ Del lado argentino, Diego Maradona y Pedro Troglio malograron el tiro, y por un momento, Argentina llegó a estar detrás de los yugoslavos, pero la excepcional actuación de Goycochea mantuvo a su país en el torneo.

Argentina avanzó entonces a semifinales, tocándole contra la anfitriona Italia en el Stadio San Paolo en Nápoles. El local era considerado el favorito a ganar el encuentro, pues su máxima estrella Salvatore Schillaci venía siendo el goleador del torneo (le concedieron la Bota de Oro y el Balón de Oro al final de la competición), mientras que Argentina tenía muchos jugadores mal físicamente, entre ellos Maradona (jugó con el tobillo izquierdo inflamado). Sin embargo, Argentina hizo su mejor actuación en la Copa del Mundo y el partido finalizó 1-1 después de los 90 minutos. Con cero goles en tiempo suplementario, el juego fue a tanda de penaltis, donde Goycoechea fue el héroe otra vez, deteniendo los disparos de Roberto Donadoni y Aldo Serena para enviar a Argentina a su cuarta final de Copa del Mundo.

La final, disputada en el Olímpico de Roma, fue jugada por segunda vez consecutiva por Argentina y Alemania Federal, en lo que fue una revancha de lo sucedido en 1986. El delantero Claudio Caniggia estaba suspendido para dicha final luego de recibir una tarjeta amarilla en la semifinal contra Italia. Alemania llegó al partido decisivo como el gran favorito, ya que el equipo había mostrado un estilo de juego preciso y eficaz, a diferencia de Argentina, que (con la excepción del encuentro con Italia) no había tenido buenas actuaciones anteriores. Además, los futbolistas germanos estaban en buenas condiciones físicas, mientras que los jugadores argentinos llegaron a la final acarreando varias lesiones, incluyendo a Maradona, que seguía necesitando infiltraciones en el tobillo izquierdo. Hubo incluso hostilidad por parte de los italianos hacia los argentinos, habida cuenta del resultado anterior (fue famosa la imagen de Maradona en televisión, donde se ven sus labios insultando a la afición italiana, por los silbidos al himno argentino).[67]​ El partido estuvo caracterizado por errores arbitrales del colegiado uruguayo nacionalizado mexicano Edgardo Codesal, sumado a la expulsión de dos jugadores de la albiceleste. A pocos minutos para que el partido fuera al alargue, el árbitro Codesal cobró una controvertida falta del Roberto Sensini a Rudi Völler dentro del área y, como consecuencia, decretó un polémico penalti concedido en el minuto 87, cinco minutos antes del silbatazo final que se dio al 90+2, que acabó el sueño al tricampeonato. El alemán Andreas Brehme fue el encargado de ejecutar el penal, este no lo fallaría concediendo a Alemania Federal su tercer título mundial.[68][69]

El campeón de 1986 no pudo revalidar el título. El equipo acarreaba varias lesiones, entre las que destaca la de su máxima figura Diego Maradona, quien disputó todo el torneo lesionado. Otros jugadores, incluyendo a Oscar Ruggeri y Jorge Burruchaga, también estaban de igual forma.[70]​El jugador más destacado de Argentina fue Sergio Goycochea, quien todavía es recordado por su sobresaliente actuación en las tandas de penaltis.[71]​ Aun así, fueron recibidos con fervor por parte de los hinchas argentinos, que saludaron desde el balcón de la Casa Rosada a los mismos.

Después de la Copa del Mundo, Bilardo renunció, asumiendo que su época había terminado, al igual que su capitán Maradona, que había anunciado poco después de la caída ante Alemania que el Mundial de 1990 había sido su último torneo con la selección.[72]

Alfio Basile fue anunciado como el reemplazo de Bilardo. El entrenador comenzó su mandato convencido de que la nueva era llegaría con una renovación generacional del plantel, por lo que en su mayoría llamó a futbolistas que estaban jugando en Primera División en lugar de jugadores del extranjero, al menos por primera vez. Así fue que en el equipo aparecieron una importante cantidad de jóvenes promesas, como Diego Simeone, Leonardo Rodríguez, Gabriel Batistuta. Darío Franco, y Fernando Redondo, entre otros, que se mezclaron con algunos de experiencia que continuaban de la era Bilardo, como Oscar Ruggeri, Sergio Goycochea, José Basualdo, y Claudio Caniggia, con los que Argentina mostró un juego vistoso y contundente.

Argentina debutó con Basile en el banquillo en febrero de 1991, derrotando a Hungría 2-0 en Rosario. Como preparación para una nueva edición de la Copa América que se celebraba en julio de ese año (el primer campeonato oficial bajo la batuta del «Coco»), el equipo jugó algunos partidos y torneos amistosos, tales como la Copa Stanley Rous, donde Argentina empató 2-2 con Inglaterra en el Estadio de Wembley (después de perder 0-2 en la primera mitad). En marzo, Maradona dio positivo a una prueba de drogas en Italia (se determinó que había consumido cocaína), por lo que fue suspendido de la actividad profesional por 15 meses.[73][74]

En la Copa América realizada en Chile, Argentina obtuvo su décimo tercer campeonato continental después de un periodo de 32 años, con una sobresaliente actuación en el campo. El equipo debutó con un 3-0 frente a Venezuela, luego derrotó al local Chile 1-0, más tarde logró un 4-1 sobre Paraguay en Concepción, y finalmente cerró su grupo con una victoria 3-2 ante Perú.

En la fase final, la selección alcanzó un gran 3-2 sobre su némesis Brasil, después empató 0-0 con Chile, y derrotó a Colombia 2-1 en el último partido, alzándose con el título debido a los 5 puntos que conquistó. Argentina ganó el torneo invicta, ganando seis de siete partidos. Gabriel Batistuta fue el goleador del torneo con seis goles. Aparte de Batistuta, Sergio Goycochea, Leonardo Astrada, Claudio Caniggia, Diego Simeone (que llevaba la camiseta con la emblemática dorsal 10 en ausencia de Maradona), Darío Franco y Leo Rodríguez fueron algunos de los jugadores más destacados de la albiceleste.[72]

En 1992, Argentina ganó la Copa Kirin, un torneo amistoso (derrotando a Japón y Gales), y en octubre, se ganó el derecho de participar en la Copa Rey Fahd. Esta competición luego sería renombrada y oficializada retroactivamente por la FIFA como Copa Confederaciones.

Los equipos que lo integraban eran Arabia Saudíta, la vigente campeona asiática además de ser el país anfitrión; Argentina, campeona de la Copa América 1991; Estados Unidos, campeón de la Copa de Oro de la Concacaf 1991; y Costa de Marfil, campeona de la Copa Africana de Naciones 1992. Para esta edición inicial, no hubo representantes de Europa u Oceanía.[75]

Argentina acudía como gran favorita, con una selección que incluía a los mejores jugadores del país: Gabriel Batistuta, Leonardo Rodríguez, Claudio Caniggia, Diego Simeone, Sergio Goycoechea, Óscar Ruggeri y Fernando Redondo dijeron presente, entre otros.[76]​ El equipo se encontraba inmerso en un período destacado en el que llegó a disputar hasta treinta partidos consecutivos sin conocer la derrota.[77]​ Por su parte, el seleccionador Basile utilizó la competición como preparación para la Copa América 1993 y para la fase eliminatoria del Mundial de Estados Unidos de 1994.[78]

Argentina ganó este certamen con tranquilidad, derrotando fácilmente a Costa de Marfil 4-0 en la semifinal y a Arabia Saudíta 3-1 en la final.

El 24 de febrero de 1993, Maradona regresó al equipo cuando Argentina jugó la Copa Artemio Franchi contra Dinamarca en Mar del Plata. Argentina ganó 5:4 en tanda de penaltis después de un empate 1-1.[79]

Entre junio y julio de ese mismo año, el conjunto nacional también disputó la Copa América realizada en Ecuador. Vale destacar que esta edición fue la primera en la que participaron 12 selecciones (previamente solo eran las diez pertenecientes a CONMEBOL), lo que causó que el formato imperante se modificara, abandonando el sistema todos contra todos y agregando una fase eliminatoria similar a la utilizada en otras competiciones, en tanto que los grupos pasaron a dividirse en tres con cuatro combinados cada uno.

A pesar de su retorno en la Copa Artemio Franchi algunos meses atrás, Maradona no fue convocado para el certamen continental, así que el «Cholo» usó el emblemático número 10 en su camiseta otra vez.

Argentina comenzó la ronda con dos empates ante México y Colombia (ambos 1-1), pero una victoria por la mínima frente a Bolivia (1-0) fue suficiente para obtener el pase a cuartos de final. Allí, Argentina eliminó a Brasil por segunda vez consecutiva, (6:5 en tanda de penales después de un empate 1-1), mientras que en semifinales venció a Colombia de la misma manera (6:5 en penales después de un empate 0-0). En la final contra México (cuarta selección del mundo con más títulos absolutos), Argentina logró un triunfo por 2-1, con dos goles de Batistuta, logrando su décimo cuarto título regional y superando así a Uruguay, el máximo campeón a la fecha (que volvería a revalidar su récord recién en 2011), consiguiendo solamente dos victorias en los noventa minutos reglamentarios, el resto en tiempo suplementario o penales.[80]​ Esta es la última Copa América y título oficial que Argentina ha ganado hasta la fecha.[81]

Algunos de los jugadores que formaron parte del plantel fueron Sergio Goycochea, Oscar Ruggeri, Gabriel Batistuta, Dario Franco, Diego Simeone, Fernando Redondo y Luis Islas.

Inmediatamente después de la Copa América, Argentina tuvo que jugar las eliminatorias para la Copa Mundial de 1994, celebrada en los Estados Unidos. El equipo compartió grupo con Colombia, Paraguay, y Perú. Argentina ganó los dos primeros partidos como visitante a Perú (1-0 en Lima) y Paraguay (3-1 en Asunción) pero perdió ante Colombia 2-1 en Barranquilla. Así la selección perdió la racha que se mantuvo en 33 partidos invicta,[82]​ siendo al día de hoy, el tercer invicto más largo de la historia a nivel de selecciones.[83]

En Buenos Aires, Argentina derrotó a Perú 2-1, empató 0-0 con Paraguay, y sufrió una derrota catastrófica y hasta el momento la peor derrota como local del seleccionado argentino a manos de Colombia 5-0 el 5 de septiembre de 1993 en el Estadio Monumental. Se convirtió en la caída más grande del equipo nacional desde el 6-1 del Mundial 1958 ante Checoslovaquia, y su peor derrota como local. Colombia (con grandes jugadores como Carlos Valderrama, Freddy Rincón, Faustino Asprilla y Leonel Álvarez), no solo ganó las eliminatorias invicta, sino que envío a Argentina a jugar la repesca intercontinental contra Australia, el representante de Oceanía.[84]

La revista deportiva más importante del país, El Gráfico, entró en "luto" con una portada completamente negra con la única leyenda: "Vergüenza", que expresaba la bronca y la humillación después de la derrota.[85][86]

Para cumplir el objetivo, Basile le pidió a Maradona que volviera porque el equipo lo necesitaría para clasificar a la Copa. Fue una negociación complicada debido a la existente "lucha de egos" entre el astro y otros integrantes del plantel, aunque Maradona finalmente aceptó y voló a Sídney para iniciar lo que fue su última etapa vistiendo la celeste y blanca.[87]​ Argentina disputó el encuentro de ida con los socceroos el 31 de octubre de 1993, que terminó 1-1 (con goles de Abel Balbo y Aurelio Vidmar). El partido de vuelta fue en Buenos Aires, donde la albiceleste triunfó por 1-0, con un gol de Batistuta a los 59'. Con un marcador global de 2-1, la albiceleste logró la anhelada clasificación a la cita mundialista.[88]

Argentina disputó varios partidos amistosos como preparación. El equipo perdió ante Brasil 0-2 pero venció a Marruecos 3-1 en Salta e Israel 3-0 en Ramat Gan. Realizó su debut en la competición con una paliza a Grecia 4-0 en Boston, con un hat-trick de Batistuta. Maradona marcó el tercer gol de Argentina, que sería su último en una Copa del Mundo y en la selección. El equipo jugó su segundo partido contra Nigeria otra vez en Boston, al que derrotó por 2-1 con un doblete de Caniggia. Al final del partido, la albiceleste se convertía en una de las favoritas para ganar el torneo, debido al estilo de juego de ataque mostrado por el escuadrón (jugando con cuatro delanteros), la cantidad de goles anotados, y las buenas actuaciones de algunos de sus jugadores como Redondo, Caniggia, Batistuta, e incluso el envejecido Maradona, que se veía en gran forma y había marcado una joya de gol.

Al final del partido contra Nigeria, Maradona fue llamado a un control antidopaje, que dio resultados positivos para efedrina, una sustancia prohibida. El impacto y la repercusión de las noticias fueron inmediatos, y Maradona fue expulsado del torneo y suspendido por 15 meses por la FIFA,[89]​ en el famoso incidente donde "le cortaron las piernas"

Todavía herida después de perder a su líder, Argentina fue derrotada por Bulgaria en el calor sofocante de Dallas, en su último partido de la fase de grupos. Aun así, el equipo clasificó a la fase eliminatoria, donde fueron derrotados por Rumania 3-2 en el Rose Bowl en Pasadena con un gran gol final de Gheorghe Hagi, apodado el "Maradona de los Cárpatos". Después de los éxitos de 1986 y 1990, y a pesar de un comienzo prometedor, Argentina fue eliminada en octavos de final. Luego de la eliminación, en una entrevista para ESPN con Quique Wolff, Maradona declaró que el equipo de 1994 era "«la mejor Argentina de todos los tiempos»".

Tras la decepción en Estados Unidos, Basile renunció a su cargo, y en su lugar, la AFA designó a Daniel Passarella, capitán del equipo que saliera campeón mundial en 1978. La llegada de Passarella como nuevo director técnico del seleccionado y su mano dura para “limpiar” internas entre jugadores poco aportó en el plano deportivo, aunque sí repercutió en la prensa: Passarella obligó a sus jugadores a usar el pelo corto, y prohibió a quienes no lo acataran la participación en su formación, además de ser igualmente rígido con la homosexualidad o el uso de aritos en las orejas.[90]​ Por estos motivos, figuras como Fernando Redondo quedarían fuera de sus convocatorias.[91]

Para afrotar la nueva era, hacía falta sangre renovada en el plantel, y para eso, el Káiser apostó por jugadores como Marcelo Gallardo, Ariel Ortega, Pablo Aimar, Hernán Crespo, Juan Sebastián Verón, Matías Almeyda, Javier Zanetti, Roberto Ayala y Claudio Javier López, sumado a algunos que habían tenido su estreno en la era del «Coco», como Gabriel Batistuta y Diego Simeone.

La primera gran prueba del Káiser al mando de la selección se dio a poco tiempo después de haber asumido el cargo de entrenador, ya que en enero de 1995, Argentina participó en la segunda edición de la Copa Confederaciones (aún nombrada «Copa Rey Fahd») en calidad de campeón de la Copa América 1993. El seleccionado albiceleste integró el Grupo B, junto a Japón y Nigeria. Allí venció a los asiáticos por un contundente 5-1, y empató 0-0 con los africanos. Si bien Argentina había obtenido la misma cantidad de puntos que Nigeria (4), la diferencia de gol entre ambos combinados le valió nuevamente el pase a la final, donde cayeron por 0-2 ante Dinamarca.

Argentina en 1995 y 1997 le dio dos grandes alegrías al pueblo argentino, aunque a nivel selección juvenil (copa mundial sub20), al lograr vencer en 1995 en la final de la copa mundial sub20 a Brasil, y en la copa del mundo sub20 1997 al otro grande del fútbol sudamericano: Uruguay, en la final.

En marzo de ese año, el seleccionado también disputó de local los Juegos Panamericanos. Tras superar de forma invicta la primera ronda, la albiceleste derrotó por 3-2 a Honduras y se aseguró un lugar en la final frente a México. En el partido definitorio, ninguno de los dos equipos pudo sacar ventaja sobre su rival, por lo que el certamen debió definirse desde los tiros del punto penal. El resultado fue 5:4 a favor del conjunto dirigido por el Káiser, que pudo colgarse la medalla dorada del primer puesto. Este torneo luego sería disputado a partir de 2003 por la selección sub-23.

En 1996, se desarrollaron los Juegos Olímpicos de Atlanta y con la inclusión de tres mayores de 23 años por primera vez, debutó con un triunfo en la fase clasificatoria ante Estados Unidos por 3-1 y luego empató con Portugal y Túnez, sendos 1-1. Luego, en cuartos de final, goleó a España por 4-0, y venció a Portugal por 2-0 en su llave de semifinales; en la otra, Nigeria sorprendió al derrotar a Brasil por 4-3. En la final, Argentina estuvo dos veces arriba en el marcador, aunque caería en los últimos minutos por 3-2, quedándose con la medalla de plata.

En la Copa América 1995, Argentina superó la fase de grupos con victorias sobre Bolivia (2-1) y Chile (4-0), aunque en el tercer encuentro sufrió una sorpresiva caída ante Estados Unidos por 0-3. Así, Argentina acabó segundo de su grupo por diferencia de gol. En cuartos de final protagonizó un choque contra Brasil; la albiceleste ganaba 2-1 hasta que en el minuto 81, un polémico gol brasileño de Túlio Maravilha que utilizó el antebrazo izquierdo para bajar un centro y concretar el gol bajo la portería de Hernán Cristante decretó el 2-2 parcial. El árbitro peruano Alberto Tejada no escuchó los reclamos de los jugadores y el banco argentino. El empate llevó a que la definición se determinara con tiros desde el punto penal. Brasil se impondría por 4:2, luego de que Claudio Taffarel atajara los remates de Diego Simeone y Néstor Fabbri.

Antes de disputar el Mundial de Francia en 1998, el seleccionado albiceleste debió disputar otra edición de la Copa América en 1997, donde, luego de vencer a Chile (2-0), y empatar con Ecuador (0-0) y Paraguay (1-1), quedaría nuevamente eliminado en cuartos, esta vez por Perú 2-1.[92]

Argentina no tuvo problemas en llegar al Mundial de Francia de 1998, haciendo un muy buen papel en las eliminatorias, por primera vez en formato todos contra todos. Sin embargo, en su ínterin osciló entre buenas y malas actuaciones. Con Maradona oficialmente retirado, la selección entró en el torneo con altas expectativas por el despegue de jugadores que habían disputado el Mundial anterior, con Gabriel Batistuta siendo una amenaza constante en el área chica, y Diego Simeone siendo la figura principal desde el mediocampo.

Ubicada en el Grupo H de la competición, sus oponentes fueron Japón, Jamaica y Croacia. Comenzaron su campaña con una victoria 1-0 sobre su par asiático, y siguieron con un 5-0 a los caribeños. Su tercer partido fue ante los eslavos, a los que vencieron por 1-0. Entró en la fase eliminatoria con el impresionante récord de siete goles anotados, y sin haber concedido un solo gol en los tres encuentros de la ronda inicial. En octavos de final, su contrincante fue Inglaterra, un equipo igualmente fuerte. Argentina tomó la delantera en apenas seis minutos jugados a través de Gabriel Batistuta desde el punto penal, pero Alan Shearer igualó el marcador de la misma manera cuatro minutos más tarde. Seis minutos después, el joven Michael Owen obtuvo la pelota tras un mal pase a Roberto Ayala para anotar un gran gol tras su esfuerzo individual, pero antes de que terminara el primer tiempo, un tiro libre de Javier Zanetti puso el 2–2. En el complemento, el inglés David Beckham fue expulsado después de una patada a Simeone, con el resultado sin cambios hasta el final de la jornada reglamentaria y la prórroga. En la tanda de penales, Argentina ganó por 4:3, después de que Ayala anotara el punto decisivo para clasificar a cuartos de final, con una gran actuación del portero Roa.

En cuartos de final, Argentina se midió ante Países Bajos. El encuentro fue igualmente peleado, con ambos lados anotando goles tempranos; Patrick Kluivert anotaría a los 12 minutos y Claudio López empataría cinco minutos más tarde. Promediando el primer tiempo, Ariel Ortega estrella un tiro en el poste. Por un periodo de tiempo, Argentina tuvo una ventaja, pues los holandeses estuvieron con un hombre menos con la expulsión de Arthur Numan después de su segunda falta hacia Simeone; pese a que Batistuta reventó el poste derecho de Edwin van der Sar, quién solo atinó a quedarse parado ante el inminente gol que no fue, el conjunto argentino era incapaz de tomar la oportunidad y de romper el empate antes de que ellos también tuvieran un jugador menos en el campo de juego, ya que Ortega recibiría dos amarillas consecutivas, la primera por simular un falta en el área chica, la segunda después de un cabezazo al portero holandés Edwin van der Sar. La defensa albiceleste se mantuvo firme hasta el minuto 89, cuando un largo balón aéreo del capitán holandés Frank de Boer encontró a Dennis Bergkamp, que maniobró alrededor de Ayala y venció al arquero Roa para enviar a Países Bajos a la semifinal, eliminando a Argentina de la competencia.

En octubre de 1998, Marcelo Bielsa asumió como el entrenador nacional, en reemplazo de Daniel Passarella.[93]​ Durante su estadía, la selección obtuvo los mejores registros de su historia, tanto en promedio de goles a favor, en contra, porcentaje de partidos ganados y puntos logrados en una eliminatoria para un Mundial (teniendo en cuenta el formato imperante desde la Copa Mundial de Fútbol de 1998): 13 victorias, 42 goles a favor, 15 goles en contra y 43 puntos (12 pts más que el segundo) con una sola derrota, la segunda mejor defensa del grupo (detrás de Uruguay) y la mejor diferencia de goles (+27). Los buenos resultados y el juego desplegado por el seleccionado argentino durante los primeros años de su etapa como entrenador del conjunto albiceleste le valieron el reconocimiento como mejor seleccionador nacional del mundo en 2001.[94]

Bielsa arriesgó en el aspecto táctico con una formación habitual de 3-4-3, inédita hasta entonces para Argentina: atacar en espacios cerrados y defender a veces en zonas abiertas, para multiplicar las situaciones de gol y tener la posesión del balón, basándose en un ataque permanente y una presión alta y constante, exigiendo esfuerzos físicos intensos y coordinados.[95]​ En el esquema de Bielsa resultaron clave jugadores como el mediocentro Juan Sebastián Verón, el defensa Roberto Ayala, y los delanteros Ariel Ortega y Hernán Crespo.[96]​El polémico entrenador utilizaba un esquema de juego poco apto para las costumbres de los jugadores argentinos pero lograba resultados positivos y contundencia en su juego a pesar de no ser vistoso para el gusto futbolístico nacional.

La era Bielsa comenzó en la Copa América 1999, celebrada en Paraguay, donde Argentina fue eliminada en los cuartos de final, luego de derrotar a Ecuador (3-0) y Uruguay (2-1) y perder ante Colombia (0-3) en un partido donde Martín Palermo obtuvo el dudoso mérito de fallar tres penales en un mismo partido, siendo eliminada por Brasil 2-1. Roberto Ayala falló el penal que significaría el empate. Argentina no participaría en la Copa América 2001 realizada en Colombia por motivos de seguridad y sería reemplazada por Honduras.[97]

Para la Copa Mundial de Fútbol de 2002, celebrada en Corea del Sur y Japón, Argentina quedó encuadrada en el Grupo F, conocido como el grupo de la muerte. Debutó contra Nigeria, país al cual ya había enfrentado y vencido en Estados Unidos 1994 (con un resultado 2-1 a favor aquella vez), venciéndola con una escueta victoria 1-0 gracias a un cabezazo de Batistuta ejecutado luego de un tiro de esquina de Juan Verón. La albiceleste dominó un partido en el cual sus varias situaciones claras de gol fueron neutralizadas por el arquero nigeriano Ike Shorunmu, mientras el equipo africano tuvo una chance de anotar gracias a una buena jugada individual de su capitán Jay Jay Okocha.

El enfrentamiento más duro del conjunto argentino fue contra Inglaterra, que tuvo un claro dominio del partido durante el primer tiempo, con una pelota estrellada en el palo de Cavallero por su estrella Michael Owen, quien luego exageró una falta[98]​ en el área de los sudamericanos para conseguir un penal, ejecutado con precisión por el capitán David Beckham. En el segundo tiempo del encuentro, Inglaterra mantuvo su dominio y sumó nuevas chances de gol, mientras que Pablo Aimar reemplazó a Verón, quien había mostrado un rendimiento muy pobre hasta el momento. Aimar le inyectó calidad personal al juego, pero no logró compensar la falta de precisión del «Burrito» Ortega y del recién ingresado «Piojo» López, y fue luego desbordado por la eficiente y asfixiante marca inglesa. El partido fue una dura derrota para Argentina, que no tuvo reacción ante el juego británico.

Presionado a ganar sí o sí contra Suecia para clasificar a octavos de final, el director técnico Bielsa se vio presionado desde la prensa por el mal rendimiento de Verón en el partido contra Inglaterra y la posibilidad de hacer que Batistuta y Hernán Crespo jugaran juntos.[99]​ Bielsa no cedió a su rígido esquema ensayado durante las eliminatorias, y si bien Argentina mostró un buen dominio del partido contra los suecos, un tiro libre ejecutado con potencia por Anders Svensson dejó toda intención del equipo atrás. Tras el gol, el director técnico realizó los tres cambios posibles para buscar mejoras, sin conseguirlas claramente.[100]​ El veterano goleador Claudio Caniggia fue expulsado con tarjeta roja directa del partido a pesar de estar sentado en el banco de suplentes, por insultar al árbitro, sin haber llegado a jugar ninguno de los tres juegos disputados. Ortega, sobreactuando una falta en el área sueca, obtuvo un penal sobre el final de la agónica derrota. El "10" argentino pateó fallidamente a las manos del arquero Magnus Hedman, quien dio rebote con sus puños, gracias al cual el delantero Hernán Crespo tuvo la chance de rematar al arco.[101]​ Sin tiempo para dar vuelta el resultado, Argentina quedó eliminada inesperada pero indiscutiblemente de un torneo en el cual la prensa y el público esperaba un rendimiento muy superior al que logró.[102]​ Debido al alto nivel de expectativas que había con respecto a la selección argentina en el torneo, la pronta eliminación fue la peor ubicación en la historia de la albiceleste con el 18º lugar, y devino en una avalancha de críticas hacia Bielsa, quien igualmente fue reafirmado en el cargo de entrenador por el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Julio Grondona.[103]​ El fracaso en el Mundial afectó personalmente a Bielsa, que tras la eliminación se aisló varios meses en su casa de campo.[104]

En julio de 2004, Bielsa condujo al equipo hasta la instancia final de la Copa América celebrada en Perú. Argentina llegaba a la final tras dos triunfos ante el anfitrión Perú (1-0) y Colombia (3-0), que sería frente a Brasil. Argentina estaba ganando 2-1 y se estaba quedando con el título cortando una racha de 11 años sin ganar una copa cuando en el último minuto (90'+3) Adriano aprovechó un mal rechace de la defensiva argentina para vencer a Abbondanzieri con un espectacular zurdazo, enviando el partido a la tanda de penaltis al finalizar con empate a dos goles. En los penales, la seleção se proclamó campeona por 4:2.[105]

Semanas después, en agosto, Bielsa llevó al combinado olímpico a ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. El equipo argentino se impuso con claridad en todos sus encuentros hasta alcanzar la final, donde derrotó a Paraguay por la mínima con gol de Carlos Tévez, habiendo ganado todos los partidos disputados en el torneo olímpico, obteniendo el único título oficial que le faltaba al fútbol argentino y la primera medalla de oro desde 1952.[106][107]

Luego de superar a Perú como visitante por las eliminatorias para el Mundial 2006 en septiembre de 2004 (cuando el seleccionado argentino se encontraba en puestos de clasificación), Bielsa sorpresivamente decidió abandonar su cargo por cuestiones personales.[108]​ Sumó un total de 85 partidos (incluyendo a la selección argentina olímpica): ganó 56, empató 18 y perdió 11.

El sucesor de Marcelo Bielsa fue José Pekerman, quien luego de conquistar tres campeonatos mundiales con el seleccionado sub-20, tendría su oportunidad al frente de la mayor.[109]

Su mandato comenzó en la Copa Confederaciones 2005, donde Argentina clasificó como subcampeón de la Copa América 2004, ya que Brasil había clasificado como campeón del mundo. Argentina fue ubicada en el Grupo A, donde venció a Túnez (2-1) y Australia (4-2), aunque igualó en el último partido con Alemania (2-2). En semifinales enfrentó a México, donde luego de un empate 0-0 en los noventa minutos reglamentarios, llevaron el partido a la prórroga. El mexicano Carlos Salcido anotó a los 104', pero seis minutos más tarde Luciano Figueroa encontró la paridad y se fueron a la tanda de penales. Allí, el mexicano Ricardo Osorio erró su penal ante Germán Lux, y Esteban Cambiasso marcó el suyo para pasar a la final por 6:5. En dicha instancia, sin embargo, caerían con contundencia frente a la canarinha por 4-1.

Después de esta derrota, consiguió clasificar al Mundial de Alemania de 2006, como segundo con 34 puntos, igual que Brasil pero con menor diferencia de gol y, de la mano de jóvenes promesas que Pekerman dirigió en juveniles –como Tévez, Saviola, y Riquelme entre otros— Argentina creó grandes expectativas. Ese mismo año también debutaría Lionel Messi en la selección absoluta, luego de haber ganado la Copa Mundial sub-20: frente a Hungría, el 17 de agosto de 2005, salió al campo en el minuto 63 por Lisandro López y tan solo 47 segundos después fue expulsado por el árbitro Markus Merk tras unos agarrones con el defensor Vilmos Vanczák.[110]

El sorteo puso a Argentina en el Grupo C, una vez más en el llamado grupo de la muerte, porque allí estaban incluidas los seleccionados de Países Bajos, Serbia y Montenegro[111]​ y Costa de Marfil, este último clasificado en forma agónica

En el debut, el seleccionado argentino debió enfrentarse con Costa de Marfil, el equipo más modesto del grupo pero que contaba entre sus filas a Didier Drogba, elegido como el futbolista del año en África. El partido no fue sencillo para la albiceleste,[112]​ que tras irse al vestuario en el entretiempo con dos goles de ventaja (Hernán Crespo a los 24' y Javier Saviola a los 38') y haber mostrando un buen dominio del balón, terminó ganando por la mínima diferencia luego de que Drogba descontara a los 82'. Tras el triunfo en el debut, el equipo se enfrentó a Serbia y Montenegro, a la que venció por 6-0, en uno de los mejores partidos de la fase de grupos,[113][114][115]​ con goles de Maxi Rodríguez (2), Esteban Cambiasso, Hernán Crespo, Carlos Tévez, y Lionel Messi. Ya clasificada a la segunda fase, la selección debió enfrentar a los Países Bajos. Ambos entrenadores realizaron varios cambios en la formación inicial respecto a los partidos anteriores, y como no intentaron arriesgar demasiado (ya que ambas obtuvieron el pase a octavos de final en los previos encuentros),[116]​ el partido finalizó en un empate sin goles (0-0). Gracias a ello, Argentina se clasificó en el primer puesto de su grupo, relegando a los Países Bajos a la segunda posición.

Argentina llegaba al partido por octavos de final contra la selección mexicana habiendo obtenido mejores resultados que su rival. Conscientes de que habían hecho un excelente papel en la fase de grupos, el combinado nacional salió bastante confiado al encuentro. Sin embargo, el conjunto tricolor realizó un buen planteo táctico, siendo este quizá el partido más difícil que tuvo Argentina en el certamen.[117]​ México conseguiría quitarle la posesión del balón a Argentina y anotaría a los 5' el primer gol a través de Rafael Márquez Álvarez. Cinco minutos después Argentina logró empatar mediante un remate de Hernán Crespo. El partido continuó sin que se convirtieran más goles y, tras jugarse los noventa minutos, debió definirse en tiempo suplementario. A los 8' del tiempo suplementario, Maxi Rodríguez, ubicado en el sector derecho, recibió un pase aéreo de Sorín, detuvo el balón con el pecho y antes de que el mismo cayera al piso realizó un remate que ingresó cerca del palo derecho de Oswaldo Sánchez. Este gol fue votado como el mejor gol del torneo[118]​ y le permitió a Argentina obtener el pase a cuartos de final tras vencer a México por 2-1.

Por los cuartos de final, Argentina debía enfrentarse al anfitrión, Alemania. Argentina comenzó dominando la posesión del balón durante todo el primer tiempo, como en buena parte del partido.[119]​ Sin embargo, no se mostró tan contundente en la finalización de las jugadas, presentando poco peligro para el arco de Jens Lehmann; durante todo el partido solo fueron realizados cinco remates al arco. A los pocos minutos del segundo tiempo, el seleccionado argentino consiguió ponerse en ventaja tras un remate de cabeza por parte de Roberto Ayala. A partir de ese momento Alemania se adelantó y comenzó a presionar en el campo rival,[119]​ lo que dio resultado en el minuto 80 cuando Miroslav Klose consiguió empatar el encuentro y llevarlo a tiempo suplementario. Durante el alargue la ventaja fue para la albiceleste, que tuvo mayor posesión de balón.[119]​ Pese a esto, no pudo plasmar dicho dominio en el resultado, y tras el empate en tiempo suplementario, el partido debió definirse por penales. Allí, tanto Ayala como Cambiasso fallaron sus penales, y Alemania obtuvo su pase a la semifinal tras ganar la definición desde los doce pasos por 4:2. La curiosidad del partido la produjo el arquero Jens Lehmann, quien consultaba antes de cada penal ejecutado por el equipo argentino una lista que tenía guardada en una media. Posteriormente, el cuerpo técnico alemán reconoció que había estudiado a los pateadores argentinos durante años, y que ese papel contenía la información detallada de cada jugador.[120][121]​ Sin embargo, posteriormente la lista fue dada a conocer y solo dos de los cinco tiros fueron efectivamente predichos; los restantes jugadores de la lista no participaron en el lanzamiento de penales.[122]​Los penales por parte del seleccionado argentino debió atajarlos Leo Franco, debido a que Roberto Abbondanzieri tuvo que retirarse lesionado del campo de juego, por una falta cometida por Miroslav Klose y que el árbitro no cobró.

Muchos especialistas vieron juego sucio en esta acción, dado el reconocimiento que tenía el portero argentino en los penales, siendo uno de los especialistas en la materia. Muchos piensan que de no haber salido «El Pato» del partido, Argentina podría haber ganado el partido y en consecuencia, disputar la semifinal del torneo.[123]

Tras una seguidilla de éxitos con Boca Juniors, Alfio Basile fue convocado a dirigir la selección nacional por segunda vez luego de la renuncia de José Pékerman en septiembre de 2006. El «Coco» inició su segunda etapa dirigiendo a la albiceleste en la Copa América 2007. Argentina ganó los tres partidos en la fase de grupos, venciendo a Estados Unidos, Colombia y Paraguay, y pasando invicta a la siguiente ronda. Después de las victorias sobre Perú y México en cuartos de final y semifinales, respectivamente, fueron favoritos para vencer a Brasil en la final, pero fueron derrotados por 3-0.

La selección olímpica dirigida por Sergio Batista obtuvo la medalla dorada ganándole a Nigeria 1-0 en la final. Esa victoria estableció el récord de más victorias consecutivas en los torneos de fútbol (6 ganados en 2004 y 6 ganados en 2008). Javier Mascherano fue el único sobreviviente de la escuadra 2004 y por consiguiente se convirtió en el primer argentino en ganar dos medallas de oro olímpicas.

En 2008, una derrota ante Chile por 1-0 y la distancia de 7 puntos con Paraguay, el líder de las eliminatorias 2010, hicieron que Alfio Basile presentara la renuncia el 16 de octubre de ese año.

En octubre de 2008, tras la renuncia de Alfio Basile, Maradona fue presentado como nuevo director técnico en conferencia de prensa, acompañado de Carlos Bilardo como Coordinador de Selecciones Nacionales.[124]

Su debut se produjo el 19 de noviembre de 2008 en el mismo estadio (Hampden Park), y ante el mismo rival (Escocia), al cual le marcó su primer tanto en la selección.[125]​ El partido finalizó con un triunfo por 1-0, con gol de Maximiliano Rodríguez.[126]

Su segundo partido en las eliminatorias se jugó frente a la selección boliviana, en La Paz. El resultado fue 6-1 para los locales, siendo la mayor goleada que recibió Argentina en su historia, igualando el 6-1 ante Checoslovaquia en el Mundial de 1958.[127]​ En las eliminatorias, Argentina tuvo que esperar hasta la última fecha para poder clasificar al Mundial 2010 con las victorias ante Perú (2-1) (el último gol a los 46' ST por Martín Palermo) y Uruguay (1-0). Tras la clasificación, Maradona sorprendió con fuertes declaraciones contra el periodismo.[128]​ Debido a las mismas, el 15 de noviembre la Comisión Disciplinaria de la FIFA le prohibió ejercer cualquier actividad relacionada con el fútbol por dos meses y, además, le impuso una multa de 25 mil francos suizos.[129]

El partido inaugural para Argentina en el Mundial de Sudáfrica fue ante Nigeria.[130]​La primera llegada del partido fue para los africanos pero rápidamente Argentina logró controlar el encuentro. A los 6 minutos y a partir de un saque de esquina, Gabriel Heinze marcó el primer gol de palomita tras un centro realizado por Juan Sebastián Verón. El segundo lance fue ante Corea del Sur.[131]​ Apenas a los 17 minutos, Park Chu-Young abrió el marcador con un gol en contra. Pasada la media hora de juego, Gonzalo Higuaín anotó el segundo, y cuando parecía que Argentina tenía todo controlado, Martín Demichelis cometió un grosero error que fue aprovechado por Lee Chung-Yong para anotar el descuento transitorio. La tranquilidad argentina llegó en los 15 minutos finales cuando sendos tantos de Higuaín a los 76 y a los 80 minutos pusieron el 4-1 final.[132]

Con 7 cambios,[133]​ la albiceleste de Maradona afrontó el tercer encuentro ante Grecia. Por primera vez, Lionel Messi fue el capitán del equipo ya que Maradona decidió darle descanso a Javier Mascherano.[134]​ En un partido en que no se sacaban diferencias, Martín Demichelis cabeceó en el área pero la pelota rebotó en Diego Milito, y el mismo Demichelis con un derechazo potente fusiló el arco helénico para abrir el marcador. Con Palermo en cancha, luego del gol, Messi tuvo otra chance pero su tiro se estrelló en el palo. Y a los 89 minutos, Martín Palermo se cubrió de gloria al anotar el 2-0 final. El gol del Titán fue muy emotivo y festejado ya que es un jugador muy querido en Argentina[135][136]​ de su historia por haber errado tres penales en un solo partido pero también por haber convertido el gol clasificatorio contra Perú.

Por tercera vez en la historia y por segunda vez consecutiva en octavos de final, el seleccionado argentino debía enfrentar al combinado mexicano.[137]​ Con el correr de los minutos Argentina comenzó a ir más hacia el arco rival y concretó el primer gol. El Apache en clara posición adelantada recibió un centro de Messi y cabeceó solo al arco. La pantalla gigante con la que contaba el estadio mostró la jugada, y al verla, los jugadores mexicanos fueron a buscar al árbitro Rosetti y al juez de línea pero ambos decidieron validar el gol a pesar del fuera de juego.[138]​ Siete minutos después Ricardo Osorio se equivocó y le dio un pase a su rival, Gonzalo Higuaín, que con una gran jugada individual marcó el segundo tanto.[139]​ En el segundo tiempo Carlos Tévez con un remate impresionante de afuera del área hizo nula la estirada del portero Oscar Pérez marcando el tercer tanto. Tras este gol México pudo controlar durante más tiempo la pelota y consiguió descontar a través de Javier "Chicharito" Hernández. Con el correr de los minutos la diferencia se mantuvo y Argentina pasó de ronda.

En cuartos de final, la albiceleste enfrentó nuevamente a Alemania.[140]​ Apenas a los 2 minutos de juego, Nicolás Otamendi, que estuvo impreciso en la mayor parte del partido, cometió una falta y fue amonestado. Bastian Schweinsteiger realizó el tiro libre y el mismo Otamendi regaló la marca de Thomas Müller, que adelanto rápidamente al conjunto alemán. Desde ese momento Argentina no pudo hacer pie en el encuentro, y aunque mejoró un poco con el correr de los minutos, sus ataques no eran nada serio. Al comienzo de la segunda etapa Argentina salió decidida. Jugado a empatar, claramente Argentina mejoró y comenzó a tener más chances de gol pero a pesar de atravesar su mejor momento en el partido, Alemania, que apostaba a defenderse y contraatacar, marcó la diferencia. Así fue como en los últimos 25 minutos Miroslav Klose, Friedrich y otra vez Klose pusieron el 4-0 final.[141]​ Quizá la diferencia en el resultado fue demasiada con respecto al juego del partido, pero lo cierto es que Argentina intentó atacar con más corazón que fútbol. Sin embargo, esto no alcanzó, ya que los ataques alemanes eran contundentes, ante una Argentina más que desordenada. Ese fue el último partido que dirigió Maradona en el seleccionado nacional, ya que la AFA decidió no renovarle el contrato porque no aceptó las modificaciones en la conformación del cuerpo técnico que le habían propuesto.[142]

Tras el despido de Maradona, asume Sergio Batista como interino, quien había dirigido en 2008 a la selección olímpica que había conseguido la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín. Con Batista al mando, la selección le gana 1-0 a Irlanda en Dublín y consigue un recordado triunfo ante la selección española (que acababa de consagrarse campeona del mundo por primera vez en su historia) por 4-1, con goles de Messi, Higuaín, Tévez y Agüero. Así comienza una era en donde Argentina no logró malos resultados (1-0 a Brasil en Qatar, 2-1 en Ginebra contra Portugal, un 4-2 a Paraguay, entre otros), pero que nunca logró encontrar un juego característico.

Batista sería confirmado como el entrenador definitivo para la Copa América 2011. Argentina, al ser el anfitrión del torneo, fue enmarcada como cabeza de serie en el Grupo A, junto a Bolivia (1-1), Colombia (0-0), y Costa Rica (3-0). Con dos empates y una victoria, llegó a cuartos de final donde se enfrentó a Uruguay, siendo eliminada en penales por 5:4.

Luego de la destitución de Batista, asume Alejandro Sabella como seleccionador. Argentina consiguió finalizar en el primer puesto de las eliminatorias 2014 (con 32 puntos) pese a que arrancó titubeante su andadura hacia la Copa Mundial de 2014 (victoria ante Chile por 4-1, derrota ante Venezuela 1-0 y empate con Bolivia 1-1). El meritorio triunfo en la cuarta jornada en la complicada visita a Colombia (2-1) enderezó el rumbo de la albiceleste. No volvió a perder hasta la última fecha frente a Uruguay, cuando ya estaba matemáticamente clasificada. Fue la selección más goleadora de Sudamérica, con 35 tantos en 16 duelos y la segunda con menos goles recibidos (15).

En la fase final del Mundial, disputada en Brasil, Argentina quedó encuadrada como cabeza de serie en el Grupo F, con Bosnia-Herzegovina (2-1), Irán (1-0) y Nigeria (3-2). Se clasificó a la siguiente ronda como líder ganando sus tres partidos; sin embargo, su desempeño general generó algunas dudas.[143]​ El aspecto más destacado del equipo fue la actuación de Lionel Messi, considerado uno de los mejores jugadores del mundo a la fecha.

En octavos de final, Argentina enfrentó a Suiza, donde, pese a su favoritismo, no lograría batir al portero suizo, Diego Benaglio, quien tuvo una buena participación. La defensa argentina, en tanto, logró neutralizar el ataque helvético, particularmente en el segundo tiempo. A pocos minutos de llegar a la definición desde el punto penal, Messi da una asistencia perfecta en el minuto 118 a Ángel Di María, marcando el gol que permitió el pase a los cuartos de final.

En el encuentro por cuartos ante Bélgica, Gonzalo Higuaín anotó en el minuto 8. En el resto del partido, los belgas intentaron revertir el resultado, pero no pudieron organizar un ataque consistente que pusiera en riesgo la clasificación de los argentinos a las semifinales de la competición.

Allí, el seleccionado se midió ante los Países Bajos. El partido fue muy duro, sin que ninguna de las delanteras pudiera romper la igualdad. La defensa argentina, liderada por Javier Mascherano, logró detener los intentos de los neerlandeses, principalmente de Arjen Robben y Robin van Persie, mientras que Higuaín y Messi fueron igualmente anulados. Luego de empatar 0-0 en los noventa minutos reglamentarios, la paridad se prolongó por los otros treinta del suplementario, hasta llegar a la definición por penales. En esta instancia, el portero Sergio Romero tuvo una destacada actuación, ya que logró despejar los tiros de Ron Vlaar y Wesley Sneijder. Los tantos anotados por Robben y Dirk Kuyt no fueron suficientes para contrarrestar los remates acertados de Messi, Ezequiel Garay, Sergio Agüero y Maxi Rodríguez. Con anotación perfecta, Argentina logró llegar a la final del torneo, su primera en una Copa del Mundo desde 1990, luego de 24 años.

El 13 de julio de 2014 se realizó la final en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro, enfrentando a Alemania, que había sido su verdugo en las dos ediciones pasadas. Argentina y Alemania se habían enfrentado previamente en dos finales: México 1986 e Italia 1990, con una victoria para cada uno. El partido comenzó bastante parejo, con llegadas para ambos equipos. Higuaín desperdició un tiro estando solo frente al arquero Manuel Neuer a los 21', marcando el dominio albiceleste durante la primera etapa del partido. Higuaín lograría anotar minutos después, pero el árbitro italiano Nicola Rizzoli anuló correctamente el tanto por posición de adelanto. Christoph Kramer, tras un choque con Garay, debió ser reemplazado por André Schürrle, que logró mejorar el orden del cuadro alemán. El cambio permitió una llegada más profunda del equipo germano, que logró sendos tiros de Schürrle, Toni Kroos y Benedikt Höwedes, aunque no lograron convertirse en goles. En el segundo tiempo, Argentina movió sus piezas con la entrada de Agüero, en reemplazo de Ezequiel Lavezzi y logró tener mayor presencia en el ataque. Ambos equipos continuaron intentando anotar constantemente hasta el fin del partido. Toni Kroos, André Schürrle y Mario Götze intentaron anotar sin éxito, mientras que Messi logró varios destellos de buen juego. Tras el fin de la jornada regular, el partido inició la prórroga. Rodrigo Palacio, en los primeros minutos de la prórroga, perdió una excelente oportunidad. Tras ese tiro, Alemania comenzó a ganar más posesión del balón, mientras Argentina retrocedió. Cuando ya parecía inminente recurrir a los tiros desde el punto penal para definir al campeón, Mario Götze recibió un pase de André Schürrle y definió con gran precisión, marcando a los 113' el gol de la victoria alemana.

Al finalizar el partido, se realizó la ceremonia de premiación de ambos equipos. La FIFA, conjuntamente, entregó los premios individuales a los mejores jugadores el torneo: Messi recibió el Balón de Oro como el mejor jugador de todo el certamen.

Tras la final del Mundial 2014 y la renuncia de Alejandro Sabella, asume la dirección técnica del equipo Gerardo Martino, que venía de una destacada serie de éxitos con el seleccionado paraguayo y el club Newell's Old Boys. Argentina así inició su preparación hacia su próximo gran desafío, la Copa América 2015, con victorias ante Alemania (4-2), Croacia (2-1), Hong Kong (7-0), El Salvador (2-1), Ecuador (2-1), y Bolivia (5-0), y derrotas ante Brasil (2-0) y Portugal (1-0).

En el certamen continental, el seleccionado argentino quedó encuadrado como cabeza de serie en el Grupo B con Paraguay (2-2), Uruguay (1-0) y Jamaica (1-0). Con dos victorias y un empate, avanzó a la siguiente fase como primera de su grupo, consiguiendo 7 puntos y habiendo anotado un total de 4 goles. En cuartos de final, Argentina se midió ante Colombia, a la cual venció en tanda de penales por 5:4, mientras que en semifinales, logró un apabullante triunfo frente a Paraguay por 6-1. Accedió así a la final con el anfitrión Chile, en el Estadio Nacional de la ciudad de Santiago.

A pesar de perfilarse como el candidato a llevarse el título, la albiceleste no logró imponer su jerarquía sobre el combinado local, que se consagró campeón por primera vez en su historia al vencer a Argentina en la definición desde el punto penal por 4:1.

En 2016, el seleccionado argentino tuvo una nueva chance de cortar su sequía de títulos en la Copa América Centenario, una edición especial de la Copa América en conmemoración de sus cien años de existencia.

Previo a la disputa de este torneo, la albiceleste jugó la primera ronda de eliminatorias, consiguiendo tres victorias ante Colombia (1-0), Chile (2-1), y Bolivia (2-0), dos empates frente a Brasil (1-1), y Paraguay (0-0), y una derrota con Ecuador (0-2). También participó en algunos partidos amistosos, incluyendo una contundente goleada a Bolivia (7-0), un reñido empate ante México (2-2), y un triunfo por la mínima ante Honduras (1-0).

Ya en la competición, Argentina quedó ubicada como cabeza de serie en el Grupo D, junto a Chile (2-1), Panamá (5-0) y Bolivia (3-0), llegando invicta a la siguiente ronda con 9 puntos y anotando un total de 11 goles. En el encuentro por cuartos de final, se impuso ante Venezuela con un marcador de 4-1, y en semifinales, venció por 4-0 al anfitrión Estados Unidos. Tal como en la edición anterior, el rival del duelo decisivo fue Chile, y el acontecimiento tuvo lugar en el MetLife Stadium del condado de East Rutherford, Nueva Jersey.

Nuevamente en tanda de penales, el combinado albiceleste cayó ante su similar trasandino, en esta ocasión por 4:2.

Luego de dos subcampeonatos, El Tata dio por concluido su ciclo entre versiones de poco apoyo de las escuadras argentinas para los Juegos Olímpicos de Río,[144]​ dejándole el cargo a Edgardo Bauza. Con Martino en el banco, Argentina disputó un total de veintinueve partidos, con diecinueve ganados, siete empatados y solo tres perdidos en tiempo reglamentario, 66 goles a favor y 18 en contra.

La segunda derrota frente a La Roja también causó la renuncia momentánea de Lionel Messi, que había declarado en una nota al canal TyC Sports después del partido que «ya lo intentó mucho» (en referencia a sus intentos de ganar un torneo con la selección); pese a esto, el 12 de agosto de ese mismo año Messi anunciaría a través de un comunicado de prensa su retorno al combinado nacional, y también confirmaría su participación en los encuentros de clasificación para la Copa Mundial de Fútbol de 2018.

Con Bauza al mando, Argentina continuó basándose en jugadas individuales de sus estrellas establecidas como Messi, Agüero, Higuaín y Di María, pero con un flojo rendimiento colectivo, especialmente en fechas clave: en eliminatorias consiguió apenas tres victorias (Uruguay, Colombia y Chile), dos empates (Venezuela y Perú), y tres derrotas (Paraguay, Brasil y Bolivia), terminando en zona de repechaje. Tras 251 días, El Patón fue destituido, y se designó en su reemplazo a Jorge Sampaoli. Con Sampaoli en el banco, tres empates al hilo con Uruguay (0-0), Venezuela (1-1) y Perú (0-0) la dejaron en un contexto muy desfavorable. Para colmo de males, el 29 de agosto de 2017, el Tribunal de Disciplina de la FIFA decidió rechazar las apelaciones presentadas por la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) y darle por perdidos dos partidos a Bolivia por la alineación indebida de Nelson Cabrera (originalmente nacido en Paraguay) el anterior 12 de enero; debido a esto, la tabla de posiciones de las eliminatorias se modificó: Chile sumó dos puntos más y logró acceder a los puestos de clasificación directa.[145]

La albiceleste, en tanto, bajó a la zona de repesca, teniendo que esperar hasta la última fecha para lograr la tan anhelada clasificación. En esta, visitaron a Ecuador en la altura de Quito. El local alineó un equipo alternativo pues ya no tenía chances de clasificar al Mundial. Argentina se impuso por 3 goles a 1, con un hat-trick de su capitán Messi, sellando así la anhelada clasificación al Mundial de Rusia. Con 28 puntos, terminó en el tercer puesto detrás de Brasil y Uruguay, seguido de Colombia y Perú.

Ya clasificada a la cita mundialista, Argentina comenzó la etapa de preparación y elección de futbolistas, dándose por iniciada con una victoria frente a Rusia (1-0), una sorpresiva derrota ante Nigeria (2-4), una victoria ante Italia (2-0), una histórica derrota ante España (1-6), y una contundente victoria ante Haití (4-0). Tuvo finalmente un compromiso ante Israel (partido "cábala" desde 1986) que se iba a disputar en Haifa, pero que se quiso trasladar a Jerusalén lo que provocó protestas de grupos radicalizados, por lo que dicho encuentro no se llevó a cabo, generando protestas de Israel e incluso denuncias de este último en la FIFA[146]​ por incumplimiento de contrato[147]​ (a Argentina) y por amenazas (a Palestina)[148]

Tras el sorteo, la albiceleste quedó encuadrada en el Grupo D, como cabeza de serie, junto a Islandia, Croacia y Nigeria.

Argentina realizó su debut en la Copa del Mundo el 16 de junio, cuando se midió ante su primer rival, Islandia. El partido finalizó con un empate 1-1. Sergio Agüero puso el 1-0 parcial a los 18 minutos, pero el islandés Alfreð Finnbogason encontró la paridad cuatro minutos más tarde. Una actuación por debajo de lo esperado, donde Islandia hizo valer su condición física, y Argentina por su parte, no encontró alternativas para imponerse en el resultado, particularmente después de que Lionel Messi fallara un penal decisivo a los 64 minutos del complemento. Como dato curioso, este encuentro significó la primera vez que no ganaba su partido inaugural en un Mundial desde 1990; en aquella ocasión había caído ante Camerún por 0-1.

A renglón seguido, tuvo una tarde negra ante Croacia, que lo batió por 3-0, con goles de Ante Rebic, Luka Modrić, e Ivan Rakitić. El duelo había comenzado parejo, con llegadas para ambos equipos, y se mantuvo en un ida y vuelta constante durante toda la primera mitad, sin que ninguno de los dos combinados en particular sacara alguna ventaja sobre el otro. El 0 a 0 persistió hasta el minuto 52, cuando el guardameta Caballero cometió un grosero error al sacar el balón de su área, ya que al intentar despejarlo, el mismo rebotó a unos escasos centímetros de Rebic, que tomó ventaja de la situación y anotó el primer tanto del juego con una volea de gran precisión. Este traspié desconcertó seriamente al seleccionado, que desde ese momento no tuvo respuestas a la contundente ofensiva propuesta por los eslavos.[149]​Todo esto lo dejó en la puerta de salida del torneo, aunque los otros resultados del grupo (entre ellos Nigeria ganándole a Islandia) abrieron la posibilidad de pasar a octavos de final si ganaba su último encuentro de la serie.

Frente al conjunto africano, y con el retorno de varios históricos a la alineación titular (destacando los de Higuaín, Banega, y Di María, entre otros), el equipo apareció más motivado. En la portería, el debutante arquero de River Plate, Franco Armani, tomó la titularidad y relegó de forma permanente a Caballero. La Pulga abrió el marcador[150]​ a los 13 minutos de juego. Tras un exquisito pase de Éver Banega desde atrás de la mitad de la cancha, que recorrió aproximadamente unos 30-40 m, Messi amortiguó el pase con el muslo izquierdo y, tras ganarle en la carrera a su marcador Kenneth Omeruo, definió con un derechazo cruzado ante el portero Uzoho. Anotó así el centésimo gol del torneo, y la albiceleste continuó dominando prácticamente todo el primer tiempo, incluso con un tiro libre de Messi que dio en el palo izquierdo de Uzoho. Sin embargo, en la segunda mitad, Nigeria salió más determinada y a los seis minutos, Javier Mascherano cometió un penalti inocente por un leve agarrón en el área a Leon Balogun. El colegiado señaló la pena máxima, el nigeriano Moses no desperdició el lanzamiento, y puso en aprietos a Argentina, teniendo en cuenta que Croacia empataba con Islandia y la diferencia de gol. En un final para el infarto, a los 85 minutos, Marcos Rojo conectó un centro desde la derecha de Mercado, logrando el 2-1 y desatando el delirio en la hinchada. La victoria de Croacia por 2-1 frente a Islandia terminó de concretar el agónico pase del seleccionado argentino a la siguiente ronda.

En octavos de final, Argentina enfrentó a Francia en Kazán el 30 de junio, donde, tras una falta tempranera de Rojo a Kylian Mbappé, se decretó penal en contra, el cual anotó Antoine Griezmann en el minuto 13. Más tarde, en el minuto 41, tras un pase de Banega, Di María anotó el empate, con un zurdazo de 25 metros al ángulo izquierdo de Hugo Lloris. En el segundo tiempo, al minuto 48, Mercado aprovechó un rebote de Messi para anotar el 2-1 parcial. Sin embargo, el francés Benjamin Pavard anotó a los 57' para empatar el encuentro, y 7 minutos después, Mbappé aprovechó un rebote tras un remate de Blaise Matuidi para anotar el 2-3 parcial y 4 minutos después, volvería a anotar Mbappé tras un contraataque francés creado por Antoine Griezmann y Olivier Giroud. La defensa argentina se vio completamente doblegada por el ágil jugador franco-africano, quien por instancias lograba superar a los albicelestes con cierta facilidad. En el minuto 90+3, Agüero anotó el descuento 3-4 final tras un centro de Messi, un gol heroico pero insuficiente. Ya con tiempo cumplido, un postrer esfuerzo argentino estuvo a punto de empatar el resultado y llevarlo a la prórroga, pero el milagro finalmente no se dio. De esta forma, Argentina quedó eliminada del certamen.

Con un flojo rendimiento individual y colectivo, el subcampeón de 2014 no pudo repetir las buenas actuaciones que la habían llevado a la final cuatro años antes, y finalizó en el fondo de la tabla en el puesto 16º, su peor resultado en un Mundial desde 2002 (donde había quedado afuera en fase de grupos).

Tras la temprana salida de la selección en la cita mundialista, la Asociación del Fútbol Argentino y Jorge Sampaoli llegarían a un acuerdo para que este último dejara su cargo como director técnico de la selección argentina, confirmándose su desvinculación el 15 de julio de 2018.[151]​El jueves 2 de agosto, el santafesino Lionel Scaloni, entonces seleccionador de la sub-20, fue confirmado por AFA a través de su cuenta de Twitter como el nuevo entrenador de la mayor, en condición de interino.[152]

Scaloni, asumiendo los compromisos por un periodo de tiempo indefinido, tuvo la tarea de iniciar un proceso de renovación generacional en el seleccionado. Con el objetivo puesto en conformar un nuevo grupo rumbo a la próxima Copa del Mundo, su llegada se vio acompañada de distintas jóvenes promesas que tendrían la chance de vestir la casaca nacional por primera vez, como Lautaro Martínez, Leandro Paredes, Rodrigo de Paul, Giovanni Simeone, Santiago Ascacíbar, Gerónimo Rulli, Paulo Gazzaniga, Walter Kannemann, Rodrigo Battaglia, y Franco Cervi. Otros jugadores que habían formado parte del equipo en convocatorias pasadas pero cuyo protagonismo era mínimo se convirtieron en fijas del plantel, siendo este el caso de Mauro Icardi, Paulo Dybala, Giovani Lo Celso, Roberto Pereyra, Germán Pezzella, Marcos Acuña, Agustín Marchesín, y Ramiro Funes Mori.

A su vez se sumaron al proceso varios jugadores del medio local, quienes hasta ese momento (con algunas excepciones entremedio) no venían siendo tenidos en cuenta. Allí destacaron, entre otros, Cristian Pavón de Boca Juniors, Gonzalo Martínez, Franco Armani, y Exequiel Palacios de River Plate, Leonel Di Plácido de Lanús, Matías Vargas y Gastón Giménez de Vélez Sarsfield, Renzo Saravia y Matías Zaracho de Racing, Maximiliano Meza, Fabricio Bustos, y Alan Franco de Independiente, y Guido Herrera de Talleres.[153][154]

Asistido por Walter Samuel y Pablo Aimar, Scaloni comenzó su mandato en la doble fecha FIFA del mes de septiembre (la primera posterior al Mundial), donde dirigió a Argentina ante los seleccionados de Guatemala y Colombia en una gira por Estados Unidos. El sábado 8, la renovada selección tuvo su presentación inicial al medirse ante el combinado centroamericano en el Memorial Coliseum de la ciudad de Los Ángeles, al cual venció por un holgado 3-0, con goles de Gonzalo Martínez (de penal, a los 27 minutos), Lo Celso (a los 35'), y Simeone (a los 44').[155]​El martes 11, en el MetLife Stadium del condado de East Rutherford, Nueva Jersey, el conjunto argentino se contrapuso a los cafeteros en un áspero duelo que finalizó en un empate 0 a 0.[156]

En octubre, la albiceleste disputó otros dos partidos amistosos, en esta ocasión frente a Irak y Brasil en Arabia Saudita. El jueves 11, en el Príncipe Faisal bin Fahd de la ciudad de Riad, los de Scaloni se impusieron ante los orientales por un abultado 4-0, con goles de Lautaro Martínez (a los 18 minutos), Pereyra (a los 53'), Pezzella (a los 82'), y Cervi (a los 90+1').[157]​El martes 16, no obstante, caerían en una reñida contienda ante la verdeamarela por 0-1 en el King Abdullah Sports City de la ciudad de Yeda, luego de que el zaguero de la canarinha Miranda anotara el único y agónico gol del cotejo en tiempo de descuento (90+3').[158]

En noviembre jugó sus últimos encuentros del año ante México de local, en un torneo amistoso patrocinado por Adidas, marca que viste a ambas escuadras. El viernes 16, el combinado nacional disputó su primer partido ante el conjunto tricolor en el Mario Alberto Kempes de la ciudad de Córdoba. Allí obtuvo una victoria por 2-0, con goles de Funes Mori (a los 44 minutos) e Isaác Brizuela (a los 83', en contra).[159]​El martes 20, Argentina jugó su segundo cotejo ante los aztecas en el Malvinas Argentinas de la ciudad de Mendoza, donde triunfó nuevamente por 2-0, con goles de Icardi (a los 2 minutos), y Dybala (a los 87'), finalizando la ronda con un marcador global de 4-0, y dando así por concluido el interinato de Scaloni.[160]

Bajo la tutela de Scaloni, la selección disputó seis partidos de carácter amistoso, sumando cuatro victorias, un empate, y una derrota, marcando un total de once goles y solo recibiendo uno en contra. Uno de los aspectos más destacados de este periodo fue la ausencia de Lionel Messi y otros denominados históricos, como Ángel Di María, Sergio Agüero, Gonzalo Higuaín, y Éver Banega, aunque Scaloni sí incluyó en sus filas a algunos experimentados, como el guardameta Sergio Romero y el defensor Nicolás Otamendi.[161]

Debidos al saldo positivo que logró, y la buena imagen que cosechó entre los jugadores convocados y la dirigencia de la Asociación del Fútbol Argentino, Scaloni se perfiló para ser nominado como el entrenador definitivo de la selección nacional, hecho que efectivamente se concretó el 29 de noviembre, día en que su continuidad fue asegurada hasta la Copa América 2019 por el presidente de AFA, Claudio Tapia, quien le brindó su apoyo y también una opción de extensión de contrato hacia la Copa América 2020.[162]​ La designación también fue respaldada por el director de selecciones nacionales, César Luis Menotti, cuando este asumió dicho cargo en enero de 2019.

Ya confirmado como el entrenador oficial de la selección mayor, Scaloni acompañó a Tapia al sorteo de grupos de la Copa América 2019 en representación de Argentina, y dio su lista de convocados para la doble tanda de amistosos de marzo de 2019 el jueves 7 de ese mes, la novedad siendo el retorno de Lionel Messi, ausente desde la derrota y posterior eliminación ante Francia en los octavos de final de la Copa Mundial FIFA de 2018.

El 22 de marzo, Argentina enfrentó a Venezuela en su primer encuentro por fecha FIFA en el Wanda Metropolitano de la ciudad de Madrid, España, donde el equipo cayó por un sorpresivo 1 a 3. El elenco gaucho mostró una tenue mejoría cuatro días más tarde al medirse con Marruecos, consiguiendo derrotar en condición de visitante a la escuadra africana por un ajustado 1 a 0 en el Estadio de Tánger con una formación alternativa.

El viernes 7 de junio, el representativo nacional disputó otro partido amistoso ante Nicaragua en el estadio Bicentenario de la ciudad de San Juan, donde consiguió una victoria por 5 a 1.

El jueves 20 de diciembre de 2018, tras la publicación del último ranking FIFA del año, la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) definió los copones para el sorteo de grupos de la Copa América 2019, a celebrarse el 24 de enero de ese año. El seleccionado argentino, ubicado en la undécima posición en la lista, quedó como tercera cabeza de serie para el certamen regional, junto a Brasil (3º) y Uruguay (7º).[163]​El 24 de enero, luego de la realización del sorteo de grupos en Río de Janeiro, Argentina quedó encuadrada como cabeza de serie del grupo B, junto a Colombia, Paraguay, y el invitado de la AFC, Catar, vigente campeón de la Copa Asiática.[164]

El martes 21 de mayo de 2019, el entrenador Scaloni anunció la lista definitiva de 23 convocados al certamen continental.

El sábado 15 de junio, Argentina realizó su debut en la Copa América por el grupo B ante Colombia en la Arena Fonte Nova de Salvador de Bahía, cayendo con una pálida imagen por un resultado de 0 a 2, con goles de Roger Martínez (71' ST) y Duván Zapata (86' ST) para los cafeteros. El miércoles 19 de junio, el seleccionado disputó su segundo encuentro ante Paraguay en el Mineirão de Belo Horizonte, donde rescató un empate 1 a 1 y sin mostrar una mejoría significativa en su rendimiento. Allí los goles fueron realizados por Lionel Messi (de penal, a los 57' ST), para el representativo nacional y Richard Sánchez (37' PT) para la albirroja. El domingo 23 de junio, en la última fecha por la primera ronda, la celeste y blanca enfrentó al invitado Catar en el Arena do Grêmio de Porto Alegre, logrando una victoria por 2 a 0, con goles de Lautaro Martínez (4' PT) y Sergio Agüero (82' ST). Dicho marcador le alcanzó para obtener la clasificación a los cuartos de final de la competición como segundo de su grupo, con cuatro puntos.

El viernes 28 de junio, Argentina se midió ante Venezuela por cuartos de final en el mítico Maracaná de Río de Janeiro, donde nuevamente obtuvo un triunfo por 2 a 0, con goles de Martínez (10' PT) y Giovani Lo Celso (74' ST), consiguiendo así el pase a semifinales y entrando entre los cuatro mejores del torneo.

El martes 2 de julio, la selección enfrentó al anfitrión Brasil en la primera llave de semifinales de la competición, en lo que fue un encuentro muy anticipado tanto por la prensa deportiva como por la hinchada de ambos países. Allí Argentina mostró considerablemente su mejor faceta a lo largo del torneo, aunque no pudo evitar la eliminación ante el local, que triunfó por un escueto 2 a 0, con goles Gabriel Jesus (19' PT) y Roberto Firmino (71' ST), ambos de contragolpe. Un punto muy controversial de este partido fue el arbitraje del ecuatoriano Roddy Zambrano, cuya actuación fue acusada de localista y sesgada por los visitantes, particularmente por evitar el uso del VAR en dos discutidas jugadas en las que los jugadores argentinos consideraron que el juez debió pitar penal.

Cerrando su participación en la Copa América, el sábado 6 de julio Argentina enfrentó a Chile (quien venía de perder su llave de semifinales por 0 a 3 con Perú) en el partido por el tercer puesto. El seleccionado quedó en el podio de la competición como la tercera mejor selección al conseguir una victoria por 2 a 1, con goles de Agüero (12' PT) y Paulo Dybala (22' PT) para la albiceleste, y Arturo Vidal (59' ST, de penal) para la roja.

Tras los aplazamientos de las primeras fechas de eliminatorias en marzo y septiembre por la Pandemia de COVID-19, la Conmebol en conjunto con la FIFA decidieron que las eliminatorias sudamericanas al mundial de 2022 comenzaran en el mes de octubre con las fechas 1 y 2 donde el 8 de octubre.

La selección comenzó su camino al mundial recibiendo en Buenos Aires a Ecuador donde venció por 1-0 con gol de Lionel Messi de penal mostrando una pálida imagen. En la segunda fecha, la Albiceleste viajó a la altura de La Paz para jugar ante Bolivia mejorando su estilo de juego y donde vencería después de 15 años a los del altiplano por 1-2 con goles de Lautaro Martínez y Joaquín Correa para la Albiceleste mientras que los bolivianos descontaron a través de Marcelo Moreno. Llegó así a 6 unidades quedando en la 2° posición detrás de Brasil por diferencia de gol.

En noviembre, la selección disputó la tercera fecha el 12 de noviembre contra Paraguay como local, en donde empataron 1:1 en un partido tenso y envuelto en polémica debido a un gol anulado a Lionel Messi y un fuerte rodillazo propinado por Ángel Romero contra Exequiel Palacios que no fue sancionado por el árbitro. Finalmente se jugó la fecha 4 el día 17 de noviembre contra Perú en Lima, en donde tras dos goles de Nicolás González y Lautaro Martínez, respectivamente, consiguió que la selección gane 2:0 contra los locales, terminando invictos y en el segundo puesto de la liguilla finalizando así, el año 2020, además de tener el mejor arranque en clasificatorias desde el año 2000.

A continuación una lista de los últimos y próximos encuentros que tendrá La Albiceleste.

El uniforme de la selección argentina se compone de una camiseta blanca con dos franjas celestes (que sobresalen tanto adelante como atrás), un pantalón azul Francia con rectas celestes y blancas, y medias blancas con detalles celestes; además, un sello inspirado en el Escudo de la República se posa sobre una de sus mangas. El uniforme alternativo se compone de un conjunto completamente negro, con tres bandas celestes y blancas a los costados de la camiseta, y tres líneas de los mismos colores a los costados del pantalón.

Para la Copa Mundial de Fútbol de 2010, y coincidiendo con el bicentenario nacional, la marca Adidas rediseñó el uniforme. El diseñador argentino Martín Tibabuzo fue el encargado del nuevo diseño que cuenta con numerosos homenajes a diseños históricos, especialmente al modelo utilizado en el Mundial de México 1986.[165][166]

El seleccionado argentino juega la mayoría de sus partidos de local en el Estadio Antonio Vespucio Liberti, también conocido como «El Monumental», propiedad del Club Atlético River Plate. Está ubicado en la ciudad de Buenos Aires, la capital del país, y posee una capacidad máxima para 64 700 espectadores sentados, aunque se han registrado partidos en los que se superó esa cantidad. Fue inaugurado el día 25 de mayo de 1938. Allí ha obtenido a lo largo del tiempo resultados muy favorables, y mantuvo un invicto de casi 20 años sin ser derrotado, desde 1995 en un amistoso contra Brasil 0-1[167]​ hasta octubre de 2015 por las eliminatorias a la Copa Mundial de 2018 contra Ecuador, por 0-2.[168]​ Si bien Argentina ha rotado su sede en algunos amistosos o en las eliminatorias, el Estadio Monumental es el que albergó más partidos en su historial.

En él se han desarrollado muchos eventos futbolísticos, tales como el Campeonato Sudamericano 1946, el Campeonato Sudamericano 1959, la Copa Mundial de Fútbol de 1978 y dos ediciones de la Copa América: 1987 y 2011.

La selección argentina cuenta con un predio de 48 hectáreas ubicado en Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires. El predio cuenta con tres complejos de alto nivel: uno de ellos lo utiliza la selección mayor, otro las selecciones juveniles y el tercero de apoyo logístico.



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