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Egberto de Wessex











Egbert (771/775–839), también escrito Ecgberht, Ecgbert, o Ecgbriht, fue rey de Wessex desde 802 hasta su muerte en 839. Su padre fue Ealhmund de Kent. En la década de 780, Egbert se vio obligado a exiliarse por causa de Offa de Mercia y Beorhtric de Wessex, pero a la muerte de este último recuperó el trono.

Poco se sabe acerca de los primeros 20 años de su reinado, pero se piensa que fue capaz de mantener la independencia de Wessex frente a sus poderosos vecinos mercianos, que por aquel entonces dominaban el sur de Inglaterra. En 825, Egbert derrotó a Beornwulf de Mercia en la batalla de Ellandun, poniendo fin a la hegemonía de Mercia y consiguiendo el control sobre las posesiones de Mercia en el sureste de Inglaterra. En 829, Egbert derrotó a Wiglaf de Mercia y le expulsó de su reino, gobernando Mercia directamente durante un tiempo. Ese mismo año, el Rey de Northumbria se sometió a Egbert en Dore. La Crónica anglosajona describiría posteriormente a Egbert como Bretwalda o "Gobernador de Britania".

Egbert fue incapaz de mantener su posición dominante, y al cabo de un año Wiglaf recuperó el trono de Mercia. No obstante, Wessex retuvo el control de Kent, Sussex y Surrey; Egberto entregó estos territorios a su hijo Ethelwulfo para que los gobernara en su nombre. A la muerte de Egbert en 839, Ethelwulfo le sucedió y estos territorios fueron finalmente absorbidos por Wessex a la muerte de Ethelwulfo en 858.

Se le considera como el fundador de la actual familia real británica[1]​; su nieto Alfredo el Grande (r. 871–899) fue coronado como Rey de los anglosajones en el 886, y luego, en el 927, su nieto Athelstan (r. 924–939) logró la unificación de toda la Heptarquía anglosajona en un único reino: Inglaterra.

Los historiadores no se ponen de acuerdo sobre la ascendencia de Egberto. La versión más antigua de la Crónica Anglosajona, la Crónica Parker, abre con una explicación de la genalogía que traza los orígenes de Ethelwulfo, hijo de Egberto, hasta Cerdic de Wessex (467–534), supuesto fundador de la Casa de Wessex.[2]​ La descendencia desde Ine de Wessex (670–726) fue aceptada por el historiador británico Frank Stenton, mientras que su ascendencia hasta Cedric no.[3]​ Heather Edwards en su Diccionario de Biografía Nacional afirma que Egbert era de origen kentiano (debido a la procedencia de su padre, Ealhmund de Kent) y que sus orígenes de sajón occidental pudieron fabricarse durante su reinado con el fin de darle mayor legitimidad,[4]​ mientras que Rory Naismith considera más probable que "Egberto procediera de una estirpe real sajona occidental".[5]​ Si bien las teorías de su origen son variadas, la mayoría coinciden en que su vínculo con Cerdic fue completamente inventado, lo que convertiría a Egberto en el primer miembro legítimo de la familia real británica.

El nombre de la esposa de Egberto es desconocido. Una crónica del siglo XV que se custodia en la Universidad de Oxford nombra a su mujer como Redburga, supuestamente emparentada con Carlomagno con la que contrajo matrimonio al ser desterrado a Francia, pero esto está descartado por los expertos a la vista de su tardía fecha.[6]​ Se cree que tuvo una hermanastra llamada Alburga, posteriormente reconocida como santa por haber sido la fundadora de la abadía de Wilton. Estuvo casada con Wulfstan, conde de Wiltshire, y entró en Wilton a la muerte de su esposo en 802.[7]​ En algún momento se le consideró el padre de Edita de Polesworth y Æthelstan de Kent.

Offa de Mercia, que reinó entre los años 757 y 796, era la fuerza dominante en la Inglaterra anglosajona en la segunda mitad del siglo VIII. La relación entre Offa y Cynewulf, que fue rey de Wessex entre 757 y 786 no está muy documentada, pero parece probable que Cynewulf mantuviera cierta independencia con respecto a Mercia. Las pruebas de las relaciones entre ambos monarcas vienen de diplomas que otorgaban tierras a seguidores o a la iglesia, y en los que los reyes figuraban como testigos que tenían poder para conceder esas tierras. En algunos casos un rey aparecería en los documentos como subregulus o "subrrey", dejando claro que tenía otro monarca por encima suyo.[8][9]​ Cynewulf aparece mencionado como "Rey de los Sajones Occidentales" en un diploma de Offa de 772;[10]​ y sabemos que fue derrotado por Offa en una batalla en 779 en Bensington, pero no hay nada que sugiera que Cynewulf no fuera su propio amo, y no hay constancia de que reconociera a Offa como su señor.[11]​ Offa tenía influencia en el sureste del país: un diploma de 764 nos lo muestra en compañía de Heaberht de Kent, sugiriendo que la influencia de Offa contribuyó a colocar a Heahberht en el trono.[12]​ El control de Offa sobre Kent entre 765 y 776 es una cuestión de debate entre historiadores, pero parece que entre 776 y 784, los reyes de Kent disfrutaron independencia substancial de Mercia.[12][13]

Otro Egberto, Egberto II de Kent, gobernó el reino durante la década de los 70; se le menciona por última vez en 779, en un diploma firmado en Rochester.[12]​ En 784 un nuevo rey de Kent, Ealhmund, aparece en la Crónica anglosajona. Según una nota en el margen, "este Ealhmund era el padre de Egberto [de Wessex], Egberto era el padre de Æthelwulf." Esto se ve confirmado en el prefacio genealógico del texto A de la Crónica. Este prólogo probablemente data de finales del siglo IX; la nota marginal está en el manuscrito F de la Crónica, que es una versión cantiana del año 1100.[14]

Ealhmund no parece haber tenido un reinado extenso: no hay registros de sus actividades más allá de 784. Hay, por otro lado, extensas pruebas de la dominación de Offa durante la parte final de la década de 780, con el propósito de anexionarne el reino más allá de conseguir su mero dominio,[12]​ y ha sido descrito como "el rival, no el señor de los reyes de Kent"".[15]​ Es posible que el joven Egberto huyera a Wessex en torno a 785; es sugerente que la Crónica menciona en una entrada posterior que Beorhtric, sucesor de Cynewulf, ayudara a Offa a exiliar a Egberto.[12]

Cynewulf fue asesinado en 786. Su sucesión fue disputada por Egberto, pero fue derrotado por Beorhtric, puede que con apoyo de Offa.[16][17]​ La Crónica recuerda que Egberto pasó tres años en Francia antes de alcanzar el trono, exiliado por Beorhtric y Offa. El texto dice "iii" por tres, pero puede tratarse de un error de transcripción, donde el texto correcto sería "xiii", trece,. Beorhtric reinó durante dieciséis años, y no trece: y todos los textos de la Crónica coinciden en "iii", pero muchos estudios modernos asumen que Egberto pasó realmente trece años en Francia. Esto requiere asumir que este error de transcripción es común en todos los manuscritos de la Crónica; muchos historiadores lo asumen, pero otros lo consideran improbable dada la consistencia de las fuentes.[18]​ En cualquier caso, Egberto se exilió posiblemente en 789, cuando Beorhtric, su rival, se casó con la hija de Offa de Mercia.[19]

Durante la época de su exilio, Carlomagno gobernaba en Francia y la influencia franca se dejaba notar en Northumbria y del que se sabe que apoyaba a los enemigos de Offa en el sur. Otro exiliado en Galia en la época era Odberht, un sacerdote que fue, con casi toda seguridad, Eadberht, que más tarde llegaría a ser rey de Kent. Según un cronista posterior Guillermo de Malmesbury, Egberto aprendió las artes del gobierno durante su estancia en las Galias.[20]

La dependencia de Beorhtric de Mercia continuó durante el reinado de Coenwulf de Mercia, que ascendió al trono de Mercia pocos meses después del fallecimiento de Offa.[11]​ Beorhtric falleció en 802, y Egberto alcanzó el trono de Wessex, posiblemente gracias al apoyo de Carlomagno y quizá también del papado.[21]​ Los mercianos continuaron oponiéndose a Egberto: el día de su coronación, los Hwicce (que originalmente habían formado un reino aparte, pero que en la época formaban parte de Mercia) iniciaron un ataque dirigido por su ealdorman, Æthelmund. Weohstan, un ealdorman de Wessex, les salió al paso desde Wiltshire:[14]​ según una fuente literaria del siglo XV, Weohstan estaba casado con Alburga, hermana de Egberto, por lo que era el cuñado del rey.[22]​ Los Hwicce fueron derrotados, aunque Weohstan perdió la vida, al igual que Æthelmund.[14]​ Nada más ha quedado registrado sobre la relación de Egberto con Mercia en los siguientes veinte años tras la batalla. Parece probable que Egberto no tuviera influencia alguna más allá de sus fronteras pero, por otro lado, no hay evidencia de que se sometiera al señorío de Cenwulg. Cenwulf disfrutó de la hegemonía sobre todo el resto del sur de Inglaterra, pero en los diplomas de Cenwulf, el título de "Señor de los ingleses del sur" nunca se menciona, presumiblemente como consecuencia de la independencia de Wessex.[23]

En 815 la Crónica Anglosajona, registra que Egberto asoló todos los territorios del restante reino británico, Dumnonia, conocido para el autor de la crónica como Galés del Oeste; su territorio equivalía al actual Cornualles.[14][24]​ Diez años después, un diploma fechado el 19 de agosto de 825 indica que Egberto es encontraba acampado nuevamente en Dumnonia; esto pudiera tener relación con una batalla mencionada en la Crónicaen Gafulford en 823, entre los hombres de Devon y los britanos de Cornualles.[25]

Fue también en 825 cuando tuvo lugar una de las batallas más importantes de la Inglaterra anglosajona; Egberto derrotó a Beornwulf de Mercia en Ellandun - actual Wroughton, cerca de Swindon. Esta batalla marcaría el fin de la dominación merciana del sur de Inglaterra.[26]​ La Crónica nos cuenta como Egberto logró la victoria: "Entonces, él envió a su hijo Æthelwulf desde el ejército, y Ealhstan, su obispo, y Wulfheard, su ealdorman, a Kent con una gran tropa." Æthelwulf llevó a Baldred, rey de Kent, al norte del Támesis, y, según la crónica, los hombre de Kent, Essex, Surrey y Sussex, todos se sometieron a Æthelwulf "porque anteriormente habían sido forzados indebidamente a alejarse de sus parientes."[14]​ Esto puede hacer referencia a las actuaciones de Offa en Kent en la época en el padre de Egberto, Eahlmund, se convirtió en rey; de ser así, la indicación del cronista puede indicar que Eahlmund tenía ciertas relaciones en el sur de Inglaterra.[21]

La versión de los eventos que nos da la Crónica indica que Baldred fue expulsado poco después de la batalla, pero este quizá no fuera el caso. Un documento de Kent nos de la fecha de marzo de 826 como el tercer año del reinado de Beornwulf. Eso hace probable que Beornwulf aun tuviera autoridad sobre Kent en esta fecha, como señor de Baldred; de donde se infiere que Baldred estaba aparentemente en el poder.[25][27]​ En Essex, Egberto expulsó al rey Sigeredo, aunque la fecha es incierta. Puede haber tenido lugar en 829, ya que un cronista posterior asocia la expulsión con una campaña de Egberto contra los mercianos que tuvo lugar ese año.[25]

La Crónica no dice quien fue el agresor en Ellendun, pero una reciente historia afirma que Beornwulf fue con casi total seguridad el que atacó. De acuerdo a esta visión, Beornwulf pudo haber aprovechado la presencia de Wessex en Dumnonia en el verano de 825. La motivación de Beornwulf para lanzar el ataque habría sido la amenaza de inestabilidad en el sur: las conexiones dinásticas entre Kenty y Wessex convertían a este último en una amenaza para le hegemonía merciana.[25]

Las consecuencias de Ellendun fueron más allá de la pérdida de poder de Mercia en el sureste. Según la Crónica, los Anglos Orientales pidieron la protección de Egberto contra los mercianos ese mismo año, aunque puede que realmente hubiera sido al año siguiente. En 826 Beornwulf invadió Anglia Oriental, presumiblemente para reafirmar su hegemonía. No obstante, resultó muerto y fue su sucesor, Ludeca de Mercia, el que invadió en 827 por las mismas razones. Pudiera ser que los mercianos esperaran contar con el apoyo de Kent: había razones para suponer que Wulfred, el Arzobispo de Canterbury, estaba descontento con el gobierno de Wessex, ya que Egbert había eliminado la moneda emitida por Wulfred y comenzado a acuñar la suya propia en Rochester y Canterbury,[25]​ y es conocido que Egbert incautó propiedades pertenecientes a Canterbury.[28]​ El resultado de Estanglia fue un desastre para los mercianos que confirmó el poder de Wessex en el sureste.[25]

En 829 Egberto invadió Mercia y desterró a su rey Wiglaf. Esta victoria le dio a Egberto el control de la Ceca de Londres, y emitió monedas como Rey de Mercia.[25]​ Tras su victoria, los Sajones Occidentales se refirieron a él como bretwalda, con el significado de "gran gobernante" o "gobernante de Britania", en un famoso pasaje de la Crónica Anglosajona. La parte relevante, en el manuscrito [C] rez:[29]

Traducción:[30]

Los siete anteriores bretwaldas son también citados por el Cronista, que da los siete mismos nombres que cita Beda como tenedores del imperio, empezando por Aelle de Sussex y terminando con Oswiu de Northumbria. Frecuentemente, se considera que la lista está incompleta, omitiendo algunos de los reyes mercianos más dominantes, como Penda y Offa. El significado exacto del título ha sido debatido ampliamente, pero hay pruebas de que implicaba un rol bien definido como jefe militar.[31]

Más tarde en 829, y según la Crónica Anglosajona, Egberto recibió la sumisión de los northumbrianos en Dore, en la actualidad un suburbio de Sheffield; el rey de Northumbria era posiblemente Eanredo.[32]​ Según un cronista posterior, Roger de Wendover, Egberto invadió Northumbria y la saqueó antes de la sumisión del Eanredo: "Cuando Egberto hubo obtenido todos los reinos del sur, dirigió un gran ejército hacia Northumbria y devastó la provincia con severos pillaje, e hizo que el rey Eanredo pagara tributo." Roger de Wendover es conocido por haber incorporado los anales de Northumbria en su versión; la Crónica no menciona estos eventos.[33]​ Sin embargo, la naturaleza de la sumisión de Eanredo ha sido cuestionada: un historiador ha sugerido que es más probable que la reunión de Dore representara un mutuo reconocimiento de soberanía.[34]

En 830 Egberto dirigió con éxito una expedición contra los galeses, casi con seguridad en un intento de extender la influencia de Wessex dentro de las tierras galesas previamente dentro de la órbita de Mercia. Dicho acontecimiento supuso el punto álgido de la influencia de Egberto.[25]

En 830, Mercia recuperó su independencia bajo Wiglaf: la Crónica se limita a informar de que Wiglaf «obtuvo el reino de Mercia de nuevo»,[14]​ pero la explicación más probable es que eso fuera el resultado de una rebelión merciana contra el gobierno de Wessex.[35]

El dominio de Egberto sobre el sur de Inglaterra concluyó con el regreso al poder de Wiglaf. El regreso de Wiglaf vino seguido por evidencias de su independencia de Wessex. Los diplomas indican que Wiglaf tenía autoridad en Middlesex y Berkshire, y en un diploma de 836 Wiglaf utiliza la expresión «mis obispos, duces y magistrados» para describir a un grupo que incluía once obispos de la diócesis de Canterbury, incluidos obispos de sedes en territorio de Wessex.[36]​ Es significativo que Wiglaf aún fuera capaz de convocar a semejante asamblea de notables; los Sajones Occidentales, incluso en el caso de que fueran capaces de hacerlo, no celebraban semejantes concilios.[28][37]​ Puede que Wiglaf consiguiera poner a Essex nuevamente en la órbita merciana durante años una vez recuperó su trono.[25][38]​ En Estanglia, el rey Æthelstan acuñó monedas tras el declive de Egberto. Esta demostración de independencia por parte de Estanglia no es sorprendente, teniendo en cuenta que Æthelstan posiblemente fuese responsable de la derrota y muerte tanto de Beornwulf como de Ludeca.[25]

Tanto el ascenso repentino de Wessex a finales de los años 820, como su posterior fracaso a la hora de mantener la posición dominante, han sido examinados por historiadores en busca de las causas subyacentes. Una explicación plausible de los acontecimientos es que la fortuna de Wessex dependía en parte del apoyo carolingio. Los francos apoyaron a Eardwulfo de Northumbria cuando recuperó el trono de Northumbria en 808, así que es razonable pensar que también apoyaron a Egberto en 802. En la Pascua de 839, no mucho antes de la muerte de Egberto, éste estaba en contacto con Luis el Piadoso, rey de los Francos, para obtener un salvoconducto hacia Roma. De aquí se infiere que pudo existir una relación continua con el Imperio Franco parece haber sido una tónica habitual de la política del sur de Inglaterra durante la primera mitad del siglo IX.[25]

El apoyo carolingio pudo haber sido uno de los factores que ayudaron a Egberto a obtener sus éxitos militares. Sin embargo las redes comerciales francas se derrumbaron en algún momento de la década de 820 u 830; además, en febrero de 830 se desató una violenta rebelión contra Luis el Piadoso, la primera de una serie de conflictos internos que durarían toda la década siguiente. Estos problemas pudieron dificultar la ayuda de Luis al monarca sajón. La pérdida de la influencia franca contribuiría a un nuevo equilibrio entre Estanglia, Mercia y Wessex sin injerencia externa.[25]

Pese a la pérdida de influencia, los éxitos militares de Egberto alteraron dramáticamente el paisaje político de la Inglaterra anglosajona. Wessex retuvo el control de los reinos del sureste de la isla, con la posible excepción de Essex, y Mercia no recuperó el control de Anglia Oriental.[25]​ Las victorias de Egberto marcaron el fin de la existencia independiente de Kent y Sussex. Los territorios conquistados fueron administrados como subreinos durante un tiempo, incluyendo Surrey y, posiblemente Essex.[39]​ Aunque Æthelwulf fue un virrey bajo Egberto, está claro que mantuvo su propia casa real, la cual viajaba junto a él por todo el reino. Diplomas emitidos desde Kent describen a Egberto y Æthelwulfo como "reyes de los Sajones Occidentales y del pueblo de Kent." A la muerte de Æthelwulf en 858, su testamento, en el que se deja Wessex a uno de sus hijos y Kent a otro, deja claro que no fue hasta 858 cuando ambos reinos se integraron completamente.[40]​ Mercia continuó siendo una amenaza, sin embargo; Æthelwulf, el hijo de Egberto, establecido como rey de Kent, concedió propiedades a la Iglesia, posiblemente a Canterbury, para contrarrestar la influencia de los mercianos.[25]

En el suroeste, Egbert fue derrotado en 836 en Carhampton por los Daneses,[14]​ pero en 838 consiguió derrotarlos a ellos y a sus aliados galeses en la Batalla de Hingston Down en Cornualles. La línea real de Dumnonian se mantuvo tras este hecho, pero en esta fecha se puede dar por finalizada la independencia de uno de los últimos reinos británicos.[25]​ Los detalles de la expansión anglosajona en Cornualles son bastante escasos, pero podemos encontrar evidencias toponímicas.[41]​ El río Ottery, que fluye hacia el este hasta el Tamar cerca de Launceston, parece haber sido una frontera: al sur del Ottery, los nombres de lugar son mayoritariamente córnicos, mientras que al norte están mucho más influidos por los recién llegados ingleses.[42]

En un concilio en Kingston upon Thames en 838, Egberto y Æthelwulf concedieron tierras a las sedes de Winchester y Canterbury a cambio de la promesa de apoyar las pretensiones al trono de Æthelwulf.[28][36][43]​ El arzobispo de Canterbury, Ceolnoth, aceptó también a Egberto y Æthelwulf como protectores de los monasterios que se hallaban bajo su jurisdicción. Estos acuerdos, junto con un diploma posterior en el que Æthelwulf confirmaba privilegios para la iglesia, sugieren que la iglesia había reconocido a Wessex como el nuevo poder político con el que negociar.[25]​ Los clérigos consagraron al rey en ceremonias de coronación y ayudaron a escribir los testamentos que designaban a los herederos; su apoyo tenía valor a la hora de establecer el control de los sajones occidentales y una sucesión tranquila para la estirpe de Egberto.[44]​ Ambos, el registro del Concilio de Kingston y otro diploma del mismo año, incluían idénticas condiciones: que, a condición de la concesión de tierras es que «nosotros mismos y nuestros herederos disfrutarán de la amistad firme e inquebrantable del Arzobispo Ceolnoth y su congregación de la Iglesia de Cristo».[43][45][46]

Aunque no conocemos otros posibles pretendientes al trono, es probable que existieran otros sucesores de Cerdic (el supuesto ancestro de todos los reyes de Wessex) que podrían haber disputado la corona. Egberto murió en 839, y su testamento, de acuerdo al relato que hace su nieto Alfredo el Grande, deja tierras sólo a los miembros masculinos de su familia, de modo que las propiedades no pudieran ser segregadas por bodas. La riqueza de Egberto, adquirida a través de la conquista, es sin duda una de las causas por las que pudo ganarse el apoyo de la iglesia.[44]​ La corona de Wessex había sido objeto de frecuentes disputas entre las numerosas ramas de la familia real, y la habilidad de Egberto para lograr que su hijo le sucediera de una manera tranquila supone un gran logro por su parte.[44]​ Además, la experiencia adquirida por Æthelwulf durante su periodo al frente de Kent sin duda resultó muy valiosa para él cuando ocupó el trono de Wessex.[47]

Egberto fue enterrado en Winchester, al igual que su hijo Æthelwulf, su nieto Alfredo el Grande, y su bisnieto Eduardo el Viejo. Durante el siglo IX, Winchester comenzó a urbanizarse y es probable que la serie de enterramientos indicaran la consideración que la familia real de Wessex tenía hacia esa sede.[48]


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