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El Coco



El coco, cuco o cucuy es una criatura ficticia de origen ibérico, caracterizado como asustador de niños, con cuya presencia se amenaza a los niños que no quieren dormir. La expresión cuco es preferida en Chile, Argentina, Bolivia, Nicaragua, Cuba,[1]Ecuador,[1]Panamá,[2]Perú, Puerto Rico, Uruguay y República Dominicana. En Portugal, España, Costa Rica, Colombia, México, Guatemala y Venezuela y El Salvador se prefiere la palabra coco. En Brasil existen seres folclóricos similares como la «cuca» y el bicho-papão,[3]​ y en Paraguay cucu. En Bulgaria es el terrible "Torbalan". En Noruega y Dinamarca se le conoce como el "Bussemanden" y en Finlandia como el "Mörkö".[4]

Para el nombre de este personaje y su caracterización se han sugerido muchas posibilidades, desde el latín coquus, 'cocinero', hasta el náhuatl kojko, 'daño'. El etimólogo Joan Corominas afirma en su obra Breve diccionario etimológico de la lengua castellana que los hombres del almirante portugués Vasco de Gama llamaron así al fruto homónimo por comparación de la cáscara y sus tres agujeros con una cabeza con ojos y boca, como la del coco.[5]

Parece tratarse de un vocablo expresivo que ha surgido en muchas lenguas distintas de forma paralela, generalmente con el sentidode «objeto esférico». Así, en griego antiguo existe ya la voz kókkos, «grano, pepita». Son voces de formación paralela, entre otras, el italiano còcco o cucco («huevo»), el francés coque («cáscara de huevo»). En euskera existe también la palabra «Koko». , que en español equivale a coco, fantasma o duende.

La forma cuco, mayoritaria en el Cono Sur y ciertas áreas de Centro América, puede deberse a un cruce entre el coco europeo y alguna deidad de origen africano (el diablo bantú Kuku) o maya (el dios Kukulcan).

También se postula que es una deformación de la palabra cucurucho[cita requerida] que es el nombre del capirote que usaban los condenados por la inquisición en sus manifestaciones callejeras y asustaban a los niños físicamente por la forma grotesca que tiene y psicológicamente por ser personas "malas" frente a la Iglesia Católica.

Existen otras variantes: en México se encuentra la forma Kukui (en Zacatecas, Michoacán y también en Nuevo México, en Estados Unidos), escrita a veces Kookooee para acomodarse a la pronunciación inglesa. En la zona estadounidense, los chicanos emplean con frecuencia el nombre Cocoman (en paralelo al Sacoman u Hombre del saco). En Cuba, el Coco alarga su nombre en Cocorícamo. En Perú, la forma Cucufo es uno de los nombres del Diablo en persona. En España la forma "Coco" es la más usada, pero también son conocidos como asustadores el Cocón y la Cucala, así como el Coco Cirioco[cita requerida].

Hasta ahora, el testimonio más antiguo en lengua castellana que se conoce de la palabra coco se encuentra en el Cancionero de Antón de Montoro, de 1445. Allí se leen estos versos:

En el norte de Portugal el coco es representado por un dragón[cita requerida]. En la villa de Monção, conocida como la tierra del coco (terra da coca), se le llama la "Santa Coca" o "Coca Rabixa". En la fiesta del Corpus Christi, el coco es el dragón que lucha contra San Jorge.

El poeta Federico García Lorca señaló, a propósito del Coco, que

El Coco tiene, en efecto, un papel muy importante en las nanas o canciones de cuna, una forma poética que el folclorista chileno Oreste Plath describe como compuesta de adulo y amenaza.[cita requerida] Aunque el texto de Antón de Montoro deja claro que el personaje era ya bien conocido en el siglo XV, la nana más antigua sobre el Coco que se conoce es del siglo XVII, y se encuentra en una obra dramática, el Auto de los desposorios de la Virgen, de Juan Caxés. Dice así:

La versión más conocida, cantada con la melodía de la canción de cuna Rock-a-bye Baby, tiene su rima en "á":

La variante más significativa de esta nana es la que cambia parte del último verso: te llevará.

En Puerto Rico y República Dominicana, donde se prefiere la forma Cuco, se cambia levemente la nana para adecuarse a la rima:

La rima en ó-o, presente en la nana recogida por Caxés, reaparece en esta otra variante muy popular:

En la provincia de Cuenca, España, el folclorista Pedro C. Cerrillo ha recogido algunas nanas sobre el coco menos conocidas, como la vehemente:

y la maliciosa:

ambas recogidas en la localidad conquense de Sisante.

En otra variante, recogida en Madrid, el Coco es un robacunas:

Una de las más antiguas canciones de cuna conocidas que hace referencia al coco es portuguesa, y se la puede encontrar en el Auto da Barca do Purgatório (1518), de Gil Vicente, donde un niño identifica al diablo como siendo el "coco":[7]

En las Décadas da Ásia (1563), João de Barros describe cómo el nombre de la fruta «coco» se originó en la tradición portuguesa:[8]

La poetisa Isabel Escudero ofrece su propia creación sobre el mismo molde de las canciones de cuna:

También Gloria Fuertes da una vuelta de tuerca a la copla en su conmovedora «Nana al niño que nació muerto»:

En Chile, la poetisa Gabriela Mistral escribió un poema titulado "El Cuco", en el que extraña al "cuco de sus infancias":



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