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Elena Poniatowska



¿Qué día cumple años Elena Poniatowska?

Elena Poniatowska cumple los años el 19 de mayo.


¿Qué día nació Elena Poniatowska?

Elena Poniatowska nació el día 19 de mayo de 1932.


¿Cuántos años tiene Elena Poniatowska?

La edad actual es 91 años. Elena Poniatowska cumplirá 92 años el 19 de mayo de este año.


¿De qué signo es Elena Poniatowska?

Elena Poniatowska es del signo de Tauro.


Hélène Elizabeth Louise Amélie Paula Dolores Poniatowska Amor (París, 19 de mayo de 1932), conocida profesionalmente como Elena Poniatowska, es una escritora, periodista y activista mexicana nacida en Francia. Su obra literaria tiene una marcada orientación social y política en la cual destacan sus crónicas bajo la fórmula, que se ha venido a denominar, de polifonía testimonial. Su trabajo más reconocido es La noche de Tlatelolco, una colección de recuentos sobre la masacre en la Plaza de Tlatelolco durante el 2 de octubre de 1968. Ha recibido multitud de reconocimientos y premios internacionales y nacionales, entre los que destaca el Premio Cervantes en el año 2013.

Hija de Jean E. Poniatowski — Jean Jose Evremond Sperry Poniatowski y de la mexicana María de los Dolores Amor Escandón, (conocida como Paula Amor), Elena Poniatowska Amor nació en Francia el 19 de mayo de 1932 con el nombre de Hélène Elizabeth Louise Amélie Paula Dolores Poniatowska. Su madre había nacido en 1913 en México en el seno de una familia porfiriana exiliada tras la Revolución mexicana. Su abuelo Andreas era tataranieto de Kazimierz Poniatowski, hermano de Estanislao II Poniatowski, rey de la República de las Dos Naciones, país que era una monarquía electiva y no hereditaria; su abuela paterna era estadounidense. [nota 1][1]​ Por el lado materno tiene ascendencia rusa.[nota 1]

Es sobrina de la poeta mexicana Pita Amor (1918-2000); su familia cuenta con antepasados ilustres como un arzobispo, un músico y algunos escritores más. Debido a sus ideas y ascendencia, se la conoce también como La Princesa Roja.[2]

La familia de Elena Poniatowska emigró de Francia a México, como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial. Elena llegó a los diez años de edad con su madre y su hermana Sofía (Kitzya) a la Ciudad de México. Mientras, el padre continuaba combatiendo para reunirse con ellas acabada la contienda.[3]

En México, hacia 1943, ambas niñas aprendieron el español de su nana Magdalena Castillo. Continuó sus estudios de primaria en el Windsor School y estudió un año en el Liceo de México; mantuvo su nivel de francés por las clases que les impartía la profesora Betie Sauve y aprendió, junto a su hermana, piano y danza. Jan, el hermano pequeño de Elena y Sofía, nació en 1947.

En 1949, fue enviada a los Estados Unidos para estudiar, primero internada en un colegio católico de Filadelfia, el Convento del Sagrado Corazón de Eden Hall (Torresdale, Pensilvania), y después en el Manhattanville College de Nueva York.[4]

De vuelta en México, Poniatowska estudió taquimecanografía para después trabajar como secretaria bilingüe, pero nunca hizo el bachillerato. Luego decidió dedicarse al periodismo.[2]​ Comenzó en 1953 su carrera periodística. Trabajó primero en el periódico Excélsior, donde firmaba sus crónicas como Hélène. En sus primeras entrevistas, visitó a la cantante Amália Rodrigues, Manuelita Reyes, la pintora María Izquierdo, el escritor Juan Rulfo y a la actriz Dolores del Río. Publicó, durante un año, una entrevista cada día. En esa época empezó a interesarse por cuestiones sociales y por el papel de la mujer mexicana.[5]

En 1954, según testimonió en 2019 sufrió una violación por parte del escritor mexicano Juan José Arreola, que la dejó embarazada[6]

En 1955, comenzó su colaboración en el periódico Novedades, que continuaría durante toda su vida. Escribió para el periódico La Jornada. Sus entrevistas a autores mexicanos y extranjeros alcanzaron gran éxito, y más tarde algunas de ellas se reunieron en Palabras cruzadas (1961) y en Todo México (1990). Poniatowska ha escrito en numerosas publicaciones, tanto nacionales como internacionales. Este año en el que empiezan dichas colaboraciones nació en Roma su primer hijo, Emmanuel. En 1957, recibió una beca del Centro Mexicano de Escritores para jóvenes creadores y, en 1959, entrevistó al astrofísico mexicano Guillermo Haro, con quien contrajo matrimonio en 1968. Un empleo que marcaría su trayectoria literaria es el trabajo que comenzó en 1962 como asistente del antropólogo Oscar Lewis, uno de los fundadores de la escritura testimonial.

El primer libro de ficción que publicó fue Lilus Kikus en 1962, una colección de cuentos, seguida en 1963 por Todo empezó el domingo. En 1965 viajó a Polonia con su madre, y desde allí envió a Novedades una serie de crónicas en las que "cuestionaba el sentido de moral establecido, el de justicia y en general, el absurdo de la vida".[3]

En 1964, escuchó a una mujer gritar desde la azotea de un edificio de la Ciudad de México. Era Josefina Bórquez (1900-1988), la lavandera que le descubrirá el inframundo de la capital. Elena empezó a reunirse con ella cada miércoles para entrevistarle. De las notas de sus diálogos nacerá Hasta no verte Jesús mío (1969).[7]

El reconocimiento internacional le vino con sus libros de testimonios: Hasta no verte Jesús mío, y La noche de Tlatelolco (1971), acerca de la matanza ocurrida el 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas, con este ultimo hubo gran polémica debido a que Luis González de Alba la acuso de haberle robado los testimonios, dicho reclamo duro hasta los últimos días de este autor pues en su ultima columna "Podemos adivinar el futuro..."[8]​ aun recuerda esta traición.

En el año de aquella tragedia nacional, Poniatowska se casó con el astrofísico mexicano Guillermo Haro (1913-1988), con quien tuvo dos hijos más: Felipe en 1968 y Paula en 1970. Pocos meses después, murió su hermano Jan en un accidente automovilístico y el padre de la escritora, que por el impacto emocional, falleció al poco tiempo.[3]​ En 1988 muere Guillermo Haro, su marido. El 19 de septiembre de 1985, un terremoto azota a la Ciudad de México, durante el cual Poniatowska redactaría artículos que formarán más adelante una crónica colectiva publicada en 1988 con el título Nada, nadie, las voces del temblor.[9]

Además de sus obras, Poniatowska ha realizado variadas actividades como visitar numerosas universidades en Estados Unidos y Europa, colaborar con varias publicaciones, escribir prólogos, participar en presentaciones de libros, realizar cortos cinematográficos, ser miembro de la junta editorial de la revista feminista Fem y cofundadora de la Editorial Siglo XXI y de la Cineteca Nacional.

A pesar de sus orígenes aristocráticos, Poniatowska ha sido políticamente de izquierda y una defensora de los derechos humanos que ha influido con sus puntos de vista sobre los sectores intelectuales más prominentes de México. Como dice la editorial Alfaguara, es una «periodista y escritora comprometida» que «a menudo ha puesto su pluma al servicio de las causas más justas».[10]

En las elecciones presidenciales de 2006 apoyó a Andrés López, el candidato de la Coalición Por el Bien de Todos, quien ha sido presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Ante la crítica de algunos sectores, 24 destacados escritores extranjeros, entre los que figuraba el premio Nobel 1998 José Saramago, firmaron una carta en su apoyo. Ese mismo año, participó en julio, junto con otros intelectuales, en la firma de un desplegado que condenaba los ataques israelíes al Líbano.

A partir de 2007, el gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Cultura, instauró el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska, dotado de 500 000 pesos. El ganador de la primera edición de este certamen fue el novelista y licenciado en filosofía mexicano Álvaro Uribe, por su novela Expediente del atentado.

En 2011 se creó la Fundación Elena Poniatowska con los objetivos de organizar, difundir y preservar el archivo histórico de la escritora y su familia, apoyar a los grupos sociales que ha retratado en su obra y promover el debate público sobre la cultura mexicana.[11]​ En 2013 fue galardonada con el Premio Cervantes. Poniatowska es la primera escritora mexicana en obtener el galardón y la cuarta mujer en los 38 años de historia de este premio. Además, el suyo es el quinto Cervantes que recibe un autor o autora de México.[12]

En 2017, Elena Poniatowska participó en el doblaje al español de la película animada de Disney Pixar, Coco, dándole voz a "Socorro 'Coco' Rivera".[13]


La obra de Poniatowska ha sido descrita, según el mismo jurado del Cervantes, como «una brillante trayectoria literaria en diversos géneros, de manera particular en la narrativa y en su dedicación ejemplar al periodismo. Su obra destaca por su firme compromiso con la historia contemporánea. Autora de obras emblemáticas que describen el siglo XX desde una proyección internacional e integradora. Elena Poniatowska constituye una de las voces más poderosas de la literatura en español de estos días».[28]

Poniatowska ha escrito cuentos, novelas, crónica, teatro y poesía. Como creadora, se apoya en los recursos de la entrevista y la investigación periodística e histórica, y quizá por ello su narrativa tiene mucho de testimonio, de reportaje de investigación.[29]

En su obra, destacan las biografías de reconocidas mujeres como Tina Modotti, Angelina Beloff, Leonora Carrington y otras muchas.[12]

Para referirse a las crónicas escritas por Poniatowska, se suele emplear el término de polifonía testimonial, vinculado a una propuesta política de representación. La autora recurre al testimonio para construir la narración, siendo polifónico porque recoge opiniones de distintos personajes que protagonizan los acontecimientos reseñados, habitualmente de perfiles muy diversos. En sus crónicas, los testimonios se entrecruzan y confrontan, con un resultado de contrapunteo. Se trata de un ejercicio de registro no solo de la opinión, sino de la forma de expresarla.[30]

Su uso de la entrevista y el testimonio quizá vino marcado por el trabajo que ejerció como asistente de Oscar Lewis, con el que aprendió a aplicar sus técnicas sociológicas. Sin embargo, Carlos Monsiváis apunta que Poniatowska sortea el prejuicio teórico de "la cultura de la pobreza", precisamente popular gracias a Lewis con su trabajo sobre las vecindades de la Ciudad de México. Pero, desde técnicas semejantes, Poniatowska alcalza conclusiones opuestas que buscan una respuesta moral.[30]

Entre las constantes de su obra encontramos la presencia de la mujer y su visión del mundo, la Ciudad de México con su belleza y sus problemas, las luchas sociales, la vida cotidiana, la literatura, la denuncia de injusticias y la crítica social.

Su bibliografía persigue un consejo de Gabriel García Márquez: «hacer periodismo para no perder tierra, para conocer la vida menuda, donde se encuentran las grandes historias entre lo cotidiano y lo insólito». Octavio Paz señaló que, en su prosa, se descubre el "arte de escuchar".[31]

En sus sonetos a Elena Poniatowska, elaborados en ocasión de la publicación de sus obras reunidas, el poeta José Emilio Pacheco refiere:[33]

Por nosotros y todo se atesora
En tus libros. Su luz más cegadora

Ponitowska no solo es una escritora atenta a grandes acontecimientos, como los hechos de la plaza Tlatelolco en 1968 o el terremoto de México de 1985, sino a los sucesos que penetran en la vida del pueblo silenciado. El drama y la lucha contra el silencio no solo estará presente en un plano político y social, sino también en lo personal, como muestra en Querido Diego, te abraza Quiela, una colección de cartas que no obtienen más que silencio como respuesta.[34]

Tanto sus crónicas urbanas como muchas de sus novelas albergan una representación del silencio de miles de habitantes de la Ciudad de México, aunque también del país completo, cuyas voces son acalladas, según la autora, por una tradición cultural y política que niega la palabra a la población marginada. Para Poniatowska, esta "minusvalía vocal" es consecuencia de los mecanismos de dominación de un sistema hegemónico construido sobre la base de periferias abandonadas. Y no solo denuncia el silencio desde el poder de la Administración, sino también de empresas capitalistas y económicas y del resto de ciudadanía indiferente ante las desigualdades.[30]

Otra característica de su obra es la mezcla entre realidad y ficción. Así como Truman Capote escribió A sangre fría, relatando a partir de personajes a quienes entrevistaba, Poniatowska elabora sus obras de ficción empleando la literatura testimonial.[35]

La desilusión es otro tema habitual en las novelas de la autora. El mexicanista Juan Bruce-Novoa indica que muchas de sus protagonistas aprenden que la sociedad no quiere conocer su intimidad, sino que persigue que se conformen con la imagen que el resto de personas se forma de ellas, que acepten un papel asignado.[36]

Colección de cuentos sobre el universo mágico infantil. Su protagonista es una niña que usa su imaginación para vivir aventuras. Entre sus sueños, está el de poseer uñas de sol para poder leer durante la noche.[37]​ Son los tiernos sueños de una niña llamada Lilus Kikus para quien la vida retoñó demasiado pronto. Lilus sabía poner orden en el mundo solo con estarse quieta, sentada en la escalera espiral de su imaginación, donde sucedían las cosas más asombrosas, mientras con los ojos miraba cómo se esfumaba el rocío y un gato se mordía la cola o crecía la sonrisa de la primavera [...] Todo en este libro es mágico y está lleno de olas de mar o de amor como el tornasol que solo se encuentra, tan solo en los ojos de los niños.[38]

Inspirándose en la vida de Josefina Bórquez, la autora crea a su protagonista: Jesusa Palancares. Se sirve de ella para narrar su vida y sacrificio como mujer oaxaqueña luchando en la Revolución mexicana y, más tarde, viviendo en la pobreza y trabajando en varios empleos, entre ellos sirvienta, obrera y médium.[39]

Narra la matanza estudiantil del 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas, también conocida como Conjunto Habitacional de Tlatelolco, recopilando una serie de testimonios. Estos testimonios recogen el pensamiento y sentimiento de personas a favor y contra el movimiento estudiantil.

Los testimonios empezaron a recogerse en octubre y noviembre de 1968 y continuaron hasta dos años después.[40]​ La película Rojo amanecer, basada en los mismos hechos, reproduce literalmente algunos de estos testimonios.

Novela epistolar en la que se recogen una serie de cartas falsas. Son mensajes para el pintor Diego Rivera de Angelina Beloff, artista mexicana de origen ruso y su primera esposa. Ante la falta de respuesta del pintor, el desarrollo de la novela muestra el dolor debido al fracaso de la relación y el sentimiento de descubrirse víctima de un engaño.[41]​ La obra ha sido publicada en España por la editorial Impedimenta en el año 2014.

Novela con esencia autobiográfica que transmite las impresiones de Mariana, una niña sensible e inteligente que vive fascinada por su madre, Luz. Al iniciar la Segunda Guerra Mundial, la protagonista junto con su hermana Sofía y la madre, abandonan Europa para instalarse en la Ciudad de México al lado de la familia materna y de la comunidad francesa, mientras esperan el regreso del padre que combate en el frente.[42]

Este libro da testimonio de la relación de la autora con Guillermo Haro, astrónomo mexicano. En él, denuncia las dificultades del trabajo científico en países latinoamericanos. Con estilo sobrio y directo, detalla las limitaciones con las que se encuentran, enfrentadas a la devoción y sacrificio por la causa.

Esta obra recibió el Premio Alfaguara en 2001.[43]

Se trata de un libro que aproxima la historia del movimiento ferrocarrilero. Es una biografía ficcionalizada que se inspira en la vida del oaxaqueño Demetrio Vallejo, líder del movimiento ferrocarrilero de 1959 y la causa obrera de México en los años 50, incluyendo la importancia que tuvo el ferrocarril en los pueblos mexicanos y la huelga contra los abusos del Estado y la corrupción de 1959.

La novela se construye con hechos reales y de entrevistas a numerosos ferrocarrileros y sus esposas. Se trata de una mezcla entre lo periodístico y lo narrativo, ya que los textos son una versión de los sucesos reales.[44]

Esta obra recibió el Premio Rómulo Gallegos 2007.

Crónica de los 50 días transcurridos entre agosto y septiembre de 2006 en los que la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México, conocida también como el Zócalo, y las calles adyacentes, estuvieron ocupadas por miles de personas protestando por el presunto fraude electoral que mantuvo a la derecha en el poder.[45]

Elena Poniatowska también ha sido a su vez traductora. Tradujo al español la reconocida novela La Casa en Mango Street de Sandra Cisneros, autora mexicana nacida en Chicago. Se trata de una obra protagonizada por una niña latina que vive en los suburbios de Chicago y, con sus aventuras, refleja las desigualdades e injusticias sociales. La obra de Cisneros, publicada en 1984, ha vendido más de dos millones de ejemplares y es lectura recomendada en los institutos de Estados Unidos.[46]



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Comentarios
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Bertha Ruiz Garcia:
Mi mas profundo reconocimiento a tan ilustre escritora. Yo he sido victima de una injusticia por mas de 40 años y hoy cuando el final de mi vida es inminente yo me pregunto ¿ Y a mi quien me escucha ?
2022-06-06 13:14:36
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