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Enrique Olaya Herrera



Universidad Republicana

Enrique Olaya Herrera (Guateque, 12 de noviembre de 1880- Roma, 18 de febrero de 1937) fue un político colombiano. Fue presidente de Colombia entre 1930 y 1934, siendo el primer liberal en ocupar el cargo luego de la larga estadía de los conservadores en el poder

Enrique Olaya Herrera llegó a la presidencia en representación de una coalición bipartidista conocida como Concentración Nacional. Pertenecía a una familia liberal y como tal participó en la Guerra de los Mil Días.

Su gobierno tuvo que manejar el problema económico que llevó al país al derrumbamiento de capitales, después de la Gran Depresión de 1929, que fue mundial y tuvo repercusiones en Colombia. Olaya Herrera inició en la década del treinta el ciclo, del proteccionismo nacional, con el cual se fomentó el desarrollo de la industria colombiana con capitales nacionales, para hacer de ella la base de los estímulos desarrollistas.

Se imprimió un desarrollo hacia adentro, con fundamento en el mercado nacional y la expansión de la demanda interna. Se presentó un descenso en las importaciones y un estímulo a la industria nacional. Los precios del café en el mercado internacional descendieron, y se suspendieron repentinamente los capitales extranjeros en Colombia, los cuales se llevaron de nuevo al exterior.

A Olaya le correspondió también afrontar el conflicto con el Perú entre 1932 y 1933.

Enrique nació en Guateque, en el estado de Boyacá, el 12 de noviembre de 1880, siendo hijo de Justiniano Olaya Ricaurte y Emperatriz Herrera Medina. Era hermano de Leonidas y Joaquín Olaya Herrera.

Olaya Herrera hizo sus estudios primarios en la Escuela Pública de Guateque, al lado de sus padres.

Su madre, quien gustaba de escribir en prosa sencilla y castiza, influyó en su estilo intelectual. Su padre, médico graduado, no ejercía su profesión pues se dedicaba al comercio y la agricultura. Se recuerda a Olaya Herrera como el "periodista niño de Guateque", pues cuando tenía 12 años fundó y dirigió el pequeño periódico El Patriota, con el cual obtuvo canje con varios periódicos de Colombia, entre ellos, El Espectador de Medellín. Precisamente los Cano propusieron una suscripción popular para adquirir una pequeña imprenta con destino al "periodista niño". Olaya realizó sus estudios universitarios en la Universidad Republicana.

Allí tuvo las enseñanzas de juristas destacados como Diego Mendoza Pérez, Juan Manuel Rudas, Ignacio V. Espinosa, Carlos Arturo Torres, José Camacho Carrizosa y otros. En la Universidad fundó el semanario El Estudiante, un periódico escrito a mano que circulaba entre los alumnos.

Allí hizo ataques a La Regeneración, comentó la política colombiana e internacional y escribió la crónica universitaria. Ingresó al periodismo activo realizando reportajes para el periódico El Autonomista, de Rafael Uribe Uribe y Ricardo Tirado Macías. En sus vacaciones estudiantiles fundó en Guateque el periódico El soldado cubano, con el cual hizo un ambiente favorable a la independencia de Cuba y a las ideas libertarias de José Martí. Esto señala que los centenaristas, como Olaya Herrera, fueron periodistas por vocación y unieron la experiencia periodística a la carrera política..

Enrique Olaya Herrera inició sus actuaciones políticas en la Guerra de los Mil Días, cuando algunas universidades y colegios cerraron sus aulas y permitieron que sus profesores y alumnos prestaran servicio en las filas partidistas liberales o conservadoras. Olaya y otros miembros de la Universidad Republicana acudieron a las filas liberales y lucharon en los diferentes frentes de campaña. Olaya se unió a las huestes revolucionarias del general Cenón Figueredo, en condición de abanderado liberal.

Se recuerda su participación en la acción de Nocaima, llevando la bandera y envuelto en su bayetón rojo. Cuando terminó la guerra, Olaya continuó sus estudios, culminando su carrera de Derecho con la tesis La liberación condicional,[2]​ la cual fue publicada por la Universidad Republicana. En 1904 obtuvo el título de Doctor en Jurisprudencia, y a fines de 1906 salió para Bélgica, donde se especializó en diplomacia y sociología en la Universidad Libre de Bruselas. Por ello, su mayor actividad estuvo orientada a la diplomacia, la política y el periodismo.

Después de sus estudios en Bélgica, a su regreso al país Olaya Herrera entró a formar parte de la campaña contra el gobierno del general Rafael Reyes, cuando la opinión pública expresaba sus ideas sobre los tratados de Colombia con los Estados Unidos y Panamá. El 13 de marzo de 1909, Olaya arengó a la multitud en presencia de los líderes del liberalismo. Entraba así en aquella campaña contra la dictadura, iniciada por Nicolás Esguerra, José Vicente Concha y Miguel Abadía Méndez, la cual culminó con la renuncia del general Reyes, el 16 de marzo de 1909, y el encargo del mando al general Jorge Holguín; esto es lo que se ha llamado movimiento del "Trecemarcismo" contra la dictadura de Reyes. Olaya fue elegido en 1910 como miembro de la Asamblea Constituyente para la reforma de la Constitución de 1886; representó al Departamento de Quesada.

Sus compañeros de partido fueron Rafael Uribe Uribe, Benjamín Herrera y Nicolás Esguerra entre otros. Entre los conservadores, participaron los diputados Carlos Eugenio Restrepo, José Vicente Concha, Pedro Nel Ospina, Guillermo Valencia y Guillermo Quintero Calderón.

La conciliación política fue propuesta por un grupo de colombianos encabezado por el antioqueño Carlos Eugenio Restrepo, quien ejerció la Presidencia de la República en el período comprendido entre 1910 y 1914. Olaya Herrera contribuyó eficazmente para la elección de Restrepo en esos años, cuando se conformó el llamado Partido Republicano, cuya bandera fue la conciliación entre los partidos y la reforma constitucional encaminada a corregir la Constitución de 1886. El republicanismo se presentó como una síntesis de los partidos políticos.

El presidente Restrepo nombró a Olaya primer Ministro de Relaciones Exteriores el 7 de agosto de 1910. Olaya regentó este Ministerio hasta el 23 de noviembre de 1911, y lo volvió a ocupar durante la administración del presidente Jorge Holguín, en 1921, hasta el 4 de enero de 1922; además, ocupó el cargo de Ministro de Agricultura en la misma administración. En la década de los veinte, Olaya Herrera colaboró en el Parlamento y la diplomacia. En 1922 aceptó la legación diplomática en Washington D. C., en la cual se desempeñó durante ocho años, manejando con gran empeño los problemas de Colombia con Estados Unidos.

En 1930, los dirigentes liberales consideraron que Enrique Olaya Herrera era el candidato más apropiado para llevar al liberalismo al poder. Así, el 22 de enero de 1930 su candidatura fue inscrita por un grupo de liberales y conservadores en la ciudad de Puerto Berrío. Dos días después Olaya hizo su entrada en Bogotá, donde fue recibido por el liberalismo.

Su triunfo llegó el 9 de febrero de 1930, cuando las elecciones presidenciales dieron el siguiente resultado: 360.962 votos por Enrique Olaya Herrera, 240.284 votos por Guillermo Valencia y 213.417 votos por Alfredo Vásquez Cobo. El sector de avanzada del conservatismo adhirió a la candidatura de Olaya Herrera, entre ellos especialmente los republicanos, encabezados por el expresidente Carlos Eugenio Restrepo.

El movimiento liberal fue encabezado por Alfonso López Pumarejo, quien estimuló a su partido con la célebre frase: "El liberalismo debe prepararse para asumir el poder". Olaya Herrera ocupó la Presidencia de la República durante el cuatrienio 1930-1934. Inició la Hegemonía Liberal de las décadas del treinta y cuarenta.

El liberalismo que Llegó al poder con Olaya presentó al país cambios fundamentales en relación con sus nuevas tendencias del liberalismo social.

El gobierno de Olaya Herrera fue recibido en un ambiente de optimismo, después del pesimismo que imprimió al país la Gran Depresión de 1929. Durante su gobierno fomentó la industria nacional, se preocupó por la construcción de carreteras y ferrocarriles, estimuló la educación pública y, en especial, el progreso del magisterio. Estimuló la producción de petróleo en el Catatumbo, se terminaron las obras de Bocas de Ceniza y se hicieron construcciones en los puertos de Barranquilla y Buenaventura.

El gobierno del presidente Olaya fundó la Caja de Crédito Agrario, Industrial y Minero, con el fin de ayudar a los pequeños agricultores. En la misma forma, mediante el decreto 711 de 1932, fundó el Banco Central Hipotecario para la financiación de las viviendas de tipo medio. Para el fortalecimiento de la producción y exportación del café, se creó la Federación Nacional de Cafeteros. Su gobierno se interesó por las reformas laborales en beneficio de los trabajadores; se dictaron leyes de protección a la infancia, el descanso dominical y las vacaciones remuneradas; los trabajadores tuvieron algunas conquistas: la inembargabilidad parcial de los salarios, la ampliación del seguro de vida obligatorio, la reglamentación de las sociedades cooperativas, el estímulo al empleo a través de obras públicas, la jornada de ocho horas de trabajo y otras medidas.

En los dos primeros años de gobierno se manifestó la violencia en algunas regiones de Colombia, en especial en Boyacá y Santander, inicialmente motivada por factores políticos. Los pueblos de mayor problema fueron Chiquinquirá y el occidente de Boyacá, el norte en la región de Guicán, la Provincia de García Rovira en Santander y algunos pueblos de Norte de Santander; la burocracia conservadora de la provincia defendía sus cargos públicos contra las nuevas autoridades liberales. El presidente Enrique Olaya Herrera culminó su mandato en 1934, y continuó su vida pública como Ministro de Relaciones Exteriores en 1935, en el gobierno del presidente Alfonso López Pumarejo. Después fue designado Embajador ante la Santa Sede en Roma, donde murió, el 18 de febrero de 1937, en el desempeño de este cargo. Trasladados sus restos a Bogotá, recibieron emocionados honores a su memoria. Como exponente destacado de la generación del Centenario, Enrique Olaya Herrera legó a los colombianos su espíritu conciliador y de unidad republicana, cuya proyección encontramos en las tendencias de unión entre los partidos políticos.

En septiembre de 1932 el puerto de Leticia fue tomado un grupo de peruanos; el general Alfredo Vásquez Cobo fue llamado para dirigir las operaciones armadas de Colombia. En un ambiente de solidaridad nacional, el pueblo colombiano colaboró con dinero y joyas para financiar la guerra. Después de varios enfrentamientos, la Guerra colombo-peruana terminó con la firma del Protocolo de Río de Janeiro en 1934.

El ministro de relaciones exteriores, Urdaneta, fue el encargado de dirimir el conflicto, y el éxito de su gestión le valió la cancillería meses después. El tratado de Río, que contó con la verificación de la Sociedad de Naciones, retomó los límites establecidos entre ambos países en 1922, y Leticia, capital del departamento colombiano de Amazonas volvió a ser parte de Colombia.[4]

En febrero de 1934 el candidato de su partido, Alfonso López Pumarejo, venció al indígena Eutiquio Timoté, por el partido comunista. López arrasó en las elecciones, por el veto que el Partido Conservador impuso en todo el país.

Así las cosas, Olaya entregó el poder a López el 7 de agosto de 1934.

El 30 de enero de 1935, López lo nombró Ministro de Relaciones Exteriores, estando en el cargo hasta el 24 de septiembre del mismo año, cuando fue enviado por López a la Santa Sede para ser embajador ante el Papa Pío XI. Fue reemplazado en la cancillería por Roberto Urdaneta, quien había sido ministro suyo.

Para las elecciones de 1938, la Dirección Liberal decidió que su candidato a la presidencia sería el expresidente Olaya Herrera. Sin embargo la muerte inesperada del Olaya frenó en seco las aspiraciones del partido, que finalmente le ofreció la candidatura a Eduardo Santos, quien terminó siendo elegido presidente sin adversario, en consecuencia a veto conservador que seguiría vigente hasta 1946, cuando los liberales perdieron el poder.

Enrique Olaya Herrera murió en la mañana del 18 de febrero de 1937, a los 56 años de edad.

Su muerte, producto de un accidente cerebrovascular, ocurrió en una clínica de Roma. Su estado de salud se había deteriorado durante la última semana antes de morir.[5]​ Con su muerte la embajada fue ocupada por Darío Echandía, quien sería presidente en calidad de designado algunos años después.

Los restos de Olaya estuvieron rondando por 3 países antes de su disposición final por espacio de 4 meses.

El 20 de febrero su cadáver fue enterrado en el Cementerio de Verano en Roma, de manera provisional. El Papa Pío XI, el Rey Víctor Manuel III de Italia, el Primer ministro del Reino de Italia Benito Mussolini, y el ministro italiano de exteriores Galeazzo Ciano enviaron ofrendas florares y representantes.[6]​ Cuando Echandía llegó a Roma para posesionarse, también le dio los homenajes debidos al cadáver de Olaya.

La hija de Olaya vivía en Nueva York, por lo que el cadáver fue enviado allí, llegando el 8 de mayo de 1937. Luego de que se expusiera el cuerpo en cámara ardiente. El 11 de mayo se embarcó el cadáver en un buque de vapor con destino a Colombia, llegando a Buenaventura el 15 de mayo, acompañado de sus hijas.

En Colombia se vivió una auténtica movilización en torno a los restos fúnebres de Olaya, que según prensa de la época hubo varios funerales particulares en algunas ciudades del país, mientras el cadáver regresaba de Roma. Esto se explica porque Olaya era un político sumamente popular.[7]

El cuerpo recorrió varias ciudades, incluyendo Ibagué, donde era respetada su figura. Finalmente sus restos mortales fueron trasladados a Bogotá, siendo sepultados en el cementerio Central el 20 de mayo de 1937, donde reposan desde entonces. Se le rindieron los respectivos honores de estado en una gigantesca y concurrida ceremonia en la Plaza de Bolívar.[8]

La tendencia proteccionista de su gobierno generó una conciencia nacionalista que hizo virar al país del librecambismo decimonónico al proteccionismo de la década de 1930.

Durante el gobierno del presidente Alfonso López Pumarejo, que sucedió a Olaya, se fortaleció esta tendencia, bajo el lema de "Revolución en Marcha". A pesar de la ola reformista de López, el sucesor de este, Santos Montejo frenó las políticas reformatorias en su "Gran Pausa".

En honor a Olaya se levantó el parque nacional Enrique Olaya Herrera de Bogotá; y en Medellín el Aeropuerto Olaya Herrera. Por otro lado en Barranquilla, se construyó la avenida Olaya Herrera (carrera 46).

En Bogotá también existe el barrio Olaya Herrera, ubicado en la localidad de Rafael Uribe Uribe. El barrio recibe el nombre común de El Olaya.[9][10]

Su padre era descendiente del noble criollo Jorge Miguel Lozano, Marqués de San Jorge.[11]

Sus abuelos paternos fueron José Rafael Félix Olaya Navarrete y Dolores Ricaurte Lagos, y los maternos, Pedro José Herrera y María Mónica Medina Bernal.

En 1911 Olaya Herrera contrajo matrimonio con María Teresa Londoño Sáenz, hija de Andrés Adolfo Londoño Azcuénaga y Manuela Sáenz Pinzón. Del matrimonio Enrique tuvo a sus hijas María Olaya, casada con Jorge Cárdenas Núñez, y Lucía Olaya, casada con Manuel Aya Schroeder.




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2022-08-25 19:02:07
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G
2022-08-25 19:01:52
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