x
1

Epidídimo



El epidídimo[1]​ es una estructura de forma tubular estrecha y alargada, que está constituido por la reunión y apelotonamiento de los túbulos que continúan a los conductos seminíferos. Se encuentra situado en la parte posterior de la gónada masculina (testículo), y su tamaño anatómico es de aproximadamente 5 centímetros de longitud. Se acostumbra distinguir tres sectores: cabeza, cuerpo y cola, la cual se continúa con el conducto deferente.
La función del epidídimo es el transporte, el almacenamiento y la maduración de los espermatozoides, para desarrollar su motilidad y su capacidad de fertilización.

El epidídimo se desarrolla a partir de los túbulos mesonéfricos y el conducto de Wolff proximal.
Durante la etapa embrionaria, y antes de la diferenciación epitelial, el receptor mesenquimales de andrógenos, junto con la inhibina beta A, facilitan el alargamiento y convolución/enrollamiento del túbulo.[2]
Al principio del desarrollo del epidídimo, el enrollamiento se produce en un solo plano, pero luego se observa el enrollamiento tridimensional (3-D) en el segmento inicial (IS) y en el caput del epidídimo.
En el momento del nacimiento, el conducto de Wolff anterior se transforma completamente en las tres regiones del epidídimo a lo largo del eje anterior/posterior.[3]

El epidídimo es un órgano altamente especializado con unidad estructural, que presenta características de conducto tortuoso y replegado, que forma parte del aparato reproductor masculino.[4]

El epidídimo se dispone en forma de media luna, sobre una franja que se extiende desde el polo craneal al polo caudal del testículo.[5]
La anatomía macroscópica del epidídimo muestra, en el hombre, una longitud aproximada de 3,8-5 centímetros (cm) por 12 milímetros (mm) de ancho.

Para su descripción anatómica, se acostumbra a dividirlo clásicamente en tres zonas observables, según su similitud en:

La longitud total del epidídimo, si pudiéramos desenrrollarlo hasta obtener un único túbulo aislado, sería variable entre las diferentes especies de mamíferos. La longitud estimada, del epidídimo adulto, alcanza: más de 1 metro (m) en el ratón, 3 metros en la rata, 6 metros en el humano y 15-18 metros en el caballo semental.[3]

Una particularidad del epidídimo del hombre son los segmentos poco diferenciados: el caput no muestra el aspecto bulboso clásico, la cauda no muestra los túbulos dilatados y su capacidad de reserva de esperma es limitada.[7]

El epidídimo está conformado en la cabeza (caput) por conductillos eferentes, que parten de la rete testis,[8]​ y en el cuerpo y la cola por el conducto epididimario.

y el segmento inicial (IS) son un túbulo poco enrollado y de diámetro amplio. Las células epiteliales de este segmento son alargadas y poseen estereocilios altos.
El segmento de la cabeza (caput) se caracteriza por un diámetro luminal estrecho. Están tapizados por epitelio pseudoestratificado con células ciliadas, y rodeados por tejido conjuntivo y fibras musculares lisas.[4]

tiene un diámetro de luz que aumenta distalmente dentro del cuerpo (corpus) y la cola (cauda) del epidídimo.
El cuerpo y la cola están recubiertos con un epitelio pseudoestratificado cilíndrico con estereocilios. La altura de las células y de los cilios disminuye hacia la cola.[9][10]


Los diferentes tipos de células dentro de estos segmentos son responsables de la creación de un microambiente especializado por sus funciones secretoras y endocíticas, que promueve la maduración de los espermatozoides y su posterior almacenamiento.[4]

En el epidídimo del hombre los tabiques de tejido conectivo son poco desarrollados en la sección histológica longitudinal, son incompletos y no definen compartimentos. Los conductos eferentes en los hombres, no son pequeños túbulos rectos, que conectan la rete testis con el túbulo epididimario. Algunos eferentes están enrollados, algunos están ramificados, mientras que otros son infinitos y no se fusionan con el túbulo epididimario.
El diámetro intraluminal del túbulo epididimario es relativamente pequeño todo a lo largo del órgano.[7]
Las células basales son el sello distintivo del epidídimo del hombre, residen en la base del epitelio a lo largo de todo el órgano.
Los conductos eferentes se caracterizan por numerosas células ciliadas que se distribuyen de manera abundante y uniforme.[11]

Las células que revisten el conducto epididimario forman un Epitelio pseudoestratificado y son denominadas:

En cada una de las cuatro regiones principales: segmento inicial, caput, corpus y cauda, este conjunto de células definen la integridad estructural del túbulo y también la composición del contenido del lumen.[12][13]

es el tipo de célula más numerosa en el epitelio del epidídimo y existen a lo largo de todo el conducto. Representan el 65-80% del epitelio epididimario dependiendo de la región. Poseen una modificación celular inmóvil denominada estereovilli o estereocilia, que son extensiones apicales con forma de penacho o mechón (tuft) de 5-10 micrómetros (μm) de longitud.

se localizan principalmente en el segmento inicial (IS) del epitelio epididimario y también tienen actividad endocítica.

también existen exclusivamente dentro del segmento inicial, y son más estrechas que las células principales adyacentes. Se ha demostrado que estas células secretan iones H+ en la luz del epidídimo y son responsables de la endocitosis.

se encuentran exclusivamente dentro de las regiones de la cabeza, el cuerpo y la cola del epidídimo y no se encuentran dentro del segmento inicial (IS). Tienen alta actividad endocítica.

se encuentran a lo largo del túbulo y se adhieren a la membrana basal. Son una parte integral de la estructura de los túbulos.
Son responsables de absorber las gotitas citoplasmáticas que se liberan de los espermatozoides durante la maduración en la luz del epidídimo.

existen en todo el epitelio y son las células inmunitarias primarias en el epidídimo. Además, una población de fagocitos mononucleares (células dendríticas y macrófagos) residen en la base del epitelio junto con las células halo migratorias.[12]

El epitelio epididimario está rodeado por tejido conjuntivo. El músculo liso es más delgado en la cabeza con una sola capa de células mioide y se vuelve progresivamente más grueso con tres capas hacia la cola del epidídimo.

El epidídimo es un importante órgano sexual masculino accesorio, en el que se desarrolla la movilidad de los espermatozoides y su capacidad de fertilización.
Desde el punto de vista funcional, los conductos del epidídimo son los responsables tanto de la maduración como de la activación de los espermatozoides.[13]
El epidídimo tiene roles bien descritos, como la concentración, la protección, el transporte y el almacenamiento de espermatozoides.[14]

Un tiempo de tránsito a lo largo de la luz de los conductos del epidídimo, es crucial para transformar los espermatozoides, de un estado infértil e inmóvil, en células con capacidad de fertilización completa. La composición del líquido del lumen, que baña los espermatozoides, se considera uno de los sistemas más complejos del cuerpo en términos de componentes químicos e interacciones físicas con proteínas y lípidos.[12]
El tiempo de tránsito de los espermatozoides es rápido en el hombre 2-6 días, en comparación con los roedores 10-13 días. Se especula que la maduración de los espermatozoides puede ocurrir más rápidamente en el hombre.[15]

Dentro del túbulo, el contenido del lumen y los espermatozoides en maduración, están protegidos de la vigilancia inmunitaria detrás de una barrera sangre-epidídimo (BEB en inglés) o barrera hemato-epididimaria. Esta barrera consta de tres componentes: una barrera anatómica, una barrera fisiológica y una barrera inmunológica.[4]

Estos tres componentes determinan una resultante restrictiva, que disminuye o controla la entrada de moléculas o incluso de células desde la sangre circulante o desde el intersticio, para que no entren en este tejido y compartimento.[16]


El epidídimo contribuye en la formación del plasma seminal a partir de la generación del fluido de cauda epididimal (FCE, también conocido como fluido de cauda epididimario). Este fluido es de naturaleza ácida y contiene proteínas como la β-N-acetilglucosaminidasa y la fibronectina, sintetizadas en el epidídimo y que participan en la maduración de los espermas.[17]​ En el momento de la eyaculación, los espermatozoides inmersos en el FCE son expulsados hacia los conductos deferentes a partir de las contracciones del músculo liso alrededor de la cola del epidídimo.[18]

Durante el tránsito de los espermatozoides a lo largo del epidídimo, se producen una amplia variedad de cambios en el entorno de la luz del túbulo. Estos cambios incluyen la liberación y absorción de fluidos, iones, antioxidantes y los exosomas conocidos como epididimo-somas.[14]

En casos de azoospermia (cuando no hay espermatozoides evidentes en la eyaculación), si los testículos siguen produciendo espermatozoides, la forma de obtenerlos es entrar al epidídimo mediante una punción, ya que en esta zona habrá una alta concentración de espermatozoides.[19]

Los conductos del epidídimo también almacenan espermatozoides y los expulsan hacia la uretra durante la eyaculación mediante contracciones peristálticas de su músculo liso. Los espermatozoides pueden permanecer almacenados en los conductos del epidídimo o se reabsorben.



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Epidídimo (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!