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Estómago



El estómago (del latín stomachus, derivado del griego στόμαχος [stomachos], a partir del prefijo στόμα [stoma], «boca») es la porción del tubo digestivo situada entre el esófago y el intestino. En la especie humana se localiza en la región superior izquierda del abdomen, por debajo del diafragma. Es una cámara en la que se mezclan y almacenan los alimentos ingeridos que se van vaciando en pequeños intervalos hacia el duodeno gracias a los movimientos peristálticos, el vaciamiento gástrico completo necesita varias horas después de una comida copiosa. El estómago es muy distensible, por lo que varía considerablemente de tamaño dependiendo de si está lleno o vacío. Se divide en cuatro regiones principales, que se llaman: cardias que lo une al esófago, fundus, cuerpo y píloro que lo comunica con el intestino.[1]​ Segrega varias sustancias que reciben en conjunto el nombre de jugo gástrico, formado principalmente por ácido clorhídrico y pepsina, enzima proteolítica que divide las proteínas en fragmentos de menor tamaño para facilitar su absorción. En el estómago los alimentos se transforman en una papilla pastosa que se llama quimo.[2]

El tamaño del estómago es variable dependiendo de su grado de distensión, cuando está medio lleno mide por término medio 25 cm de alto, 12 de ancho y 8 en sentido anteroposterior.[3]​ La capacidad media es de alrededor de 1200 ml. Se encuentra situado en la región superior izquierda del abdomen, por debajo del diafragma, su posición es variable dependiendo de si la persona se encuentra de pie o tendido. Anatómicamente puede dividirse en varias áreas:[4]

La forma aplanada del estómago en reposo determina la presencia de una cara anterior y una cara posterior. Asimismo delimita una curvatura menor que se extiende desde el cardias hasta el píloro formando el borde cóncavo del estómago y una curvatura mayor que forma el lado convexo del estómago, su longitud es cuatro veces mayor que la de la curvatura menor.[cita requerida]

La pared del estómago está formada por las capas características de todo el tubo digestivo: mucosa, submucosa, muscular y serosa. La mucosa cuenta con células que producen moco, ácido clorhídrico y enzimas digestivas. La capa muscular consta de fibras longitudinales, circulares y oblicuas. La serosa corresponde a la envoltura más externa del órgano.[cita requerida]

El estómago tiene unos sistemas de fijación en sus dos extremos, los cuales quedan unidos por la curvatura menor a través del omento (epiplón) menor. A nivel del cardias existe el ligamento gastrofrénico por la parte posterior, que lo une al diafragma. Por la parte pilórica queda unido a la cara inferior del hígado por el ligamento gastrohepático. Estos sistemas de fijación determinan sus relaciones con otros órganos abdominales.

La mucosa que cubre la capa interna del estómago no es lisa, presenta un conjunto de pliegues longitudinales grandes y alargados que tienen la función de multiplicar la superficie de la mucosa. Cuando el estómago se llena, los pliegues desaparecen y reaparecen de nuevo cuando tiene lugar el proceso de vaciado. En la superficie interna de los pliegues, existen un conjunto de orificios que se llaman criptas, fositas gástricas o foveolas en donde desembocan las glándulas gástricas.[5]

La irrigación corre a cargo de ramas de la aorta abdominal. El tronco celíaco da lugar a la arteria gástrica izquierda, que recorre la curvatura menor hasta anastomosarse con la arteria gástrica derecha, rama de la arteria hepática propia (que sale de la arteria hepática común, rama del tronco celíaco); estas dos arterias llegan a formar lo que es la coronaria gástrica superior. De la arteria hepática común surge también la arteria gastroduodenal, que da lugar a la arteria gastroepiploica derecha que recorre la curvatura mayor hasta anastomosarse con la arteria gastroepiploica izquierda, rama de la arteria esplénica (que proviene del tronco celíaco); estas forman lo que es la coronaria gástrica inferior. Esta irrigación viene complementada por las arterias gástricas cortas que, procedentes de la arteria esplénica, alcanzan el fundus del estómago.[6]

El retorno venoso es muy paralelo al arterial, con venas gástricas derecha e izquierda, además de la vena prepilórica, que drenan en la vena porta; venas gástricas cortas y gastroepiploica izquierda que drenan en la vena esplénica; vena gastroepiploica derecha que termina en la mesentérica superior. A través de las venas gástricas cortas se establece una unión (anastomosis) entre el sistema de la vena porta y de la vena cava inferior por medio de las venas de la submucosa del esófago.[cita requerida]

El drenaje linfático viene dada por cadenas ganglionares que recorren la curvatura mayor (nódulos gastroepiploicos derechos e izquierdos y nódulos gástricos derecho e izquierdo). Se complementan con los ganglios linfáticos celíacos y pilóricos. Estos ganglios tienen gran importancia en el cáncer gástrico, y hay que extirparlos en caso de extensión del cáncer. La extirpación se hace de acuerdo a las barreras ganglionares, existen dieciséis grupos ganglionares que corresponden a tres secciones: ganglios perigástricos como los de curvatura menor y mayor, localizados en los troncos arteriales como el tronco celíaco y aquellos alejados del estómago como los retropancreáticos y paraaórticos. No obstante se ha comprobado que el drenaje linfático del estómago no tiene un patrón fijo y cualquier ganglio linfático puede ser el primero en verse afectado por la diseminación de un proceso neoplásico.[7]

La pared del estómago está formada por las capas características de todo el tubo digestivo: mucosa, submucosa, muscular y serosa.

La túnica mucosa del estómago presenta múltiples pliegues, crestas y criptas. Se divide en tres capas: epitelio, lámina propia de la mucosa y lámina muscular de la mucosa.

Formada por tejido conjuntivo moderadamente denso (tejido de sostén que conecta o une las diversas partes del cuerpo), en el cual se encuentran numerosos vasos sanguíneos, linfáticos y terminaciones nerviosas. Está debajo de la mucosa y forma el plexo de Meissner.[cita requerida]

Dentro de ella se encuentran tres capas de músculo liso que son: interna u oblicua, medio o circular y externa o longitudinal. La túnica muscular está formada de adentro hacia afuera por fibras oblicuas, el estrato circular y el estrato longitudinal. La túnica muscular gástrica puede considerarse como el músculo gástrico porque gracias a sus contracciones, el bolo alimenticio se mezcla con los jugos gástricos y se desplaza hacia el píloro con los movimientos peristálticos.[cita requerida]

La túnica muscular posee sus fibras en distintas direcciones, desde más interno a más externo, teniendo fibras oblicuas, un estrato circular y un estrato longitudinal. En un corte transversal se distingue claramente esta diferencia en la disposición de las fibras musculares. Se puede observar que el estrato circular, en algunos lugares está engrosado formando los esfínteres que regulan el paso de los alimentos.

La túnica serosa, constituida por tejido conectivo laxo tapizado por una capa epitelial llamada mesotelio, envuelve al estómago en toda su extensión, expandiéndose en sus curvaturas para formar el omento menor, el omento mayor y el ligamento gastrofrénico.

El estómago se forma por un proceso de dilatación del tubo digestivo primitivo, concretamente del intestino anterior. Empieza a reconocerse visualmente a partir de las cuatro semanas de gestación. Durante el proceso de dilatación, la porción dorsal crece con mayor rapidez y da origen a la curvatura mayor, mientras que la superficie ventral origina la curvatura menor. A medida que crece se produce un giro de 90º en el eje longitudinal, de tal forma que la curvatura mayor se orienta hacia la izquierda, mientras que la menor lo hace hacia la derecha.[9]

El estómago recibe los alimentos triturados procedentes del esófago, tiene gran capacidad de distensión y puede albergar hasta 1.9 litros de alimentos y líquidos. Las células que forman la pared del estómago producen diferentes sustancias que ayudan a la digestión y reciben en conjunto el nombre de jugos gástricos, sus principales componentes son el ácido clorhídrico y la pepsina. El ácido clorhídrico tiene la función de digerir las proteínas de los alimentos y destruye la mayor parte de los microorganismos, mientras que la pepsina es una enzima proteasa que fragmenta las proteínas y las divide en péptidos más pequeños y aminoácidos. [10]

La mezcla de los alimentos con los jugos gástricos produce una sustancia semilíquida muy ácida que recibe el nombre de quimo. El quimo abandona el estómago a través del píloro y pasa al intestino delgado donde tiene lugar la mayor parte del proceso de absorción de las sustancias nutritivas.[11]

La función del estómago está controlado por el sistema nervioso autónomo, siendo el nervio vago el principal componente del sistema nervioso parasimpático. La acidez del estómago está controlada por varias moléculas entre las que se encuentran la acetilcolina, la histamina, la gastrina, la secretina y la prostanglandina E2.

Después de la ingesta, los alimentos se mezclan con el jugo gástrico formando el quimo que pasa en pequeñas cantidades hacia el duodeno, con la finalidad de no saturar los mecanismos de absorción y digestión del intestino.

El vaciamiento gástrico consiste en la eliminación del alimento, previamente fragmentado y mezclado, desde el estómago hacia el duodeno. Este proceso se produce gracias a las ondas peristálticas provocadas por la contracción de las fibras de la capa muscular de la pared gástrica.[12]

Una capa de moco en continua renovación cubre la pared del estómago. Es producido por dos tipos de células: las células mucosas superficiales y las células mucosas del cuello, cada una de las cuales produce una mucina diferente. El moco gástrico está formado por mucinas, glicoproteínas y agua. Tiene entre otras funciones proteger la mucosa del ambiente ácido corrosivo que llena la cavidad gástrica.[8]

La gastrina es una hormona liberada por las células G situadas en el antro del estómago. Pasa a la sangre y estimula el vaciamiento gástrico y la producción de ácido clorhídrico por las células parietales. Además contrae el esfínter esofágico inferior, relaja el esfínter pilórico y estimula las células ECL para que produzcan histamina. La gastrina es una de las sustancias más importantes en la regulación de la actividad gástrica. Se segrega en respuesta a la distensión del estómago y la elevación del pH gástrico que tiene lugar después de la ingesta de alimentos.[8]

La histamina es una molécula que tiene gran importancia en la fisiología gástrica. Se sintetiza por células ECL situadas en las glándulas del estómago, en respuesta a la gastrina. La histamina tras su liberación estimula los receptores H2 ubicados en las células parietales, provocando secreción de ácido clorhídrico.[8]​ En medicina se utilizan los medicamentos antagonista H2, como la ranitidina, con la finalidad de disminuir la producción de ácido y mejorar los síntomas de varias enfermedades gástricas.

Es un mecanismo de transporte activo de la membrana celular por el cual se secreta H+ que se intercambia por iones K+. Este proceso es realizado en las células parietales del estómago y es la base para la formación de ácido clorhídrico en la cavidad gástrica. Algunos medicamentos, como el omeprazol, son capaces de inhibir la bomba de protones y disminuyen la acidez gástrica.[13]

Aunque la forma precisa y tamaño del estómago varía ampliamente entre diferentes especies de vertebrados, las posiciones relativas de las aberturas esofágicas y duodenales se mantienen relativamente constantes. Las lampreas, mixinos, quimeras, peces pulmonados, y algunos peces teleósteos no tienen estómago y se produce la apertura del esófago directamente en el ano. Estos animales realizan dietas que o bien requieren poco almacenamiento de alimentos, o ningún proceso de predigestión con jugos gástricos, o ambos.[15]

El revestimiento gástrico se suele dividir en dos regiones, una porción anterior bordeado por las glándulas fúndicas y una posterior con glándulas pilóricas. Las glándulas del cardias son exclusivas de los mamíferos, aunque están ausentes en varias especies, la distribución de estas glándulas varían entre las especies, y no siempre se corresponden con las mismas regiones como en el hombre. Además, en muchos mamíferos no humanos, una porción de la parte anterior del estómago a las glándulas del cardias se alinea con epitelio esencialmente idéntica a la del esófago. Los rumiantes tienen un estómago complejo formada por varias cámaras.

En las aves y cocodrilos, el estómago se divide en dos regiones. En sentido anterior es una región tubular estrecha, el proventrículo, bordeada por las glándulas fúndicas, y conectando el verdadero estómago para el cultivo. Más allá se encuentra la molleja muscular de gran alcance, bordeada por las glándulas pilóricas, y, en algunas especies, que contiene piedras que el animal se traga para ayudar a triturar los alimentos.

El estómago y en sí todo el sistema digestivo, es hogar del Sistema Nervioso entérico, conformado por alrededor de 100 millones de neuronas, lo cual lo convierte en un punto clave de sensibilidad, puesto que mantienen una comunicación bidireccional con el Sistema nervioso central, lo cual se transforma en señales que son enviadas directamente al cerebro.

Con el fin de corroborar en el adecuado procedimiento de las funciones gástricas, las neuronas aferentes y las células enterocromafines se encargan de regular la humedad y nutrientes, mientras que en el segundo caso se genera la secreción de serotonina en un valor de 90% respecto al total corporal, conocida como un neurotransmisor y a su vez como la "hormona del bienestar", debido a sus efectos en las emociones como depresión, ansiedad, estrés, entre otras. Igualmente se logran producir más neurotransmisores como son: dopamina de la cual produce aproximadamente el 50% en el cuerpo, acetilcolina, norepinefrina.Lo anterior permite que se conozca al estómago como un segundo cerebro en el cuerpo humano, capaz de desempeñar sus funciones sin necesidad de orden directa del sistema nervioso central e influenciador en el comportamiento del ser humano, inclusive se puede relacionar con la rapidez de aprendizaje, debido a que la producción de serotonina permite una mayor plasticidad neuronal.

Es importante recalcar la presencia de opiáceos o receptores opioides los cuales en contacto con sustancias opioides, dentro de las cuales se encuentra la morfina, logran sobresaltar sus efectos, lo cual dado el libro de la Dra. Irina Matkeikova "Inteligencia Digestiva" es una explicación del por qué las sustancias psicoactivas abarcan no solo el cerebro sino también el estómago.

Por otro lado es necesario agregar que el sistema digestivo tiene relación con las funciones inmunológicas, puesto que el intestino delgado posee una cantidad de linfocitos, los cuales corroboran a que los antígenos sean transportados a la as placas de Peyer donde las células dendríticas se encargarán de identificar si son positivos o negativos para el cuerpo, si se cumple el segundo caso se producirán células T para responder como defensa.

Sistema nervioso entérico y motilidad gastrointestinal.[1]​ Inteligencia Digestiva.[2]



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