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Florida española



La Florida española se refiere al territorio español de La Florida, que fue el primer asentamiento importante europeo en América del Norte en la Era de los descubrimientos. La Florida formaba parte de la Capitanía General de Cuba, el Virreinato de Nueva España y el Imperio español, durante la colonización española de América. Durante las primeras exploraciones, el territorio conocido como La Florida, no tenía fronteras claramente definidas, y abarcaba un área mucho mayor a la del actual estado estadounidense de Florida. Durante gran parte del siglo XVI, se le conoció como "La Florida" a un extenso territorio costero del Golfo de México y el Océano Atlántico, comprendido entre la desembocadura del Río Pánuco y la Bahía de Chesapeake, abarcando gran parte del actual Sureste de Estados Unidos. Los derechos de España sobre esta vasta área estaban basados en expediciones de exploración durante el siglo XVI. Pero España nunca ejerció un control real sobre La Florida más allá de varios asentamientos y fuertes.

Florida española fue establecida en 1513 cuando Juan Ponce de León reclamó la península de Florida para España durante la primera expedición europea oficial a América del Norte. Esta reclamación fue extendida cuando varios exploradores (principalmente Pánfilo de Narváez y Hernando de Soto) desembarcaron cerca de la bahía de Tampa a mediados del S. XVI y deambularon hacia el norte hasta los Apalaches y al oeste hasta el actual estado de Texas buscando sin éxito oro y otras riquezas. El presidio de San Agustín fue fundado en la costa atlántica de Florida en 1565; varias misiones fueron establecidas a lo largo del noroeste de Florida, Georgia y Carolina del Sur durante los S. XVI y S. XVII; y Pensacola fue fundada en el noroeste de Florida en 1698 fortaleciendo los derechos españoles en esa parte del territorio.

El control español en la península de Florida fue posible por el colapso de las culturas nativas de la zona durante el S. XVII. Varias tribus amerindias como los Timucua, Calusa, Tequesta, Apalache, Tocobaga y Ais, habían sido durante siglos los residentes de este territorio y la mayoría resistieron las incursiones españolas. Sin embargo los conflictos contra los españoles, ingleses y los aliados nativos de estos últimos, y sobre todo las enfermedades traídas de Europa, diezmaron a la población indígena que era casi inexistente a principios del S. XVIII. A mediados de ese siglo, grupos de Creek y otros nativos americanos del norte emigraron hacia la Florida española, ya que fueron expulsados de sus tierras por los colonos ingleses. Posteriormente estos refugiados se unieron a los afroamericanos que huían de la esclavitud en las colonias cercanas y a los sobrevivientes de los indígenas de Florida y formaron la cultura Seminola.

La extensión de la Florida española comenzó a encogerse en el S. XVII y las misiones fueron abandonadas como consecuencia de la disminución de nativos. Entre las enfermedades, pobre gestión e inoportunos huracanes, varios intentos de establecer nuevos asentamientos en La Florida terminaron en fracaso. Sin oro ni plata en la zona, España consideró a Florida (y en particular la fortificada ciudad de San Agustín) como una zona colchón entre las más prósperas zonas del sur y oeste, y las recientes colonias de sus rivales europeos en el norte. El establecimiento de la Provincia de Carolina por los ingleses en 1639, Nueva Orleans por los franceses en 1718, y la Provincia de Georgia por Gran Bretaña en 1732 limitaron las fronteras de Florida, causando descontento entre los españoles y provocando la guerra del Asiento (1739-1748) incluyendo el sitio de San Agustín (1740) y la invasión de Georgia (1742), ambas repelidas. Al término de la guerra la frontera norte de la Florida española estaba situada cerca de la frontera del actual estado de Florida.

Gran Bretaña, temporalmente, tomó el control de Florida en 1763 como resultado de la guerra anglo-española (1761-1763), pero al término de la siguiente guerra anglo-española (1779-1783), que terminó con el tratado de París (1783), el territorio pasó de nuevo a manos españolas. Después de una corta disputa por la frontera con la naciente Estados Unidos, los países fijaron sus fronteras y los españoles permitieron a los estadounidenses la libre navegación por el río Misisipi según los términos del tratado de San Lorenzo (1795).

Francia vendió Luisiana a los Estados Unidos en 1803. Los estadounidenses reclamaron que la transacción incluía Florida Occidental, pero los españoles insistían en que esa área no pertenecía a Luisiana y seguía siendo territorio español. En 1810 los estadounidenses se rebelaron y conquistaron este territorio y crearon la República de Florida Occidental, que en 1812 pasó a formar parte del Territorio de Misisipi. De esta forma las fronteras de la Florida española coincidieron con las del actual estado de Florida.

En los primeros años del S.XIX se levantaron tensiones en la frontera de la Florida española con el estado de Georgia ya que los cazadores de esclavos estadounidenses perseguían a los Semínolas negros del norte de la Florida española. Estas tensiones aumentaron cuando los británicos ayudaron a los Seminolas contra los americanos en la Guerra anglo-estadounidense de 1812. Como consecuencia de esta guerra, dos años después, en 1814, los estadounidenses invadieron el norte de la Florida española comenzando las guerras Seminolas. España protestó contra esta invasión y, no pudiendo defender el territorio, que se había independizado y asociado con la Tercera República de Venezuela, buscó una solución pacífica que fue el tratado de Adams-Onís de 1819 por el que se comprometía a ceder sus derechos a los Estados Unidos en 1821, quien controlaba ya el territorio.

Cuando el conquistador español Juan Ponce de León llegó a Florida en 1513 varias tribus de indígenas vivían en el territorio. Avistó las costas de Florida por primera vez el 27 de marzo de 1513 confundiéndola con una isla. El día 2 de abril desembarcó. Bautizó a la tierra recién descubierta como "La Pascua Florida" por haberse producido el descubrimiento durante el Domingo de Resurrección de Semana Santa.

En 1521 Ponce de León regresó con equipamiento y colonos para establecer un asentamiento permanente, pero se encontró con la feroz oposición de los indígenas que no cesaban en sus ataques a los colonos españoles. Los registros más antiguos de Florida son de esta época. Pánfilo de Narváez exploró la costa occidental de Florida pero naufragó cuando se disponía a escapar hacia México. Uno de sus oficiales, Álvar Núñez Cabeza de Vaca, sobrevivió nueve años realizando una sorprendente gesta: atravesó solo y a pie el trecho que separa Florida de México en el primer viaje a través de Norteamérica.

Una vez en México, que entonces se llamaba Virreinato de Nueva España, se las arregló para volver a la metrópoli donde escribió un libro en el que narró su aventura por tierras norteamericanas. Inspirado por el ejemplo de Cabeza de Vaca otro conquistador, Hernando de Soto, organizó en 1539 una nueva expedición a la península. Miembros de esta expedición publicaron más adelante detalles de los nativos de La Florida tales como su estilo de vida o su comportamiento. En 1559, Tristán de Luna y Arellano consiguió establecerse por primera vez en Panzacola durante dos años.

Los franceses empezaron a interesarse por América lo que obligó a los españoles a acelerar sus planes de colonización de sus más recientes descubrimientos. Jean Ribault condujo una expedición a Florida en 1562 y René Goulaine de Laudonnière fundó en 1564 Fort Caroline en las proximidades de la que fue denominada Vacapilatca en tiempos de dominio hispano y que hoy es Jacksonville, un puerto para colonos hugonotes.

Como respuesta los españoles contraatacaron destruyendo el asentamiento francés y fundando San Agustín un año después. Esta San Agustín, cuyo primer gobernador fue Pedro Menéndez de Avilés, fue la primera ciudad permanente de lo que hoy son los Estados Unidos de América. Desde San Agustín los españoles empezaron a levantar misiones católicas a lo largo de todo el territorio.

En 1565 Menéndez de Avilés atacó lo que quedaba de Fort Caroline, aliado a los indígenas Saturigua, matando a todos los soldados franceses (excepto a los católicos) y rebautizó el asentamiento como San Mateo. Dos años después, Dominique de Gourges recobró el fuerte masacrando a todos los defensores españoles. En 1586 el pirata inglés Francis Drake arrasó San Agustín.

A lo largo del siglo XVII los colonos ingleses de Virginia y las Carolinas fueron gradualmente llevando las fronteras españolas que inicialmente se ubicaban a partir de la costa del océano Atlántico en los 36°N (desde aproximadamente la latitud del Cabo Medanoso actualmente llamado Cabo Hatteras), hacia el sur mientras que los asentamientos franceses a lo largo del río Misisipi estrecharon los dominios españoles por el oeste.

Hacia 1595 llegó a la Florida una serie de misioneros franciscanos entre los que se destaca Francisco Pareja, quien escribió los primeros libros en timicua (Timucua), una lengua indígena en la zona ya extinta tras los ataques ingleses.

En 1702 el coronel inglés James Moore y sus aliados los indígenas Cric atacaron de nuevo la plaza española de San Agustín pero no pudieron hacerse con el control del fuerte. En 1704 Moore y sus soldados empezaron a incendiar misiones españolas en el norte de Florida y asesinar a los indígenas que se mostraban amigables con los españoles.

En 1719 los franceses tomaron el asentamiento español en Panzacola aunque el poder español, tras la invasión inglesa a los territorios actualmente correspondientes a Georgia los españoles se mantenían fuertes en Vacapilatca (en pidgin español-maskoki: Vado de las Vacas, luego de 1820 llamada por los estadounidenses Jacksonville).

Fue durante esta época cuando los indígenas Muscogui o Maskoki[1]​ protegidos y aliados de España empezaron a migrar hacia Florida donde mezclándose con españoles, otros europeos, otros aborígenes (por ejemplo Apalaches) y melanoafricanos constituyeron la etnia Seminola.

En 1763 España cedió Florida a Inglaterra a cambio del puerto de La Habana (Cuba) que había sido tomado por los británicos durante la Guerra de los Siete Años. La mayor parte de la población española abandonó la colonia junto a numerosos indios. Los ingleses iniciaron un ambicioso programa para atraer colonos hacia Florida y dividieron el territorio en Florida Oriental y Occidental.

En 1767 los británicos fijaron la frontera norte de Florida en una línea que se extendía de la desembocadura del río Yazoo/ Yazu hasta la del río Chattahoochee/ Chettajuchi en una franja que cubría el sur de los actuales estados de Misisipi y Alabama.

Gran Bretaña retuvo el territorio durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, pero los españoles, en ese momento aliados con Francia que se encontraba en guerra con Gran Bretaña, se aprovecharon de la situación y retomaron posiciones en la Florida occidental. Al final de la guerra, el Tratado de París firmado entre los reinos de España y Gran Bretaña devolvió el control de Florida a la primera pero sin especificar las fronteras.

Los españoles tomaron por buenos los límites del territorio británico pero los estadounidenses, que se encontraban al otro lado de la misma en la antigua colonia de Georgia, insistieron en devolverlos a su punto original en el paralelo 31° N. La disputa se mantuvo algunos años y, en 1795, a través del Tratado de San Lorenzo los españoles terminaron reconociendo la frontera en ese paralelo.

A principios del siglo XIX Francia firmó con España el Tratado de San Ildefonso (1800) adquiriendo la Luisiana española. Napoleón Bonaparte vendió el territorio de Luisiana a los Estados Unidos en 1803 y este país reclamaba que su compra se extendía a territorios de Florida y Texas. Mientras tanto, ante la necesidad de poblar Las Floridas, España ofreció generosas parcelas de tierra para atraer colonos y estos empezaron a afluir esencialmente desde los Estados Unidos.

Una década más tarde, en el contexto de las independencias en Hispanoamérica, Madison y el gobierno de los Estados Unidos, estuvo por: “Apoyar un programa que buscara incitar a la revuelta en la Colonia de una nación amiga, con la intención de intervenir en el momento oportuno con el propósito de adquirirla” En referencia a las colonias españolas en Norteamérica.

El 25 de julio de 1810, los colonos estadounidenses se reunieron en una “convención” y proclamaron la república de la Florida Occidental. En septiembre los colonos armados por los Estados Unidos, atacaron Baton Rouge al grito de "¡Hurra Washington!" y en un breve encuentro tomaron la guarnición española y se declaró en Baton Rouge la independencia de la República de Florida Occidental el 25 de septiembre de 1810 izando una bandera azul con una estrella solitaria plateada. Los colonos estadounidenses empezaron a atacar asentamientos indígenas que tomaron su venganza haciendo incursiones en territorio estadounidense. El ejército de los Estados Unidos empezó a franquear la frontera con la Florida Española para perseguir a los indígenas en las Guerras Seminolas.

En el otro extremo de la Florida, hubo una tentativa similar fracasada de una República de Florida Oriental (1812). Otra tentativa fallida similar con el Ejército Republicano del Norte vendría a ocurrir en la Tejas Española que también fracasará. Algunos historiadores, como Bemis, lo consideran uno de los pilares de la política exterior de Estados Unidos hacia América Latina y, el antecedente de la Doctrina Monroe. De otro lado, en junio de 1817, un grupo de corsarios venezolanos y milicianos veteranos del estado de Georgia tomaron la isla de Amelia en la costa atlántica de Florida y proclamaron la República de Florida. Los expedicionarios fueron dirigidos en primera instancia por el general Gregor MacGregor y posteriormente por el corsario francés Luis Aury. Los estadounidenses expulsaron a los expedicionarios en diciembre de 1817 y continuaron contra los seminolas la campaña patrocinada por Andrew Jackson en 1817-1818, conocida como Primera Guerra Seminola. Al final de la contienda los Estados Unidos controlaban de facto, tras la destrucción del Fuerte Negro, las plazas fuertes más importantes de la Florida Oriental.

El Tratado de Adams-Onís, suscrito entre Estados Unidos y España el 22 de febrero de 1819, puso fin a la soberanía española de Florida. De acuerdo con los términos del tratado, firmado por el ministro de Relaciones Exteriores de España Luis de Onís y el secretario de Estado estadounidense John Quincy Adams, los Estados Unidos adquirieron Florida al rey de España, Fernando VII, y en contrapartida respetando a cambio las fronteras de los Estados Unidos con el territorio de Tejas español, aunque con anterioridad los estadounidenses lo habían reclamado, diciendo que Texas había sido parte de su adquisición de Luisiana, que supuestamente ya había sido vendida por Francia a los EE. UU. en 1803. El tratado entró en vigor el 10 de julio de 1821.




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