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Juan Ponce de León



Juana I de Castilla
(siendo su padre el regente de Castilla, el rey Fernando II de Aragón)

Juana I de Castilla
(siendo su padre el regente de Castilla, el rey Fernando II de Aragón)

Tres sucesivos:

Juana I de Castilla
(siendo su padre el regente de Castilla, el rey Fernando II de Aragón)
/ Carlos I de España (desde 1516)

Tres sucesivos:

Juan Ponce de León y Figueroa (Santervás de Campos, Valladolid. 8 de abril de 1460-La Habana, julio de 1521), adelantado, fue un explorador y conquistador español, primer gobernante de Puerto Rico y descubridor de la Florida (actual Estados Unidos).

Juan Ponce de León había nacido el 8 de abril de 1460[2]​ en Santervás de Campos (provincia de Valladolid). El apellido de León no se refiere a su lugar de origen, sino que lo añadieron los descendientes de Pedro Ponce de Cabrera, esposo de la infanta Aldonza, hija ilegítima del rey Alfonso IX de León, en el siglo XIII.[3]​ Fue educado en la casa de un familiar en Sevilla, Ramiro Núñez.[4]

De ascendencia noble, fue paje de Fernando el Católico en la corte de Juan II de Aragón. Estuvo en el ejército durante diez años y combatió en la conquista del reino de Granada junto a su tío Rodrigo cuando contaba 32 años. Granada fue tomada el 2 de enero de 1492 y Juan participó en la marcha triunfal de entrada en la ciudad. Otra de las personas que acudió a esa marcha fue Cristóbal Colón, que descubriría el Nuevo Mundo el 12 de octubre de ese mismo año.[4]​ Ponce de León, si bien al terminar la Reconquista podría haberse desplazado a las tierra de León, para continuar con una vida dentro del sistema feudal, prefirió participar en la empresa española en ultramar.

Se duda de si su primer viaje a América lo hizo con Cristóbal Colón en su Segundo Viaje en 1493 o con Nicolás de Ovando en 1502. En dicho segundo viaje de Colón, este se desplazó hasta una isla guiado por unos indios arahuacos que querían que Colón los protegiera de los indios caribes. El 19 de noviembre de 1493, cuando los navíos entraron en Bahía Boquerón, los indios saltaron al agua y nadaron hacia la costa. Colón bautizó esa isla como San Juan Bautista y 18 años después Ponce de León bautizaría su villa portuaria, Cáparra, como Puerto Rico.[4]

El Segundo Viaje de Colón, en el que se cree que participó activamente Ponce de León, sirvió para conquistar la isla de La Española, siendo el punto de inflexión la Batalla de la Vega Real. Tras el cese de Cristóbal Colón y de su hermano Bartolomé y por la muerte en el mar de Francisco de Bobadilla, Nicolás de Ovando fue nombrado gobernador de La Española en 1502.

Otros apuntan a que Ponce de León arribó por primera vez al Nuevo Mundo con Nicolás de Ovando en 1502, desembarcando donde actualmente se halla Cockburn Town, en la isla Gran Turca, en las Turcas y Caicos, pero pronto se instaló en La Española.

En 1502 colaboró con Nicolás de Ovando y frenó una rebelión del pueblo taíno en la zona oriental de La Española. Por dicha actuación fue recompensado con el cargo de gobernador de la recién creada provincia de Higüey. En ese cargo, alquilaba indios para buscar oro o para trabajar en los abundantes cultivos de yuca. Ponce de León se hizo rico sirviendo como gobernador[5]​ y sobre todo gracias al cultivo de la yuca. El puerto de Higüey, en el Paso de la Mona, era parada obligada para los barcos españoles que regresaban a Europa, ya que el pan que se hacía con la yuca se conservaba muy bien con humedad, era nutritivo y tenía muy buen sabor.[4]​ Debido a esta prosperidad, Ponce construyó una villa en Higüey que llamó Salva León y mandó traer a su esposa e hijos.

En 1502 había contraído matrimonio en Santo Domingo con una mujer indígena[4]​ que servía de mesonera en Santo Domingo, que con su bautizo cambió su nombre a Leonor. Con ella tuvo tres hijas, Juana, Isabel y María, y un hijo llamado Luis.[6]

En su estancia en Higüey, escuchó las historias de las riquezas existentes en Borinquén, la Isla de San Juan. A partir de ese momento concentró todos sus empeños en poder acudir a ese sitio, siéndole concedido el permiso necesario. El 12 de agosto de 1508 Ponce de León parte de Higüey para explorar Borinquén. Dio órdenes de plantar yuca en el caso de que las misiones de exploración en busca de oro fueran fracasando.

Fue recibido con los brazos abiertos por Agüeybaná, cacique taíno, y tomó rápidamente el control de la isla. Por este hecho, Ponce de León fue nombrado Gobernador de la misma en 1509.

En 1506, tras la muerte en el Convento de San Francisco de Valladolid de Cristóbal Colón —que había sido designado gobernador militar de sus descubrimientos—, las autoridades españolas rechazaron conceder el mismo privilegio a su hijo Diego. A pesar de la oposición de Diego Colón, Ponce consiguió ser nombrado gobernador.

En 1508, Ponce de León fundó el primer asentamiento en San Juan, Cáparra, actual San Juan, y fundaría también una villa en San Germán. En Cáparra fijó el hogar para su familia, ordenó construir una fundición de oro, repartió trabajadores entre los seguidores españoles y estableció una hacienda en Toa.

Ponce de León, junto con otros conquistadores, forzó a los taínos a trabajar en las minas y a construir fortalezas. Numerosos taínos fallecieron a causa de la exposición a las enfermedades traídas por los marineros europeos y por la carencia de inmunidad ante esas enfermedades.

Aunque la Corona había seleccionado para entonces a Ponce de León para colonizar y gobernar la isla de San Juan, Diego Colón había presentado una reclamación en el tribunal superior de Madrid y había ganado sus derechos. Ponce de León fue retirado del cargo en 1511.

Sin embargo, para demostrar el favor real, Fernando el Católico envió a Ponce 30 hombres, religiosos católicos de Sevilla, ganado y caballos, y le otorgó a la isla su propio escudo de armas, el primero del Nuevo Mundo. Para celebrar este gesto del Rey, Ponce llamó a Cáparra, su villa, Puerto Rico. Entre los comisionados por el Rey Católico, se encontraba el Capitán Don Diego Guilarte de Salazar, luego nombrado Regidor del Cabildo de San Juan, y héroe de la Batalla de Aymaco.

A la muerte del cacique indígena Agüeybaná, que dio su beneplácito a Ponce, le sustituye su sobrino Agüeybaná II el Valiente, quien establece resistencia. Los arahuacos se unieron a los caribes para luchar contra los españoles, paralizaron la producción de oro y mataron a la mitad de los españoles. Tras esto, Ponce de León organizó la defensa, logrando abatir a Agüeybaná II y provocando la huida de muchos indios. Debido a la escasez de trabajadores, al notar que la producción aurífera había llegado al máximo y al no desear servir a Diego, pidió un título al Rey Fernando para explorar las áreas al norte de Cuba. Dicho título le fue dado gracias a la intervención a su favor de Bartolomé Colón.

Ponce de León fue a Salva León, donde equipó dos embarcaciones, la más grande a manos de Juan Bono de Quejo y la más pequeña a manos de un timonel llamado Antón de Alaminos, que había participado en el Cuarto Viaje de Colón y que era el que mejor conocía el Caribe. Las dos naves parten a San Germán, donde alistan el buque insignia, la carabela San Cristóbal de Juan. En 1513 partieron las tres naves y navegaron por las Bahamas, llegando a la isla de San Salvador.

Sobre el 27 de marzo, Domingo de Resurrección, avistó una isla, pero no hubo posibilidad de atraque. El 2 de abril, Ponce de León se montó en un bote para dirigirse a tierra, que pensó que sería una isla muy grande. Desembarcó, cruzó la playa y subió a las dunas. Desde lo alto divisó un paisaje plano y boscoso que se extendía hasta el horizonte. Dicho desembarco debió producirse en la costa oriental de la península de Florida, en un punto aún disputado entre la playa de Melbourne, próxima a cabo Cañaveral, y la playa de Ponte Vedra, en el norte de Florida, cerca de Jacksonville.[7][8]​ Fue allí donde el 8 de abril reclamó toda esa tierra para España, y la llamó «Florida», debido a que era la festividad de la Pascua Florida.

Fueron navegando por la costa oriental hasta una zona por la que fluye ahora el río St. Johns. En un lugar al que llamó río de Canas, en el actual cabo Kennedy, nativos amistosos los invitaron a tierra. En una laguna con forma de cruz, que Ponce bautizó como río Crucis, dio orden de erigir un pilar de piedra labrada coronado con una cruz de madera y se pusieron a rezar, sufriendo tras de eso un ataque indígena que les obligó a huir. Decidieron seguir con la exploración y navegar hacia el sur, y fueron bordeando los actuales cayos de Florida y remontando la costa occidental hasta el cabo Romano. En dicha navegación hacia el sur, el 21 de abril, notaron una corriente que, a pesar de tener el viento a su favor, no les permitía avanzar, sino que les hacía retroceder. Los dos navíos que se encontraban más cerca de la tierra fondearon, pero la corriente era tan potente que hacía rehilar los cables del ancla.[9]

Ese fue el descubrimiento de la corriente del Golfo, ya intuida por Cristóbal Colón. La corriente recorría el Caribe hacia el Atlántico y permitió a partir de ese momento una rápida ruta marítima de vuelta a Europa desde las posesiones españolas en América.[10]

El 23 de mayo de 1513, se detuvieron cerca del actual Fort Myers, donde unos indios se acercaron y uno, que sabía algo de español, aprendido posiblemente de otros indios que habrían huido hasta allí, les avisó de que en la costa su jefe tenía mucho oro para comerciar. Sin embargo, una vez desembarcaron, sufrieron otro ataque indígena. En Florida había apalaches, calusas y matacumbes, que se movilizaban mucho de un lado a otro. Los indios usaban flechas con puntas que eran anzuelos de pescar, o puntas normales impregnadas en sangre animal mezclada con veneno de cobra.

Retornó a La Habana y luego volvió de nuevo, deteniéndose en la Bahía de «Chequesta» (Bahía Vizcaína) antes de regresar a Puerto Rico.

La existencia de un indio que hablaba español[11]​ podría ser indicativa de que algún español había llegado antes a esa zona, aunque también es posible que estos indios fueran informados de la presencia española en la zona por otros que ya habían estado en contacto con ellos.

Existían leyendas de Cíbola , las Siete Ciudades de Oro y de la fuente de la eterna juventud en aquel entonces, por tanto es probable que influyeran en la exploración de Ponce de León.

Se dice que pasó desde entonces su vida buscando la fuente de la eterna juventud, que según una leyenda se encontraba en Florida.[12][13]​ Él nunca dijo nada de que buscara la fuente,[14]​ si bien el explorador Hernando de Escalante Fontaneda en su obra Memoria de las cosas y costa y indios de la Florida, de 1575, afirmó que había ido a buscarla porque le habían hablado de ella indios de Cuba y Santo Domingo.[15]​ También el historiador "oficial" (y nada fidedigno) Antonio de Herrera y Tordesillas, en sus Décadas, publicadas a principios del 1600, atribuye a Ponce de León esta búsqueda.[16]

Se sabe que esas leyendas sí influyeron algo en otros conquistadores españoles en Norteamérica como Alvar Núñez Cabeza de Vaca, aunque esa influencia fue anecdótica.

En 1514 volvió a España y recibió comisiones para conquistar el Caribe, y la supuesta «Isla de Florida». Su expedición llegó a la isla de Guadalupe en 1515 pero cayó en una emboscada: cuando las mujeres bajaron a tierras junto a algunos hombres para lavar la ropa, los habitantes de la isla saltaron de improviso sobre ello y mataron a los hombres y capturaron a las mujeres.[17][18]​ Ponce no se atrevió a contraatacar desde los barcos y puso vela a Puerto Rico donde se quedó hasta 1521.

Quizá animado por el éxito que había tenido Hernán Cortés en México en 1519, Ponce de León organizó en 1521 una expedición para colonizar La Florida con dos barcos que transportaban aproximadamente 200 hombres, incluyendo a sacerdotes, agricultores y artesanos, 50 caballos y otros animales domésticos además de instrumentos de labranza.

La expedición recorrió la costa suroeste de Florida, en alguna parte de los alrededores del Caloosahatchee River o Charlotte Harbor. Cerca de un gran campamento indígena en Bahía Espero comenzó a construir una colonia. Durante 5 meses todo marchó adecuadamente pero los colonos pronto fueron atacados por los calusa y Ponce de León fue herido por una flecha envenenada en el hombro.[19]​ Otras fuentes apuntan a que realmente fue una herida de flecha en la pierna, que se le gangrenó.[4]

Después de este ataque, él y los colonos fueron en barco a La Habana, donde pronto murió a causa de la herida. Su tumba está en la catedral de Viejo San Juan, Puerto Rico, en un monumento erigido y costeado por el Casino Español de San Juan. Los restos habían sido exhumados el 18 de junio de 1907 de la Iglesia de San José en San Juan y se custodiaron allí, en espera de la construcción de un mausoleo en la Catedral.[20]

Según Francisco Frías Valenzuela, Juan Ponce de León dudaba de la racionalidad de los naturales (indios), sostenía que ellos no eran hombres sino bestias y, por lo tanto, incapaces de recibir la fe y de gobernarse a sí mismos.[21]

En el año 2011 se festejó el Quinto Centenario de la Gobernación de Puerto Rico -Juan Ponce de León fue el primer gobernador- con diversos actos tanto en España como en Puerto Rico y Estados Unidos (en Washington D. C.). En España, el 21 de enero de 2011 se celebraron diversos actos en Santervás de Campos y la Universidad de Valladolid con presencia del gobernador Luis Fortuño, el rector Marcos Sacristán y otras autoridades, así como del historiador István Szászdi, miembro de la Comisión del Quinto Centenario, y la profesora Mercedes Gómez, Directora Ejecutiva del Instituto de Cultura Puertorriqueña.[22][23][24][25][26]

En Estados Unidos han tenido lugar diversos actos para homenajear el descubrimiento de la Florida por Ponce de León. Entre ellos se encontraba la tradicional simulación del desembarco en las dos playas donde se cree que Ponce llegó por primera vez a lo que hoy son los Estados Unidos. Alguna de estas representaciones ha tenido interpretando a Ponce de León a un descendiente directo del conquistador.[27][28]​ El buque escuela de la Armada Española Juan Sebastián Elcano atracó en las costas de Miami en un acto donde participó el ministro de Asuntos Exteriores español, García Margallo, que con representación estadounidense del Secretario de Estado de Florida, Kent Dentzer, realizó una ofenda floral a un monumento a Ponce de León.[29]​ Tomás Regalado, alcalde de Miami, también estuvo presente en los actos de conmemoración, tanto en Madrid como en Florida.[30]​ Cinco españoles aprovecharon la presencia del buque Juan Sebastián Elcano para jurar bandera frente al Ministro de Asuntos Exteriores.[31]



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