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General Daniel Cerri



General Daniel Cerri (Estación Cerri y Estación Aguará) es una ciudad y puerto de la provincia de Buenos Aires (Argentina). Se encuentra ubicada en el partido de Bahía Blanca, a 10 km al oeste de la ciudad de Bahía Blanca, con la que se encuentra conurbada en el denominado Gran Bahía Blanca y en la Ruta Nacional 3, a 698 km de la Capital Federal.

Actualmente la ciudad de Gral. Daniel Cerri se encuentra ubicada en el partido de Bahía Blanca. Fue fundada el 27 de mayo de 1876 por Francisco José Daniel Cerri, quien había participado de la Guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay y especialmente en la Batalla de Curupayty en la que Cerri dio muestra de heroísmo. Regresó a Bahía Blanca con el grado de teniente coronel y fue el único de los legionarios que llegó al grado de general. Su vida militar transcurrió más tarde por diversos escenarios de la geografía nacional, siendo nombrado en 1875 comandante de la Guarnición Bahía Blanca, en 1876 en cercanía del Río Sauce Chico, en el vado conocido como "Paso de los Cuatreros" fundó el Fortín y un año más tarde fue jefe en la Campaña de Río Negro que realizara el general Julio Argentino Roca en las campañas previas a la lucha con los indios.

A lo largo de la Presidencia del Dr. Nicolás Avellaneda, se intensificó la lucha contra los aborígenes ladrones de ganado (cuatreros); El 16 de marzo de 1876, desde el cuartel general ubicado en Olavarría, el entonces Ministro de Guerra Adolfo Alsina, dio órdenes e instrucciones pertinentes a los mandos militares, para que marcharan sin demoras a ocupar los lugares por donde se debía trazar la nueva línea de fronteras.

En uno de los grupos se encontraba de jefe el Teniente Coronel Daniel Cerri, que había actuado anteriormente en la lucha contra el indio combatiendo heroicamente con los huestes de Calfucurá el 19 de mayo de 1859 y en otros ataques, en los que pudo rescatar muchos cautivos y apoderarse de una importante caballada.

Las instrucciones que recibió Cerri, consistían en que tenía que situarse con los efectivos que disponía, entre Bahía Blanca (“Fortaleza Protectora Argentina”) y Fuerte Argentino (“Paso de los Chilenos”) y además debía construir sobre las márgenes del Río Sauce Chico una nueva línea de fortines, 9 sobre la margen izquierda y 4 sobre la derecha.

El primer fortín construido al oeste de Bahía Blanca y que cerraba el paso a las invasiones desde Patagones fue el “Fortín Paso de los Cuatreros” y algunos de los fortines restantes fueron “Farias”, “Piran”, “Manuel Leo” y “Gral. Iwanoski”. También se reacondicionó “Nueva Roma” y se reconstruyó el “Fortín Borges”. Los fortines tenían 2 estructuras circulares, una contenía el rancherío y la otra formaba el corral.

Desde “Cuatreros” a “Nueva Roma” se utilizó el cauce del Río Sauce Chico como zanja y de “Nueva Roma” hasta la provincia de Córdoba se continuó manualmente con la construcción de la zanja, luego conocida como la Zanja de Alsina.[1][2]

La Zanja de Alsina

Primeramente se lo conoció como “Fortín Paso de los Cuatreros” y más tarde se lo denominó “Fortín Cuatreros”, estaba ubicado sobre la margen izquierda del Río Sauce Chico y aproximadamente a 2 km del cangrejal.

Lo formaba un semicírculo con un diámetro de 40 varas, rodeado por un foso de 4 varas de ancho, por 3 varas de profundidad que rodeaba a la ranchada y el mangrullo, y a espaldas del fortín otro círculo de 20 varas de diámetro que formaba el corral. El personal estaba formado por 2 oficiales y 20 soldados fortineros.

La construcción del fortín se hizo con elementos del lugar y otros traídos de la Fortaleza Protectora Argentina realizada por el Coronel Ramón Estomba en 1828. Su vida fue efímera, pues años más tarde con la campaña de Roca al desierto dejó de tener importancia y con el paso del tiempo desapareció totalmente.[1]

Para proteger las estancias ubicada en la zona rural del partido de Bahía Blanca se construían las casas azoteas o casas fortalezas las mismas eran de una construcción más económica y funcionaban como unidades defensivas y de albergue a la peonada.

Una de esas unidades, que perteneció a la “Estancia Sansinena”, es aquella en la que se ubica el “Museo Fortín Cuatreros” de la ciudad de Gral. Daniel Cerri.[3]

Es la plaza principal de la ciudad, está ubicada frente a la Delegación Municipal en la manzana comprendida por las calles Juan José Passo, Juan Larrea; Cornelio Saavedra y Domingo Matheu. En el mencionado sector se realizan las más importantes actividades públicas (Fiestas Patrias y Aniversario de la Ciudad).

En el centro de la plaza está el busto al Gral. Daniel Cerri y frente a la delegación el monumento a la madre.

Se encuentra ubicada en el sector más antiguo del lugar, entre las calles Francisco Gurruchaga; Av. Plácida Pernici, Martín Güemes y Donado.

Las calles Francisco Gurruchaga, Libertad, Sarmiento y Brown bordean a la plaza y se ubica a pocos metros de la Iglesia San Miguel Arcángel.

Está circundada por las calles Buenos Aires, Armando Antozzi y Balcarce (numeración par e impar) en las otras calles laterales

Busto del Gral. Cerri

Monumento a la Madre

Plaza Juan Vissani

Plaza Galassi

Plaza Olga Bayón

El 25 de septiembre de 1900, llegó a la ciudad una comitiva encargada de analizar el sitio elegido por la Compañía Sansinena para emplazar su nuevo frigorífico. La historia comenzó en 1883 cuando el francés Simón Gastón Sansinena instaló en Buenos Aires (junto al Riachuelo) un matadero y grasería que con el tiempo después se llamó Compañía Sansinena de Carnes Congeladas, elaborando los conocidos productos "La Negra".

Era presidente de la firma el empresario Ernesto Tornquist, y uno de sus primeros anuncios fue la construcción de un frigorífico en las 2.000 hectáreas de su propiedad en cercanías de Bahía Blanca, más precisamente en la zona de Cuatreros.

La visita que se rememora contó con la presencia de Adolfo Luro, Juan Oliver y el Ing.Luis Augusto Huergo, encargado del proyecto del futuro "Puerto Cuatreros".

En 1900, Gastón Sansinena compró las 2.000 hectáreas en "Cuatreros" a Ernesto Tornquist y entre ese mismo año y 1903 con la dirección técnica del Ing. Luis A. Huergo comenzó a construir el frigorífico, puerto y playa de maniobras ferroviarias. El 1 de octubre de 1903, se inauguró el emprendimiento industrial empleando 850 obreros, que comenzó a dar forma al pueblo de Cuatreros.[4]

El Chalet que estaba destinado al administrador y el parque que está ubicado dentro del frigorífico, fue construido y diseñado aproximadamente en el año 1903 por Carlos Thays, arquitecto, naturalista y paisajista francés nacionalizado argentino, que realizó la mayor parte de su obra en Argentina. Entre sus obras está el Jardín Botánico de Buenos Aires, El Parque Provincial Ernesto Tornquist y los Bosques de Palermo, entre tantos otros.

La tan ansiada inauguración de la planta tuvo lugar el 1 de octubre de 1903, hecho que motivó una importante crónica en la edición del día 2. Con toda la solemnidad exigida por los grandes acontecimientos fue inaugurado el frigorífico de la Compañía de Carnes Congeladas. Del acto tomaron parte el presidente de la compañía, Ernesto Tornquist, el administrador Paul Oliver, el gerente Miles Pasman, el miembro del directorio Adolfo Luro y 70 invitados especiales más. Todos salieron con el tren de las 8.00 con destino al puerto de White donde abordaron el vaporcito Volga y el palibot Lario, preparados para conducir a la concurrencia al puerto Cuatreros. Desde allí, se trasladaron hasta el establecimiento en un tren formado por una máquina a vapor y varios vagones convenientemente arreglados para tal ocasión.

El diario agrega que «Visitamos poseídos de la más grande admiración, todas las dependencias de ese poderoso establecimiento, por que él nos hablaba al alma de argentinos diciéndonos cuan grande y cuan prospera sería la nación si en cada margen de cada arroyo, y en cada fondo de cada una de las bahía de nuestro esplendido litoral, se pudieran contemplar monumentos de la industria como el Frigorífico Sansinena que dan vida, nervio, poderoso impulso al comercio y a la industria, no solo de la ciudad, sino de una región entera».

Tras recorrer las instalaciones, todos los asistentes participaron de un almuerzo. El Hotel de Londres preparó el menú, escrito en francés, que incluía canapés de caviar y vinos del Rhin. Después de las palabras de los funcionarios, donde se destacó, las bondades y características de tareas a desarrollar en el frigorífico la comitiva emprendió el regreso a Bs.As.

El puerto en el estuario de Bahía Blanca, cerca de la desembocadura del Río Sauce Chico, de 150 m de muelles de madera, se denominó "Puerto Cuatreros".[5]

En el año 1903 la compañía Sansinena instaló la vía de trocha angosta que llegaba hasta Puerto Cuatreros. Posteriormente en el año 1908 el ferrocarril construyó la vía desde Bahía Blanca a Carmen de Patagones y que pasa por la Estación Aguará.

Desde el comienzo de las actividades en 1903 y hasta 1925, solo en los años 1911, 1917 y 1921 no se efectuaron embarques desde el muelle.

La exportación de carnes a Brasil, Inglaterra y Alemania se desarrollaba con menores fletes que otros puertos fluviales. En 1920, la oferta de esta Cía eran 40 clases de fiambres, 25 de embutidos, 25 conservas enlatadas, 10 patés, 20 subproductos industriales y exportaba mensualmente 40.000 reses ovinas, 20.000 bovinas, más otros productos allí elaborados. Poseía vías de FF.CC. y tres locomotoras a vapor para llevar la carne de las cámaras frigoríficas a los barcos anclados en el puerto, a 3 km de distancia.

En el año 1925, por diferentes circunstancias el muelle queda fuera de servicio. En la década del 30, se exportó para Inglaterra manteca bahiense de La Scandia. En 1939 tras la suspensión de los embarques de carnes para exportación, la compañía alquiló sus cámaras a la empresa A.F.D. (Argentine Fruit Distributors) para el enfriamiento y embarque de frutas que provenían en tren del alto valle del Río Negro.

En el año 1939 la mencionada empresa exportó, por Puerto Cuatreros, 290.519 cajones de peras "Williams", extra fancy, las que fueron destinadas a puertos de Gran Bretaña, Francia, Holanda, Dinamarca, Bélgica, Suecia y Estados Unidos.

El primer tren con fruta para exportar, llegó el 14 de enero de 1939 y el 28 del mismo mes amarró a Puerto Cuatreros el African Reefer y fue el primer barco que llevó fruta a Europa, en ese año se llegó a embarcar 290.519 cajones que se repartieron entre los buques African Reefer, que cargó 90.970 cajones, y el Egiptian Reefer y el Ionna, que cargaron el resto.

En el año 1940, la Argentina Fruit Distribuitors, debido a la situación europea (segunda guerra mundial), solo procedió al embarque de 170.000 cajones, pese a su propósito de exportar 1.000.000 de cajones de las peras mencionadas. Esta actividad perduró hasta el año 1947, reiniciándose los embarques de carnes, menudencias y productos envasados de exportación. Después de haberse realizado tareas de mejoramiento del muelle, su maderamen, pilotes y el calado quedó habilitado para permitir al acceso de buques de hasta 30 pies de calado.

El 22 de marzo de 1947 cargó carne el barco inglés Urmston Grange. Aquel día, el movimiento en todo Cerri y el muelle fue intenso.La presencia del pequeño ferrocarril en el viejo muelle era una realidad y las grúas comenzaron la carga hasta llegar a un total de 3.000 toneladas de carnes congeladas, menudencias, corned beef y otras carnes conservadas, el buque completó su carga con 4000 toneladas de trigo en el puerto de White todo con destino final en Liverpool, Inglaterra.

El 23 de octubre de 1947, completando su capacidad de carga con carnes congeladas, menudencias y productos envasados, partió desde Puerto Cuatreros rumbo al viejo continente el barco inglés Langton Grange.

La reactivación del muelle se entendió como una nueva "ruta del progreso" para la zona, sobre todo por la importante demanda de carnes desde el extranjero. En 1952, con la transferencia a la Corporación Argentina de Productores de Carnes nace "C.A.P. Cuatreros".

El 17 de enero de 1960, estando amarrado el buque inglés Cortona se desencadenó una fuerte tormenta con ráfagas de viento de 150 a 180 km, lo que ocasionó que la fuerte presión ejercida sobre el casco rompiera cinco de las amarras de sujeción y el barco impactara en el muelle.

El 30 de julio de 1960, después de cargar carnes congeladas y productos envasados, partió a Europa el buque alemán Ursula H.

En 1961 el transporte "Corinaldo" de bandera británica, que tomó en sus bodegas un cargamento de 500 toneladas de carnes congeladas, partió de puerto Cuatreros con destino al puerto de Londres. La mencionada unidad inició en horas tempranas la operación de carga de las reses ovinas enfriadas y menudencias congeladas procedentes del establecimiento que la CAP posee en Gral. Daniel Cerri, una vez que completó la carga, la nave soltó amarras y partió rumbo a Gran Bretaña.

El 21 de diciembre de 1961 a causa de un fuerte temporal de viento el muelle fue embestido por el buque Defoe, dañándole las defensas, pilotes y desplazando el piso, quedando prácticamente inoperable.

El 8 de agosto de 1962 recibió al Santa Teresita, que cargó 115 toneladas de carne ovina congelada con destino al puerto de Buenos Aires, desde donde luego fueron embarcadas en una nave de mayor calado rumbo a Europa. Fue el último navío que sacó productos CAP directamente de Puerto Cuatreros.

Entre marzo de 1947 y diciembre de 1962 se cargaron 54 barcos con productos CAP que partieron con destino a Europa.

Con las importantes mejoras realizadas en la planta, el 22 de septiembre de 1972 se dejó inaugurado el nuevo sistema de túneles de congelado rápido y sistemas de cierre al vacío. Dotando así al frigorífico de la más alta calidad y seguridad en el sistema de exportación de carnes congeladas. Todas las exportaciones de carnes y conservas a Italia, Alemania, Holanda, España, Francia, Bélgica, Israel, Chile, Reino Unido, Polonia, Suiza, Grecia, Portugal, Zaire y Estados Unidos se trasladaban en camiones refrigerados desde Gral Daniel Cerri al puerto de Buenos Aires donde eran embarcados a su destino final.[6][7][8][9]

El 1° de mayo de 1909, en el antiguo Mercado de Abasto y con frente a calle O'Higgins, la Compañía Sansinena de Carnes Congeladas elaboradora de los productos "La Negra", inauguró en Bahía Blanca la primera carnicería.

En agosto de 1917 la misma Compañía, presentó otra carnicería en Bahía Blanca, el local se ubicó en un punto singular para este tipo de comercio, cual fue la primera cuadra de calle O'Higgins 29 (hoy galería Americana) pegado al hotel Muñiz, e instalado con un confort admirable, bajo el mismo sistema de lujo y elegancia que caracteriza a los similares colocados en calle Florida de la ciudad de Buenos Aires y en Mar del Plata frente a la rambla. El lugar aparecía profusamente iluminado, diseñado con líneas del estilo "Art nouveat" y una atractiva presentación de sus productos, se habían cuidado tanto los detalles y eran tan perfectos los sistemas de exhibición, que el público tenía verdadero deleite al encontrarse frente productos frescos y expuestos con una limpieza nítida.

Presentados como "salones de exposición y venta", se podían adquirir carnes, conservas, grasas, aves, mantecas y frutas. Las sucursales centrales usaban vidrieristas para la lujosa presentación de carnes frescas, y gran variedad de enlatados. Eran atendidas por repartidores vestidos de casaca y delantal blanco y lucían una gorra con la insignia de la compañía, por las tardes visitaban las casas levantando pedidos que eran entregados a la mañana siguiente.

A fines de los años 30 tenía 200 sucursales en Capital Federal, Gran Buenos Aires, Rosario, La Plata, Mar del Plata, Bahía Blanca, Cuatreros, Ing. White, Punta Alta y Río Colorado, la intención era que en pocos años, muchos barrios comenzaran a contar con una carnicería de Sansinena, donde los clientes podían hacer sus compras con la seguridad de proporcionarse un deleite y aportar buenas economías en su presupuesto.[10][11]

En noviembre de 1944, la compañía comenzó con la elaboración de conservas en el frigorífico Sansinena, de General Cerri. Empresa histórica del medio y en una época en que la industria del frío tenía pleno apogeo, el funcionamiento del frigorífico fue por demás cambiante. En 1944, en particular, la Segunda Guerra Mundial determinó la paralización de las operaciones, generando una crisis laboral en la región. Por eso fue alentadora la decisión de habilitar una sección para elaborar carnes conservadas para exportación.

Equipada la industria con máquinas de fabricación nacional, traídas desde la Planta Yuquerí en Entre Ríos, inició la fabricación de envases de hojalata y aumento la faena de lanares (ovejas, capones, borregos y corderos). Estos últimos se destinarían, a congelar la carne, cocinarla y envasarla para exportación. La puesta en marcha del establecimiento significó una grata noticia para los trabajadores y productores, y el hecho se celebró con un acto que contó con la presencia de autoridades políticas, empresariales y del comercio.[12]

En el mes de diciembre de 1917, los obreros del frigorífico Cuatreros, de la Compañía Sansinena, iniciaron una huelga que tendría desenlace fatal.

El establecimiento de Cuatreros conformaba una de las industrias de mayor producción del país, desde su muelle propio partían los buques con carne Argentina a Europa, sin embargo, eran frecuentes las huelgas en los frigoríficos del país, cuyo personal exigía mejores condiciones de trabajo.

En aquella huelga, la empresa se mostró inflexible, pues el paro no la afectaba, al tener las cámaras completas para responder a la exportación por tres meses. La firma clausuró la fábrica y dispuso un piquete de 50 hombres en guardia permanente. Un grupo de obreros, con sus esposas y sus hijos, se reunió en su local social para discutir los acontecimientos. A poco de iniciada la reunión, el lugar fue rodeado por el oficial Carbia con cuatro gendarmes y tres agentes. En momentos en que un obrero se estaba dirigiendo a los demás, el oficial ingresó al local montado en su caballo, escuchó algunas palabras del obrero, volvió a la calle y ordenó abrir fuego. En segundos, puertas y paredes fueron perforadas por las balas. Acto seguido ingresaron los efectivos con los sables desenfundados y atacaron a los obreros desarmados. Murió Antonio Lavandera (36 años, 6 hijos) y fue herida de bala en la cabeza Nieves López, además hubo no menos de seis heridos de sable y otros tantos de bala.

«Obreros en reunión hicieron discursos ofensivos contra el presidente y originaron un tumulto, atacando con violencia al oficial Carbia, que debió defenderse», decía el parte oficial del comisario. Pero la justicia intervino, declararon más de veinte testigos y se ordenó la detención de todos los policías, acusándose a Carbia de asesinato.

El 21 de diciembre de 1917, en la soledad de su celda, Carbia puso fin a sus días con un tiro de revólver, aduciendo «su falta de ánimo para sobrevivir a la acusación».[13]

La policía y los huelguistas. Un muerto y varios heridos.

Como tenemos noticiado, la huelga entre el personal de los frigoríficos afectó también al de Sansinena, establecido en el vecino poblado de Cuatreros. Nada parecía indicar que esta huelga diese ocasión a incidentes sangrientos como el que pasamos a relatar en la forma que nos ha sido comunicada por testigos presenciales del hecho. Ayer a las 3 p.m., un grupo numeroso de huelguistas, del que formaban parte mujeres y niños, se reunió en el local social que los obreros de la Sansinena utilizaban para sus deliberaciones.

Dicho local está situado en la calle derecha de la estación y lo forman un salón con entrada por la ochava, cuyo salón tiene salida al patio del inquilinato en el que habitan familias de los obreros. A poco de iniciarse la reunión para la que se había solicitado el correspondiente permiso, se situó frente al local mencionado el oficial de policía Carbia, que con 4 gendarmes y 3 agentes del destacamento, lo rodearon por completo.

Carbia se apeó del caballo y entró en el local en ocasión en que hablaba un obrero. Sin que ocurriera incidente alguno el oficial salió, montó nuevamente a caballo y ordenó a los gendarmes y agentes que le acompañaban hicieran fuego sobre la puerta de la ochava, que quedó, así como las paredes inmediatas, acribillada de balas. Uno de estas hirió en la cabeza a una mujer que había salido a la puerta y que cayó en el umbral de la misma. Inmediatamente oficial y gendarmes entraron a caballo en el mismo salón donde los obreros estaban reunidos. Prodújose la confusión que es de suponer, aumentada por los sablazos y disparos que la policía prodigaba.

Del salón pasaron los policías al patio contiguo, donde balearon al obrero Antonio Lavandera e hirieron y contusionaron a varias otras personas, todas inermes y en su mayoría sorprendidas por la acometida. La policía quedó dueña del local y dispersos los reunidos.

Resultaron heridos a consecuencia del hecho: Antonio Lavandera, español de 36 años que presentaba una herida de máuser en el costado derecho y dos heridas de arma blanca, sable, una en la frente y otra en el parietal izquierdo. Antonio Pérez, de 17 años, español, herido de bala en el dedo anular del pie derecho. Petra López, española, casada, de 36 años. Tiene una herida de bala en la parte superior de la cabeza.

Estos 4 heridos, atendidos en el primer momento en la farmacia “La Argentina”, del señor Fernández, fueron trasladados al Hospital Municipal.

Antonio Lavandera falleció al poco de ingresar en el benéfico establecimiento, a las 8:37 de la noche. Al obrero Antonio Pérez se le extrajo la bala que tenía en el pie derecho, siendo su estado satisfactorio. A la hora de cerrar nuestra edición, el estado de las dos mujeres Petra y Nieves López, se consideraba bastante grave.

A más de estos heridos se atendieron contusionados por sable, Santi Contillani, Antonio Bilbao, Nicolás Ovejero y Faustino Pascual. Hay varios contusos, entre ellos algunas mujeres, que no se presentaron a recibir asistencia médica. Algunas mujeres, entre las que se mencionan Jesusa Paz, Saturnina Bretos y la anciana Francisca Rodero, manifiestan que la policía procedió en forma brutal con todas ellas.

Estos hechos escuetamente relatados, no necesitan comentarse. Por nuestra parte, dado la gravedad de los mismos y la intervención de la policía, suspendemos nuestro juicio hasta tanto que podamos emitirlo con pleno conocimiento de causa.[14]

Durante la primera presidencia de Hipólito Yrigoyen (1916/1922), sucedieron hechos similares al del Frigorífico Sansinena en distintos puntos del país. Semana Trágica (Argentina) en 1919 y Patagonia Trágica o Patagonia rebelde en 1921.

El 2 de agosto de 1956, entró en surgencia el pozo del frigorífico CAP de Gral.Daniel Cerri. El crecimiento de la empresa y los nuevos métodos de trabajo, requería de tal emprendimiento, que comenzó en junio de 1956 con la perforación en busca del agua necesaria apuntando al "gran mar subterráneo" ubicable a unos 700 metros de profundidad.

El pozo tenía una producción de 40 000 L/h, manando a 5-7 atmósferas de presión, a una temperatura de 65 °C. Conocida la novedad, los directivos continuaron con la ampliación y modernización de la planta, sumando inclusive nuevas actividades. El surgente del frigorífico de Gral. Daniel Cerri aún continúa ofreciendo agua pura y natural, acaso queriendo compensar tantos sinsabores vividos por los trabajadores durante las últimas décadas.[15]

El 20 de octubre de 1956, un incendio destruyó totalmente las cámaras de enfriamiento y congelado del frigorífico. Lejos de desalentar a los productores en el mes de noviembre del mismo año se iniciaron los planes de obra de reconstrucción, ampliación y adecuación sanitaria (cámaras de tres pisos, playa de faena, oficinas, usina y corrales).

En octubre de 1960 se inauguraron las obras que transformaron aquel viejo frigorífico en una de las plantas más modernas del país. Siguiendo con los planes de mejoras a principio en la década de 1970 se inauguró la nueva sala de cortes especiales, los nuevos túneles de congelamiento rápido, el sistema de cierre al vacío y sellado térmico, dotando así a la planta de un sistema moderno de enfriamiento y cumplimentar las normas y exigencias de la industria para la exportación de carnes.

En su visita a la planta (15 de abril de 1972) el Sr Jimmy Carter, entonces gobernador del Estado de Georgia y posteriormente en 1980 presidente de los Estados Unidos, expresó " C.A.P. Cuatreros es un frigorífico equivalente a todos los mejores de mi país". La marca CAP era conocida como una de las líderes en Europa. Su nivel de calidad y cumplimiento de compromisos eran de gran prestigio. Muchas empresas norteamericanas con cadenas de distribución compraban los productos elaborados en CAP Cuatreros y lo hacían envasar con sus marcas.[16]

Todos los establecimientos frigoríficos autorizados a exportar carnes congeladas, cortes especiales y productos envasados tienen un número internacional; La planta CAP Cuatreros tenía el número 8.

Entre los años 1972 y 1974, el equipo Brabham de Fórmula 1 tenía como piloto oficial al argentino Carlos Alberto Reutemann. El corredor y el equipo estaba patrocinado por dos grandes empresas nacionales y otras internacionales.C.A.P. era una de ellas, y los lugares elegidos fueron los alerones del auto y el propio casco del piloto.

En abril de 1905, se inauguró en Cuatreros (hoy ciudad de Gral.Daniel Cerri) el lavadero de lanas y peladero de pieles Santa María, de la firma Soulas y Familia, una de las industrias más importantes del país en su tipo. Dos años habían pasado desde la puesta en marcha del frigorífico Sansinena, que con el funcionamiento de esa industria de la carne, los señores Vernier y Olivieri instalaron un lavadero y peladero de pieles, destinado a recibir los cueros lanares de Sansinena para lavarlos y acondicionarlos para su posterior exportación. Con casa central en Avellaneda, la mayoría de los obreros fueron traídos desde la Capital Federal, y apenas llegados se pusieron a trabajar, para con precisión matemática poner en movimiento esta colosal rama industrial. Aquel primer día hubo un almuerzo en la administración, con brindis elocuentes y entusiastas por la prosperidad del establecimiento.

Desde entonces, Sansinena y Soulas marcharon hermanadas, para bien y para mal y con este hecho la localidad se convierte en el “primer pueblo industrial de la región”. La instalación de ambos emprendimientos vincula al poblado con el mundo, en un contexto económico-político nacional que lo permite debido a que la exportación era el pilar fundamental de dichas actividades.[17]

En 1914 se inauguró en la localidad el primer club (Club Atlético Soulas) que con el paso del tiempo, paso a llamarse, Club Atlético Sansinena.

En 1929 el lavadero Soulas modifica su nombre, tomando el de Lanera Argentina S.A. (con esa denominación, funcionó hasta 1994).

En sus primeros años procesaban alrededor de 350 cueros diarios. Contaba con una caldera de 250 hp que consumía 4 tons. de carbón por día. Tenía 3 motores de 20 hp para los secadores.

Al cuero se lo estiraba, se le extraía la lana y se la pasaba a las grandes piletas o bateas de remojo para quitarles el abrojo y la tierra. El agua se le extraía con flujo de aire que era impulsado por potentes compresores, luego se la pasaba a las estufas donde experimentaba una fermentación alcalina que ablandaba la lana. El paso siguiente era llevarla a los secadores, donde se los clasificaban en depósitos a 42º C.

El establecimiento de Cuatreros no era autónomo, había un gerente que dependía de Buenos Aires; comparativamente, la sucursal de Cuatreros era casi el doble de grande que la planta de Buenos Aires.

En 1930 el establecimiento subsistió merced a las exportaciones, esta lanera trabajaba exclusivamente para exportación.

En la década del 50, cuando se forma la C.A.P., los herederos de Soulas&Fils, venden el paquete accionarial y se quedan con Lanera Argentina. Las dos empresas eran independientes, pero el paquete accionario de Sansinena pertenecía al grupo Soulas&Fils. En 1973 deja de exportar como Lanera Argentina, y se dedica a ser una empresa de prestación de servicios.

En cuanto al personal, puede decirse que estaba integrado por gente de la localidad fundamentalmente. Cuando la planta comenzó a trabajar contaba con 300 a 400 personas, todo se hacía a mano y también participaban mujeres.

En enero de 1906, la lanera Soulas&Fils, de Cuatreros, daba trabajo a casi la totalidad de mujeres de esa población, las dos industrias madres como eran el frigorífico Sansinena y el lavadero Soulas, dotaban de un crecimiento habitacional al sector como así también de mano de obra a las mencionadas empresas.

Los obreros de esas fábricas que eran vida y progreso del pueblo, notaban que con la ampliación del frigorífico Sansinena significaba una importante mejora para la firma de Soulas, que oficiaba de lavadero y peladero de cueros del primero.

Quien entraba allí no dejaba de asombrarse por la cantidad de personas que desarrollaban sus tareas en las distintas secciones de cada empresa. En el lavadero gran parte de esos obreros pertenecía al género femenino, trabajadoras a destajo por un jornal de 3 pesos diarios.

Esa participación en tales tareas era toda una novedad en la región. Para algunos, un síntoma de progreso. “Esto de proporcionar a la mujer medios para ganarse con el sudor de la frente el pan de subsistencia es meritorio de un país donde la mujer, como trabajadora, no ha alcanzado aún, ni remotamente, la expansión de otros países”, señaló un cronista de la época del diario La Nueva Provincia.[18]

Sección Peladero

Producción de machete o máquina desabrojadora tipo horizontal: 30 a 40 cueros por hora. Se realiza con mano de obra especializada. $56,88 p/h. Peón: $53,75 la hora. Pelador: 50 cueros por hora. Jornal: $82,75 por hora.

De la máquina de pelar que sustituiría al trabajo manual, se envía la lana por cintas transportadoras a los secadores tipo frigorífico o Slipes. Sobre la cinta se hace una clasificación previa, que se completa ya salida la lana del secador. Luego por tubos neumáticos se manda a los casilleros que corresponden a los diversos tipos de lana (15 tipos). La mecanización estipulada reducía en 12 jornales de $53,75 /h.

Desabrojadora. Desemilladora. A machete o desabrojador de tipo horizontal. Hay 18 instalados. El obrero tiene que maniobrar con el cuero, a fin de que el cilindro de cuchillas saque la mayor parte de semillas adheridas al mismo. En el machete Vicars, mecánico, la operación del obrero se reduce a poner el cuero sobre un caballete o tablero. El pelado de cueros también se hace manualmente.

Sección Clasificación y lavado de Lanas.

Se clasifica luego de pesar la lana en la balanza para vehículos, se hacen las mezclas de acuerdo a cada pedido y se enlienza para remitirla a la sección lavadero o prensa, si es que se vendiera en sucio.En la clasificación de la lana, se tiene en cuenta la longitud de la mecha y la determinación de finura y no se puede realizar en forma mecánica, se hace a mano y se requiere cursos especiales y acostumbrar la vista para establecer los distintos tipos.El lavado de lanas se efectúa en forma mecánica y consiste en sumergir y pasar a la misma en varias y grandes piletas con agua y productos químicos.

Sección Carbonización de Lanas.

El carbonizado es una especialidad de esta firma y fue Lanera Argentina la primera en instalarlo, el mismo consiste en eliminar la materia vegetal adherida a la lana (abrojos, rosetas y espinillas) tratándola con ácido sulfúrico, a temperatura y condiciones adecuadas para no atacar a la fibra.

Como la lana se deteriora fácilmente por fricción, con inadecuadas temperaturas, por agentes químicos, la fibra se inflama, se apelmaza y deja de ser trabajable para la industria textil. En nuestro país había dos plantas que empleaban este sistema, Lanera Argentina era la única con calidad de exportación.

Este sistema estaba compuesto por: 1 secador carbonizador, 1 triturador de semillas carbonizadas, y 2 batidoras de lana para carbonizar. Todos estos equipos están conectados entre sí por cintas transportadoras. Todas estas máquinas están complementadas por instalaciones de electricidad, cañerías de vapor, agua, jabón, soda solvay y desagües con sus respectivos decantadores.

Sección prensa o enfardaje de lanas.

El último paso del proceso y consiste en acopiar con lana lavada llenar los lienzos de arpillera, cerrarlos, prensar y colocar los sunchos. Tal equipamiento consta de 2 prensas a cables de 3 cajones cada una. Motores de 80 a 100 hp, montados a nivel del suelo, con el mecanismo subterráneo a 6 m de prof.

En síntesis, las tareas consistían en clasificar por el tipo y calidad de la lana, extracción de lanolina, lavado, carbonizado (sacar los restos de semillas y abrojos), secado y por último enfardar y prensar la lana para ser enviada a las plantas textiles o exportarla a Europa.

Los primeros embarques se realizaron desde Puerto Cuatreros, utilizándose el tren de trocha angosta que partía del establecimiento y empalmaba con el del frigorífico Sansinena para llevar los fardos desde la lanera al muelle. Años más tarde se comenzó a hacerlo a través del ferrocarril Roca al puerto de Buenos Aires y en camiones al puerto de Ing. White, de donde partían los barcos rumbo a Europa.

Lanera Argentina representa parte de la historia industrial de la zona en uno de los rubros más destacados, la elaboración de lanas lista para su destino final de exportación: Italia, Dinamarca, Holanda, Francia, Alemania, Estados Unidos, Irán y Medio Oriente.

Es de destacar la importancia que tenía esta actividad en Bahía Blanca y la zona, ya sea por las exportaciones que se efectuaban desde los diferentes puertos o por el Mercado de Concentración de cueros, frutos y lanas Victoria y las distintas barracas.

En el caso de la Lanera Argentina, su implantación responde a varios motivos:

cercanía al puerto, presencia de la estación férrea Aguará, ambas alternativas le posibilitan la circulación del producto para el comercio exterior o la vinculación con el interior, muy buena accesibilidad, por la presencia de rutas importantes.

Interés Arquitectónico

Representa una de las construcciones utilitarias de principios de siglo vinculada a la estética inglesa y unos de los casos de edificación industrial más notable.

La obra se basa en varias estructuras de naves o pabellones, cuyas fachadas reciben mayor interés en cuanto a tratamientos. Un lugar especial guarda la chimenea, la que se alza en uno de los laterales de la planta.

Esta lanera era la viva imagen de aquellas ciudades industriales de los siglos XVIII y XIX en la campiña inglesa; en ella se encuentra gran parte de la ornamentación llevada a cabo con distintas trabas de ladrillos.

Un dato interesante, lo constituían, en su interior, las máquinas de lavado de lana traídas desde Bélgica, alrededor de los años ’50.

En sus épocas de esplendor se lavaban 20.000 kg de lana por día, y se carbonizaban 10 000 kg diarios.

En 1987 ganó un premio internacional por la calidad de la lana. El 99 % de lo producido era destinado a exportación.[19]

Rematadas sus instalaciones en 2001, sus compradores procedieron al desguace. En 2004 el intendente de la ciudad de Bahía Blanca, anunció la voluntad de establecer allí un Parque Industrial Agroalimentario, el 3 de octubre de 2008 (Coincidiendo con la puesta en marcha en 1903 del Frigorífico Cuatreros) el municipio firma la compra de la propiedad para establecer dicho Parque.[20]

A mediados del mes de mayo de 1959, entró en surgencia la perforación realizada por la Lanera Argentina, industria emblemática de Gral. Daniel Cerri. En 1912, por impulso del Ing Domingo Pronsato, se confirmó que debajo de la superficie que ocupa Bahía Blanca se ubica una capa de agua subterránea. La primera perforación fue realizada en Argerich, donde, al llegar a los 700 m de profundidad, comenzó a surgir abundante agua, a una temp de 60 °C.

Cuatro años después, en 1916, en el Parque de Mayo, se habilitó el primer surgente local, que causó sensación. El mayor problema de Bahía Blanca quedaba resuelto de forma estable y definitiva. Desde entonces, las perforaciones se fueron sucediendo en diferentes puntos de la ciudad, como una respuesta a la necesidad de agua potable. También algunas industrias recurrieron al sistema para atender sus necesidades. En 1949 la fallida Lanera Patagónica, donde se ubica hoy el barrio parque Patagonia, realizó la primera perforación privada con destino industrial. En 1956 el frigorífico CAP Cuatreros, de Gral. Daniel Cerri puso en actividad su pozo surgente. Finalmente fue la Lanera Argentina, la que, luego de 45 días de trabajo, hizo poner en funcionamiento su propio pozo surgente que daba 80 000 litros de agua por hora, con una temperatura de 58 °C, poco después se construyeron las piletas de enfriamiento y el agua comenzó a servir tanto a la industria como a la red domiciliaria. Si bien la Lanera Argentina dejó de funcionar en 1993, el pozo sigue dando y proveyendo de agua potable a la red de la ciudad de Gral.Daniel Cerri.[21]

GAS del ESTADO

Gas del Estado Sociedad del Estado fue una empresa pública argentina dedicada a la distribución y comercialización de gas natural en todo el territorio del país, existente entre 1946 y 1992, cuando fue privatizada. Llegó a ser considerada la tercera mayor empresa de su tipo en el mundo y era para 1990 la segunda más importante del país en términos de facturación, detrás de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF).

El 14 de marzo de 1967, se inaugura en Gas del Estado de Gral. Daniel Cerri la primera planta compresora de gas. La planta está compuesta por tres turbinas a gas marca Fiat a la cual están acoplados los compresores. Los servicios auxiliares de la planta lo constituyen, motogeneradores, compresores de aire, sala de baterías y equipos de enfriamiento.

La función de la planta Fiat, es aumentar la presión del gasoducto San Martín (Gasoducto Sur), que nace en el yacimiento San Sebastián (Tierra del Fuego) y culmina en Buenos Aires.

El 31 de octubre de 1968, se inaugura la planta extractora de gas licuado por el sistema de absorción refrigerada. La planta cuenta con dos trenes y cada uno está compuesto por motocompresores, que son los encargados de aumentar la presión del gas para su tratamiento y además de refrigerar el sistema, torres de absorción, de destilación, de separación del gas, bombas y aeroenfriadores. Los equipos auxiliares de la planta lo forman motogeneradores, equipos de enfriamiento de agua y sala de baterías.

Complejo Gral. Cerri

El “Complejo Gral. Cerri”, se encuentra ubicado en el km 701 de la Ruta N.º 3, a 6 km de Gral. Daniel Cerri y a 17 km de Bahía Blanca.

El 5 de marzo (día del trabajador del gas) de 1976, se dieron por iniciados los trabajos de esta moderna estructura. Un suelo agreste y difícil, constituía único marco para quienes avanzaron los primeros pasos junto a la ya en marcha Planta. Mac Kee, situada en terrenos lindantes.

Durante el año 1976 ingresó también al lugar, la mayor parte del equipamiento básico de la planta, turbocompresores, turbinas a vapor y alternadores. A comienzo del año 1977, se inició el montaje de calderas de vapor, sala de turbocompresores y hornos, mientras que la etapa principal del complejo se comenzó meses después con la construcción de la planta extractora de etano, propano, butano y gasolina.

Para el almacenamiento de la producción se construyeron, esferas y tanques interconectados entre sí. Para enviar el etano a Petroquímica Bahía Blanca se construyó una nueva cañería y se amplió el poliducto a Planta Galván, de donde a través de puerto Galván se cargan lo barcos que parten a diferentes lugares del mundo.

En el año 1985, con la construcción del nuevo gasoducto Neuba II Loma de la Lata-Cerri-Buenos Aires, se inició la construcción de la otra planta turbo compresora, que está compuesta por dos turbocompresores, sector de medición y sala de servicios auxiliares.

En el año 1986 entra en servicio esta nueva “Planta Compresora Neuba II”, para aumentar la presión y caudal del gas natural y mejorar el servicio a la Prov. de Bs.As. y a la Capital Federal.

Datos Básicos del Complejo Gral. Cerri el año 1991

El complejo estaba constituido por:

• Planta Turbo Compresora “Fiat” (3 unidades).

• Planta Turbocompresora “Solar” (3 unidades).

• Planta Motocompresora "Clark" (4 unidades).

• Planta Recuperadora de Gas Licuado Absorción (2 unidades).

• Planta Recuperadora de Gas Licuado Criogénica (1 unidad con dos trenes).

• Planta de Almacenaje Cerri

T.G.S. S.A.

El 28 de diciembre de 1992, una nueva empresa sumaba su aporte al progreso de la Argentina: Transportadora de Gas del Sur S.A. (T.G.S).

Es la suya una historia relacionada con la decisión oficial de privatizar las compañías estatales, una de ellas, Gas del Estado. La ley 24076, del 20 de mayo de 1992, impuso el marco regulatorio y dividió a Gas del Estado en diez unidades de negocio: dos transportadoras y ocho distribuidoras.

En la licitación, se adjudicó a T.G.S. una de las dos unidades de transporte. El 18 de diciembre, el Gobierno otorgó la licencia exclusiva para la prestación del servicio público de transporte de gas natural del sistema de gasoductos del Sur, por treinta y cinco años, con una prórroga de diez años a opción de la Compañía.

T.G.S. es la mayor empresa de la Argentina en su ramo de actividad, pues se ocupa de transportar cerca del 60% del gas natural consumido en el país, a través de 6800 km, de gasoducto, con una capacidad de entrega de 58 millones de por día.

En lo que atañe al procesamiento de gas, T.G.S. es la primera procesadora de gas del país y la segunda comercializadora de gases licuados de petróleo (GLP) y la único productor de etano. Estas operaciones se llevan a cabo en el Complejo General Cerri, el más grande de la Argentina, donde se hace la separación del etano, el propano, el butano, la gasolina y el dióxido de carbono contenidos en el gas natural.

Funcionan en Cerri una planta de turboexpansión criogénica, una planta de absorción refrigerada, un sector de almacenaje y expedición. El propano, el butano y la gasolina allí producida son trasladados hasta los almacenajes y unidades de carga de Puerto Galván a través de los 15 km de poliductos.

Los trabajos de ampliación en Puerto Galván su capacidad de almacenaje total a 70.000 metros cúbicos, y los similares en Cerri a 25.000 metros cúbicos. Todas estas obras insumieron un costo de 70 millones de pesos.

En el año 1997 la capacidad del sistema de transporte aumentó el 31%, pasando de 49,9 millones de m³ a 56 millones de m³ diarios. La expansión del Neuba II insumió una inversión de 37 millones de dólares, e incrementó la capacidad en 1,5 millones de m³.

La producción del Complejo Cerri ascendió el 12% y la potencia instalada pasó de 352.400 HP a 443.640 HP, las entregas promedio subieron de 39.700.000 de metro cúbicos diarios a 41.800.000 de m³ y las entregas de gas en días – pico invernales aumentaron de 42.900.000 a 57.300.000 de m³ diarios.

El 12 de julio de 2005, se inauguró la ampliación de la obra del Gasoducto San Martín (Gasoducto del Sur).

T.G.S.

La historia comercial de “Cuatreros” (Gral. Daniel Cerri) repite en pequeña escala, el proceso general de toda la Argentina. Así lo fueron las casas de Ramos Generales de comienzo de siglo, que desempeñaron funciones comerciales, acopio de frutos, barraca, comercialización de cosechas, venta de comestibles, representación de empresas y productos extranjeros, como así también de banco, tomando depósitos y otorgando créditos.

Además de las casas de Ramos Generales instaladas, también desarrollaron actividades comerciales, herrería y fábrica de carruajes, fábrica de galletitas, panaderías, sastrerías, carpintería y peluquerías.

Guía Comercial y Telefónica.

Guía Comercial y Telefónica.

Publicidad de la Guía Comercial y Telefónica.

A comienzo de 1900, llega a la zona Pascual Marcucci, y consigue empleo en el inicio de las obras de construcción del frigorífico, y una vez terminadas las mismas, trabaja como obrero en dicho establecimiento. En 1905 instaló un pequeño salón para la venta de bebidas y cuando ya contó con una buena clientela, renunció al frigorífico y se dedicó exclusivamente a la atención de su “boliche”.

En 1909 el crecimiento de la población y la demanda lo motivó para comenzar a proyectar y construir, en la esquina de las calles Saavedra y Deán Funes el almacén de Ramos Generales “La Nación”, y que fue inaugurado en 1910, el nuevo local se dedicó a la venta de comestibles, bebidas de todo tipo, cereales, carbón, leña y artículos de bazar. Años más tarde incorporó a la firma la fabricación de soda y una refrescante bebida gasificada.

En 1916, renueva el frente del edificio y amplia sus instalaciones, la firma comercial también fue representante en Cuatreros de la nafta “Texaco”, del aceite “Mobiloil” y concesionario exclusivo de cervecería “Quilmes”. La actividad comercial continuó hasta fines de la década del 90.

Almacén de Pascual Marcucci (1910) esq.Saavedra y Dean Funes.

Cajón y Sifones para la soda.

En 1910 llega de Europa (Italia) Agustín Silvani, acompañado por sus tres hijos, entre los que se encontraba Guillermo Silvani. Después de estar afincados por un tiempo en la colonia Coronel Maldonado se radicaron definitivamente en Gral. Cerri, donde Agustín entró a trabajar en el frigorífico Sansinena “La Negra” y su hijo Guillermo se empleó como repartidor en el almacén de Marcucci. En 1921, en oportunidad de un remate, Silvani compró el terreno ubicado en la esquina de las calles Juan José Passo y Matheu, donde instaló el almacén de Ramos Generales con el nombre de “Almacén el Correo” y se dedicó a la venta de comestibles, artículos de bazar, perfumería, discos, vitrolas y armas. El negocio también incorporó la representación de la nafta “Energina” “Shell” y la venta de aceites y lubricantes. En 1940, el Sr. Guillermo Silvani, hijo de Agustín y nuevo propietario del local, cambió de nombre al negocio que pasó a ser “Casa Silvani”.

En 1913, el Sr. Cándido De Gregorio, abrió una peluquería en cual también funcionaba la agencia de “La Nueva Provincia”, también dentro del mismo rubro estaba la peluquería “La Central” de la Sra. Eulalia de De Gregorio e hijos y que fue una de las más acreditadas de la época.

En la misma época funcionaba el hotel, bar y cinematógrafo "Il Píccolo Monferrato".Fue alrededor de 1890 cuando Agustín José Voglino, dejó su aldea natal, para lanzarse a la aventura de "hacer la América.". Volvería a su tierra a buscar a su mujer, diez años después. Para entonces, ya había concebido su proyecto: en un caserío perdido cercano a Bahía Blanca, se estaban levantando importantes industrias, esto traería al lugar a numerosos operarios, a los que habría que alojar, alimentar y entretener.

Así surgió, en la esquina de la avenida Belgrano y Rodríguez Peña, a la vera del canal Cuatreros, "Il Píccolo Monferrato, Restaurant, Café y Billar", que brindaba comidas a la minuta, comodidad para familias y salón de cinematógrafo.

Agustín tenía pasión por los adelantos tecnológicos; para poder ofrecer cine, se adquirió un grupo electrógeno con el cual se brindaba energía eléctrica para los corzos de carnaval. Aun antes de que surgiera el cine, en la casa contaba con un aparato, especie de retroproyector, los inmigrantes traían sus fotografías y él las proyectaba en grande sobre una pantalla, de este modo, acentuaba su nostalgia y, de paso, les vendía vino italiano, importado directamente por la casa.Otros propietarios de hoteles eran José Fagonda y Enrique Scotto.

Siguiendo con el año 1913, en un edificio construido como boliche, ubicado en el antiguo camino a Carmen de Patagones; la familia Pollatini habilitó la panadería y almacén “La Mundial”. Con el tiempo y por su proximidad con el Fortín Cuatreros toma el nombre de “Panadería El Fortín”. Su estilo es característico de los almacenes de pueblos de la región pampeana. En aquellos años, en las calles próximas a la panadería se desarrollaban carreras de caballos (carreras cuadreras), en las que sus concurrentes hacían apuestas al margen de la ley y en el local adquirían productos de pastelería, confitura y bebidas.

En el mismo año, en la esquina de las calles Juan José Passo y José M. Gutiérrez el Sr. Bartolomé Perata estableció en el pueblo de Cuatreros la “Panadería Italia” donde elaboraba mecánicamente el pan y la galleta, que posteriormente vendía en el local o repartía a domicilio, gozando así de merecido prestigio por la calidad del producto y del servicio.

Además el Sr Perata era representante de la nafta argentina La Isaura.[22]

En 1914, comenzó sus actividades Luís Antonelli con “Casa Antonelli”, almacén, bar y billar, reconocido negocio del pueblo que además de ser centro de reunión y distracción, era representante de Cervecería “Palermo” y vendía materiales para la construcción.

En las primeras décadas, la comunicación telegráfica o por correspondencia era a través de la oficina y estafetas postales del Correo Argentino que ya estaba instalado en el pueblo.

Para comunicarse telefónicamente se podía optar por una de las dos empresas que competían entre sí “La Unión Telefónica” o “La Bahiense”. Cabe acotar que se abonaba como llamada local las que se efectuaban dentro del poblado y las llamadas a Bahía Blanca se consideraban de larga distancia (con tiempo de demora).[23]

El 24 de octubre de 1924 se produce el nacimiento de la Empresa González y fue cuando Cipriano González adquirió un chasis Ford T y sobre él, la Empresa Verdozzi y Zepilli carrozó el primer ómnibus que comenzó a circular entre Bahía Blanca y el pueblo de Cuatreros.

El servicio inaugurado respondía a las inquietudes del administrador del Frigorífico Sansinena, Don Antonio Quejeiro, quien requería beneficios para los trabajadores de la empresa, ya que la misma equidistaba de las estaciones ferroviarias del lugar. La nueva empresa, está registrada a nivel nacional como una de las primeras de transportes de pasajeros con colectivos.[24]

En el año 1925, en el sector denominado Cuatreros Viejo el señor Juan Vissani establece un local destinado al ramo de almacén y carnicería. El acreditado negocio es un comprobante de cuanto puede el esfuerzo propio para mejorar el servicio a la comunidad del sector.

El 26 de diciembre de 1939 en la esquina de la avenida Belgrano y Gutiérrez, el Sr Atilio Vignoni inaugura el almacén de ramos generales (último comercio en su tipo establecido en la localidad).

El nuevo local comercial estaba destinado a la venta de comestibles, artículos para el hogar, rodados , materiales para la construcción y posteriormente fue representante de los lubricantes y combustibles Esso, su actividad comercial se mantuvo hasta fin de la década del 90.[25]

En el año 1903, los trabajadores del conocido frigorífico La Negra, solicitaron al Padre Félix Guerra (director del Colegio Salesiano de Bahía Blanca) la construcción de un templo. Inmediatamente el presidente de la Cía. Sansinena Ernesto Tornquist, un referente en la zona por su importante obra de colonización, donó $1.000 y una manzana donde se elevara el templo. Tanto el Altar Mayor y San Miguel se construyeron con limosnas de los feligreses; las capillas laterales con la donación del Frigorífico Sansinena, las dos campanas (una de 400 kilos y otra de 300 kilos) fueron compradas por los propietarios del lavadero Soulas y donadas por la Sra. Mónica Soulas de González Balcarce.

A fines de diciembre del mismo año se bendijo la piedra fundamental y debido al gran apoyo popular pudieron contratar rápidamente al arquitecto José Bauerle, quien casi de inmediato comenzó la construcción de línea estilística neo renacentista.

Ubicó el frente de la misma hacia la calle Güemes al 400, los laterales a las calles Libertad y Las Heras y el fondo a Gurruchaga. Hija de industrias, la antigua localidad de Cuatreros, nació al amparo del frigorífico Sansinena (1903) y del lavadero Soulas (1905). Los más de mil obreros que ocupaban ambas empresas fueron suficientes para dar lugar al pueblo, que fue tomando forma con loteos de terrenos prontamente organizados en tierras de don Ernesto Tornquist. El 11 de mayo de 1905, obreros de los "acreditados talleres del señor Forgue" colocaron la cruz sobre la torre del campanario, y el templo, erigido por los salesianos se inauguró el 3 de septiembre de 1905 y fue erigida por la congregación de Salesianos. La bendijo por primera vez el padre Fidel Sabaté.

"La cruz muy en lo alto, con sus brazos abiertos, cobija la adyacente campiña y parece decir a las enormes chimeneas del lavadero y el frigorífico: aquí estoy yo también, vosotras dad cuenta de los capitales, de las industrias, yo me contento con el gobierno de las almas", publicó este diario al dar cuenta del hecho. Han desaparecido las industrias fundacionales del pueblo, la cruz y la iglesia siguen custodiando a la ciudad.[26][27]

Iglesia San Miguel

En el año 1899 la Municipalidad de Bahía Blanca creó en cercanías del fortín y la quinta de Gonzaléz la Delegación Municipal de Cuatreros, lo que evidenció que aún antes de ninguna subdivición de tierras en solares, ya existía una población y actividades en el lugar que exigían la presencia permanente de un funcionario comunal. Posteriormente hasta el año 1910 se trasladó a un local ubicado en la esquina de Soler y sin nombre, en la manzana N° 170.

De allí, y hasta el año 1916 pasó a la calle Belgrano, años después y por el crecimiento urbano en el sector opuesto del pueblo, la Delegación Municipal se trasladó a la calle Dean Funes 343.

En junio de 1943, fue inaugurado en la calle Juan José Passo 201 el nuevo edificio de la Delegación Municipal de General Daniel Cerri. Ubicada por entonces en Cuatreros, la nueva sede era parte del plan de obras públicas del intendente municipal, ingeniero Jorge Aguilar. Lord Mayor desde junio de 1942, elegido por el partido Conservador, Aguilar sería destituido un año después. El exterior del edificio es una inspiración colonial, caracterizado por su cubierta de tejas, un portal de acceso resuelto con elementos decorativos de líneas curvas y unos ventanales pequeños con dindeles curvos. El proyecto del jefe comunal y de su director de Obras Públicas, ingeniero Elio Caporossi, contaba, interiormente, con un pórtico de entrada, sala de espera, despacho para el delegado, sala de primeros auxilios y dependencias de servicio. El acto de habilitación tuvo lugar a las 11.30 del sábado 27 de junio, con la presencia de autoridades civiles y vecinos. Más tarde, fue servido un almuerzo "a la Criolla", que reunió un elevado número de comensales (recuerda la crónica). Este gusto por lo colonial fue característico en la obra edilicia desarrollada por Aguilar. Ese mismo año, y con idéntico diseño, fueron resueltas las delegaciones de Punta Alta, Cabildo y Las Villas. Una obra similar, realizada en 1942, fue el portal del Parque de Mayo que reemplazo a la elemental tranquera que oficiaba de acceso al principal paseo de la ciudad.[28]

El 4 de septiembre de 1921, el intendente municipal Eduardo Bambill elevó un proyecto para cambiar el nombre del pueblo de Cuatreros por Caronti.

El nombre de esta población está inspirado en un paso existente sobre el Río Sauce Chico, que permitía el cruce del mismo por los cuatreros con los ganados robados. En 1903 con la inauguración del frigorífico Sansinena provoca la radicación 500 familias en el lugar, lo cual motivó que el hecho de llamarse Cuatreros lo consideraran "antipático, anticivilizado y antiestético".

En 1886 fracasa la idea de llamarlo "Coronel Juan Charlone", y en 1921 el primer intento de llamarlo "Daniel Cerri" Llegamos así a 1921, cuando se propuso bautizarlo como "Intendente Caronti": esa tentativa tampoco prospera pese a que los propios vecinos manifestaron su aprobación. [29]

El 7 de septiembre de 1943, el interventor federal de la Provincia de Bs.As., el Gral.Armando Verdaguer, firmó el decreto N°4193 por el cual se le asignaba el nombre de "General Daniel Cerri" al pueblo de "Cuatreros".

En diciembre de 1943, llega a la ciudad Eduardo Cerri, para participar de los actos celebrativos por la designación del pueblo de "Cuatreros" con el nombre del "Gral. Daniel Cerri" (su padre). El nombre evoca al héroe que llegó a Bahía Blanca en 1858, integrando la histórica Legión Agrícola Militar, debemos recordar que el Gral.Cerri participa en la fundación de las escuelas N.º 1 y N.º 2, fue cofundador de la Biblioteca Rivadavia y colocó la piedra fundamental del Hospital Municipal. Por sobre todo rasgo anecdótico, dar ese nombre al pueblo configuró un justo reconocimiento a un pionero de la región.[30]



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